No iba a dejar que la persona que la ataco no recibiera ningún castigo. Tenía que encontrarlo.

Todo se sentía más pesado... más silencioso, podía oír a lo lejos como Tedros me estaba gritando, pero pronto deje de oírlo. Era como si el mundo se hubiera quedado en pausa.

Mientras más caminaba oía risas.

- ¿En serio fue tan fácil matarla?

- Te lo juro. No sabía que matar a una chica sería tan fácil - rio él... el que lanzo esa flecha.

¿Cómo podían reírse...?

Mi enojo era ya incontrolable y no paraba de llorar. La venganza nunca me pareció algo razonable, pero estaba determinada, a acabar con sus vidas.

- Mira que tenemos aquí - bromeo uno

- A Aric le gustará mucho tener la cabeza de una princesita, lo malo es que no estará junto a la de su amiga.

En eso me acerqué a uno y le lancé un rayo, dejándolo en el suelo.

- Te arrepentirás, princesita.

En el forcejeo entre las dagas y los ataques en un momento logré desalmar a uno.

A veces los mejores dolores, era los de la mente.

De alguna manera, lance un hechizo en el cual pude ver sus mayores miedos, sus temores y los proyecte. Uno de ellos empezó a gritar de dolor, su mente se veía poco a poco destruida y para él, estaba viviendo sus mayores temores. En un punto grito tanto, que se quedó sin voz.

El otro se retorcía de dolor, lo bueno es que en la sección prohibida había un hechizo muy similar a la maldición cruciatus.

Lo tomé desprevenido y empecé a acuchillarlo, todas las veces que pude, no me fijaba el lugar o si seguía gritando, solo lo hacía y me causaba en algún punto, ¿una alegría?

Empezó a botar sangre su boca y luego se quedó inmóvil, ya había muerto.

.........

ׂׂૢ༘

Violet.

Necesitaba encontrarla, necesita saber si estaba bien.

Aún había asesinos sueltos y no podía dejar que le sucediera lo mismo que a Alex...

No la volvería a perder.

Luego, oí gritos, fui corriendo, esto no suponía nada bueno...

Cuando llegue me quede paralizado. Violet estaba al medio de dos secuaces de Aric, ambos cubiertos de sangre, ella tenía su daga en mano y estaba cubierta de sangre.

- ¿Violet? - pregunte a lo que volteo asustada y mirando sus manos ensangrentadas, soltó la daga y se sentó en el suelo llorando.

- Yo hice esto... - tartamudeo

- Vi...

- Ellos lo merecían... está bien - susurro para sus adentros

Vi su mirada asustada mientras la ayudaba a levantarse.

- Vamos con los demás, necesitamos estar los cuatro juntos.

◌₊˚⋆

Hice lo mismo... los asesiné... era como ellos...

No. En lo absoluto.

Ellos merecían morir, debían de hacerlo. Era eso. Merecían morir.

Caminamos hasta que nos encontramos con Agatha que ayudaba a pararse a Jackson, quien estaba desconsolado con una mirada vacía.

- Violet - susurro Agatha al verme cubierta de sangre, solo era la capa y unas pequeñas manchas en el vestido, con un hechizo me limpie o bueno, lo intente

Antes de que pudiera responder sentimos que los árboles se movían. La Torre del Director se estrelló contra el suelo, destrozando el suelo, dejando a Jackson y Agatha en un lado. En eso encontramos a Sophie que había huido por el fuerte ruido.

- Genial - contesto ella.

De un momento para otro, pudimos ver como Evelyn Sader sostenía el libro de cuentos de las tres...

- Ahora comienza la verdadera Prueba, el verdadero juicio - comento la Decana

- ¡Tú! - grité furiosa

Intente de acercarme a ella, pero Tedros me agarro de la cintura y me detuvo.

- Lamento lo de su amiga, fue una gran chica y una mejor espía. Una gran marioneta en mi opinión.

- ¿Cómo puede decir eso? - se enfureció Jackson

- No se preocupen por esos niños que cuidaba, casi todos eran hombres, no valían la pena. Lo bueno es que ahora ellos pueden estar con ella.

- Eres un monstruo - comento Jackson perplejo yendo a atacarla a lo que Evelyn lo detuvo lanzándole un hechizo.

Con su uña, la Decana abrió la cubierta del lomo del libro. El Cuentista quedo libre.

Pronto dibujo a una bruja, una muy conocida. Era igual a la bruja que se convirtió Sophie el año pasado y debajo de este dibujo había una inscripción: "La vida había estado escondida todo este tiempo"

- Ven, no soy yo - se excusó Sophie - Mírenme, no soy esa bruja.

Nadie dijo nada.

- Vi, tú me crees, ¿no?

No pude contestar nada. No podía decir nada. Eran muchas cosas que procesar...

Sophie miró a Tedros.

- Fui un buen amigo, ¿no es cierto?

- ¿Un buen amigo? Un amigo no miente. El Director siempre buscó a alguien tan mala como él... ahora veo porque te eligió. Siempre serás mala.

- ¡No soy mala! Por favor, Aggie

- Nos estuviste mintiendo todo este tiempo, Sophie. Nuestros amigos murieron. Esta pelea ya habría terminado si no fuera por tu hechizo.

- ¡Intento de ser buena! ¡Por favor! ¡El Director se equivocó!

Sophie vino corriendo hacia nosotros, pero se detuvo en seco al ver qué verrugas aparecían por todo su cuerpo.

- N-no soy yo - tartamudeo - Es la Decana.

- Yo nunca hice nada, Sophie - añadió esta - No tenga tal clase de magia

- Lamento todo lo que hice ¡Pero yo no soy esto! - lloriqueo la rubia

- Sophie... necesitas volver a casa, no podemos permitir que hagas daño a nuestros amigos si te conviertes, lo lamento...

- No, espera.

Tedros me miro perplejo.

- Violet - susurro

- ¡NO! ¡Tienen que creerme!

Yo no dije nada, solo miré a Tedros quien limpiaba mis lágrimas.

- ¡NO!

Le di una última mirada a Sophie, volvía a aparecer su calva verrugosa, su rostro estaba a punto de convertirse en bruja mala...

- Violet, ahora - indico Tedros

- ¡Violet, no quiero sé cómo ella! ¡No quiero terminar como mi madre! ¡Por favor!

- Lo siento, Sophie - fue lo único que pude pronunciar

Por una cosa que ella hizo, todo esto sucedió... no podía seguir creyendo en alguien que mentía, estaba confundida, pero supe que esto empezó porque no tome la decisión correcta cuando tenia que hacerlo, no volvería a cometer el mismo error.

- No...

- Estaremos juntos, siempre - prometió Tedros

- Siempre

Tedros me tomo del mentón y me beso. Era como si un brillo cegador me iluminara. Todo alrededor se detuvo, solo no quería separar mis labios de los suyos...

Después del cálido beso, abrace a Tedros, había encontrado mi "Felices para Siempre".

Se sintió como un alivio, ante todo lo que paso, pero como una esperanza.

Ambos miramos la parte final de cuento, por fin todo esto se acabaría.

FI...

Evelyn Sader tenía puesto el dedo debajo de la pluma, su dedo sangraba.

Miramos a Sophie, la cual volvió a ser la misma de siempre.

- Algunos pueden juzgar que una Decana encante los síntomas de una bruja a su alumna. Pero, adoro los finales felices. Sin embargo, esta historia no llega a su «fin», ¿no es cierto?

- Entregue la pluma - advirtió Jackson

Los cuatro íntimos de avanzar, pero la Decana hizo un hechizo atrapándonos a todos a los árboles de alrededor.

- ¿Qué carajo está-?

Una enredadera tapó la boca de Jackson al igual que la de Tedros.

- Creyeron que el deseo que escuche fue el de ustedes dos, ¿cierto?

- Espere, ¿qué? - farfullo Sophie

- Tú también deseaste algo querida.

Sophie se quedó en silencio.

- ¿Mi madre? Es imposible traerla de vuelta

- Pero este es tu cuento querido, los sueños se hacen realidad, los deseos se hacen verdad.

- ¡Sophie, ella te está usando! - intenté de advertirle

- ¡Sophie, no!

- ¿Qué debo de hacer? - pregunto Sophie ignorándonos

- Solo sé fiel a tu deseo. Tienes que estar dispuesta a pagar cualquier precio

- ¿Cualquiera?

- Ellas te traicionaron, besaron a sus príncipes. Y ya no tienes a nadie, Sophie. No tienes casa, no tienes amigas, no tienes familia. ¿Acaso no es suficiente pagar cualquier precio para ver a la persona que te ama?

- ¿Es en serio?

- Por supuesto, querida. - contesto la Decana

Intente invocar una daga, la mía la había tirado...

- ¿Qué tengo que hacer?

- Solo di tu deseo en voz alta.

- Hare cualquier cosa por volver a ver a mi madre

- ¡Sophie! ¡No! - gritamos ambas

Pronto una espuma azul se empezó a transformar en un fantasma...

- ¿Madre eres tú?

- Bésame, Sophie. Es el único precio que pido - dijo su madre

Mientras más gritábamos, menos escuchábamos su conversación. Sophie nos estaba ignorando, no importa cuánto nos esforzáramos.

- ¡SOPHIE! ¡NO!

En eso, Sophie beso a su madre, pero el fantasma empezaba a arrugarse, se convirtió en un cadáver sin vida. Incluso así, no paraba de besarlo, hasta que lo aparto porque este se convirtió en Rafal...

No... Él no podía regresar.

Empecé a temblar de miedo, no. No él.

Tedros me miro, se notaba miedo en su mirada, aun así, intento calmarme sujetando mi mano.

- Tú... hiciste todo esto...

- Por ti - musito el Director, tocando la mejilla de Sophie - Ya te lo dije. Serás mía.

- ¡No lo quieres, Sophie! - grito Agatha - ¡Todavía no es el final!

Sophie nos miró mientras lloraba, parecía por un momento dudar cuando el Director la acerco más y ella no se resistió.

- ¿Y yo? - inquirió la Decana - Hice todo lo que me pediste, Maestro.

- Por supuesto. - La Decana sonrió de orgullo cuando miro los ojos de Rafal y se paralizó - Y ahora, ese propósito está cumplido.

Evelyn Sader se volvió más pálida. Cayó al suelo y se transformó en miles de mariposas rojas muertas.

Evelyn murió y ahora nadie detenía a la pluma para escribir el final.

- Uno... - dijo sonriente el Director

Ambas escuelas se volvieron negras y putrefactas, ya obtuvo al Cuentista, perdimos...

- Dos...

Todo el cielo se volvió gris y las plantas empezaron a morir.

- Tres.

Inmediatamente me di cuenta de que empezaba a brillar, junto a Agatha.

- ¡Espera! - farfullaron ambos príncipes detrás de su mordaza

Los cuatro caímos al suelo, Jackson se acercó a nosotras viendo si estábamos bien, aunque él estaba muy herido... algo le hizo Rafal

Pronto sus manos se llenaron de sangre al tocar su estómago... lo apuñalo.

- ¡No! - grito Agatha acunando a Jackson

Intente de sanarlo con ayuda de Agatha. Tedros intentaba de luchar con Rafal, sin embargo, este le hacía muchas heridas.

- ¡Sophie! ¡Detén esto!

- Él me eligió a mí, Violet - dijo con voz suave

- Creo que le debemos un favor a tu querida amiga. - contesto el Director riéndose

Lo miré atónita, no sabía a qué haría.

En eso, él levanto la espada de Tedros. No...

Tedros tembló en el suelo, donde había quedado en la breve "batalla" entre ambos.

- Muy adecuado y poético - musito el Director, examinando a Excalibur - Morir por la espada de tu padre.

Levanto la espada.

Tedros no se podía mover, tenía demasiadas heridas y Rafal le lanzo un hechizo para que este no se moviera.

- No - tartamudeé

En el momento que la espada corto la camisa de Tedros. Fui corriendo a agarrar su mano y la espada cortó el aire. Justo antes de eso, Sophie me lanzo un hechizo haciéndome un corte profundo en el estómago.

Jackson se disipó en el aire, al igual que Agatha, que sostenía a este entre sus brazos.

Mire a Tedros, ambos desaparecimos en el aire. Por una última vez, vi a los ojos a Sophie, nadie dijo nada por la otra, ninguna tuvo un mínimo sentimiento por la otra.

Se habían concedido nuestros deseos. Sophie con alguien que parecía amarla y Agatha y yo con nuestros príncipes.

Nuestros deseos se hicieron realidad... pero ¿a qué costo?

⋆ ˚｡⋆୨♡୧⋆ ˚｡⋆

Holi, ¿Cómo están?

Llegamos al final del segundo libro :D

Espero que les haya gustado la continuación de este bonita historia <33

No se si muy pronto actualice con el tercer libro ya que cambiare MUCHAS cosas y también últimamente he estado un poco ocupada. Sin embargo, esta historia aun no termina...

Les quiero agradecer todo su apoyo y por seguir leyendo Purple Heart

No se olviden de comentar, votar y tomar agua <333