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Epilogo 💜


Gracias por el apoyo y por el cariño hacia la historia.
Espero que les haya gustado un montón ❤️
He aquí el final de la historia espero que cumpla con sus expectativas 🤞🏻

♡♡♡

Epílogo

Meses Después

Nicolle

Aveces quisiera devolver el tiempo, enmendar cada uno de los errores que he cometido a lo largo de mi vida de los cuales me arrepiento...pero se que es imposible.

Hay heridas que, aunque intentas arrancartelas del pecho, no pueden ser curadas. Supongo que debo aprender a vivir con ellas; con mis cicatrices, con mis heridas profundas.

Pero, aunque no pueda retroceder el tiempo, siempre se puede volver a empezar. No es imposible intentar ser alguien mejor.

Entonces comprendí que si no puedes quererte a ti misma, nunca podrás querer a alguien más.

Ahora me encuentro sola, alejada de todos, tratando de recomponerme, tratando de florecer de nuevo y...ser feliz.

Pero no creo poder ser feliz sin él...

Stanley

Me siento terriblemente cuando lo recuerdo. La última vez que lo vi, ni siquiera se acordaba de mi y yo huí, justo como siempre lo hago. Decidí alejarme porque era lo mejor para él.
Porque yo estoy y...solo quiero que sea feliz y yo no lo soy. Decidí dejar todo atrás y comenzar de nuevo, sin él. De seguro si me recuerda me debe de estar odiando.

Fue duro para mi dejar todo atrás hacen seis meses, pero mudarme fue la mejor opción. Stanley fue lo mejor que me ha pasado en la vida, pero debía dejarlo ir que no me recordara fue lo peor y lo mejor que pudo haber sucedido, porque ¿como se supone que lo miraría a la cara después de todo lo que le pasó? Soy la culpable de todas sus desgracias y el no lo merece. Lo quiero tanto que tuve que alejarme de él, solo para que de esa forma pueda ser feliz sin mi.

No he sabido nada de él y las veces que he hablado con mi madre no lo ha mencionado y se lo agradezco. Hablar de él hace que se me estruje el corazón.

Ahora estoy más tranquila, pero no dejo de preguntarme si Stanley habrá recuperado la memoria, si se acordará de mi, solo espero que no, porque de seguro me buscaría y no sé si podría verlo de nuevo.

Tampoco fue fácil decidir vivir sola en otra ciudad sin el apoyo de mi madre, pero estando sola podría pensar en todo, despejar mi mente y estar en paz. Pero admito que la extraño profundamente aunque hablemos todos los días por teléfono. Mi madre ha conocido a alguien en su nuevo empleo; en el concesionario de los Montgomery. Si, Spencer le ha dado trabajo allí como asesora y mi madre está feliz por eso. Y pues también porque está saliendo con alguien que parece ser un buen hombre. Y, aunque es extraño ver a mi madre saliendo con alguien, me hace feliz que ella sea feliz. El hombre se llama Bill Jhonson, uno de los abogados del señor Montgomery. Solo espero que pueda hacerla feliz.

La señora Aurora se encuentra mejor según me dice Mara, ha estado yendo a terapia al igual que yo. Y Mara, pues ella me habla cada vez que puede es una buena amiga a pesar de todo. No le he preguntado por Stanley y tampoco voy a hacerlo. Ella tampoco me habla de él ni de su salud, solo me dice que esta bien y eso es más que suficiente para mi. Cuando salí ese día del hospital le dije que me iría lejos, y que por favor no le hablara de mi a Stanley. Ella lo comprendió pero se veía triste por mi decisión.

Camilla me ha mantenido al tanto de todo lo que sucede en Preston. Me ha contado que Gerson ahora tiene novia, Sophia mi ex compañera en la clase de Química y de Timothy solo he sabido que anda de fiesta en fiesta como siempre. Por su parte Camilla se irá a la Universidad dentro de unos días. Y si, aun sigue sola en su mundo de fantasía en la espera de que algún personaje literario salga de sus libros, pero también me visita los fines de semana ya que donde vivo a esta a unas horas de Preston.

Y de Ian, solo acordarme de él hace que el estómago se me vuelva un nudo, lo último que supe por Camilla es que estaba en la cárcel. Se que está mal, pero se lo merecía. Tenía que pagar por todo lo que le hizo a Stanley.

Y yo, bueno ahora vivo en una nueva ciudad y trabajo en una agencia de modelaje gracias a la madre de Stanley, porque aun rechacé la oferta ella siguió insistiendo y ahora trabajo de medio tiempo para una revista de la que es dueña una de sus amigas. Pero estoy bien, tratando de seguir adelante por mi misma.

Tratando de ser fuerte.

Siendo alguien mejor.

♡♡♡

Hoy 03 de abril, es mi cumpleaños número diecinueve también hacen tres años que mi padre murió en esta misma fecha. Debería sentirme emocionada porque hoy es un día especial, pero no lo estoy. No quiero levantarme de la cama, no quiero celebrar mi cumpleaños justo como lo he hecho siempre. Solo quiero hacer una cosa ir a visitar a mi padre en su tumba, supongo que tendré que volver. Pero no quiero hacerlo, me aterra hacerlo. Quizás lo haga más adelante.

Si, aun sigo siendo una cobarde. Supongo que hay cosas que nunca cambian.

Suelto un suspiro y estaciono mi lamborghini violeta frente a la empresa de Marketing y publicidad en la que trabajo. Reacomodo mi vestido ceñido al cuerpo y comienzo a subir las escaleras hacia el enorme edificio. Al entrar veo a mi jefa dando órdenes a una de las modelos cuando nota mi presencia me sonríe de oreja a oreja.

-A ti te estaba esperando. -su sonrisa es contagiosa así que le sonrío de vuelta. No se como lo hace pero ella siempre se ve feliz como si no tuviera problemas en si vida. Su cabello rubio esta recogido en un hermoso moño alto dándole un toque elegante y estilizado, junto a un vestido rojo que apenas llega a sus rodillas. Se ve genial. Es tan sofisticada.

-Hola, Alice.

Me saluda con un beso en la mejilla y me desea un feliz cumpleaños. Si, Alice es una de las amigas de Aurora, la madre de Stanley y dueña de la empresa.

-Te tengo una súper sorpresa.

-¿Ah si?.

-Por supuesto. Además estás de cumpleaños así que, tienes la semana libre. -Sonríe divertida.

La miro con el ceño fruncido.

-¿Esa era la sorpresa?

-Si. Bueno, una parte.

Enarco una ceja y ella continúa hablando con entusiasmo. Como si la hiciera feliz lo que dirá acontinuación. Cuando deja de reír se aclara la garganta.

-¿Adivina que?

-¿Qué?.

-¡Una empresa te ha contratado para que seas su modelo publicitaria!

-¿Qué? ¿De verdad?.-Suelto realmente sorprendida y feliz a la vez.

Ella chilla.

-Si. ¿Que dices? ¿Aceptas?.

Parpadeo varias veces tratando de procesar la información. Es mi sueño, como podría decir que no. Es todo lo que he soñado siempre ser una modelo profesional, que todas las personas me conozcan y esta es una gran oportunidad.

-Claro. -le sonrío. -¿Cuando empiezo?.

Ella me guiña un ojo.

-Esta semana.

-Vaya. ¿Tan pronto?.

-Si. Esta semana será la inauguración de la empresa, así que necesito unas tomas de tu hermoso cuerpecito en este instante. Necesito enviarlas lo más pronto posible.

-Bien.

-Entonces a trabajar. -chilla de alegría y no puedo evitar sonreír con ella.

Media hora después, estoy posando sobre la cámara con un montón de libros a mi alrededor. Alice me ha dicho que será la representante de una Editorial que será muy prestigiosa ya que es de un pariente suyo, eso me alegró al instante. Sería impresionante. Después de miles de fotografías me despido de Alice y Jeff el camarógrafo y vuelvo a mi departamento para hacer las maletas para el viaje, debo partir en una hora según me dijo Alice. Olvidé preguntarle a donde viajaría, pero da igual donde sea solo quiero despejar mi mente y hacer lo que me gusta. La Universidad podrá esperar.

Una hora después ya estoy lista. Subo al auto y conduzco hasta llegar al aeropuerto. Alice esta esperándome ya que ella es mi representante legal e iríamos juntas.

-El vuelo sale en 20 minutos. -Me dice cuando llego a su lado.

-¿A dónde iremos? Olvidé preguntarte esta mañana, ni siquiera se me ocurrió.

Ella me sonríe.

-A Preston

Dejo de respirar y palidezco al instante. Creo que hasta mi corazón ha dejado de latir.

-¿Qué?

-¿Sucede algo? ¿Te encuentras bien, Nicolle? Te ves más pálida que un muerto.

Abro y cierro mi boca varias veces.

-Este...yo...-Titubeo.

-¿Qué? ¿Te estás arrepintiendo acaso?

-No. Claro que no...es simplemente que...

No quiero volver, lo pienso pero no lo digo. Pero tengo que hacerlo, tengo que dejar de ser una cobarde. Ya han pasado 6 meses necesito hacerle frente a todos, incluso a él.

Si es que aún me recuerda.

El vuelo transcurre con normalidad y a las pocas horas llegamos a Preston. El corazón me late con fuerza mientras un taxi me lleva a casa de mi madre. Alice decidió quedarse en un hotel. Observo a través de la ventanilla mientras a mi mente viene miles de pensamientos. Solo espero no verlo, porque no se si sería capaz de pronunciar palabra alguna. A los pocos minutos mi madre me recibe en casa con un fuerte abrazo junto con Camilla. No se porque pero estoy nerviosa.

-Estoy feliz de que hayas vuelto, Nicolle. -dice alegremente mi mejor amiga.

Me encojo de hombros.

-Si...yo también.

Trato de convencerme de mis propias palabras.

-Debes estar cansada, Cariño. -dice mi madre con nostalgia.

Y yo la vuelvo a abrazar.

-Te extrañé mucho, Mamá.

-Y yo a ti, Hija.

Un auto estaciona y mi madre se aparta de mi. Me giro y veo a un hermoso auto negro de donde un hombre mayor se baja. Su cabello está perfectamente arreglado, lleva un traje de diseñador y sus ojos son se un azul intenso y su cabello negro. Lleva una barba de unos días que le a un aire elegante y sofisticado. Lo miro con el ceño fruncido porque no tengo idea de quien es, pero miro a mi madre y esta se sonroja, entonces me doy cuenta de que es el novio de Mamá. Nunca lo había visto me había contado que salía con alguien pero no sabía cómo era, pero ahora que lo veo parece todo un profesional y por como míra a mi madre se que esta locamente enamorado de esa mujer. No se como sentirme al respecto. La mirada de ese hombro me recuerda a...a él. Porque de esa forma me miraba el como si fuera la única persona que existiera en el mundo. Paso saliva tratando de deshacer el nudo que se ha formado en mi garganta.

-Eh...Hola. Tu debes ser Nicolle.

Le sonrío.

-Si. La misma.

-Mucho gusto, soy Bill Jhonson.

Me tiende su mano y yo la recibo.

-Un placer conocerte por fin, Bill. No sabía que mi madre tenía tan buenos gustos. -el hombre se sonroja y mi madre me mira totalmente avergonzada, mientras que Camilla tensa sus labios para no reír frente a ellos.

-Eres hermosa como tu madre, Nicolle.

-Gracias.

Saca de su abrigo una pequeña cajita roja con un moño.

-Ten. Tu madre me dijo que era tu cumpleaños, así que...bueno, felicidades.

Me sorprendo y la tomo.

-Gracias de nuevo.

Me sonríe.

-No es nada. Espero que te guste.

-Eh...bueno, entremos a cenar.

Bill asiente y se acerca a ella para tomarla de la mano y entran juntos a la casa. Camilla se coloca a mi lado mientras veo a mi madre tomada de la mano de Bill.

-Hacen una bonita pareja, ¿No?. Al igual que tu y...

Me doy cuenta de lo que quiere decir y la detengo. Siento una fuerte presión en el pecho.

-No lo digas.

-Lo siento. -la escucho decir y entro a casa y ella detrás de mi.

Llega la noche y estoy con Camilla hablando sobre la Universidad a la que irá y de muchas otras cosas más. Hasta que se levanta de la cama y saca de su mochila un pequeño cuaderno con la portada de planetas.

-Ten. Mara te lo ha enviado.

Paso saliva nerviosa y lo tomo entre mis manos.

-¿Qué dice?.

Se encoje de hombros.

-No lo se, no lo he leído. Pero Mara dijo que te pertenecía.

-Que raro. -Murmuro y abro el cuaderno. Dejo de respirar cuando me doy cuenta de que es la letra cursiva y perfecta de Stanley.

-¿Qué sucede?. - me pregunta Camilla con curiosidad.

-Es de Stanley.

Ella se asombra al instante y luego chilla emocionada.

-¿Qué dice?.

Suelto un suspiro y abro la primera página. Es como un diario o algo así. No sabia que tuviera un diario. Me aclaro la garganta.

-"Conocí a una chica...-comienzo y el corazón me salta en el pecho no se si de miedo o de emoción, quizás de nerviosismo por lo que leeré a continuación: -Se llama Nicolle y está un poco loca.

Sonrío de lado sin poder evitarlo.

-En eso tiene razón. -Concuerda Camilla y le tiro una patada en la rodilla estando sentada en la cama.

Sigo leyendo.

>> Pero también es la chica más hermosa que he visto. Sus ojos son los que más me gustan, reflejan tantas emociones que hace que mi corazón se altere. Hace semanas que la conocí pero creo que he comenzado a sentir cosas por ella, cosas que nunca he sentido por nadie y que solo ella me hace sentir. A veces creo que tiene algún superpoder, porque cada vez que sonrie me deja sin respiración>>

Cierro el cuaderno mientras una lágrima corre por mi mejilla sin percatarme de ello. Pasa saliva tratando de deshacer el nudo que se ha formado en mi garganta.

Quiero llorar

-¿Estas bien?. -Me pregunta la pelirroja con nostalgia y yo asiento, pero no estoy bien y creo que si sigo leyendo terminaré hecha un mar de lágrimas. -¿Quieres continuar?.

Suelto un suspiro.

-Si.

Abro de nuevo el cuaderno y busco otra página. Con el corazón hecho un nudo continúo leyendo:

-"Todos creen que ella es una chica fría y manipuladora, pero yo creo que solo se está protegiendo así misma y actuar de esa manera es su método de defensa..."

Me conoce tan bien.

<<Quiero alejarme de ella, tengo que hacerlo, porque sino lo hago ella romperá mi corazón...>>

Dejo que las lágrimas fluyan por mis mejillas.

<<Creo que me estoy enamorando de ella, de Nicolle Morrison, la chica mas trastornada y perfecta que he conocido>>

Cierro mis ojos con fuerza e inevitablemente, lloro. Camilla se sienta a mi lado y coloca su cabeza en mi hombro. Entre lágrimas sigo leyendo cada página que contiene miles de notas que hablan sobre mi, sobre sus sentimientos y emociones, hasta que leo una pequeña frase en una de las últimas páginas que hace que se me destroce el corazón por completo.

-"Nicolle es lo mejor que me ha pasado en la vida, y no solo estoy enamorado de ella sino que la amo con todo mi corazón aunque ella no sienta lo mismo por mi..."

Cierro el cuaderno y lo abrazo en mi regazo como si de esa forma Stanley estuviera conmigo.

Lloro con todas mis fuerzas por dejarlo, por ser tan estúpida, por rendirme tan fácilmente cuando él siempre ha tenido esperanza. Lloro por lo mucho que lo extraño, por lo mucho que quisiera verlo tan solo una vez más y pedirle perdón, lloro por todas esas veces que pude decirle que lo amaba pero no lo hice. Lloro por no estar a su lado cuando más lo necesitaba, lloro por ser una egoísta de mierda que piensa solo en sí misma y no en bienestar de los demás. Y lloro porque aunque intente negarlo, lo sigo amando como la primera vez.

-¿Crees que hice lo correcto?. -le pregunto a mi mejor amiga entre lágrimas. -¿Crees que alejarme fue la mejor opción?.

Ella suspira.

-No lo se. Creo que necesitabas tu espacio, creo que necesitabas estar sola para darte cuenta de que es lo que quieres realmente. -responde con sinceridad. -no te sientas culpable. Ya tomaste tu decisión, ya no hay vuelta atrás. Ahora solo te queda seguir adelante con él o sin él.

-Pero, ¿Porqué siento que no fue la decisión correcta? Es que me siento vacía, es como si le faltara algo a mi vida. No se porqué no me siento completa.

-¿Sabes lo que necesitas?

-¿Qué?.

-A alguien que llene ese vacío.

Limpio mis lágrimas.

-No se si podre querer a alguien de nuevo, Camilla.

-Claro que puedes. Ya verás que en cualquier momento alguien va a llenar ese vacío, solo no te rindas esta vez.

Entonces me sonríe y solo por un instante creí en sus palabras.

Creí por un momento, que mi vida daría un giro inesperado en cualquier momento.

♡♡♡

A la mañana siguiente recibí la invitación a la Inauguración de La Editorial Destino, donde yo sería la imagen publicitaria. Ya todo estaba listo, solo faltan horas para que el evento comience así que un equipo de maquilladores y estilistas llegó a casa para arreglarme, obviamente enviados por mi jefa. Ahora me encuentro frente al espejo mientras Janice, la estilista arregla mi cabello castaño formando ondas gruesas que caen por mis hombros. Mi maquillaje ya está hecho llevo un bonito sombreado que hace que mis ojos verdes resalten pero que también se vean profundos y mis labios están pintados de un bonito color rojo pasión llamativo.

-Estás lista para deslumbrar.

Me dice Janice mientras me sonríe a través del espejo.

-Gracias, Janice.

Se despide de mi, recoge sus cosas junto a los demás y se va. En ese momento Camilla entra por la puerta mirándome boquiabierta y yo me río.

-¿Qué?.

-¡Ay por dios! Te ves increíble.

-Yo siempre me veo increíble. -Bromeo y ella sonríe.

-Y ha vuelto la Nicolle de siempre.

Tiene razón. Llevaba tiempo sin ser directa, sin decir cosas sin sentido, sin siquiera sonreír. Pero es hora de dejar muchas cosas atrás e incluso mis heridas. Ahora soy una nueva persona, una nueva Nicolle.

-Ahora soy mejor, Camilla. -Pronuncio con determinación y ella asiente con una sonrisa. Me coloco el hermoso vestido color blanco que han diseñado para mí y me miró en el espejo bajo la atenta mirada de Camilla quien chilla emocionada. Acaricio la tela suave ante mi tacto y sonrío para mi misma dándome cuenta de lo mucho que he cambiado en estos meses. Mi mirada está más llena de vida y mi cabello está más largo que antes. Soy la misma persona pero una versión mejor de mi.

Observo mi espalda al descubierta dándome un toque sensual y elegante a la vez, mientras el vestido se ciñe a cada parte de mi cuerpo cayendo en una cascada hasta mis pies.

-No sabes cuanta envidia siento por ti. De seguro que irás a un hermoso palacio y conocerás a tu nuevo jefe que de seguro, estará buenísimo.

La miro con una ceja enarcada.

-No es para tanto. Solo es trabajo y nada más. Además, no puedo tener una relación con mi jefe. Puede que sea un anciano, no lo sé.

Ella pone los ojos en blanco.

-Igual siento envidia.

-Podrías ir conmigo, no creo que haya algún problema.

-¿De verdad?

Le sonrío al notar su entusiasmo.

-Si. -le respondo. -Puedes ponerte el otro vestido blanco que enviaron.

-¡Quiero ir!. Además, es la primera vez que iré a una Editorial. ¡Dios! Mi corazón va a explotar de emoción.

Meneo la cabeza con una sonrisa divertida en el rostro.

-Entonces ve a cambiarte. ¿Que estas esperando, pelo de regla?.

Me fulmina con la mirada y se lleva el vestido al baño para cambiarse. Minutos sale con vestido puesto y se ve realmente magnífica, nunca había visto a Camilla con un vestido tan elegante y mucho menos uno que mostrara la mayor parte de sus piernas.

-Wow. Te ves genial.

-¿Tú crees?.-Se mira a si misma y luego vuelve a mirarme. -Me siento desnuda.

Me río divertida.

-¡Claro que no! Solo que no acostumbrar a usar ropa tan reveladora.

-Pues si, pero sigo pensando que a ti se te vería mejor.

-Si. Pero ya tengo el mio, así que puedes quedarte con ese. Además, parece que fue hecho para ti. Ahora peinaré tu cabello y nos iremos, no quiero llegar tarde y que mi jefe me despida.

Ella se ríe.

-No va a despedirte.

-¿Cómo lo sabes?.

-Sólo lo se. Ahora terminemos con esto. Necesito conocer esa Editorial.

Y así lo hago, peino su cabello rojo hacia un lado y coloco un pequeño gancho en forma de corazón a un lado de su pelo. Maquillo un poco su rostro y listo. Estamos listas.

En segundos salimos a la calle y una hermosa limusina negra esta aparcada frente a mí casa. A Camilla parece que se le van a salir los ojos de sus cuencas y y me río. Bajamos a las escaleras y un hombre nos abre la puerta. Soy la primera en entrar y luego Camilla que parece sorprendida por lo bonito que es el auto por dentro.

-¡Dios mio! Me siento como en un cuento de Hadas. Pero sin el príncipe.

Eso me hace reir mientras el auto marcha por la carretera. Hay copas y vino y me sirvo uno ante la atenta mirada de mi mejor amiga. También le preparo una copa a ella y se la tiendo.

-Brindemos.

Ella la toma sin chistar y levanta su copa.

-Por los nuevos comienzos. -La escucho decir y yo sonrío chocando mi copa con la suya.

-Por los nuevos comienzos.

Media hora más tarde, estacionamos frente a un enorme edificio donde hay miles de personas y camarógrafos. Hay una enorme alfombra roja en las escaleras. Camilla comienza a caminar a mi lado por ellas mientras no deja de mirar a todos lados. Me doy cuenta de que todas las personas están vestidas de blanco. Eso me recuerda a...

No. No quiero pensar en él en este instante.

Hay un enorme letrero al lado de una fuente de agua que dice Editorial Destino. Sigo caminando hasta llegar a la entrada. Hay un montón de personas y todas adineradas por los trajes de diseñador que llevan. Bueno al parecer mi jefe tiene buen gusto ya que Alice me dijo que el fue quien envió los vestidos. Solo espero que sea un anciano.

Los camarógrafos empiezan a tomarnos fotografías y posamos sonrientes ante las cámaras.

-Podría acostumbrarme a esto. -me susurra Camilla y yo sonrío.

-Bueno, solo tienes que conquistar a mi jefe y de seguro que te volverás famosa.

Ella me mira como si hubiera dicho lo más horrible del mundo.

-¿Qué?.

-No me apetece enamorar a tu jefe.

-¿Por qué no? No lo conoces. Podría gustarte. -le digo divertida y ella empieza a reir.

-¡Claro que no! Estoy segura de que no me gustará.

Y con eso dejamos el tema y nos adentramos al lugar. Paseo mi vista por el lugar tratando de buscar a Alice con la mirada. Todo la sala rebosa de elegancia hay enormes lámparas con pequeños cristales como si fueran diamantes colgados. Todo es blanco pulido y las paredes están repletas de libros. Camilla a mi lado enloquece de emoción.

-Soy feliz en este instante.

La escucho susurrar perpleja y sonrío ante su dramatismo. Hay hombres y mujeres caminando y hablando unas con otras, toman vino mientras se cruzan de brazos.

Y todo es muy blanco.

-¡Nicolle!. -Escucho a alguien hablarme a mi espalda y me giro hacia la voz. Veo a Alice caminar sonriente hacia mi sonriente con el cabello recogido y un hermoso vestido blanco de mangas largas. Pero me quedo paralizada cuando noto a alguien más a su lado: los padres de Stanley. Se acercan a mi y yo paso saliva nerviosa, con ganas de salir corriendo. Supuse que estarían aquí pero no me imaginé que me aterraría hablar de nuevo con ellos. Solo espero que Stanley no esté aquí porque si no...no se que haría en realidad.

-¡Nicolle!. -me saluda Aurora y me abraza sin darme tiempo a reaccionar. Paso saliva y le correspondo el abrazo. Mi mirada se va hacia Spencer quien se encuentran mirándonos. -Cariño, no sabes lo mucho que te he echado de menos.

Me aparto de ella y le sonrío de lado.

-También yo.

La mujer me sonríe dulcemente y se me arruga el corazón.

-Que bueno que hayas regresado. -me dice el señor Montgomery y yo le sonrío nerviosa sin saber que decir. -Felicidades, por cierto. Ahora eres famosa. Supongo que tú jefe estará muy feliz de tenerte a su lado.

-Ah...-Lo miro un poco confundida e incómoda. -G-gracias.

-Yo me iré...por allí a leer libros. -me dice Camilla, saluda a los presentes y se va de mi lado.

-Creo que es momento de que conozcas a tu jefe. -Pronuncia Alice rebosante de alegría. Me toma del brazo. -Nos vemos luego, tenemos muchas cosas por hacer. -Les dice Alice a Aurora y Spencer.

-Si. Lo sabemos. -le responde Auror con una sonrisa y luego me mira tomada del brazo de su esposo. -Que bueno que estés aquí, espero volver a verte.

Le sonrío con incomodidad.

-Claro.

Entonces Alice me arrastra con ella por el lugar.

-¿Cómo es mi jefe?. -le pregunto con curiosidad. -Digo, para saber a que atenerme. No quiero dar una mala impresión.

Ella se ríe entusiasmada.

-Oh, no te preocupes, Cariño. De seguro lo impresionarás con tu espléndida hermosura. -sonrío sin poder evitarlo. -Oh, allí está.

Señala hacia el frente donde hay un hombre hablando con otros dos hombres, pero el que es mi jefe lleva un traje rojo destacando entre la multitud de blancos. Esta de espaldas a mi así que no puedo detallarlo. Solo puedo notar que es joven, alto, de cabello negro y atlético. Vaya, por lo menos no es un anciano.

Suelto un suspiro tembloroso y continúo caminando al lado de Alice.

-No estés nerviosa, Nicolle. No tienes porqué estarlo.

Pero lo estoy

Asiento y finjo una sonrisa. No debería estar nerviosa Alice tiene razón, pero a cada paso que me acerco siento aún más temor y nerviosismo. No sé, una extraña sensación se instala en mi pecho como un presentimiento o algo así. Alice saluda a unas cuantas personas en el camino hasta que llegamos frente a mí jefe y sus acompañantes.
Siento que me falta el aire y es extraño porque no debería sentirme así, soy una profesional porqué debería sentirme nerviosa de conocer a mi jefe.

Entonces Alice se aclara la garganta y el hombre frente a mí se gira para vernos. Y entonces palidezco cuando su mirada se encuentra con la mia y reconozco eso ojos y esa mirada en donde sea que vaya. El corazón me da un vuelco y quiero arrancarmelo del pecho para dejar de sentir lo que siento. Ni siquiera parpadeo solo se que no puedo dejar de mirarlo, en lo jodidamente bien que se va, en lo mucho que aun me afecta su cercanía, en las ganas que tengo de abrazarlo una vez más. Los ojos me escuecen y tengo ganas de llorar hasta quedarme sin lágrimas. Su mirada refleja anhelo y deseo. No veo odio en sus ojos sino todo lo contrario y yo solo quiero huir de alli. Me falta la respiración y creo que voy a colapsar en cualquier momento. Ni siquiera se si me recuerda pero tenerlo de nuevo frente a mí hace que se estruje el corazón. No se que decir, no me salen palabras solo lo miro perpleja. Y el pasa saliva con fuerza mientras mi cuerpo se estremece ante su mirada. Es ese tipo de mirada que sientes como si te penetrara el alma, como si pueda ver a través de ti, de todo tu ser.

Solo nos miramos sin decir nada y creo que hasta el tiempo se ha detenido a nuestro alrededor. Sabía que tenía que enfrentarlo pero no de esta manera. Quiero morirme, me siento realmente avergonzada con él.

Mi corazón late desesperado como si quisiera salirse de mi pecho y duele, duele como la mierda. Tengo que decir algo, tengo que hacerlo, pero no puedo hacerlo. No me salen las palabras tengo un nudo en mi garganta que está apunto de asfixiarme. Doy un paso atrás bajo su atenta mirada e inconscientemente me doy la vuelta y empiezo a correr de él para alejarme. No puedo evitar que las lágrimas caigan por mis ojos. Ni siquiera se si está siguiendome solo corro evadiendo a todos hasta llegar a la salida. Necesito aire, necesito calmarme, pero sus ojos no desaparecen de mi mente atormentandome. Bajo las escaleras de prisa y me detengo cuando llego a la enorme fuente de agua. Me siento en la orilla mientras mi pecho sube y baja frenéticamente. Mi corazón late furioso. Trato de concentrarme en mi respiración y cierro mis ojos solo escuchando el sonido del agua al caer en la fuente. Luego de varios segundos abro mis ojos, me doy cuenta de que hay alguien sentado a mi lado. Ni siquiera noté cuando llegó, pero su aroma es inconfundible y lo reconozco al instante.

Stanley.

Nuestras miradas se encuentran nuevamente.

-¿Quieres salir corriendo de nuevo, Morrison? Porque al parecer eso se te da muy bien.

-¿Te acuerdas de mi?

Suelta una risa amarga.

-Como podría no hacerlo.

-¿Desde...desde cuando?.

-5 meses.

-¿Qué?. -me sorprendo al instante. Eso quiere decir que recuperó su memoria bastante rápido.

-Y tu no estabas...

Pronuncia sin siquiera mirarme y yo contengo las ganas de llorar. Noto el reproche en su voz.

Paso saliva.

-¿Me odias?. -le pregunto con la voz entrecortada. Esta vez si me mira atentamente.

-Nunca podría odiarte, Morrison, ni aunque lo quisiera. Nunca podría hacerlo.

Aparto la mirada de sus ojos sintiéndome a abrumada.

-¿Porqué hiciste todo esto? ¿Mi jefe, contratarme?

-Y si te hubiera pedido que vinieras, ¿lo habrías hecho?. -No respondo. Porque no lo hubiera hecho. -Eso pensé. Por eso hice todo esto para llegar a ti, Nicolle.

Me levanto para irme molesta por tal estupidez, pero el toma mi mano y me detiene.

-No te vayas. Por favor, no lo hagas.

Me detengo en seco y me giro lentamente hacia el. Me estremezco al sentir su tacto con el mio pero no me suelta y yo tampoco quiero que lo haga.

-Cuando recupere la memoria y no estabas me volví loco, Nicolle. Te busque por todas partes porque no sabía nada de ti. -siento el dolor en el pecho, el dolor de la culpabilidad. -Luego Mara me dijo que no te buscará porque necesitabas estar sin mi. Y eso...eso dolió como no tienes la menor idea. Y lo intenté, intenté no buscarte porque quería darte espacio. Pero estaba llegando a pensar que en realidad no me amabas. Entonces tu madre me dijo que estabas bien, y yo estaba feliz por eso aunque no estuvieras a mi lado. Luego mi madre me ayudó a encontrarte, le pedí que hiciera hasta lo imposible por encontrarte porque estaba muriéndome sin ti. -una lágrima corre perdida por mi mejilla y siento su pulgar limpiarla. -Yo...yo quería verte de nuevo y preguntarte si aun me amas, porque yo no he dejado de hacerlo. ¿Y sabes que? Hubiera preferido olvidarme de mi propio nombre, de mi propia vida que olvidarme de ti.

Humedezco mis labios.

-Yo...no lo entiendo. Te he hecho daño, Stanley, no te merezco. No tengo nada bueno que ofrecer. Mereces a alguien que te haga feliz, yo no sé si podré hacerlo.

-Me haces feliz solo con existir, Nicolle. Tu me has cambiado la vida y quiero estar contigo hasta que me muera. Porque tu eres lo único que necesito.

-Yo...no...

-¿No me amas? Si es así solo dímelo y te prometo que me alejara de ti para siempre aunque me duela. ¿Me amas?.

Entonces me aparto de él para alejarme pero vuelve a detenerme pero esta vez me abraza y dejo de respirar e incluso mi corazón ha dejado de latir. Extrañaba tanto su calidez que cierro mis ojos mientras soy consciente de sus manos en mi cintura, de su frente descansando sobre la mía, de su boca tan cerca de la mía que la perspectiva hace que se me alteren los sentidos y dejo de pensar por unos instantes. Me enfoco solo en él, en todas las sensaciones y emociones que me produce su cercanía.

-¿Es que no lo comprendes aún?. -Me susurra cerca de mis labios. -Que eres como el aire que necesito para respirar. Que lo eres todo para mi.

Abro mis ojos y me encuentro con su mirada llena de intensidad, llena de un amor que me desintegra por completo solo con mirarlo. Mis manos descansan en su pecho mientras nos miramos y las suyas en mi cintura.

Paso saliva.

-Sólo dime que amas, Nicolle, porque yo te amo de una forma que no puedo explicar con palabras. Lo que siento por ti no tiene fin. Yo...

Lo corto.

-Te amo, Stanley.

Me sonríe de lado. Y como extrañé su sonrisa.

-Lo siento. Yo no...

Me besa haciendo que me trague mis palabras y contenga la respiración. Y lo beso, una y otra vez.

-Prometeme que no te irás de mi lado. -susurra en mis labios.

-Lo prometo.

Vuelve a besarme con devoción, con ganas y anhelo. Cuando se aparta de mi se arrodilla frente a sí y yo frunzo el ceño confundida.

-¿Qué...que haces?

Me sonríe.

-Nicolle Morrison, ¿Te casarías conmigo?

Lo veo sosteniendo un anillo entre sus manos.

-¿Qué?.

-Eres lo único que necesito para ser feliz, Morrison. Es por eso que quiero que estés conmigo para siempre. Cásate conmigo.

Lo miro atónita como si hubiera vuelto loco, al principio creo que es una broma, pero no lo es.

-Estás hablado enserio. -Afirmó y el vuelve a sonreír.

-¿Te he dejado sin palabras, Morrison?.

-¡Dios! Estas demente.

Se levanta y se acerca a mi.

-Demente, no, loco por ti. ¿Entonces que dices?

-Que vas a arrepentirte de esto.

-Me arrepentiría de todo, Morrison, menos de estar contigo. Eso te lo aseguro.

-Eres un idiota. -le sonrío.

-Y es por eso que me amas...

-Y es por eso que me casaré contigo.
Solo te diré que de seguro seré una pésima esposa y una pésima madre para tus hijos.

Vuelve a sonreír.

-¿Entonces es un si?. -me pregunta con una sonrisa.

-Esto es una completa locura pero sí, acepto. Acepto volverte loco por el resto de tu vida.

Le sonrío divertida y coloca el anillo en mi dedo.

-¿De seguro que a tu madre le dará un infarto?

-Y ni hablar de la tuya.

Entonces reímos como dos locos frente a la fuente bajo la luz de la luna. Me besa una vez más. Y me doy cuenta de que lo amo como la primera vez y que nunca más voy a huir de mis sentimientos.

-¿Ya te he dicho lo mucho que me gustas?.

Muerdo mi labio inferior mientras mi cuerpo comienza a prenderse en fuego. Nos miramos a los ojos con nuestras respiraciones hechas un caos.

-De seguro que en cuatro te gusto más.

Volvemos a reír y a besarnos como si no hubiera fin. Sus manos se aferran a mi espalda mientras que las mías se aferran al nacimiento de su cabello. Entonces la Química empieza a fluir entre los dos.

Porque veces solo necesitamos a esa persona que nos haga sentir vivos, que nos quiera tal y como somos, con todas tus grietas, que luche por lo que quiere. Pero también necesitamos Química porque gracias a ella lo conocí a él, a la persona que cambiaría mi vida. Porque la Química puede ser aburrida, Indecente, pero también Infinita.

FIN

❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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