Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 41 💜

Deja tu comentario al final
del capitulo ❤🍭


♡♡♡

Capítulo 41

Nicolle

Hoy es el día.

Estoy demasiado emocionada. Nunca he ido a un evento de tal magnitud y mucho menos con personas millonarias.

Aunque aun no puedo creer que Stanley sea millonario, es tan ñoño.

¿Quien lo imaginaría? El Nerd, hijo de uno de los Empresarios más ricos del país y dueño de las empresas más prestigiosas de Europa.

Siento envidia, la verdad.

Concesionario Montgomery & Asociados siempre he visto fotos en las revistas que Mamá trae a casa, pero nunca imagine que yo misma iría a ese lugar. ¡Dios! Es que me estoy muriendo de la emoción.

Y solo quedan pocas horas para ir a la subasta.

Estoy ansiosa por ver y tocar esos impresionantes autos. A mi madre le dará un infarto cuando se entere. Porque no le he dicho nada y tampoco le diré. De seguro se enterará cuando salga en las revistas en primera plana con la familia Montgomery.

Mierda.

Ni siquiera me había pasado eso por la cabeza.

Es obvio que habran reporteros y fotógrafos en todo el lugar. Es decir, que saldré en fotos con Stanley y...ay mierda, muchas personas sabrán que Stanley y yo somos "novios"e incluso nuestros compañeros de Instituto.

No lo había pensado. Pero, ¿Que podría salir mal? Si, quizás todo salga mal. Además, al principio odiaba la idea de estar cerca de Stanley de cualquier forma, pero ahora no se, me da igual. Ya no me molesta y eso solo significa una cosa: se me han achicharrado las neuronas.

Si es que tengo alguna.

En fin.

No quiero pensar en el que dirán las personas de mi y mi supuesta relación con Stanley, solo quiero divertirme y eso es todo.

Escucho el timbre de la puerta sonar. Debe ser Camilla.

Anoche le conté todo lo que ha sucedido entre Stanley y yo. Al principio no estaba de acuerdo, me dijo que era una mala idea y me reprochó por no haberle contado que estaba saliendo con Stanley. Pero no estamos saliendo, eso le dije. Le conté que solo fingimos ser novios y ya, ella chillo sorprendida en el teléfono que casi me deja sin tímpanos.

Al abrir la puerta la veo con su cabello rojo chillón recogido, mirándome con los brazos cruzados.

-Esto es una mala idea, Nicolle.

Me vuelve a repetir y entra a la casa. Cierro la puerta y la sigo mientras pongo los ojos en blanco.

-Soy fan de las malas ideas.

Bromeo y ella me mira con total seriedad. Suspiro.

-Si. Es una mala idea, ¿Vale? Pero da igual. Solo será por un tiempo y luego lo dejaremos. No pasa nada.

Ella menea la cabeza negativamente y me señala con su dedo.

-Luego no digas que no te lo advertí.

Bufo y pongo los ojos en blanco.

-Mejor cállate, Camilla y ayudame a arreglarme. Pronto vendrán por mi.

Camino hacia mi habitación y ella me sigue por las escaleras.

-No puedo creer semejante locura. -escucho decir a Camilla sentándose en mi cama. Se que se refiere a mi "relación" con Stanley.

-Ya supéralo, Camilla.

Resoplo con cansancio. Detesto que me digan que hacer o que juzguen mis decisiones. ¡Dios! es exasperante. Todos los seres humanos, por naturaleza, cometemos errores y tomamos decisiones bastante erradas, a veces. Pero eso no quiero decir que haber aceptado la propuesta de Stanley sea un error, ¿O si?.

Da igual, son mis decisiones me importa una mierda lo que piensen los demás.

-¿Enserio no te gusta ni un poco?.

Me le quedo viendo unos instantes de brazos cruzados. ¿Debería responder su pregunta? Es que ni yo misma se la respuesta o tal vez si la se pero no quiero admitirlo en voz alta.

Camilla me mira con una ceja levantada al ver que me quedo callada. Al final me encojo de hombros y le respondo:

-Quizás.

-¿Acabas de admitir que te gusta, Stanley?. -chilla sorprendida y yo la fulmino con la mirada.

-No. Dije quizás.

-A mi me sonó como un sí.

Pongo los ojos en blanco.

-¡Dios! Piensa lo que quieras, Camilla.

Ella sonríe divertida.

-¿Quien lo diría? Nicolle Morrison: la chica a la que le gustan los chicos rudos con pintas de bad boy, enamorada de un Nerd.

-¡No estoy enamorada de Stanley! ¡No seas loca, Camilla!. -replico indignada. -Además, estoy empezando a pensar de que te agrada la idea de que me guste Stanley.

-No es que me agrade, Nicolle. Solo que es extraño que una chica como tú se fije en alguien como él. Se que Stanley no es tu tipo de chico, te conozco. -explica. -Se supone que te gustaba era el idiota de Timothy, ¿Porque has cambiado de opinión?.

-No he cambiado de opinión, es solo que...no se...es complicado.

-Tú, eres complicada. -bromea y me hace sonreir. -Pero, ¿Sabes algo? Me agrada Stanley y si a ti te gusta a mi también. Sabes que te apoyo.

-Eso sonó muy sexual, Camilla. ¿Acaso quieres un trio?.

- ¡Claro que no! ¡Que asco!.

-Oh disculpe, Virgen Camilla de la Santísima trinidad. -bromeo y ella pone los ojos en blanco junto con una sonrisa.

-Eres insoportable. -me dice y se levanta de la cama. -Mejor vamos a arreglarte, no quiero seguir escuchando tus vulgaridades.

Sonrío divertida mientras ella toma mis hombros con sus manos y me guía hasta la silla frente al espejo. Tomo asiento y ella suelta mi cabello haciendo que este caiga por mis hombros. Me observo en el espejo, me veo diferente.

Me he cambiado de look.

Camilla peina mi cabello y yo me dispongo a hablar mientras lo hace.

-¿Y que tal tu enamorado secreto? ¿Vas a decirme quien es?

La miro por el espejo y ella deja de peinarme para mirarme.

-Era un idiota.

-Es decir que, ¿Ya no hablas con él?.

-No. Prefiero la soltería. Los hombres solo tienen su aparato reproductor masculino como cerebro.

-¿Te refieres a su pene?

-Suena más elegante aparato reproductor masculino.

Yo sonrío.

-Las cosas hay que llamarlas por su nombre, Camilla.

Ella pone los ojos en blanco.

-Soy más elegante, gracias.

-¿Acabas de llamarme vulgar, pelo de regla?.

-En tu cara, querida.-me responde y luego hala mi cabello haciendo que haga una mueca de dolor. -deja de llamarme de esa manera o te achicharro el pelo con la plancha, Nicolle. Estas advertida.

Veinte minutos después ya estaba lista para la gran noche. Mi cabello estaba perfectamente arreglado gracias a Camilla, al igual que mi Make Up. Me observo en el espejo, el vestido me queda ajustado, resaltando mis atributos y nunca me había sentido tan despampanante como en este instante. Parezco una chica millonaria con este vestido rojo tan elegante, haciendo que mi cabello resalte. Decidí llevarlo recogido pero descuidadamente con unos mechones cayendo por mi frente. En mi cuello llevo un collar casi imperceptible que brilla a juego con los tirantes plateados brillantes de mi vestido. Paso mis manos por mi abdomen sintiendo la suave y cara tela de seda sobre mis manos. Me coloco unos pendientes largos plateados en mis orejas y por último la cadenita que mi padre me regalo en mi mano derecha. Me rocío de perfume y estoy lista.

Camilla me da un repaso y abre los ojos sorprendida.

-¡Madre mia, Nicky! ¡Pareces Actriz porno!

Sonríe divertida mientras me mira de arriba hacia abajo.

-Esa señora sí que tiene buen gusto.

-Y dinero tambien. -me apresuro a decir, mientras me observo en el espejo.

-A Stanley le va a dar un infarto cuando te vea. Eso es seguro.

Sonrío para mi misma divertida y me giro sobre mis pies para mirarla.

-Que sean dos.

♡♡♡

Stanley

Lo intento.

Juro por Dios que sí.

Pero aun no comprendo como los demás pueden hacerle un nudo a esta cosa.

Me siento patético al ver que el nudo de mi corbata es un asco. Lo he intentado miles de veces pero me sale igual o peor.

Definitivamente, no soy un tipo de trajes. Ahora los detesto mas que nunca ¡Dios!.

Me quito la corbata bruscamente y la lanzo al piso con molestia. Suelto un suspiro y paso las manos por mi pelo, despeinándolo aun más. En ese instante mi madre entra a mi habitación, elegantemente vestida. Lleva un vestido negro de mangas largas que llega hasta sus talones, el cabello recogido en un moño extraño y accesorios en su cuello y orejas.

Cuando sus ojos se posan sobre mi menea la cabeza negativamente, al ver que aun no estoy listo.

- Stanley, llegaremos tarde. -me reprocha mi madre llegando a mi lado. -¿Que ha pasado con tu corbata, Cariño?.

-No llevaré esa cosa, Mamá. Me veo ridículo.

-¡Claro que no! ¡Te verás perfecto!

Yo pongo los ojos en blanco, dudando de sus palabras.

-¿Puedo llevar mis gafas?.

-No.

Responde mi madre tajante.

-Pero...

-Pero nada, Stanley Montgomery. No eres ningún ciego.

Abro mi boca para replicar pero termino cerrándola.

-Te esperamos abajo. En cinco minutos nos vamos, asi que date prisa. -comunica mi madre y sale de mi habitación.

Suelto un suspiro frustrado y termino de arreglarme. Lo peor de todo, es que no puedo llevar mis Converse y eso es lo que más molesta. Debo llevar esos zapatos caros y ridículos que me compró mi madre.

Al terminar de arreglarme. Salgo de mi habitación, no sin antes tomar mis gafas y colocarmelas. ¡Ja! No iba a hacerle caso a mi madre, claro esta.

Cuando llego a la sala veo a mi padre arreglado con su fino traje azul hablando por teléfono. Cuando mi madre se da cuenta de mi presencia tensa los labios y menea la cabeza, pero luego me sonríe.

-¿Nos vamos?. -pregunta Papá, al colgar la llamada. -La limusina está afuera.

-No iré con ustedes. Me llevo mi auto. -comunico y mi padre asiente. Bueno, mi nuevo auto. Nicolle va a morirse de un infarto. No es que quiera impresionarla, para nada. Bueno, solo un poco.

¿A quien quiero engañar?.

Solo espero que me deje conducirlo.

No se porque pero estoy ansioso por verla.

Lo peor de todo, es que me estoy acostumbrando a estar junto a ella. Y eso es malo, muy malo.

Odio tener que admitirlo pero no quiero separarme de ella.

Cuando llego al auto, me subo y dejo las ventanillas abiertas. Me gusta sentir la brisa sobre mi cara. Sí, soy un poco extraño. Observo mi teléfono y tengo un mensaje de Nicolle que dice que ya esta lista.

Enciendo el auto y me apresuro a conducirlo a la salida. No voy a negar que extrañare mi auto, pero este es mucho mejor. Nicolle tenía razón.

Quince minutos después estoy frente a la casa de Nicolle. ¡Joder! Ni siquiera se porque estoy nervioso.

Suspiro tratando de calmar mis nervios y me bajo del auto no sin antes enviarle un mensaje a Nicolle diciéndole que ya estoy afuera. Su casa no es elegante, ni nada por el estilo. Es pequeña y muy normal. Todo lo contrario a la mia que parece el castillo de Disney. Y no estoy presumiendo.

A veces me frustra vivir en una casa tan grande y con tantos lujos. Siempre me he mantenido al margen sobre mi familia, mi situación económica y eso, no me gusta fanfarronear.

Rodeo el auto y me quedo recostado con las piernas estiradas cruzadas una sobre la otra mientras observo mi teléfono ya que mi madre me ha enviado un mensaje deciéndome que ya pronto comienza la subasta y yo le respondo que vamos en camino.

Aparto la vista de mi teléfono cuando la puerta de la casa de Nicolle se abre. Entonces la veo. Me quedo viéndola como un idiota, mientras habla con su amiga de cabello rojo. Se ve muy...hermosa. ¡Joder! Se ve demasiado bien y diferente.

Noto que su cabello ya no es violeta, sino de un color marrón un poco más claro que su cabello natural casi de un tono amarillo. Y se ve jodidamente bien con ese vestido. Nunca en la vida me había fijado tan descaradamente en ella. Y no se que me pasa, pero no puedo apartar la vista de su cuerpo.

Ese vestido se amolda perfectamente a cada parte de su cuerpo. Puedo sentir el desbocado latir de mi corazón e incluso creo que he dejado de respirar cuando su mirada encuentra la mia.

Trago saliva.

Ella empieza a bajar los escalones y su amiga camina detrás de ella con una sonrisa en los labios. No se porque sonríe, pero de seguro es por mi tonta reacción.

Cuando llegan al final de los escalones, la pelirroja le habla y Nicolle la observa.

-Le dije a mi madre que me quedaría contigo.

-Vale.

-Que te diviertas, loca. -le dice la pelirroja y le da un abrazo. Luego ella me mira para saludarme.

-¿Que tal Stanley?.

Me aclaro la garganta.

-Ah...Hola.

Ella sonríe y luego mira a Nicolle.

-No hagas tonterias. -le advierte. -Adiós.

Se despide y sube de nuevo los escalones para entrar de nuevo a la casa.

La incomodidad se hace presente y el ambiente se vuelve pesado. ¿Debería decir algo? No se. ¡Ash! Estoy nervioso. Ni siquiera se si podré hablar sin que me salga la voz entrecortada.

Ella me mira y me sonríe.

-¿Estas bien, Einstein?

-Ah...si. Claro. -miento. -Bonito vestido, por cierto.

Ella se carcajea.

-¿Es enserio? ¡Que halagador!. -dice con sarcasmo. -¿Y a mi no me vas a decir que estoy bonita?.

Yo sonrío de lado, mientras me cruzo de brazos.

-¿Y aumentar tu ego, Morrison?

Ella pone los ojos en blanco con ástio.

-Eres un idiota. -luego añade. -Pero tú no te ves nada mal, ¿Eh?.

-¿No?

-Para nada. Te ves comestible.

-Es el peor halago que me han dado en la vida.

Suelto indignado.

-Querrás decir: el único. -bromea entre risas. El olor de su perfume se impregna en mi nariz. Huele tan exquisitamente bien que quiero acercármele y oler su cuello solo para grabarme su olor.

Pero eso sería extraño.

Quisiera ser valiente y atreverme a besar su mejilla, o no se, tomar su mano o que se yo. Hacer algo tan básico. Pero no puedo, aunque sí que quiero hacerlo.

¿Pero y sí me rechaza?.

Odio el rechazo, esa es la razón por la que no quiero acercarme mucho a ella o tomar la iniciativa en algo. Me asusta. La idea de quedar como un idiota me asusta.

-Por cierto, ¿Tu padre te ha prestado el auto aun cuando lo has tomado sin su permiso?.

Su pregunta me saca de mis cavilaciones.

-Emm...ahora es mio.

-No me jodas.

-Mi padre me lo ha regalado.

Ella sonríe sorprendida.

-Tienes un padre genial.

Me encojo de hombros restándole importancia al asunto.

-¿Nos vamos? Mi madre va a matarme si llegamos tarde.

Ella asiente y luego abre la boca para hablar y antes de que diga algo, la interrumpo.

-Y no, no vas a conducirlo.

Ella sonríe y menea la cabeza divertida. Acorta el espacio entre ambos y queda justo frente a mi.

-Eso no era lo que iba a decir.

-¿Entonces?.

-Nada, solo quería mi beso de buenas noches.

Trago saliva y mis ojos se van directamente hacia sus labios pintados de rojo.

Ella sonríe al ver que me quedo callado.

-Dejaré que arruines mi maquillaje al final de la noche y, si así lo quieres, tambien arruinar mi vestido. No tengo problema con ello.

Me guiña un ojo y yo me tenso. Tenerla tan cerca me descoloca, me altera, inevitablemente, el cuerpo entero.

-Amm....yo...deberíamos irnos.

Titubeo nervioso. Detesto cuando mi lado más estúpido sale a la luz. ¿Porque simplemente no puedo actuar normal con ella? Oh si claro, porque no soy normal.

Ella sonríe y se aleja de mi lado. Suelto el aire de mis pulmones que no sabía que estaba conteniendo.

-¿Me abrirás la puerta como todo el caballero que eres, Stanley?.

-Solo por esta noche.

Ella sonríe mostrando su perfecta dentadura.

-Aunque también podrías abrirme otra cosa. -me susurra con perversión y yo ignoro sus palabras en doble sentido. Fingiendo que no me han afectado en lo absoluto. Suelto una risa amarga.

-¿Ya estas ebria, Morrison que andas diciendo tonterías?

Bromeo y no se porque me sale tan natural cuando se trata de ella.

-Idiota.

Dice y luego sonríe. Le abro la puerta del copiloto para que ella se suba como todo un caballero.

Que ridiculez.

Suspiro y rodeo el auto para conducir hasta la dichosa subasta.

Minutos más tarde, llegamos al lugar. Hay un montón de autos estacionados y fotógrafos por doquier.

Odio las fotografías.

Estaciono mi auto y procedo a bajarme. Rodeo el auto y abro la puerta por donde sale Nicolle. Mi vista se va sobre sus largas piernas blancas y su corto vestido. Mierda, parezco un pervertido. Aparto la mirada de su cuerpo y ella toma mi mano para bajarse del auto. Siento un pequeño cosquilleo en todo el cuerpo con ese simple contacto.

Trago saliva y finjo que nada le ocurre a mi cuerpo.

Frente a nosotros está un edificio con enormes ventanas de cristal, donde se pueden ver claramente autos de distintas formas y colores por el vidrio. Hay ¿Una alfombra roja? ¿Es enserio? Pudo ser peor.

-Hora de divertirnos, Einstein. Te doy diez segundos para que te arrepientas y salgas huyendo.

-No voy a salir huyendo, Morrison.

Ella sonríe con cierta satisfacción y yo me apresuro a tragar saliva. Odio que se vea tan bien.

-Mala decisión, Stanley.

Me encojo de hombros.

-¿Que puedo decir? Siempre tomo malas decisiones cuando estoy a tu lado.

-¿Eso es un halago?

-No. Es un hecho.

Le respondo con obviedad y ella sonríe. Me obligo mentalmente a no sonreirle como idiota. Las muestras de afecto no son mi fuerte.

Me paro a su lado y coloco una de mis manos en su espalda baja, la cual está descubierta por el vestido.

¡Ahí esta de nuevo! Ese estúpido cosquilleo que me gusta.

La insto a subir las escaleras sin apartar la mano de su espalda mientras camino a su lado.

-Estoy empezando a pensar que te gusta tocarme descaradamente, Einstein.

-Ya quisieras.

Un montón de personas comienzan a tomarnos fotos y Nicolle sonríe naturalmente como si fuera una modelo de revista. Y definitivamente lo parece.

-Sonríe, Einstein.

Le escucho decir y yo finjo mi mejor sonrisa sin dejar de subir los escalones junto a ella. Veo a mi madre salir del lugar y se acerca a nosotros. Un periodista le hace miles de preguntas a mi madre, ella amablemente le responde. Los demás sacan miles de fotografías como si fuéramos famosos o algo por el estilo.

-¿Quienes la acompañan?.

Le pregunta un hombre de gafas de unos treinta años. Se que se refiere a nosotros.

Nicolle me mira de reojo y me sonríe.

-Él es mi hijo Stanley y su novia Nicolle.

Mi madre nos señala.

-¿Una foto?

-Por supuesto. -le responde mi madre y se coloca a mi lado sonriente. Nicolle permanece a mi derecha y se pega mas hacia mi. Podría jurar que puede notar la desesperación de mi cuerpo. Sonrío fingidamente y mi madre se aparta porque según el estúpido fotógrafo quiere una fotografía de la pareja.

Sí, se refiere a nosotros.

-¿Esto te está diviertiendo, Morrison?.

Le susurro en su oído mientras poso para la foto.

-Como no te imaginas, Einstein.

============》♡《============

Sigue leyendo
Doble actualización 👉👉

Deja tu voto y tu comentario ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro