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Capitulo 53 💜


¡Gracias por sus comentarios, me alegran el alma!❤😢
Ya solo quedan 7
¡Siete capítulos nada más!💔
*Lloremos*

♡♡♡

Capitulo 53

Stanley

Recibir miradas nunca ha sido de mi agrado, me gusta pasar desapercibido siempre. Pero en este instante no me importa las miradas de los estudiantes a mi alrededor. Aunque trato de ignorarlos, no puedo. Unas chicas desconocidas me saludan con una sonrisa y yo les devuelvo el saludo secamente mientras frunzo el ceño, ellas sueltan risitas al pasar a mi lado pero las ignoro. Camino rápidamente hasta llegar al laboratorio de Química, voy a llegar tarde y el profesor Nicolas va a matarme. Al llegar a la puerta, escucho su voz dentro del laboratorio. Formo un puño con mi mano y toco fuerte la puerta. A los segundos la puerta se abre y el profesor Nicolas me mira con las cejas alzadas, como si me reprochara el haber llegado tarde.

-Has llegado tarde, Montgomery.

-Lo siento, Profesor. Es que había mucho tráfico.

Mentira

El duda pero al final asiente, creyendo mi mentira.

-Veo que la señorita Morrison te ha contagiado sus malas costumbres.

Tenso los labios para no sonreir en su cara y asiento. El abre la puerta haciéndome pasar y me detengo al entrar cuando escucho su voz detrás de mi.

-Debe ser una completa tortura tenerla como compañera, ¿No?

No me volteo para responderle porque mis ojos se encuentran de frente con los de Nicolle. Paso saliva mientras ella me mira con una ceja levantada con cierta diversión. Mojo mis labios y decido responderle al profesor pero sin voltear a verlo.

-Si. Una cruel tortura, Profesor.

Ella muerde su labio inferior conteniendo las ganas de sonreir.

-Lo imagino.

Lo escucho decir pero no le presto atención, solo me le quedo viendo a la castaña sin importarme que todos los demás estudiantes me vean mirarla descaradamente. Suelto un suspiro por lo bajo y me acerco a mi respectivo asiento, a su lado. Me coloco mi bata blanca y tomo asiento. Ella juega con el lápiz entre sus manos parece estar nerviosa. Y la comprendo, es el examen final y ella debe obtener una excelente calificación. Solo espero que mis "clases particulares" le hayan sido de ayuda. Se que lo logrará, yo confio en ella. Que, aunque a pesar de ser una trastornada, es bastante inteligente. Ya a su lado, me siento algo incómodo y nervioso a la vez. Odio cuando ella me produce dichas emociones, me frustra totalmente. La miro de reojo pero ella mira hacia el frente prestándole atención al profesor que habla sin parar sobre no se que cosa. Ni siquiera escucho lo que dice porque solo me concentro en observarla a mi lado. Es obvio que sabe que la estoy mirando, pero finge que no lo estoy haciendo. Que por cierto, es muy mala fingiendo en este instante.

El profesor levanta la voz y yo dejo de mirar a la castaña para mirar al frente y prestar atención. El profesor nos desea mucha suerte a todos y nos explica las bases de la prueba. Después da por terminada la charla y el examen empieza. Sujeto mi lápiz y comienzo a responder las preguntas y ejercicios rápidamente. Calcular la masa y el peso de objetos no es algo tan dificil de hacer. Cuando voy por la tercera pregunta me detengo unos instantes para mirarla de reojo. Ella muerde su lápiz muy pensativa mirando su hoja, pero luego escribe sobre ella. Me le quedo viendo sus manos, como estas se mueven sobre el papel y entonces me imagino mi propio cuerpo siendo tocado por ella, recorriendo cada esquina de mi piel asi como mueve el lápiz sobre la hoja. Ella sonríe de lado al notar mi mirada y la sangre me calienta el rostro, siento que me arde. Paso saliva con fuerza y ella me habla en un susurro sin apartar la vista de su hoja.

-¿Intentas copiarte de mi, Einstein?

Ella bromea y bajo mi vista hacia el papel y finjo escribir solo para que el profesor no se de cuenta de nuestra conversación. Pero no le respondo porque es algo absurdo. Ella sabe perfectamente que no lo haría. Contengo una sonrisa.

El recuerdo de ayer llega a mi mente; cuando se fue de mi casa después de que le dije que la quería. Pensé que no me hablaría o que me ignoraría por el resto de mi vida, pero me equivoqué. Aqui está ella sonriéndome de lado volviéndome cada vez más idiota. Pero no mentí: la quiero. Y se que estoy jodido por enamorarme de una chica que no siente lo mismo por mi, pero es inevitable no sentirme como siento. Y detesto ser tan débil cuando se trata de ella.

-Asi que soy una cruel tortura para ti, ¿Eh?

Al principio no entiendo de lo que habla pero luego recuerdo la conversación con el profesor antes de entrar y se que se refiere a eso.

-Ni te imaginas...

Le respondo pero esta vez giro un poco mi cabeza para mirarla y sus ojos claros encuentran los mios; esos ojos que se adueñan de mi cabeza por las noches. Inevitablemente mi corazón comienza a alterarse ante su mirada. Ella me sonríe unos instantes y vuelve a mirar su hoja. Yo me le quedo viendo como idiota unos segundos mientras ella parece concentrarse en la prueba de nuevo. Trago saliva porque siento el corazón en mi garganta. Suelto un suspiro por lo bajo y vuelvo a concentrarme en la prueba. Aunque esos ojos hipnóticos no desaparecen de mi mente.

Media hora más tarde la prueba ha terminado. El profesor Nicolas recoge las hojas y nos dice que dentro de una hora nos dará los resultados. Nicolle fue una de las primeras personas en terminar además de mi, y debo admitir que eso me sorprendió porque nunca imagine que terminaría tan rápido. Todos los estudiantes comienzan a salir del laboratorio. Recojo mi morral y lo coloco en mi hombro para luego salir por la puerta pero Nicolle llega a mi lado y salimos juntos.

-¿Cómo te fue?

Le pregunto cuando caminamos por el pasillo hacia la cafetería.

-Genial.

Responde con entusiasmo y eso me sorprende haciendo que levante las cejas.

-¿Enserio?

Ella se gira para verme y sonríe.

-¿Que? No me mires asi, Stanley.

-Es que me sorprende que admitas que la Química es genial.

Ella resopla.

-No he dicho que la Química es genial, es solo que la prueba no estuvo tan mal como pensé. Cuando entre al laboratorio pensé que mi cerebro haría cortocircuito porque imagine que el profesor pelón nos haría papilla en la prueba.

Sonrío divertido.

-¿Profesor pelón?

Ella sonríe.

-Si. Lo llamo así solo por cariño. Ese anciano me ama. -dice con sarcasmo.

-¿En serio?

Le cuestiono divertido recordando las veces que ha peleado con ella por llegar tarde a sus clases. Ella pone los ojos en blanco.

- Hay muchas formas de amar a alguien, Einstein, y el me ama de la peor forma: con odio pero lo hace. El Odio también se convierte en amor, ¿Sabes?

Y esas palabras se quedan estampadas en mi pecho. Porque hay tanta razón en esas simples palabras y yo soy ejemplo de ello. Recuerdo cuando ni siquiera podía mirarla sin que fuera irritante hacerlo...y ahora, todo es tan diferente que ni siquiera yo mismo puedo entender como es que pasó; como es que dejé de sentir odio, rechazo por ella y ahora en cambio siento ¿Amor, atracción...deseo? No se en realidad que es lo que siento por ella. Creo que la palabra amor queda muy corta para todo lo que siento por ella. Si tuviera que colocar un palabra que defina mis sentimientos sería Inefable. Porque es algo tan maravilloso lo que siento por ella que no puede ser descrito con palabras.

Un extraño hormigueo se pasea por mi pecho y le sonrío.

-No lo olvidaré, Morrison.

Ella asiente y sigue caminando a mi lado. Quisiera pedirle una disculpa por haberle dicho tal estupidez pero no lo hago. Porque no es necesario pedir perdón por decir la verdad, por expresar lo que sientes aunque sea una estupidez.

Caminamos hasta la cafetería pero antes de llegar a la entrada sujeto su mano y la detengo. Ella se voltea para verme y yo la miro. Pero me tomo el atrevimiento de rodear mi mano en su muñeca y...
Puedo sentir su pulso, como sus pulsaciones aumentan y quiero reir ante mi descubrimiento pero me contengo. Me alegra saber que su pulso se altera ante mi cercanía. Al menos estoy seguro que no soy el único que esta jodido.

Suelto su mano lentamente para hablarle.

-Tu...y yo, ¿Estamos bien? Quiero decir. -titubeo. -¿Aun seguimos siendo...Amigos?

-Tu y yo nunca podríamos ser amigos, Stanley.

Ahí esta de nuevo: mi masoquista corazón retumbando con fuerza en las paredes de mi pecho. Paso saliva con fuerza.

-Yo...

-Estamos bien, Einstein. -casi que suspiro de alivio pero me contengo. -Aun seguimos siendo lo que somos.

-¿Lo que somos?

-Si. Un caos. Porque eso somos tu y yo, Stanley. Tu mismo lo dijiste: Somos un maldito pero Perfecto Caos.

Y mi corazón comienza a volverse loco por sus palabras. Y se que esta mal que me haga ilusiones con ella, pero lo hago. No pierdo la esperanza de que ella algún dia sienta lo mismo por mi. Pero muy en el fondo se que lo hace; que siente muchas cosas por mi pero le da miedo arriesgarse, le da miedo dejarse llevar por sus sentimientos y eso me frustra. Se que su pasado tiene mucho que ver con su actitud, con sus sentimientos. No se nada del amor, no tenía idea de lo que era sentir algo bonito por alguien hasta que ella apareció en mi vida. Se que la ha pasado mal con respecto a las relaciones, lo entendí cuando habló con ese chico. Me enteré de muchas cosas de su pasado y me molesta que no haya confiado en mi. Se que no somos amigos ni nada parecido, pero se hubiera sentido agradable si ella lo hubiera hablado conmigo. Por lo menos ahora comprendo muchas cosas y se que no quiere hablar sobre ello, pero solo espero que pueda confiar en mi.

-Ire al baño antes de entrar de entrar a la cafetería.

-¿Al baño?

Inquiero y ella me mira como si me hubiera vuelto loco.

-Si. Al baño. -afirma. -Pero si quieres acompañarme no tengo ningún problema con ello. -siento que la cara me arde y ¡no se porque diablos reacciono de esta manera! Ya debería estar acostumbrado a sus insinuaciones. -¿Porque tienes la cara roja?

-¡Oh cállate!

Ella se carcajea burlándose de mi.

-¿Cuando vas a dejar de sentirte avergonzado?

-¡No estoy avergonzado!

-Tu cara dice lo contrario

-Eres insoportable...

Ella sonríe y se acerca a pasos lentos hacia mi hasta quedar cerca de mi oído para susurrarme:

-Me alegra ser la única que te hace sonrojar.

<<Eres la unica en todo>> quise decirle pero en vez de eso solo sonreí. Ella besa mi mejilla y se aparta para mirarme de frente.

-Y entonces, ¿Me acompañas al baño?

-Solo si prometes no violarme.

-No puedo hacer promesas que no se si pueda cumplir.

Me guiña un ojo y yo meneo la cabeza negativamente.

-Eres mi perdición.

Sonríe victoriosa, toma mi mano y caminamos juntos hasta el baño.

♡♡♡

Llego a la cafetería y me acerco a la mesa donde se encuentra Camilla, la mejor amiga de Nicolle. Esta leyendo un libro pero no logro visualizar la portada. El lugar está atestado de estudiantes; unos hablan, otros sonríen y otros solo comen tranquilamente. Luego está Camilla que lee atentamente como si los demás presentes no existieran. No la conozco mucho pero parece buena persona, de seguro seríamos buenos amigos.

-Hola. -la saludo cuando llego a su mesa. Esta sola, supongo que espera a Nicolle. Ella levanta la mirada de su libro y me mira.

-Ah...Hola, Stanley.

Me sonríe de boca cerrada.

-¿Puedo sentarme?

-Claro.

Tomo asiento frente a ella.

-¿Y Nicolle? Pense que estabas con ella.

Lo estaba pero unas chicas me corrieron del baño a patadas y pase la mayor vergüenza de mi vida.

-Dijo que iba al baño.

-¿Y que tal la prueba?

-Bien, supongo.

Me encojo de hombros tratando de no sonar nervioso ya que nunca he tenido algún tipo de conversación con ella.

-Ni siquiera se que porque te he preguntado tal estupidez, se me olvidaba que eres el cerebrito del instituto.

-Ah...bueno, no es para tanto.

-Nicolle dice que eres genial.

Eso me toma desprevenido. ¿Nicolle hablando de mi con su mejor amiga? Eso me genera mucha curiosidad. Me pregunto que dirá sobre mi. Trato de no sonreir como idiota.

-¿Enserio eso dice?

-Aja. Aqui entre nos. -me señala y se señala y luego acerca su rostro más a hacia mi como si fuera a contarme un secreto. -Ella habla mucho sobre ti, pero no le digas que yo te conté, ¿Vale?.

Asiento.

-¿Y que más dice de mi? Digo, si puedes contarme.

Ella vuelve a su lugar y apoya los antebrazos sobre la mesa. Asiente.

-Pero esto será un secreto entre los dos, ¿Vale?.

Asiento.

-Estoy segura de que le gustas, lo cual es genial porque eres un buen chico. Ella dice sentir muchas cosas por ti, pero odia admitir lo que siente frente a ti. -suspira mientras que yo la escucho atentamente. -Ella ha pasado por muchas cosas malas, por esa razón siempre mantiene unas enormes barreras a su alrededor. No quiere salir lastimada de nuevo...-se calla y yo arrugo las cejas confundido. -¡Rayos!

-¿Que sucede?

-Nada...es solo que...a mi no me compete hablar sobre su vida. Creo que ya te dije mucho. Solo te pido que la comprendas. La conozco desde hace mucho tiempo y muy en el fondo se que eres especial para ella y que te quiere, aunque no te lo diga.

Siento un cosquilleo satisfactorio en mi pecho que no deberia de sentir, ya que no quiero hacerme ilusiones pero se siente tan bien saber que ella siente algo por mi más que una simple atracción.

-¿Porque me dices todo esto?

-Porque quiero ayudarte, ¿No es obvio?. -admite. -se que no nos conocemos pero se nota que eres un chico muy diferente a los demás. Además, ella merece ser feliz y tu la haces feliz.

Trago saliva.

-¿Sabes? Hacía mucho tiempo que no sonreía de verdad. Siempre finje sus sonrisa para caerle bien a los demás. Pero contigo...contigo es diferente, porque tu la haces feliz. Y te agradezco por eso, Stanley.

Quedo atónito por sus palabras y cierro y abro mi boca varias veces tratando de decir algo pero no encuentro las palabras correctas.

Ella continúa:

-Desde que llegaste cambiaste su vida y por esa razón quiero ayudarte. Quiero ayudarte a conquistarla...

-¿Crees que...ella se fije en mi?

Ella sonríe irónicamente.

-Ya lo hace, tonto, pero se niega a aceptarlo. Estoy completamente segura de que esta enamorada de ti.

¿Que?

Mi pulso se acelera y mi corazón empieza a latir con fuerza.

-¿Ella te lo dijo?

-Eso tienes que averiguarlo por ti mismo, Stanley.

-Pero...¿Cómo? ¿Que tengo que hacer para que me quiera?

-Nada.

-¿Nada?

-Nada. -confirmo. -Ella ya te quiere solo le da miedo admitirlo, le da miedo quererte y que luego tu la lástimes.

-Yo nunca la lastimaría.

-Lo se, pero ella no confía en nadie, Stanley. Ni siquiera en ella misma. Despues de que él la traicionó todo cambió...

-¿Te refieres al tal Ian?

-¿Conoces de Ian? ¿Ella te habló sobre él?

-Si, pero no porque ella me haya contado algo sino porque lo vi hablando con ella. Se estaba disculpando por lo que le hizo, allí fue cuando me enteré. Pero no tenía idea. Si lo hubiera sabido antes juro por dios que le hubiera partido la cara al muy idiota.

Ella sonríe.

-No sabía que tuvieras instintos asesinos.

-Yo tampoco, créeme.

-No te preocupes si lo hubiera tenido frente a mi también lo habría golpeado. Ni siquiera se porque se tomó la molestía de pedirle disculpas ¡es un mal nacido que no merece el perdón de nadie!. -dice con enfado. -Por su culpa ella casi se quita la vida.

Se cubre la boca al darse cuenta de lo que dijo.

-No te preocupes, ya lo sabía.

Ella se quita las manos.

-¿De verdad?

-Si. Y quise matarla por haber hecho tal estupidez. ¡Joder! Es que solo de pensarlo me enfurece. Ella no merecía eso y mucho menos morir por alguien que no valía la pena.

-Si ella vuelve a hacerlo...

-No lo digas. No lo permitiría.

-¿Lo prometes? ¿Prometes cuidarla?

-Lo prometo.

-Estoy confiando en ti, Stanley, no me decepciones. Pero sobre todo, no la decepciones a ella.

-No lo hare.

Dije con seguridad y determinación. Ella me sonríe con amabilidad.

-Oh, ahí viene. -se aclara la garganta. -No he dicho nada, ¿te quedó claro?

-No se de que hablas.

Me hice el desentendido fingiendo no saber nada. Camilla se mira en complicidad mientras Nicolle toma asiento a mi lado.

-¿De que hablaban?

-De nada.

Suelta Camilla tranquilamente mientras que yo me siento nervioso.

-Te tardaste en el baño, ¿Acaso tienes diarrea?

Bromea la pelirroja y la castaña le lanza un vaso de plástico a la cara el cual ella apenas esquiva.

-Estúpida.

Yo tenso los labios para no reirme.

-Si te ríes te castro, Stanley Montgomery.

Me fulmina con la mirada en una clara señal de advertencia. Asi que me trago mi risa sabiendo que no esta jugando con su amenaza y se de lo que es capaz.

♡♡♡

Nos detemos frente a la pared donde hay un pequeño cartel con las notas de nuestra prueba. Me acerco y busco mi nombre hasta que lo encuentro casi al final de la lista. Hay un enorme diez al lado de mi nombre, eso quiere decir que he pasado la prueba. Nicolle se acerca a mi lado esquivando los cuerpos de los demás estudiantes. Busca su nombre en la lista y un chillido sale de su boca. Empieza a dar saltitos como loca en su lugar y sonríe. Busco su nombre y veo su nombre justo al lado hay un nueve. Me sorprendo y vuelvo a mirarla. Pero ella salta sobre mi tomándome desprevenido haciendome sonreir.

-¡Gracias, idiota! Eres el mejor.

Me abraza mientras con sus piernas rodea mi cintura y tengo que ejercer fuerza en mis brazos para sostenerla.

-Felicidades, Niña tonta.

Le respondo el abrazo deleitándome con su fragancia, deseando que el tiempo se detenga y permanezcamos asi para toda la vida. Sonrío ante mis pensamientos.

-¡Amo la Química!

Grita haciendo que los demás chiflen estando de acuerdo con ella. Eso me hace sonreir con más fuerza y de pronto sus labios están sobre los mios. Ella se queda parada frente a mi rodeando mi cuello con sus brazos. Mueve su boca lentamente sobre la mia y yo la sigo. Es un beso corto que me sabe a gloria. Los estudiantes a nuestro alrededor empiezan soltar un Uhhh muy divertido y nos separamos sonriendo como idiotas. Bueno, yo soy el que sonrío como idiota.

Ella aun tiene sus manos rodeando mi cuello mientras las mías rodean su fina cintura.

-Debemos festejar este gran logro, ¿No cree, Profesor?

Suelta con coquetería haciéndome sonreir.

-Definitivamente, Alumna.

-¿Que sugieres?

-No lo se, dimelo tú.

Ella muerde su labio.

-Bueno, estaba pensando en ir a la Bahía y subir a la azotea para ver las estrellas.

Sonríe de lado mientras que yo mojo mis labios ante la perspectiva.

-Creo que es una excelente idea.

Sonrío.

-¿Te gusta ver las estrellas, Einstein?

Insinúa con perversión haciendo que mi virilidad se despierte.

-Solo si es contigo.

-Y yo encantada de llevarte a ellas.

Se acerca y deja un suave beso en la esquina de mi boca, acelerándome el corazón.

-Vas a volverme a loco, Nicolle.

Susurro mientras su frente descansa sobre la mia.

-Con gusto te abro las puertas del manicomio.

Paso saliva con el corazón enloquecido mientras la Química comienza a pasearse por mi cuerpo alterando mis hormonas haciendo que la dureza en mis pantalones palpite con fuerza. Porque la Química puede ser aburrida, pero cuando estoy con ella se vuelve indecente.

Porque en eso se convierten nuestros cuerpo al entrar en contacto...

En una Química Indecente.

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♡♡♡♡

¡Holaaaaa!
Por aqui yo de nuevo, apareciendo después de mil años😂😂😂😂
Cuentenme, ¿Me extrañaron?💘
Espero que sí.

Ahora diganme, ¿QUE LES PARECIO EL CAPITULO? ❤

HABLENMEEE

¿Están preparadas para subir a la azotea y ver las estrellas? 😏🔥

Les aviso que el próximo capitulo es mi FAVORITO en todo el libro😍😍😍
Sucederan muchas cosas ya quiero que lo lean. Espero tenerlo listo pronto.

¡Muchísimas gracias por su paciencia!
Ya saben que los quiero un montón ❤

No olviden dejar su voto y su comentario por favor.

Se les quiere

Patrixia Montgomery 💋

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@Patrixia_escritora
(Lo he cambiado)
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Patrixia Gómez

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