Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 14 💜


Capítulo 14

Nicolle

Química.

La Química es la ciencia más aburrida que puede existir y la única ciencia que odio con todas mis fuerzas. La Química y el Nerd tienen algo en común son aburridos y sin sentido del humor.
No se porque se molesta si solo estoy escuchando música a todo volumen. Además tengo una gran fascinación por Justin Bieber.

Él es mi Crush. ¿A quien no le gusta Justin Bieber?

Me quedo callada en todo el camino solo canto y escucho música. Por la cara de fastidio que tiene el Nerd si le hablo, mínimo me lanza por la ventanilla del auto. Quiero reír por la expresión de cansancio y molestia en su rostro. Se ve gracioso, su ceño fruncido lo hace ver como un pequeño niño malcriado.
¡Vamos! ¡No soy tan insoportable!.
Llegamos a un vecindario. Hay muchas casas enormes y hermosas. Me imagino que son de personas adineradas. Todas tienen dos o tres pisos de altura y un cercado hermoso. Parecen unas mansiones modernas. Algunas son en tonos claros y otros oscuros. Y ni hablar de los autos estacionados dentro; Lamborghini, McLaren y Jeeps últimos modelos. ¡Maldición! Toda esta gente tiene mucho dinero. El Nerd frena poco a poco y se detiene frente a una verja negra con un grabado en ella. Entorno los ojos detallando las letras, dice: Montgomery

¿Aquí vive el Nerd?.

Me sorprendo al instante, pero sigo observando el lugar en silencio. Un hombre de unos cuarenta años nos saluda y pasamos adelante. La verja eléctrica se cierra y quedo impresionada cuando veo el jardín.
Todo es césped verde y árboles de palma y pino, hay una fuente de agua enorme. Logro ver una piscina y ¡Wow!. No puedo creer que el Nerd viva en esta enorme mansión. Hay un estacionamiento y logro ver dos autos más: Un McLaren y otro Mercedes-Benz blanco, parecido al del Nerd.

¿Cómo es que tiene una casa así? ¿Tanto dinero tiene?.

El estaciona y baja del auto. Yo lo imito y también bajo del auto. Al ver la casa frente a mi quedo totalmente fascinada. Tiene tres pisos, el exterior es de tonos oscuros y amplios ventanales de vidrio. El Nerd coloca su morral en su hombro y camina alejándose de mi. Yo lo persigo y llego a su lado.

—¿Vives aquí?. —Le pregunto al llegar a su lado.

—Si. —Me responde cortante. Llegamos a la entrada y hay una puerta de vidrio que se abre automáticamente. Al entrar abro mis ojos y boca en sorpresa.

¡Madre mía! Es enorme.

Hay una hermosa lámpara en la sala. Es muy luminosa y elegante. El piso es de mármol blanco pulido, las paredes son de tonos entre grises y blancos. Muy moderna y amplia. Hay una enorme escalera de cristal y una enorme cocina blanca. Todo es impecable. Hay un enorme televisor plasma casi del mismo tamaño de la pared. Hay una chimenea muy moderna, ¿Una maldita chimenea? ¡Por dios!. Mi casa parece una pocilga en comparación con esta.

Unos sofás rojos decoran la sala junto a una mesa de cristal. Y también hay un enorme comedor con un montón de sillas de madera.

Maldita sea, estoy en un palacio.
Intento cerrar mi boca pero la impresión no me deja. No veo al Nerd por ningún lado. Observo a mi entorno echando un vistazo al lugar. Todo es tan fino y caro. Paso por la cocina y llego hasta una puerta francesa de vidrio con marcos blancos. Esta abierta. Sigo caminando y cuando salgo veo la enorme piscina azul.

No tengo un traje de baño, hubiera tomado el sol. Lo necesito.

Hay césped verde, sillas de playa blancas y sombrillas azules. Mas allá visualizo como una especie de mini bar.

Como me gustaría vivir aquí. En mi casa no hay piscina.
Me giro sobre mis talones y vuelvo a introducirme en la casa. Al llegar a la cocina hay una mujer de cabello oscuro con una aspiradora en la sala. Camino lentamente y ella me nota. Levanta la vista y detiene la aspiradora.

Me sonríe.

—Hola.

También le sonrío.

—Hola.

—¿Viniste con Stan?.

—Ah...si.

Es una mujer joven de menos de cuarenta años y ojos oscuros. Se ve muy amable. ¿Acaso será la madre del Nerd?.

—Lo perdí de vista y no se donde está. —me encojo de hombros. —No es muy sociable que digamos.

—Lo se. —ella concuerda. —Soy Mara. —me tiende su mano como saludo y yo le devuelvo el gesto.

—Un gusto. Nicolle.

Veo al Nerd bajar las escaleras. Se ha cambiado de ropa y tiene el cabello mojado. De seguro se estaba duchando.

—¿Por qué dejaste a tu invitada sola, Stan? Eso es de mala educación. —lo reprende Mara. El Nerd pone los ojos en blanco y se nos acerca.

—Haremos una tarea, Mara y no es para tanto solo me estaba duchando, ¿O querías que la llevara conmigo a la ducha?.

—Eso no estaría mal.

Yo tenso los labios para no reír. Mientras que el Nerd abre los ojos como platos y se sonroja incómodo. Luego fulmina a Mara con la mirada.

—No es gracioso.

Ella ríe.

—Los dejo solos. ¡Diviértanse, chicos!.

Creo que lo ha dicho con doble intención.

Mara me agrada.

—Vamos a mi habitación. —me pide y se gira para caminar por las escaleras mientras que yo lo sigo. Huele a jabón de limón y loción. Huele bien el muy idiota. Miro hacia abajo y solo tiene unas medias negras puestas, un jogging negro ancho y una sudadera manga larga gris muy ancha. Veo sus manos y tiene unas cadenas en las muñecas con unos dijes que no logro distinguir. Frunzo el ceño. Caminamos por un pasillo, luego cruzamos a la derecha y entra a una habitación con una puerta blanca, mientras que yo me quedo viendo el lugar desde el marco. Lo primero que veo es una cama grande con una colcha cubriéndola de color azul oscuro intenso y almohadas blancas con estampados de estrellas. Es una habitación pequeña. Hay un portátil en una mesita junto con una silla. Las paredes son grises y hay una hermosa lámpara blanca en el techo. Una pequeña biblioteca con un montón de libros. Un closet con un montón de ropa y lo que más llamó mi atención. Su zapatera. Hay una enorme pared llena de Converse de todos los colores y diseños.

¡Que mierda!.

—Quítate los zapatos, Morrison.
Escucho la orden del Nerd y parpadeo varias veces volviendo a la realidad. No se si escuche bien. Frunzo el ceño y lo miro a los ojos.

—¿Que?.

—Que te quites los zapatos, Morrison. No me gusta que nadie entre a mi habitación con zapatos.

¿No puede ser mas raro?.

Pongo los ojos en blanco y acato su orden: me quito mis putas zapatillas. Me quedo solo con mis medias blancas, sintiendo el frío del piso bajo mis pies. Doy unos pasos hasta entrar por completo.

Lo veo moverse de un lado a otro y carga un montón de libros y cuadernos y los deja sobre la cama. Observo cada uno de sus movimientos y en silencio. Dejo caer mi mochila violeta con estampado floral en el piso.

Lo más raro de todo, es que pensaba que su habitación estaría decorada con planetas y estrellas y esas cosas cursis y ridículas de Astronomía, pero no es así, es lo más básica posible. Él se sienta sobre su cama y yo lo imito. Agarra un libro y comienza a leerlo.

—¿No vas a ayudarme?.

Me pregunta sin apartar la mirada de su libro de Química. Lo observo por un momento. Se ve concentrado con su ceño fruncido mientras mueve sus labios leyendo en voz baja. Tiene los labios rojos y las cejas pobladas.

¡¿Por qué mierda estoy mirándolo?!
Aparto la vista de su rostro y tomo un libro al azar para empezar a leerlo.
Me aclaro la garganta.

—¿Y en que quieres que te ayude exactamente?.

—Busca cualquier experimento básico. Yo encontré unos pero son muy fáciles y no se, no estoy seguro.

—Bueno hagámoslos.—Le digo y cierro el libro. —¿Que hay que hacer?

Esta vez si le presto atención, mientras el ojea en su libro de Química.

—¿Que tan mal vas en Química?.

Su pregunta me toma de desprevenida.

—Bueno, llevo dos ceros, así que…si, voy muy mal.

Pienso en que me dirá bruta o se burlará de mi, pero hace todo lo contrario no dice absolutamente nada.

Estoy sorprendida, llevamos más de media hora sin insultarnos. Rompimos el record.

¿Debería pedirle que me ayude? No, aun no. No puedo pedirle eso.
Aclaro mi garganta volviendo a la realidad.

El se levanta de la cama.

—Ya vuelvo, buscaré los ingredientes del Experimento. —anuncia y yo solo asiento con mi cabeza. —Y no toques nada, Morrison. —dice antes de cerrar la puerta. Me dejo caer de espaldas en la cama mirando hacia el techo mientras sonrío.

Cierro mis ojos y aspiro la fragancia del lugar y para mi sorpresa, huele demasiado bien.

💜💜💜


Stanley

Bajo las escaleras y veo a Mara en la cocina. Dejo reposar mis antebrazos sobre la isla de la cocina y ella se gira para observarme al percatarse de mi presencia.

—¿Nicolle es la chica fea de la que me hablaste ese día, Stanley?.

Pongo los ojos en blanco y luego rasco mi nuca con incomodidad. Aquí vamos.

—No quiero hablar de ella, Mara.

—Déjame decirte que no es nada fea. — enfatiza, divertida.

—No empieces, Mara.

—Solo digo la verdad, Stan. Además, de seguro tu también crees que es muy linda.

—No es mi amiga. —replico de mal humor. —El profesor nos coloco como compañeros y solo por eso tengo que soportarla, pero no somos amigos. Y tampoco me parece linda.

Mara se ríe.

—Deberías invitarla más seguido. —sugiere la mujer frente a mi. Meneo la cabeza en desaprobación y desaparezco antes de que vaya hacerme más preguntas incómodas.

—Eso no va a pasar, Mara.

Llego a la habitación y veo a Nicolle recostada sobre mi cama. El olor de su perfume está impregnado en todo el lugar. Y lo peor de todo es que su aroma no me parece tan desagradable.

—¿Podríamos comenzar?.

Ella se levanta de la cama y nos sentamos en el piso juntos. Ella frente a mi. Empiezo a enseñarle como se hace el experimento y ella presta atención. Algo que es muy raro. Y está callada, eso es mucho más extraño.

Tengo dos vasos de vidrio uno grande y uno pequeño, aceite comestible, agua, un espejo redondo pequeño, alcohol, una cucharilla pequeña, miel, jabón lavaplatos azul y una linterna. Todo eso lo necesitamos para realizar el experimento.

Le explico paso a paso a Nicolle lo que tiene que hacer, pero ella hace un desastre en el piso y comienza a reír.

—¡Lo siento!. —se carcajea y yo suelto un suspiro, buscando paciencia.

—Eres insoportable. No haces nada bien.

—Hago muchas otras cosas bien, Einstein. —me dice con picardía y yo la ignoro.

—Presta atención y hazlo de nuevo.

Ella lo hace lentamente entre risas, hasta que por fin todos los colores y los ingredientes del experimento están colocados en el vaso de vidrio.

—Listo. —dice con entusiasmo. —¿Ahora que?

Me levanto, bajo su atenta mirada y apago la luz.

—¿Pero qué haces?.

—Espero que no le tengas miedo a la oscuridad, Morrison.

Cierro la ventana de mi habitación y quedamos en completa oscuridad.

—No le temo a la oscuridad, Einstein.
Encienda la lámpara que sostengo en mi mano y apunto directo a su cara, iluminándola.

Ella se cubre el rostro de inmediato.

—¡Deja de hacer eso, idiota!.

Esta vez sonrío. Claro, sin que ella lo note. Vuelvo a sentarme junto a ella y dirijo la luz de la linterna hacia el vaso grande donde están todos los colorantes uno encima del otro sin mezclarse.

—Mira. —le digo a Nicolle y señalo la pared que tenemos en frente de nosotros.

—Es…impresionante.

Observamos el arcoíris reflejarse en la pared con todos los colores. Como si fuera un verdadero arcoíris.

—Es muy fácil, pero debes practicar.

—¿Cómo es qué hicimos eso?.

—El espejo refleja todos los colores. —le explico. —Y así se forma un arcoíris. Es ciencia, Morrison.

—Fue divertido, pero sigo odiando la Química. —pongo los ojos en blanco. —Además he quedado toda llena de pintura.

—Porque eres un desastre. —añado. Ella ilumina mi cara con la linterna y cierro mis ojos porque la luz me ciega instantáneamente.

—Tú también estas lleno de pintura.

—¡Claro que no!.

Bajo la mirada hacia mi cuerpo, mi camiseta esta intacta, sin ninguna mancha.

—No tengo nada...

Pero antes de que pueda volver a levantar la mirada, siento sus manos en mi rostro. ¿Pero qué diablos?.

—¿Que haces?. —Aparto sus manos  de mi rostro con molestia. Ella se carcajea. Esta oscuro ya que ella apagó la linterna y no puedo ver nada. Ni siquiera se dónde está ella.

—¡Nicolle! Enciende la linterna. —exijo tocando mi mejilla llena de pintura.

—¿Le tienes miedo a la oscuridad, Einstein?.

—No. Enciéndela. ¡Ahora!. —le digo con enfado y me levanto a tientas. Camino lentamente para llegar al apagador en la pared, pero es difícil caminar en la oscuridad.

De pronto choco con mi cama y caigo boca abajo.

Pero no caigo precisamente en la cama.

Caigo encima de ella con mi rostro a centímetros del de ella, puedo sentir su aliento en mis labios y su fuerte respiración sobre mi boca. Ella ríe y yo trago saliva al estar entre sus piernas y cerca de sus labios.

—Buena posición, Einstein. —me susurra divertida haciendo que me tense al instante. Me parto como si fuera a contagiarme algo, y paso saliva con dificultad. 

Ella enciende de nuevo la linterna. Entonces la veo acostada en la cama riendo a carcajadas

—No es gracioso, Morrison.

Enciendo la luz de la habitación y ella permanece acostada sobre mi cama.

—Ya puedes irte. Ya hemos terminado, Morrison. —le digo molesto y ella se levanta de la cama. Para ella todo es un maldito juego y…la odio.

—¿Nos vemos mañana?.

—Por desgracia. —le digo hastiado haciéndola reír divertida. No se que es tan divertido para ella.

Recoge la mochila del suelo y sale de la habitación. No sin antes guiñarme un ojo con diversión.

—Hasta mañana, Einstein. 

Suelto un suspiro, porque no se en que momento estaba conteniendo la respiración.

¿Que mierda acaba de suceder?.

¿Por qué mi corazón se aceleró cuando estaba encima de ella?.

¿Por qué me sentí tan raro?.

Me dejo caer en la cama de espaldas y miro al techo. No me importa si estoy lleno de pintura o no. Trago saliva y cierro los ojos.

El perfume de ella se impregna en mi nariz. Ahora la odio por oler bien.
Mi habitación huele a ella. ¡Genial!.
Lo que me faltaba.

===========💜💜💜=========

¡Gracias por leerme!❤
Deja tu voto y tu comentario sobre esta historia.
¿Que les pareció el experimento?🔥
¡Muchísimas gracias!

Un beso malicioso de parte de Nicolle💋

Su autora

Patrixia Gómez 🔥

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro