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Capitulo 56 💜🔞

Veamos las estrellas😳😎
¡Denle amor al capitulo!❤

Favorito #2😍🔥

Dedicado a
@gael1to

¡Gracias por leerme y comentar en casi todos los capitulos! ❤
Eres genial😍😘

♡♡♡

Capitulo 56

Nicolle

Caminamos en silencio por la acera, tomados de la mano. Sintiendo la brisa nocturna erizar mi piel. Sus manos se sienten cálidas a pesar del clima frio que nos envuelve. A lo mejor son imaginaciones mías a causa del alcohol en mi organismo. Llevo mis tacones en una de mis manos por lo que siento la acera fría bajo mis pies, y se siente tan bien.
Las sandalias de tacón estaban matándome.

-¿En que piensas?

Me pregunta Stanley rompiendo el silencio. Giro mi rostro para mirarlo mientras caminamos y le sonrío de lado.

-En lo bien que se sienten tus manos.

El sonríe avergonzado y vuelve a mirar al frente.

-Asi que te gustan mis manos, ¿Eh?

Muerdo mi labio lentamente y el aprieta mi mano con mas fuerza, aferrándose a ellas.

-Entre otras cosas...

El vuelve a mirarme con las cejas alzadas.

-¿Y que más te gusta de mi, Morrison, además de mis manos y mi... -se calla tensando los labios
y yo me carcajeo ya que no parece capaz de terminar la oración. Se que se refiere a su aparto reproductor masculino. Asi que termino su oración por él.

-Pene...

-¡Odio cuando lo dices de esa forma!

-¿De que forma?

-No lo se. -se encoge de hombros. -Como si fuera lo más normal del mundo.

-Es lo más normal del mundo.

Afirmo

-Para ti que eres una perversa. Para mi aun sigue siendo incómodo y...vergonzoso.

Sonrío divertida.

-Entonces, deberíamos llamarlo de otra manera para que no te resulte incómodo o vergonzoso.

El me mira con el ceño fruncido.

-¿Que sugieres?

Hago una mueca con mi boca y ambos miramos al frente mientras caminamos.

-Bueno...a ti te gusta la Química y a mi me gustas tú.

El sonríe y no puedo evitar sonreir como idiota yo tambien. Culpo a los orgasmos que me tome. Mierda. Paso saliva cuando me doy cuenta de lo que acabo de decir.

Me aclaro la garganta, nerviosa y Continúo:

-Y creo que te resultaría menos incómodo si te refirieras a tu cosa...- Digo cosa haciendo énfasis para no decir pene. No quiero hacerlo sentir incómodo. Añado: -Como Fósforo (P) y Neón (Ne).

El me mira con horror, como si le hubiera dicho la cosa mas absurda y loca del mundo. Entonces se carcajea con fuerza.

-¡Eso suena horrible, Nicolle!

-¡Claro que no! Es muy original.

Sigue riendo con fuerza mientras yo lo observo sonreir. Y me llegan miles de halagos a la mente: "Me encanta tu sonrisa, tu sonrisa me enloquece, Que bonita sonrisa tienes, quisiera ser el motivo de tus sonrisas..."

Entonces aquellas palabras llegan a mi mente:

-"¿Porque sonríes?

-Por ti. Porque tu eres el motivo mi sonrisa..."

Trago saliva ignorando los latidos fuertes y acelerados de mi corazón. No quiero sentirme como me siento cuando estoy con él. No quiero quererlo, no puedo hacerlo. Bueno, si puedo, es solo que...la idea de querer a alguien me aterra.

El habla sacándome de mis absurdos pensamientos.

-Tienes un punto. Es muy original, pero no puedo llamarlo de esa forma sin querer reirme. Es lo más loco que has inventado hasta ahora. Pero esta bien, mi Fósforo (P) y Neón (Ne) te lo agradece.

Me carcajeo y choco mi hombro con el suyo a modo de broma haciendo que el sonría aun más.

-¡Eres un idiota!

Chillo entre risas y el no deja de reir. Me hala de la mano hacia el y mi pecho choca con el suyo. Por inercia, sus manos sujetan mi cintura y yo dejo mis manos en su pecho. Paso saliva, nerviosa. ¡¿Porque carajos siento que me dará un colapso nervioso en cualquier momento?!. Yo dejo de reir al instante, pero el mantiene su sonrisa. ¿Cómo es que ahora es tan atrevido? Debe ser el orgasmo que lleva en su organismo. Si, es eso. Son los efectos del alcohol lo que lo hacen valiente y atrevido, no cabe duda. ¿O me equivoco?.

Paso saliva, sintiendo mi cuerpo calentarse ante su tacto.

-¿Nerviosa, Morrison?

Su aliento golpea mi rostro.

-Ya quisieras, idiota.

Le digo con suficiencia. Pero la verdad es que, mi cuerpo tiembla por dentro. Y si, me tiene jodidamente nerviosa.

-Eres una mala mentirosa, Nicolle.

Me susurra cerca de mis labios con provocación. Y lo odio por ello. Se supone que soy yo quien debería de estar provocándolo, no al contrario. Pero, a decir verdad, me agrada que me provoque.

-¿Cómo sabes que miento, Montgomery?

El sonríe divertido.

-Tu cuerpo te delata, Morrison. -responde y veo el destello en su mirada. Ese destello lleno de excitación en sus ojos. -Puedo sentir tu corazon latir desbocado, tu piel esta erizada y tus ojos...puedo notar lo diferente que ahora es tu mirada.

-¿Diferente?

Pasa saliva.

-Si. Nunca me habías mirado de tal forma.

-¿Como...como te miro?

-Con ternura. A lo mejor pienses que estoy loco pero...me gusta como me miras. A veces siento que me desintegro cada vez que tus ojos se cruzan con los míos.

Me carcajeo divertida.

-No sabía que las miradas hablaban.

El sonríe de lado.

-Las miradas dicen más de lo que te imaginas. A veces solo necesitamos ver un pequeño brillo en los ojos de alguien para saber lo que siente.

-Y según tu, ¿Que es lo que siento, que te dicen mis ojos en este preciso instante?

Lo miro fijamente desafiándolo. Gracias a las farolas podemos vernos claramente.

-Que quieres follarme contra ese árbol.

Señala el árbol detrás de el con su cabeza y yo me carcajeo.

-¡Exacto!

El sonríe y aferra sus manos en mi espalda baja.

-Sería bastante divertido, ¿No crees?

El me mira con horror.

-Tus fantasías eróticas cada vez son peores.

-¿Y tu que, no tienes fantasías eróticas?

-La verdad no. No tengo la mente tan sucia como la tuya.

Eso me hace sonreir con mas fuerza.

-¡Oh vamos, Einstein! Todos tenemos fantasías eróticas. Asi que, dime, sin vergüenza, ¿Cuál es la tuya?

El moja sus labios rápidamente sopesando mis palabras. Luego sonríe.

-Creo ya has cumplido cada una de mis fantasías, Nicolle. De hecho, creo que eres la única fantasía que he tenido en mi vida.

Paso saliva. Esa respuesta no me la esperaba. Puedo sentir el calor recorriendo mi cuerpo entero y mi corazón latir rápidamente.
Le sonrío de lado, sintiendo una gran satisfacción en el pecho por sus palabras.

-Asi que soy tu única fantasía, ¿Eh?

Acaricia mi mejilla con su pulgar y ese pequeño acto me altera las hormonas. Mi mirada se va a sus labios que se ven suaves, rojos y provocativos. Vuelvo la vista a sus ojos.

-Eres la única, Nicolle.

Me susurra cerca de mis labios y termino de acortar los escasos centímetros que nos separan. Presiono mi boca sobre la suya, sin movernos, solo disfrutando de las sensaciones que se producen en mi cuerpo a causa de su contacto. Cierro mis ojos mientras mi cuerpo tiembla por dentro de pies a cabeza. Y esta vez no es culpa del alcohol.

-¿Sabías que existen muchos tipos de besos?

Habla pegado a mi boca.

-Si. -susurro. -Los de lengua son mis favoritos.

Lo escucho reir. Mantengo mis ojos cerrados.

-No me refiero a esos tipos de besos.

Abro mis ojos para mirarlo.

-¿Ah no?

-No. - me sonríe. -Solo existen dos tipos de besos: aquellos que se dan con la boca y los que se dan con el alma. -su explicación me sorprende, porque nunca me habia detenido a pensar en eso. Para mi los besos solo son simples muestras de afecto...

-¿Y tu...como me besas?

Me mata la curiosidad saber pero muy en fondo se cual es la respuesta. Pero el solo sonríe y sin previo aviso estampa sus labios sobre los míos, generándome un delicioso escalofríos en la piel. Le devuelvo el beso con la misma intensidad, con fuerza y pasión. El muerde mis labios enloqueciéndome, haciendo que por unos breves segundos deje de respirar. Su beso es desenfrenado, como si quisiera devorar todo a su paso y eso hace que me debilite. Siento la humedad en mi entrepierna y la desesperación comienza a apoderarse de mi. Si no se detiene juro que me lo follo contra el árbol en plena vía pública. Y como si leyera mis pensamientos, el se aparta lentamente de mi boca agitado como si le costara respirar. Mantiene su frente sobre la mía y lo escucho suspirar por lo bajo tratando de controlarse. Mi pecho sube y baja con rapidez impidiéndome respirar con normalidad.

-Con el alma. -le escucho susurrarme con la voz entrecortada. -Yo te beso con el alma, Nicolle.

♡♡♡

-Recuerdame nunca ir a ese club.

Escucho decir a Stanley a mi lado mientras entramos a su casa en silencio.

-Deja de quejarte, fue divertido.

Sonrío y el pone los ojos en blanco.

-Aprecio mucho mi vida, gracias.

No tengo idea de que hora es, pero al parecer es pasada la medianoche o eso creo. Camino hasta la cocina siguiendo a Stanley. El rodea la isla y se dispone a abrir la nevera para tomar un vaso de agua. Apoyo mis antebrazos sobre la encimera y me le quedo viendo a su espalda, recorriéndolo con la mirada. Muerdo mi labio inferior rápidamente.

-¿Tus padres están en casa? ¿Y Mara?

El se gira para verme.

-Eso creo. Y Mara, es como parte de la familia asi que vive aqui en casa con nosotros.

-Sabes, tienes un parecido con Mara. Cuando la vi por primera vez pensé que era familiar tuyo.

-¿Que?. -se ríe. -Claro que no. Mara es como una madre para mi pero no llevamos la misma sangre. ¿Cómo podríamos parecernos?

Me encojo de hombros.

-Yo solo decía.

El menea la cabeza divertido. Yo rodeo la isla y llego hasta su lado.

-¿Tienes vino?

El me mira frunciendo el ceño.

-¿Vino?

-Si, vino.

-Ah...pues, creo que si. No lo se.

Empiezo a buscar en cada parte de la despensa, como si la cocina fuera de mi propiedad hasta que encuentro una botella de vino.

-¡Bingo!

Celebro divertida.

-¿Vas a tomar?

Sonrío corrigiéndolo.

-Vamos. Y no quiero un NO por respuesta.

El abre su boca para decir algo pero paso por su lado tomando dos copas, sin dejarlo hablar. Camino sintiendo el piso frio bajo mis pies y la sensación me hace estremecer. Me dirijo a la puerta corrida que da hacia la piscina.

-¿Que haces?

Me detengo en el marco y me giro hacia él.

-Voy a la piscina. ¿Quieres hacerme compañia?

Lo veo dudar.

-Aun es temprano y yo quiero bañarme en la piscina.

-Te vas a resfriar.

Me encojo de hombros.

-No me importa. ¿Vienes o no?

El abre su boca pero no dice nada. Rasca su nuca, parece nervioso. Asi que me yo sonrío divertido.

-¡Oh, vamos!. No voy a hacerte nada malo, Einstein. ¿Por quien me tomas?

-No es eso. Es solo que...

-¿Que?

-Mis padres estan en casa y...

-¿Que mas da? Solo me daré un baño en la piscina y tomare vino hasta perder la consciencia. Haré silencio lo prometo.

El suelta un suspiro resignado.

-Esta bien, tu ganas.

Sonrío victoriosa. Camina hacia mi hasta llegar a mi lado.

-No puedes resistirte a mis encantos, ¿Eh?

Bromeo.

-No. Solo accedí para poder ahogarte en la piscina y asi acabar con mi sufrimiento.

El pasa a mi lado sonriente.

-Idiota...

Cuando llego a la piscina el esta recostado sobre una silla playera con la camisa desabrochada y sus pies descalzos.

-¿No piensas meterte al agua?

Me siento a su lado en otra silla y abro la botella de vino.

-No quiero coger un resfriado.

Dice tranquilamente. Me sirvo una copa de vino y me la tomo toda de un sorbo. Saboreo mis labios y el me mira.

-¿Que?

-Si sigues tomandote el vino como agua, vas a embriagarte en minutos.

-Hay que disfrutar de los placeres que nos ofrece la vida, Einstein.

-¿Y embriagarte te genera placer?

-Hay muchas cosas que me generan placer y tu eres una de ellas.

Sus pupilas se ven dilatadas de deseo puro y yo necesito aumentar ese deseo. En este puto instante es lo único que deseo. Asi que, que empiece el juego.

-Pareces deshidratado, ¿Quieres un trago?

-No. Asi...estoy bien.

-¿Seguro?

Me levanto de la silla con la copa entre mis manos.

-S-si.

-Pero yo quiero que tomes...

-No voy a hacerlo.

-Puedo obligarte.

El sonríe divertido.

-¿Y cómo harás eso? Te reto a que lo intentes.

Sonrío con satisfacción y picardía. Tomo un sorbo de mi copa y cierro mis ojos disfrutando del sabor del vino en mi garganta.

-Reto aceptado.

El se cruza de brazos y me mira desde su silla. Le devuelvo la mirada, mientras el placer comienza a hacer estragos en mi cuerpo. Observa cada uno de mis movimientos atentamente, pero lo que voy a hacer es obvio que no lo espera. Asi que disfrutaré al máximo de su reacción. Acaricio mi cuello con una de mis manos y la deslizo lentamente hacia abajo donde comienzan mis pechos. Hay a un lado uno de los tirante que sujetan mi vestido y este se desliza por mi brazo. Luego hago el mismo procedimiento con el otro tirante. Me deleito con su mirada, como sus ojos se oscurecen ante la vista de mi cuerpo desnudo frente a él. Lo noto pasar saliva con fuerza. Ya no lleva sus gafas puestas, en algún momento debe de habérselas quitado. Mi vestido se desliza lentamente hasta llegar a mis pies. El me recorre el cuerpo con la mirada y amo la sensación que me produce, como si me prendiera en fuego con sus ojos. Me gusta como me mira, como si fuera lo más hermoso que ha visto en su vida. Y nunca me había sentido de tal forma. Ian nunca me miró de esa forma. Pero Stanley...el me hace sentir la persona más perfecta de la tierra, aun teniendo miles de imperfecciones. Tiro mi vestido aun lado con mi pie y vuelvo a observarlo.

-¿Te gusta lo que ves, Einstein?

El me mira a los ojos.

-¡Joder! ¿Porque tienes que ser tan jodidamente perfecta?

Eso me hace sonreir y niego con mi cabeza.

-No soy perfecta, Einstein. Tengo miles de defectos.

-Me encantas con todos tus defectos, con cada uno de ellos.

Camino hacia adelante y me paro frente a él, solo con una pequeña braga cubriendo mi intimidad. El me mira desde arriba. Le doy un sorbo grande a mi copa terminándomela y la dejo caer al cesped, esta no hace ningún ruido. Me acerco aun más y me siento ahorcajadas sobre él. El se incorpora y por instinto sus manos se van a mi cintura. Su rostro está muy cerca del mio a escasos milímetros. Puedo sentir su respiración pesada. Me acerco a su boca y lo beso pasando el vino de mi boca sobre la suya. Algo que el no se esperaba. Me aparto de su boca y sonrío.

-Te he ganado, Montgomery.

-Ese fue un juego bastante sucio, Morrison.

-En el placer todo se vale.

Muerdo mi labio inferior con diversión. El estira su brazo y con su pulgar suelta mi labio de mis dientes. Entonces meto su pulgar en mi boca y lo chupo lentamente bajo su atenta mirada. Se ve desesperado y puedo sentir claramente el bulto enorme en su entrepierna. Solo para descontrolarlo empiezo a mover mis caderas lentamente sobre su dureza y el suelta un jadeo.

-Mierda.

Sonrío.

-¿Estas bien, Einstein?

Bromeo y el niega con su cabeza para luego sonreir. Acaricio su abdomen con mis uñas y su piel se eriza bajo mi tacto. Deslizo mi mano por su pecho, luego sus hombros y le quito la camisa completamente. Su ojos se van hasta mis pechos descubiertos, a mis pezones endurecidos. Yo solo lo observo mirarme anhelando el contacto de su boca allí mismo. Parece dudoso, como si quisiera tocarme pero le aterra hacerlo.

-No te contengas. Vamos, tócame. Se que quieres hacerlo.

-Yo...

Titubea.

-No me hagas suplicarte, Stanley. Solo tócame, hazme lo que quieras.

El pasa saliva con fuerza.

-Tócame, por favor.

Le susurro cerca de sus labios, tentándolo. Presiono mis labios sobre su boca y separo de él lentamente. El aparta el cabello de mis hombros y me contempla. Desliza una de sus manos suavemente por mi clavícula hasta llegar a uno de mis pechos. Contengo la respiración cuando toca mi pezón endurecido. Por inercia cierro mis ojos y tiro mi cabeza hacia atrás dejándome llevar por el placer que me producen sus manos, disfrutando de sus caricias.

-Bésame...

Le pido jadeante de placer sin abrir mis ojos. El obedece y siento como su húmeda boca hace contacto con mi piel. Muerdo mi labio inferior conteniendo los gemidos que quieren salir por mi boca. Introduce uno de mis pezones en su boca y exploto de placer. Entre abro mis labios tratando de respirar y me es imposible evitar que un gemido escape de mi garganta. La humedad en mi entrepierna se vuelve cada vez mas intensa y abrumadora. Llevo mucho tiempo con ganas de tenerlo dentro de mi. Mierda, lo necesito. Mi cuerpo se siente hambriento, desesperado y en total descontrol. El se aparta y nos miramos a los ojos fijamente con las ganas a flor de piel. Puedo sentir su dureza palpitar deliciosamente debajo de mi.

-¿Harías algo por mi?

-Lo que sea.

Le sonrío con el éxtasis carcomiendo mi cuerpo entero.

-Pruébame.

El abre su boca tratando de decir algo pero lo detengo al instante sin dejarlo hablar.

-Por favor...

Pasa saliva con fuerza.

-Yo...

-Por favor, Stanley. -suplico. La desesperación haciendose dueña de mis sentidos. -Necesito que lo hagas. Solo...

-Lo hare. -me interrumpe, dejándome sorprendida por su respuesta. - Estaría loco si te dijera que no.

Muerdo mi labio rápidamente ante la perspectiva. Le sonrío y tomo una de sus manos entre las mías y juego con ella unos instantes.

-Me gusta como me tocas. Me gusta la manera en que se sienten tus manos en mi piel.

Llevo su mano con la mia y la coloco justo en mi pecho donde mi corazón late con desesperación.

El mira nuestras manos unidas con la respiración pesada. Traga saliva y vuelve a mirarme a los ojos. Nos quedamos en silencio mientras guio su mano por mi cuerpo, deslizándola lentamente por mi pecho haciendo que la piel se me erice. Muerdo mi labio inferior con fuerza bajo su atenta mirada oscurecida por el placer. Sigo deslizando su mano hasta llegar a mi abdomen bajo, pero no me detengo. Mantiene su mano con la palma abierta acariciándome lentamente, pero siento como su pulso tiembla mientras lo hace. Su tacto empieza a volverse una maldita tortura, asi que su mano se desliza por dentro de mi braga encontrando esa parte necesitada de mi cuerpo. Dejo de respirar al sentir su mano allí. No dejamos de mirarnos. Mi cuerpo quiere colapsar y me obligo a no cerrar mis ojos ante lo maravilloso que se sienten sus manos en mi intimidad. Un deseo incontrolable se instala en mi abdomen, ya no puedo contenerme. Necesito tenerlo dentro de mi. La necesidad en mi interior es abrumadora. Aparto mi mano mientras que la suya se queda en el mismo lugar. Su ojos destilan placer puro. Sus dedos encuentran ese punto palpitante y me toca allí, solo una simple caricia que me hace soltar un gemido inconscientemente. Sus dedos se humedecen al instante mientras mi cuerpo vibra de satisfacción.

-Estas...muy...mojada.

Suelta él en un susurro entrecortado y yo apenas puedo respirar.

-Eso es gracias a ti. -jadeo y descanso mi frente sobre la suya. -¿Te gusta tocarme, Einstein?

El asiente, respirando pesadamente. Su mano sale de mi braga y entonces sucede...se lleva sus dedos con mi humedad a la boca chupandolos.

Mierda.

Pensé que no lo haría.

Saca sus dedos de su boca y lo beso con ferocidad, saboreando mi humedad en su boca. El aferra sus manos a mi espalda y jadea en mi boca con fuerza. Lo beso con locura y firmeza, dejándole bien en claro lo mucho que me gusta su boca. Mueve mis caderas sobre su entrepierna, ejerciendo presión sobre el bulto en su pantalón causando que sus gemidos se pierdan en mi boca y su cuerpo se vuelva un volcán a punto de hacer erupción.

Me aparto unos segundos para hablarle pero sin dejar de mover mis caderas sobre su dureza.

-Eres mio, Stanley, de nadie más. ¿Dime que lo eres? Quiero escucharlo de tu boca.

Me susurra lo que quiero escuchar.

-Soy tuyo, Morrison y de nadie más. Siempre lo seré.

Sonrío y vuelvo a besarlo con la misma intensidad de antes. Siento sus dedos presionar mis nalgas con fuerza, me levanta junto con el de la silla. Se aparta de mi boca. Por instinto enrollo mis manos en su cuello.

-Espero que sepas nadar.

-¿Que?

Sonríe y de repente me lanza a la piscina junto con él, pero antes de que pueda gritar el junta su boca con la mia, callándome. Caemos al agua sumergiéndonos. Cuando salgo de nuevo a la superficie lo encuentro sonriendo a carcajadas y yo lo fulmino con la mirada para luego limpiar el agua de mi rostro. Antes de que lo salpique en la cara el vuelve a sumergirse bajo el agua. Empiezo a buscarlo pero no lo veo por ningún lado, de pronto siento sus manos en mis piernas y sale a la superficie con el cabello revuelto. Sacude su cabello salpicando mi cara.

-¡Oye!

Me quejo y el sonríe divertido acercándose a mi. Rodea sus manos en mi cintura y me atrae hacia él presionando mi pecho contra el suyo.

-No es gracioso, Stanley.

El no deja de sonreir y luego resopla.

-¿Ahora quien es la aburrida?

Pongo los ojos en blanco y lo beso levantándome para rodear mis piernas en su cintura y mis manos en su cuello. Mis pezones endurecidos rozan su pecho haciendo fricción y se siente tan jodidamente bien. El se aparta de mi boca para hablarme.

-Quiero mostrarte algo.

Arrugo las cejas confundida.

-¿Que quieres mostrarme?

El sonríe de lado.

-¿Recuerdas cuando te dije que la Química no era aburrida, sino que tenías que buscar su lado divertido?

-Ah...si, ¿Y?

-Que hoy es tu idea de suerte. Voy a mostrarte lo interesante y divertida que puede ser la Química.

Eso me hace sonreir.

-Aun sigo pensando que la Química es aburrida, Einstein. No harás que cambie de opinión.

-¿Estás segura de eso?

-Completamente.

El sonríe con malicia. Esperen, ¿Stanley está sonriendo con malicia y perversión? Eso es algo nuevo.

-Luego no digas que no te lo advertí.

Vuelvo a bajarme, pero el aun sostiene mi cintura.

-Espero que disfrutes de la clase, porque lo que estoy a punto de hacer es lo más loco y excitante que he hecho en mi vida.

-¿Dijiste excitante? Esto tengo que verlo para creerlo.

Sonrío.

-No solo vas a verlo, vas a sentirlo, Morrison. Ahora voy a enseñarte la verdadera Química.

Muerdo mi labio con emoción, luego sonrío.

-Me muero de curiosidad.

El me toma de los hombros y me hace girar para quedar de espaldas a el. Hace mi cabello a un lado dejando mi cuello al descubierto. Siento su boca en mi cuello y luego me muerde lentamente haciéndome entre abrir mis labios de deseo. Habla en mi oído en un susurro.

-Hoy quiero cumplir todas tus fantasías, Morrison.

-Ni siquiera es mi cumpleaños.

-No, pero será el mejor dia de tu vida. Ya lo veras.

Trago saliva ante la perspectiva. Desliza sus manos por mis caderas quitándome las bragas. Como puedo termino de quitarmelas por mi misma.

-Ahora quiero que camines y te sientes en la orilla de la piscina.

-¿Para que?

-No comas ansias, Morrison. Solo obedece.

-¿Sabes que estoy completamente desnuda, no?

El sonríe en mi oído.

-Lo se. Esa es la idea.

Sonrío mordiendo mi labio inferior. Definitivamente, hoy será el mejor dia de mi vida.
Sin replicar, camino hasta llegar a la orilla apoyo mis manos y me siento en la orilla con mis piernas colgando hacia dentro de la piscina. El observa desde lejos mi cuerpo completamente desnudo. Se sumerge en el agua y lo pierdo de vista. Al cabo de unos segundos sale a la superficie y se para frente a mi, colocándose entre medio de mis piernas. Aun lleva su jeans puesto, pero aun puedo notar el bulto en su pantalón. Mojo mis labios ante la vista.

-¿Sabías que nuestro cuerpo está formado por miles de compuestos químicos?

Niego con mi cabeza.

-Según la Química, cuando sentimos amor por una persona, liberamos sustancias que nos provocan distintas reacciones. Dichas reacciones hacen estallar un volcán de Químicos que revolucionan nuestras emociones.

El coloca mi mano en mi corazón.

-Norepinefrina, es una hormona que hace que nuestro corazón se acelere, nuestro pulso se dispara, nuestras manos suden o nos ruboricemos. La norepinefrina hace que dejemos de pensar con claridad, que nuestras neuronas dejen de funcionar.

Mi corazón late con fuerza bajo su tacto. Lentamente desliza su mano por mi estómago. Continúa hablando:

-Luego está la serotonina, esa hormona que te hace sentir felicidad, emoción, que hace que tu piel se erice como en este instante ante mis caricias.

Sus manos viajan por mi abdomen bajo y se detienen allí.

Trago saliva, escuchándolo atentamente mientras me observa con intensidad. Cada músculo de mi cuerpo se tensa y mi piel se estremece.

-Por último está la Dopamina, también conocida como la droga del amor. Es la hormona que nos hace sentir placer, excitación, deseo...esa es mi favorita.

Me sonríe y yo paso saliva con fuerza observándolo atentamente.
Se inclina un poco y besa mi pierna. Luego besa mi abdomen bajo y contengo la respiración. Tenso mis labios para no gemir.

El levanta un poco su cabeza para verme a los ojos. Apoyo mis manos hacia atrás sin dejar de observarlo. Le tensión sexual se vuelve cada vez más tortuosa, y yo solo quiero que me bese allí que me acaricie el alma con su boca.

Besa mi otra pierna.

-Joder.

Suelto con desesperación.

-¿Estas bien, Morrison?

El sonríe divertido y besa mi abdomen bajo de nuevo haciendo que jadee.

-Deja de jugar, Stanley...

-No estoy jugando, Morrison. Solo intento explicarte lo divertida que es la Química desde mi punto de vista.

-Si, ya entendí la teoria, podemos ir ahora a la practica. Estoy volviéndome loca, Stanley.

-¿Desesperada, Niña tonta?

Besa mi abdomen de nuevo, un poco más abajo en el nacimiento de mi intimidad. Mi cuerpo empieza a temblar descontrolado pidiendo más.

Le susurro.

-Mucho...

-¿Que es lo que quieres?

Jadeo.

-A ti.

El pasa saliva y todo brillo de diversión desaparece de su mirada dándole paso a una mirada llena de lujuria, perversión y placer. Acerca su boca de nuevo a mi abdomen pero no me besa allí, sino más abajo justo en mi punto necesitado. Me tenso al instante y gimo con fuerza al sentir su boca húmeda en mi zona débil y necesitada. Puedo sentir su lengua saborearme completamente y cierro mis ojo dejándome llevar por el placer que me produce su boca. Mi abdomen se tensa, mis músculos se vuelven gelatinas y el corazón me late desbocado a punto de colapsar en mi pecho. Coloco mis piernas en su cuello dándole todo el acceso posible a mi intimidad. Gimo con fuerza conteniendo el orgasmo que quiere hacer estragos en mi cuerpo, pero me obligo mentalmente a soportarlo.

-Stanley...

Gimo su nombre con la voz entrecortada. El no se detiene sigue chupando, lamiendo y haciendo lo que le da la gana con mi zona palpitante. Halo su cabello con fuerza y lo obligo a apartarse porque ya no puedo contenerme más. Cuando se aparta su pecho sube y baja frenéticamente le cuesta respirar. Sus ojos se ven completamente ensombrecidos, sus labios se ven rojos e hinchados, su cabello revuelto....

Vuelvo a entrar a la piscina, con agua llegando a mi cintura, y lo beso con desesperación mientras él gruñe en mi boca. Entierro mis manos en su cabello halandolo con fuerza mientras él me acaricia completamente sorprendiéndome. Parece otra persona completamente diferente, no el chico avergonzado de siempre. Esta fuera de sí y eso me encanta. Me gusta verlo enloquecido de placer, me gusta que pierda sus modales conmigo. Con manos temblorosas desabotono su pantalón dejando su dureza entre mis manos. Hago presión unos segundos acariciándolo lentamente mientras el gime en mi boca con ferocidad y descontrol. Dejo de acariciar su miembro y coloco su punta en mi entrada solo hago el amague de introducirlo dentro de mi pero no lo hago. Stanley gruñe y se aparta de mi boca abruptamente.

-Lo siento...

Suelta con la voz agitada. ¿Porque se disculpa? Lo miro confundida. Mi espalda choca contra la pared y gimo con fuerza cuando me penetra de una sola estocada, con tanta fuerza que me hace gritar de placer. Y me sorprende su descontrol. Enrollo mis piernas en su cintura y me aferro a su cuello sosteniéndome. El me penetra una y otra vez con fuerza y ferocidad, con una necesidad abrumadora, con una ganas insaciables, como si quisiera descargar todo dentro de mi. Lo escucho gemir, lo veo tensar su mandíbula y entreabrir sus labios de placer mientras mantiene sus ojos cerrados.

-Abre tus ojos...

Le pido entre gemidos y el obedece. Abre sus ojos dilatados y me mira.

-¿Te estoy haciendo daño?

Parece confundido, quizás nervioso. Sonrío.

-No. Solo no te detengas.

El pasa saliva mientras sus manos se marcan en mi cintura. Parece dudoso pero lo beso con fuerza moviendo mis caderas a su ritmo.

-No me haces daño, Stanley.

Afirmo con sinceridad y el me besa con intensidad sin dejar de movernos al compás. El suelta un gruñido en mi boca y muerde mi labio con fuerza a punto de romperlo. Mi abdomen se contrae mi cuerpo tiembla y me dejo llevar. El orgasmo estalla en mi interior llevándose consigo toda mi fuerza. Respiramos con dificultad descansando mi frente contra la suya. Suelto un suspiro y luego sonrío.

-Este es el mejor dia de mi vida.

-Deja de avergonzarme, Nicolle.

-No lo hago. Solo digo la verdad.

El se aparta un poco de mi y acaricia mi mejilla con su pulgar.

-También es el mejor dia de mi vida, Morrison.

Me besa nuevamente esta vez con más delicadeza y sutileza. Ahí mi puto corazón acelerándose ante sus besos. Lo escucho susurrar en mi boca:

-Te quiero, Nicolle.

Cuando escucho esa palabra me entra el pánico. El me observa fijamente y yo me quedo en silencio sin saber que decirle. Abro mi boca para decir algo pero nada sale de mi garganta. No me puedo corresponderle de la misma manera.

El me sonríe.

-Esta bien. No tienes porque responderme, Morrison. Se que no sientes lo mismo por mi.

-Yo...

Trago saliva sin saber que decir. ¿Porque tuvo que decirlo? ¿Porque tuvo que dañar el momento?

El besa mi frente.

-Te espero adentro.

Se aparta de mi y sale de la piscina. Me giro y me quedo viéndolo a su espalda como se aleja.

Gruño molesta y salgo de la piscina. Recojo mi vestido y camino hacia la casa. Subo las escaleras y al llegar veo a Stanley ya cambiado solo con un pantalón de dormir cubriéndolo recostado sobre la cama boca abajo abrazando una almohada. Su pelo luce despeinado y los músculos de su espalda se ven perfectamente definidos. Me le quedo viendo unos instantes parada frente a su cama. Tiene los ojos cerrados creo que ya se ha dormido. Entro al baño para cambiarme de ropa. Me coloco una camiseta de Stanley y me recuesto a su lado. Me acomodo quedando de lado en la cama y su rostro frente al mio con su cabello negro cayendo por su frente. Acaricio su mejilla lentamente.

-Creo que estoy enamorada de ti, Stanley y eso me aterra.

Me acerco mas a él y paso una de mis manos por su espalda para abrazarlo. Mis párpados pesan y comienzo a dejarme vencer por el sueño.

-Yo también te quiero, Einstein.

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❤❤❤❤❤❤❤

Holaaaaaa
¿Que tal les pareció el capitulo? Es bastante largo asi que espero que lo hayan disfrutado.

HABLENMEEEE.
Dejenme sus opiniones, amores❤

Les tengo una mala noticia. Este fue el último capitulo +18😭
Ya no habran más.
Si, lloremos.

Pero se vienen cositas.

¿Preparadas para asesinarme?
Porque yo no estoy preparada.

SOLO QUEDAN 4 CAPÍTULOS Y EL EPÍLOGO💔

¿Quedan juntos? ¿No quedan juntos?

Se viene el dramaaaaa señores😥😥😥

¿Que creen que viene en los próximos capitulos?🔥

Dejen sus teorias.

Vayan a seguirme en Instagram:
@patrixia_escritora

Nos vemos pronto

Los quiere siempre

Patrixia G😘

Pd: Nicolle dijo que quiere a Stanley. ¡Mueroooo!❤😭

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