
Capitulo 9 💜
Capitulo 9
Nicolle
Camino por los pasillos del instituto hasta llegar a la biblioteca, buscando mi objetivo. El lugar está medio vacío. Veo a la amargada de la bibliotecaria leyendo un libro mientras toma un sorbo de su vaso de café. Me acerco lentamente hasta la mesa del profesor Nicolas. El se percata de mi presencia y aparta su mirada del portátil para verme. Finjo una sonrisa mientras el se mantiene serio con una ceja arqueada. Quiero reír por el gesto en su rostro, pero me contengo. Debo meterme en personaje. Tomo asiento frente a el y observa mis movimientos atentamente. Apoyo mis codos sobre la mesa y lo miro con una sonrisa fingida en el rostro.
—¿Que se te ofrece, Morrison?. —pregunta cortante y aparta la mirada de mi para posarla sobre su portátil nuevamente.
—Necesito de su ayuda.
—¿En que puedo ayudarte?. —murmura sin despegar la mirada del portátil.
—Es que...necesito ayuda con Química.
—Por supuesto, tus calificaciones son pésimas.
—Si. Lo sé. —afirmo.
No hacia falta que me lo recordara.
—Pues estudia, Morrison.
—Eso hago, pero con Química se me hace muy difícil. No entiendo nada.
—¿Y que se supone que quieres que haga? Puedes pedirle ayuda a tus compañeros.
—Ya lo hice. Se lo pedí a Montgomery pero el no quiere ayudarme. Se que él es el mejor de la clase.
Odio tener que decirlo en voz alta.
El cierra su portátil para centrarse en mi.
—No queda mucho tiempo para los exámenes.
—Eso también lo se. Por eso yo quería saber si usted podría cambiarme de compañero.
—¿Por qué? La Señorita Clark también es muy inteligente.
Se refiere a Sophia mi compañera de Química.
—Eso no lo discuto, pero necesito a alguien que tenga mucho más conocimientos sobre la Materia.
—¿Te refieres a Montgomery?
—Exacto.
Duda unos segundos.
—Esta bien. Haré lo que pueda, pero no prometo nada, Morrison. Solo espero que no metas en problemas al chico.
Sonrío victoriosa.
—No lo haré. ¡Gracias!.
Eso de convencer al profesor calvo no estuvo nada difícil. Por un momento pensé que diría que no.
(💜)
Llego al laboratorio y esta vez no llego tarde. Todos tienen sus respectivas batas de laboratorio. Veo a Stanley sentado junto a su amigo el pecoso. Éste levanta la vista para verme y me saluda sacudiendo su mano, yo le devuelvo el gesto. Es casi igual de Nerd que Montgomery, pero es un poco más agradable. En ese instante, Stanley levanta la mirada y nuestros ojos se encuentra. Le guiño un ojo, mientras que él me asesina con la mirada y tensa la mandíbula en un gesto de frustración. El desvía la mirada y yo empiezo a colocarme mi bata con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Me siento con las piernas cruzadas mientras reviso mi teléfono. Mi compañera de asiento, Sophia me saluda y yo le devuelvo el gesto. Ella se entretiene en su celular y yo en el mío. Veo un mensaje de Timothy
“¿Que harás al salir de clases, Nicky? ¿Te gustaría ir a dar una vuelta en mi motocicleta?”
¡¿Que sí me gustaría?! ¡Me encantaría! ¡Por Dios!. Tengo que contener la emoción que siento en estos momentos. La imagen de él follándome salvajemente sobre su motocicleta viene a mi mente. Meneo la cabeza levemente y muerdo mi labio conteniendo las ganas de reír. Le respondo:
¿Y a dónde quieres llevarme?.
Espero con ansias su respuesta. Segundos después llega su mensaje:
“Hasta el fin del mundo si tu quisieras”
Obvio que no voy a desaprovechar esta oportunidad. Además, me encanta su motocicleta. El Profesor Calvo hace su entrada y veo su cabeza brillar bajo la claridad de la luz lo que me provoca burlarme, pero me contengo. Así que tenso mis labios reprimiendo la carcajada. Observo mi celular y leo de nuevo su mensaje. Quisiera escucharlo susurrándome al oído esas palabras.
Uff, de seguro que me derretiría.
“Nos vemos a la salida”
Guardo mi celular y presto atención a la clase, antes de que el profesor le de un soponcio y me saque de clases.
—Bien. Primero que todo, quiero decirles que falta muy poco para sus últimas evaluaciones. — se pasea de un lado a otro hablando. — Y necesito que den lo mejor de ustedes y estudien. No quiero tener que verles las caras de nuevo y menos a cierta chica que no quiero nombrar. —Sí, habla de mi. Lo sé, él me ama solo que me lo demuestra de otra manera. —¿Señor, Müller?.
—¿Sí, profe?. —el susodicho le contesta, parece confundido.
—Necesito que por favor cambie de lugar con Morrison. A partir de hoy la Señorita Clark será su nueva compañera.
Gerson mira a Stanley y se encoge de hombros. Se levanta obedientemente, sin protestar y coge su mochila. Le da una mirada interrogativa a su amigo y llega hasta mi asiento. Me levanto y el toma asiento en mi silla. Sujeto mi mochila y camino para sentarme al lado del Nerd. Puedo notar que está furioso. Las venas de su frente son muy notorias al igual que su mandíbula apretada. Tenso mis labios para no reír. Es muy divertido.
—Montgomery, ahora Morrison será tu nueva compañera. No tienes problemas con eso, ¿Verdad?.
—No, Profesor.
Muerdo mi labio conteniendo las ganas de reír. Es obvio que no está contento con que yo sea su compañera. Pero ya que. Ahora tendrá que soportarme.
—Bien. Para la próxima clase necesito que en parejas realicen un experimento.
Stanley levanta su mano.
—¿Sí, Montgomery?.
—¿Puedo hacer el experimento con Gerson? Es que no estoy a gusto con la señorita aquí presente.
—No. —Le responde. —Lo harás con Morrison.
Su cara de frustración y enojo no tiene comparación. Juego con mi lápiz mientras me cruzo de piernas. Miro hacia el frente porque siento que si volteo a verlo voy a estallar de risa y tengo que evitarlo. Quizás lo haga al salir de clases. El Nerd no dice nada. El profesor comienza a explicarnos lo que debemos hacer con el experimento, el cual será una de las pruebas finales y después dejo de escucharlo.
—¿En tu casa o en la mía?. —le pregunto al Nerd con la vista al frente.
—En el infierno. —lo escucho decir y yo río. —Lo haré solo, gracias.
—No puedes hacerlo solo, ahora somos compañeros. —giro mi cabeza a un lado para verlo. El no me mira se mantiene con la vista al frente.
—Convenciste al profesor, Nicolas para que te cambiara de lugar, ¿Cierto?.
—No he hecho absolutamente nada, Einstein. —miento. —No te creas tan importante.
La clase da por terminada y Stanley recoge sus cosas rápidamente y sale del laboratorio sin decir ni una palabra, sin siquiera mirarme. Yo también hago lo mismo. Yo sigo caminando detrás de él por el pasillo hasta llegar a su lado. Detiene el paso y suelta un suspiro.
—¿Que quieres, Morrison?.
—Necesito saber en dónde haremos nuestro experimento.
—Ya te dije que lo haré solo. —repite en un tono cortante.
—¿Por qué eres tan amargado?. —le cuestiono. —se que no me soportas y yo tampoco a ti, así que cuanto más rápido terminemos el trabajo mucho mejor.
—Que bueno que lo tengas claro. —me da una mirada de pocos amigos mientras yo me mantengo cruzada de brazos. —Te lo advierto, Morrison. No eres mi persona favorita en la tierra y lo último que quiero es ser parte de tus jueguitos. Haremos el trabajo en mi casa y cuanto todo esto acabe, desaparecerás de mi vista, ¿Esta claro?.
Se gira sobre sus talones y se va dejándome plantada en medio del pasillo sin poder replicar.
Idiota.
(💜)
A la salida me encuentro con Camilla y le cuento todo lo que hice para que el Nerd pudiera ayudarme con Química. Ella se quedó asombrada, por supuesto y me suplicó que por favor deje al Nerd tranquilo y no lo meta en mis juegos. Le respondí que lo haría, pero no estaba segura. Obviamente le mentí. Caminamos por el parking hasta que veo a cierto pelinegro de ojos azules recostado sobre su motocicleta con sus brazos y piernas cruzadas. Trae una sudadera negra que deja ver sus brazos musculosos y ese tatuaje que tanto me gusta. Muerdo mi labio. Su cabello está despeinado haciéndolo lucir como un chico malo y rebelde, totalmente lo es. Me le quedo viendo unos instantes, o es decir, follándomelo con la mirada pero cierta pelirroja ignorante me saca de mis preciados pensamientos.
—¿Saldrás con ese idiota?.
—Si.
Ella bufa.
—¿Por qué te empeñas en andar con el? Ese chico no vale la pena, Nicolle.
La sujeto de los hombros.
—Sabes que te quiero, ¿Verdad?. —Asiento poniendo los ojos en blanco. —Pero a veces eres muy estresante, Camilla.
—Sabes que siempre digo lo que pienso así no te gusten mis palabras. Pero, enserio, Nicolle ese chico no te conviene.
Me cruzo de brazos.
—¿Y según tú, quien podría convenirme, Camilla?.
—Stanley, Por ejemplo.
Suelto una sonora carcajada.
—¡Pero que cosas dices! Nunca me fijaría en alguien como él.
—¿Por qué no? Es lindo, inteligente…
—Amargado, antisocial, se viste terrible, y no me gusta para nada. —añado. —No tiene nada interesante que pueda ofrecerme, Camilla. Y, si tanto te agrada el Nerd, porque no vas y te le declaras, se casan y viven felices por siempre.
—No es gracioso, Nicolle. —Me fulmina con la mirada.
—Pero es tu tipo, ¿No?.
—No estamos hablando de mi, Nicolle. —Replica. —Quiero lo mejor para ti, no quiero que vuelvas a salir lastimada.
—No va a pasarme nada. Timothy es solo un amigo con quien me quiero divertir y nada más. Nunca volveré a enamorarme, ya te lo dije.
Ella suspira y yo beso su mejilla.
—No te preocupes por mi. Nos vemos mañana, Cami.
—Esta bien.
Me alejo de ella y camino hasta dónde se encuentra Timothy esperándome. Acomodo mi cabello alisando los pelos que caen por mi frente.
—¿Esperas a alguien? —Le pregunto divertida al llegar a su lado. El sonríe y luego lame su piercing, se levanta de la moto y camina hacia a mi hasta acortar los centímetros de distancia que hay entre su cuerpo y el mío.
—La verdad es que si. —juega con la pequeña cadenita de oro sobre mi cuello. —Me gusta tu lunar. —Su vista se va a mi pecho y yo por inercia bajo la mirada.
—¿Cuál lunar?.
—Este. —señala, tocando con su dedo índice el pequeño lunar casi imperceptible sobre la altura de mi seno. Acaricia la parte superior de mi escote con su dedo mientras muerde su labio con esa picardía característica de él, dicha acción hace que se me acelere el pulso. Ese pequeño toque me excita pero no lo demuestro. Levanto la mirada para verlo a los ojos.
—¿Y que mas te gusta de mi cuerpo?. —susurro lentamente haciendo que mi voz suene sexy y maliciosa a la vez.
—Todo, pero hay algo de ti que me excita de una manera sobrenatural. —su voz suena ronca y dominante, pero sobre todo sexy.
—¿Qué es?
Acaricia mis labios con su pulgar lenta y tortuosamente haciendo que contenga la respiración.
—Tus labios, Pitufina.
Sonrío y acerco mi rostro al suyo. Cierro los ojos y le doy un beso corto en la esquina de sus labios, apenas rozándolos. Luego le susurro en el oído con ese tono perverso característico de mi.
—Hay otra parte de mi Anatomía que seguro te encantaría, Timothy. —muerdo su oreja lentamente y respiro con fuerza en su oído, tentándolo. El olor a su perfume se impregna en mi nariz. Su cuello huele tan delicioso que tengo ganas de lamerlo por todas parte.
—¿Cuál?.
—Lo dejo a tu imaginación. —vuelvo a susurrar y me aparto. El traga grueso y luego me sonríe. —¿Nos vamos?.
El sujeta el casco y me lo tiende. Yo lo recibo. Se sube a la motocicleta y, ¡Por dios! se ve demasiado sexy conduciendo.
—¿A dónde iremos?
Me subo en la parte trasera y rodeo su abdomen después de ponerme el casco.
—A un lugar.
Tenia muchísimo tiempo sin subirme a una motocicleta. Después de que mi padre…muriera, no lo he hecho más hasta ahora. Me trae recuerdos con mi padre, pero ignoro todos los sentimientos que me generan dichos pensamientos. Me sujeto a su cintura y el acelera a toda velocidad.
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¿Qué tal les está pareciendo la
Historia?
¿Qué creen que pasará?
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