Dedicado a @Lismar0214
Gracias por leerme ❤️

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Capitulo 7

Nicolle

Al terminar mi clase de deporte, me dirijo al baño para ducharme y lavar mi cuerpo todo sudoroso, mientras que mi mejor amiga camina a mi lado. Entramos al baño y cerramos la puerta con pasador. Dejo mi mochila sobre el suelo y me dirijo al lavamanos para mirar mi reflejo en el espejo. Camilla empieza a deshacerse de su uniforme y se mete a la ducha.

Me quito el uniforme pieza por pieza. Comienzo con la parte de arriba y me quedo solo en ropa interior. Suelto mi cabello y sigo observando mi reflejo en el espejo con una sonrisa en el rostro. Al cabo de unos minutos, Camilla sale del baño envuelta en una toalla y yo paso a su lado para meterme a la ducha. Me quito mi ropa intima y la dejo en el piso. El agua me relaja apenas hace contacto con mi acalorada piel. Cierro mis ojos y paso las manos por mi sedoso cabello mientras el agua cae sobre mi rostro.

—Nicolle. —escucho a Camilla llamarme.

—¿Si?.

—¿Cuando vas a pedirle a Stanley que te ayude con lo de Química?.

—Nunca. —respondo con seguridad. —Además, después de lo que le hice tu crees que el va a querer ayudarme. ¡Ese Nerd me odia!.

—Entonces, ¿Que harás?.

Suspiro y cierro la llave para enjabonarme.

—No lo se.

—Solo tienes un mes para los exámenes finales.

—¿Porque siempre tienes que recordármelo?. Déjalo estar. Confórmate con que no le pediré ayuda al Nerd.

—¡Eres terca, mujer!. Solo le vas a pedir ayuda, no matrimonio.

Pongo los ojos en blanco y abro de nuevo la ducha.

Solo recordar lo que pasó anoche, me divierte un montón. Ver la cara del Nerd hecho una furia porque mordí su labio, no tenía comparación. Sus facciones se endurecieron y su mirada asesina me lanzaba espadas filosas. Debo admitir que me divertí mucho y lo haría de nuevo solo para ver su cara de horror. Aunque podría seguir divirtiéndome con el Nerd, ¿Verdad?.

—¿Sabes que?. —hablo y salgo de la ducha envuelta en una toalla. Observo a Camilla, quien está vestida de brazos cruzados, esperando que hable. —Te haré caso; le pediré ayuda al Nerd.

Ella suelta una risa amarga y frunce levemente el ceño.

—¡¿Que?!. —me mira con total desconcierto y yo pongo los ojos en blanco.

—Lo que escuchaste, Camilla.

—Sí, lo he escuchado pero, ¿Porqué has cambiado de opinión?. —levanto una ceja y sonrío de lado con picardía. — ¡Ay no!. ¿Que estás planeando, Nicolle?.

—¿Yo?. —me hago la ofendida. —Nada, solo necesito que me ayude con Química y ya.

Ella entrecierra los ojos y me lanza una mirada interrogativa.

—Te conozco y se que algo tramas.

—¡Vamos, Cami!. No es nada malo, solo me quiero divertir. —explico divertida mientras me visto.

—¿Con el Nerd? ¿Es enserio?.

—¿Que tiene de malo?. -inquiero.

—No tiene nada de malo, solo que...te conozco, Nicolle y se que lo que venga de tu cochina mente no trae nada bueno.

—Pues gracias por el halago, no lo necesitaba.

—Sabes que tengo razón. —me cuestiona. —Deja ya tus juegos y compórtate como una mujer madura, Nicolle.

—¡Lo hago!. —me defiendo. —Pero divertirme de vez en cuando no tiene nada de malo.

—Definitivamente, no tienes remedio. —menea la cabeza negativamente y me da la espalda dándose por vencido. Recoge su bolso del piso y lo coloca sobre su hombro. Termino de vestirme, arreglo mi cabello y también recojo mi bolso.

—Solo no prostituyas al Nerd.

La escucho decir seriamente  y yo suelto una carcajada y ella solo sonríe de lado con la boca cerrada.

—¡No lo haré!.

—Te estoy hablando enserio, Nicolle.

—Yo también. —le guiño un ojo y salimos del baño mientras nos roseamos de perfume. —Aunque podría grabar un video porno con el título: Prostituyendo al Nerd. Seguro que me volvería millonaria.

—O te llevan al manicomio por loca. —añade mientras caminamos por el pasillo.

—Estar loca no tiene nada malo, Camilla.

—Yo creo que necesitas medicación con urgencia, Nicolle. —bromea y menea la cabeza en desaprobación.

—Y tu necesitas un buen polvo para que se te quite ese mal genio, Pelirroja.

—¿Y quien te dijo a ti que el sexo quita el mal genio?.

—Ya me darás la razón, Camilla.

—Ni siquiera sé porque eres mi mejor amiga. Cada vez dices más estupideces.

—Porque me amas y no puedes vivir sin mi. —alardeo sonriente. Ella pone los ojos en blanco y palmea mi frente.

—Eres insoportable.

—Ya me lo han dicho. —le aseguro guiñándole un ojo.

Sonrío y seguimos caminando hacia la salida del instituto. Me despido de Camilla con un beso en la mejilla y se sube al auto de su padrastro. Me dirijo hasta el parquímetro para buscar mi auto, ya reparado. Un par de ojos azules me observan. Veo a Timothy sentado en su motocicleta con esa chaqueta de cuero que lo hace ver como un supermodelo de revista. Se pasa la mano por su cabello negro y me sonríe de lado con esa picardía típica de él.

Maldita sonrisa.

Le guiño un ojo con una sonrisa en los labios y el muerde el piercing de su labio lentamente. Si supiera lo caliente que me pone esa boca. Sujeta su casco y se lo coloca en la cabeza. Enciende su motocicleta y hace un estruendo cuando la acelera, y aunque tiene el casco puesto, se que está observándome.

¿Sería mucho pedir tener sexo sobre su motocicleta?. Solo de pensarlo me palpita hasta el útero.

No dejo de verlo hasta que se va en su motocicleta a toda velocidad.

Al principio tenía una deliciosa fantasía con su mejor amigo Duncan, pero luego noté que Timothy me atraía aun más. Desistí de la idea de follarme al Rubio y preferí intentar acercarme al pelinegro. Empecé a ir a sus fiestas y seguirlo en redes sociales. Me llamarán desesperada, pero me encantaría que ese chico me follara salvajemente. Recuerdo que en una de sus fiestas lo invité a bailar y él aceptó complacido. Empecé a acariciar su duro pecho y él me sonreía mientras lo hacía. Habían muchas personas bailando en medio de la oscuridad, así que esa era mi oportunidad de jugar. Baje lentamente mi mano por su pecho, luego por su abdomen hasta que llegué a mi destino. Apreté con fuerza su miembro mientras bailábamos y desde ese momento el juego comenzó.

Compartimos nuestros números telefónicos y empezamos a enviarnos todas las noches hasta que nos hicimos amigos. Una noche llegó un mensaje a mi teléfono, era la madrugada y ya estaba dormida, pero me levanté y revisé el mensaje con los ojos entrecerrados ya que el brillo de la pantalla dificultaba mi visión. Timothy había enviado una foto; pero no una foto común sino la foto de su miembro erecto.

Volví a darle un vistazo a la foto. Se veía una parte de su abdomen marcado y también su boxer negro Kalvin Klein. Su pene estaba erecto con una pequeña curvatura hacia un lado. Las venas sobresalían y podía notar que de su glande salía un liquido claro. Tragué saliva y cerré mis piernas con fuerza. La tentación de masturbarme solo con esa foto era una cruel tentación para mi.

Y lo hice.

Desde ese momento el pelinegro de ojos azules se volvió mi fantasía, una fantasía que muy pronto tenía que hacerla realidad y no iba a descansar hasta lograrlo. Anoche en su fiesta el me retó a que mordiera al Nerd, obvio que acepté su reto. Yo no iba a perder, nunca pierdo. Si yo ganaba podía pedirle lo que quisiera y como gané, él me debe algo. Debo pensar bien que es lo que quiero de él. De tantas cosas debo decidirme por una.

Sonrío ante mis cochinos pensamientos y llego hasta la puerta de mi auto. Intento abrir la puerta pero la llave se cae de mis manos. Me agacho para recogerlas y al levantarme, veo al Nerd parado mirándome con frialdad. Mi vista se va hacia sus labios y veo que tiene una pequeña cortada en su labio inferior. Quiero reírme en su cara, pero me contengo y lo miro seriamente.

—¿A que juegas?. —suelta con firmeza.

—¿Perdón?. —levanto una ceja confundida.

—No te hagas la desentendida que sabes perfectamente a lo que me refiero.

— ¿A la parte donde te acaricié o donde te mordí? ¿Lo disfrutaste, Stanley?. —es la primera vez que lo llamo por su nombre.

—¿Crees que fue divertido, Niñata?

—Para mi lo fue.

Sonrío descaradamente, y lo desafío con la mirada. El tensa la mandíbula molesto sin dejar de mirarme.

—¿Acaso no te gustó?.

—Ni un poco. —dice con firmeza.  —¿A qué juegas, Nicolle? ¿No tienes nada mejor que hacer con tu vida?.

—La verdad no. Molestar a las personas que odio se ha convertido en mi pasatiempo favorito.

Me aniquila con la mirada.

—Te quiero a mil kilómetros de distancia, Niñata. Eres detestable.

—Anoche no opinabas lo mismo. —Le digo divertida. Aprieta sus puños a sus costados de pronto mi espalda choca abruptamente con la puerta de mi auto. Es entonces que lo tengo encima de mi presionándome contra el auto. Su actitud me toma desprevenida. Pero levanto mi rostro desafiándolo. Su rostro cerca del mío.

—Que te quede algo muy claro, Niña. —su voz suena autoritaria, llena de rabia. —No seré tu maldito juguete.

Entonces me suelta y se va, dejándome descolocada en mi sitio.

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Nota de Autora

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