¡Peligro!
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Capitulo 10

Nicolle

La última vez que vi una motocicleta, fue cuando mi padre aun vivía; hacen dos años. Mi padre tenía un taller mecánico y a mi me encantaba estar con él mientras lo veía arreglar todo tipo de autos y motocicletas. En ese entonces solo tenía dieciséis años, pero desde pequeña he tenido una fascinación por las motocicletas. Mi madre, por su parte, las odia y desde que mi padre murió me prohibió acercarme o siquiera montarme a una motocicleta, porque es peligroso según ella. Yo la comprendo, se que son peligrosas pero yo amo el peligro, amo la adrenalina. Se que me veo como una chica inocente y delicada, y lo soy. Pero también amo las motocicletas y me gusta ser ruda de vez en cuando.

Timothy tenía un hermoso auto convertible cuando lo conocí, pero hace un año se compró una motocicleta. Cuando lo vi llegar en su motocicleta negra casi me da un infarto. Se veía jodidamente sexy y rudo en ella. Recuerdo que se quito el casco y nuestras miradas se conectaron de inmediatamente. Llevaba tiempo observándolo y sabía que, disimuladamente, el también lo hacía. Se que muchas perdonas lo juzgan y dicen que es un mujeriego, pero ¿Quien no? Con ese cuerpo, esos ojos, esos labios y esa sonrisa, hasta yo con su físico también lo sería. Sin embargo, no quiero nada serio ni con él ni con nadie. Me gusta jugar, divertirme y follar sin ningún compromiso. Así soy yo, sin complicaciones.

Timothy se detiene frente a un local y se quita su casco, yo hago lo mismo.

—¿Que hacemos aquí?.

—Quiero hacerme un nuevo tatuaje.

Me bajo de la motocicleta y el también. Toma mi casco y lo deja sobre la moto.

—¿Y dónde quieres hacértelo?.

 El sonríe de lado.

—¿Tienes alguna sugerencia?.

Hago una mueca con la boca y me encojo de hombros.

—En la espalda, quizás.

—Y yo que quería hacérmelo en el pene. Tengo mucho espacio allí.

—Seguro te quedaría perfecto. —bromeo.

Camino hacia la puerta del local llamado Tatoo’s Benny entro al lugar con él detrás de mi. Siento su mirada recorrerme de pies a cabeza. Me detengo en seco y me giro para verlo.

—Deja de ver mi trasero.

 Mi pantalón se amolda mucho a mi trasero y me queda súper ajustado. No me molesta la idea de que vea mi trasero.

—Es imposible no hacerlo. —me dice con total sinceridad haciéndome sonreír. Muerdo mis labios.

Al entrar, Timothy saluda a un chico de cabello largo trenzado, con un montón de tatuajes en su cuerpo y aros en sus orejas.

—¡Viejo!, ¿Que hay?. —se saludan hacen mutuamente,  luego levanta la vista para verme. —¿Tu novia?. —le pregunto a Timothy y el le sonríe divertido.

—Sabes que no tengo novias, Benny —el idiota de Timothy me guiña un ojo. —Ella es Nicky, es una amiga.

—Hola. —Le respondo el saludo de manos.

—Mucho gusto guapa, soy Benny. —me sonríe y veo que tiene también un piercing en su lengua apenas y alcanzo a verlo. Sus brazos están totalmente tatuados al igual que su cuello. Se ve muy joven como de unos veintiún años. Es muy raro, la verdad.

—Tenías tiempo sin visitarme, Viejo. ¿Que quieres hacerte? Porque si estas aquí significa que quieres que uno nuevo, ¿No?.

—Si. Ya me hace falta una nueva decoración 

—¿Y tu también quieres un tatuaje, guapa?.

—Ahh...bueno, nunca me he hecho uno. ¿Duele?. —inquiero.

—Solo al principio, pero luego sentirás que te excitas a medida que la aguja se mete en tu piel. —me responde Tim.

—Ponte cómodo mientras preparo todo, Viejo. —le dice el tal Benny y Timothy se quita su chaqueta de cuero negra y luego la sudadera blanca que lleva por debajo.

Sus músculos se ven definidos y su pecho...su pecho está tonificado y duro al igual que su abdomen. Es tan jodidamente sexy.  

Inconscientemente muerdo mi labio inferior con perversión. Él esta de espaldas y tengo una maravillosa vista de su espalda frente a mi. El vaquero negro le queda tan ajustado que su trasero se ve voluptuoso y muy apretado. Se gira y yo dejo de morder mi labio. No quiero que piense que estoy babeando por el. Lame su piercing y me da una mirada traviesa. Se recuesta sobre una camilla negra de cuero, de espaldas con los brazos cruzados sosteniendo su cabeza. Veo a Benny preparar sus agujas mientras que Tim no aparta su vista de mi.

—¿Que?.

Me siento en una silla y me cruzo de piernas. Lo miro con una ceja levantada. Como si no me afectara que estuviera así sin nada. Quiero morder su pecho, acariciar su abdomen y meter mi mano dentro de su pantalón hasta tocarlo...pero debo controlar mis impulsos.

—¿Vas a hacerte un tatuaje?.

Me encojo de hombros.

—Quizás.

—¿Te da miedo?.

—No, para nada. —respondo con firmeza. La verdad es que sí, solo pensar en que esa aguja va a tocar mi cuerpo me altera, pero obvio no puedo demostrar mis debilidades delante de él. Además de que mi madre me mataría.

—Si te haces un tatuaje, dejaré que escojas mi dibujo y el lugar del mío. ¿Que dices? 

Suena demasiado tentador. Mojo mis labios porque de pronto los siento secos.

—¿Es enserio?.

—Totalmente.

—¿Lo que yo quiera?

—Lo que tú quieras.

—De acuerdo.  

 Sonrío y le doy una mirada desafiante, la cual él también me devuelve. Ahora, ¿Que mierda voy hacer?. No puedo echarme para atrás, no soy ninguna cobarde. Tengo que aprovechar esta situación. Lo tengo en la palma de mi mano, puedo hacer con el lo que yo quiera y esto es prueba de que voy a divertirme con esto.

—Bien. —interviene Benny. —Empecemos, Viejo. ¿Dónde lo quieres?. —Tim levanta un poco su cabeza para verlo y luego me señala.

—Pregúntaselo a ella.

—Primero, quiero que le cubras los ojos, no quiero que lo vea hasta que esté terminado. Segundo, le tatuarás la parte baja del abdomen. —Tim me mira y solo sonríe. —Y por ultimo... —me levanto de la silla mientras Timothy observa cada uno de mis movimientos. Rodeo la camilla y llego hasta Benny para susurrarle al oído. Le digo que tatuaje quiero que le haga y el asiente entre risas. Benny palmea el hombro de Tim divertido y le dice:

—Será único, Viejo. Solo espero que luego no te arrepientas.

Vuelvo a sentarme en la silla mientras que Tim se gira quedando boca arriba y desabrocha su vaquero. Lleva puesto un bóxer blanco y se nota que es ajustado. Y esa V en la parte baja de su abdomen me hipnotiza. Es excitante la manera en que su abdomen se contrae. Se baja un poco el bóxer y luego Benny le cubre los ojos con una cinta gruesa negra. Acerco un poco la silla a la camilla quedando muy cerca de Timothy. Tiene sus brazos por detrás de su cabeza. Lo observo detalladamente y trago grueso ante su majestuoso cuerpo atlético. Muerdo el interior de mi mejilla y observo a Benny concentrado en su trabajo, ni siquiera me ve o se hace el loco, pero me da igual. Así que aprovecho y paseo mi dedo índice por su pecho lenta y tortuosamente. Una sonrisa aparece en sus tentadores labios, pero no dice nada solo permanece en silencio. Ni siquiera se queja por la aguja que penetra la piel de su abdomen bajo. Miro cada movimiento de mi dedo por su pecho, siento como mi pulso se acelera y mi cuerpo se enciende por la falta de sexo. Timothy tiene su boca entre abierta y yo acaricio sus labios con mi pulgar, una caricia lenta, suave y exploratoria. Inesperadamente, él atrapa mi pulgar con su boca y lo chupa. No dejo de ver como sus labios me tientan a hacer locuras. Siento la humedad de su boca y tengo que tragar saliva porque siento que la garganta me arde. Es demasiado sexy, tenerlo débil y haciendo lo que yo quiera me excita descontroladamente. Mi parte débil comienza a palpitar, quiero tocarme; quiero tocarme con el así mientras chupa mi dedo una y otra vez. Como se sentirá su lengua en mi entrepierna. Solo imaginarme a Tim saboreando mi palpitante deseo hace que me moje más, solo con el pensamiento.

Él deja de chupar mi dedo, pero yo lo mantengo en sus labios. Se sienten suaves y están muy rojos y húmedos. Quiero besarlo, es lo que me provoca en estos instantes.

Aparto mi mano de sus labios tratando de controlarme. Me concentro en Benny haciendo su trabajo.

—Quedó listo. —anuncia Benny, media hora después. Me acerco a él y veo el tatuaje.

Sonrío.

Ha quedado perfecto.

Tenso mis labios para no reír. Mientras que Benny le quita la venda de los ojos a Tim. Esto será divertido. Él parpadea varias veces debido a que la luz lo ciega. Su cabello esta despeinado y unos cuantos mechones caen por su frente, pero el se lo echa hacia atrás. Se levanta de la camilla y camina hasta el espejo cuadrado de cuerpo completo que está pegado en la pared. Se para frente a él y Benny detrás de Tim.

—Y bien, ¿Que te parece, Viejo?.

Levanta las cejas y luego me mira. Yo me levanto y camino hasta ellos.

—¿Es enserio?. —me encojo de hombros mientras lo miro por el espejo.

—Te quedo lindo. —Le digo a través del espejo.

Timothy se gira para verme y sus ojos azules me miran divertidos.

—Muy graciosa, Nicolle.

—Es original y bonito. ¿No crees, Benny?. —El chico asiente mientras sonríe.

—Es ridículo. —Dice Timothy pero no parece molesto. Vuelve a mirar de nuevo su tatuaje. La palabra Pitufina en letras negras cursivas resaltan en su piel blanca.

—Hicimos un trato, ¿No?. Es para que me recuerdes, Lester. —bromeo y él se encoge de hombros.

—Pudo ser peor, ¿No?. Ahora es tu turno.

Me tenso, pero de igual forma tomo asiento en la camilla.

—¿Qué te gustaría, Guapa?.

No había pensado en eso. Pero al final decido tatuarme un infinito debajo de mi clavícula.   

—¡Aburrida!. —canturrea el pelinegro.

—¡Es mi primer tatuaje!. —me defiendo. —¿Querías que me tatuara tu pene?. —inquiero con una ceja levantada.

—Quedaría bonito en tu piel, no lo dudo.

Me quito mi camiseta manga larga y me quedo solo con un pequeño top blanco de tirantes para estar más cómoda. Tim no me quita la mirada sádica de encima y sonrío al ver como pasa saliva al ver mi cuerpo. Desvío la mirada de él y tomo una gran bocanada de aire cuando Benny se coloca a mi lado para tatuarme. Estoy nerviosa, lo admito. Timothy se cruza de brazos observando a Benny trabajar. Cuando las agujas hacen contacto con mi piel, tenso mis labios porque duele. Giro mi rostro y veo a Tim quien no aparta su mirada. Observo su cuerpo para entretenerme en algo que no sea la aguja perforando mi cuerpo. Duele horrible. No se como Benny tiene tantos tatuajes. Supongo que debe estar acostumbrado ya, al dolor que producen las agujas. Hago muecas cada vez que siento dolor. Minutos después ha terminado su trabajo. Giro mi rostro para ver mi nuevo tatuaje. Mi madre va a enloquecer cuando lo vea. Pero es muy pequeño no creo que lo note, ¿o si?. Bueno, da igual puedo hacer lo que quiera con mi cuerpo. Mi piel se ve roja pero quedó muy bonito.

—Pronto de desinflamara, pero puedes usar esto. —me da un pequeño frasco con un liquido cremoso. —para que se te alivie el dolor.

—Gracias, Benny. Ha quedado muy lindo.

Me observo en el espejo y mi pequeño tatuaje resalta en mi piel blanca. Mientras me observo en el espejo Timothy se coloca detrás de mi. Mi cuerpo se tensa, pero hago como si no me causara ningún efecto su cercanía. Siento su pecho rozar mi espalda y nos miramos mutuamente por el espejo. Me sonríe de lado con los labios entrecerrados. Tengo mi cuello al descubierto y no pierde el tiempo en dejar un beso allí, debajo de ni oreja.

—¿Te duele?. —me susurra al oído, erizándome la piel.

—Solo un poco.

Nos miramos a través del espejo.

—¿Algunas vez te han follado frente a un espejo, Nicky?.

—No.

Mi espalda roza su pecho. Puedo sentir su dureza detrás de mi mientras me abraza por la cintura.

—Pues en este momento me apetece hacerlo. No sabes cuanto, Pitufina.

—¿Y por qué no lo haces?.

Me sonríe de lado y de pronto me toma de la mano arrastrándome con el. Su acto me toma desprevenida pero lo sigo. Recorremos un pasillo hasta llegar a una habitación entramos allí y cierra la puerta detrás de él. Es un baño.

—¿Qué hacemos aquí?.

—Jugaremos. —Me responde divertido. Estoy frente, pero me gira con sus manos haciendo quedar de espaldas a él. Hay un enorme espejo cuadrado. Coloco mis manos en el lavamanos y nos miramos a través del espejo. Tengo el pulso acelerado.

—¿A que quieres jugar, Timothy?.

—A tocarte.

Paso saliva con fuerza sin dejar de mirarlo. Sus manos se aferran a mi cintura.

—Entonces tócame.

Y lo hace. Siento sus manos deslizarse por mi abdomen bajo por dentro de mi pantalón, hasta llegar a su destino: mi clítoris. Doy un respingo y se me corta la respiración al instante.

—Estas tan mojada. —me susurra al oído e inmediatamente cierro mis ojos dejándome llevar. —No cierres tus ojos, Nicolle.

Los abro obedientemente. Mi corazón está a punto de salirse de mi pecho mientras sus dedos acarician mi clítoris lentamente. Jadeo, bajo su atenta mirada. Muerde sus labios mientras su mirada se vuelve oscura, y sus pupilas se dilatan.

Gimo con más fuerza cuando siento sus dedos resbalándose dentro de mi. El placer que me genera hace que pierda el control. Empiezo a mover mis caderas frotándome contra sus dedos.

Pero necesito mucho más.

Mis piernas flaquean, débiles. Timothy me sostiene mientras el orgasmo llega y arrasa con todo. Nos vemos a través del espejo. Mi respiración es caótica. Me siento sudorosa, pero satisfecha. Saca sus dedos de mi parte intima y luego se los lleva a la boca bajo mi atenta mirada. Paso saliva con fuerza.

Me sonríe divertido y deja un beso sobre mi hombro sin dejar de mirarme.

—Eres una buena chica.

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