𝔱𝔴𝔢𝔫𝔱𝔶 𝔣𝔦𝔳𝔢 𝔠𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯
Llegamos a la torre y vimos a Rafal, con los ojos rojos y sus venas ardiendo en ácido.
— ¡Aléjate de ella! - grito Agatha, a lo que Sophie vino hasta nosotras.
— ¡Aggie, Vivi! ¡Están vivas! ¡Perdónenme! - suplico Sophie a lo que asentimos y la abrazamos.
— Esperaba más de unas lectoras, sobre todo de ti Violet, ahora que lo veo, me pareces muy familiar. En fin, ustedes deben de saber lo que les pasa a los que combaten el amor.
— ¿Amor? Cualquier cosa que ha sido aquello, no era amor - comente
— ¿Sabes por qué el Bien siempre gana?, porque peleamos uno por el otro y nos cuidamos entre todos. Y eso es amor verdadero. El mal solo pelea por sí mismo - explico Aggie - Y eso es lo más lejos que hay del amor.
— Qué hermosas palabras, pero ya no tienen ningún peso. Ahora, por favor, aléjense de mí prometida.
— Jamás será tuya monstruo - comenté
— Mientras nosotras estemos vivas - añadió Agatha
— Oh. Como quieras
Ante eso la pluma vino hacia nosotras, estaba a punto de matarnos, pero Sophie se puso adelante.
— ¡No! ¡Muévanse!
El Cuentista había atravesado su corazón, a lo que corrimos hacia ella intentando de detenerla la herida. Rafal solo un grito de desesperación. Todo volvió a la "normalidad" pero ahora Sophie iba a morir...
Intente de hacer hechizos de curación, incluso los más difíciles que ni siquiera practique, pero nada funcionada.
— Vamos, funciona - dije con desesperación, Sophie no podía morir, no podía.
Mire hacia un lado y ahí estaba Tedros, estaba yendo hacia Rafal, pero este lo ataco y termino volando, golpeándose fuertemente.
Quise ir a ayudarlo, pero ahora tenía que ver como estaba Sophie.
— ¿De verdad pensaste que iba a ser tan fácil? ¿En mi escuela? En manos de tu padre, esa espada pudo haberme vencido, aunque no en las manos que su insignificante hijo. A duras penas es un cuchillo para mantequilla.
Al terminar, Rafal lo lanzo hacia la puerta, a punto de matarlo, pero me levante para ayudarlo.
— ¿Crees que este cuento trata de tu amor verdadero? No, se trata del mío.
— Rafal se acercaba cada vez más a Tedros, mientras que Sophie intentaba de pasarme a Excalibur - Y el poder que me dio el beso del mal para matar al futuro rey del bien.
— O es el cuento de las chicas que te detuvieron - añadió Aggie a lo que con ayuda de Sophie me lanzaron la espada.
Con Excalibur en mano, logre herirlo de gravedad haciendo que se desangre y vuelva de poco a poco a volverse más viejo.
— ¿Piensan realmente que eso me detendrá? - dijo sarcásticamente Rafal me a las justas podía respirar.
Luego miro arriba y palideció, vimos a un espíritu, de cabello níveo, mejillas blancas y cálidos ojos azules.
— Eres un espíritu, hermano - frunció el entrecejo - No tienes poder si no tienes cuerpo
— Sin embargo... — Resonó una voz, era el profesor Sader, ¿cómo había llegado aquí y cómo lo haría?, supuestamente era un vidente y si tomaban su cuerpo mucho tiempo, moriría...
En ese momento el espíritu del hermano del director y Sader se estrellaron.
Lentamente, Sader se convirtió en un pájaro y fue directo hacia Rafal, haciendo que retroceda, pero no logro escapar por su herida y desapareció, había muerto.
Aunque todo eso allá ha sido muy raro, tenía que ver como esta Sophie.
— Perdónenme por todo, sobre todo tu Vi, te hice mucho daño
— Shh, tranquila. Está bien - suspiré intentando de ayudarla y detener el sangrado, pero no paraba
— Ahora estás a salvo
— No quiero... ser... mala - jadeo Sophie entre sollozos
— No eres mala, Sophie - susurro Agatha - Eres humana
Sophie sonrió lentamente.
— Siempre y cuando las tenga
— Siempre nos tendremos - añadí mientras mis lágrimas pasaban por mis mejillas
— ¿Lo... lo prometen?
— Te lo prometemos - suspiras ambas a la vez
— Las amo, Vi, Aggie. Siempre serán mis mejores amigas...
Sus ojos parpadearon con el último aliento.
— No, todavía no - me alarmé mientras lloraba
— ¡Sophie! ¡Sophie, por favor! - Agatha sollozó
— También te amamos, Soph...
Luego de decir eso, le di un pequeño beso, y luego Aggie.
Pronto la sangre empezó a desaparecer, se oían los latidos de su corazón y sus labios recuperaron su color.
— ¿Sophie? - murmuré
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Sophie nos miró a ambas, había vuelto a la vida o seguía viva. Ambas la abrazamos.
— Disculpa, te estamos haciendo daño - suspiré mientras me alejaba un poco
— No vuelvas a darnos esos sus Soph - bromeo Aggie
— Vámonos a casa
— Sí, vámonos a casa
Sophie descanso un poco. Mientras el Cuentista escribía, todos estaban a salvo, el Bien había ganado. (También habían llegado los demás a ver como estábamos, que habían vuelto a como estaban antes)
Cuando se sintió mejor nos paramos y vimos qué había en balcón que estaba cerca (del cual recién de mi cuenta que estaba y eso que había venido dos veces) estaba un portal, en donde se podía ver Gavaldon, regresaríamos a casa. Pues nuestro beso, nos había liberado.
En ese momento las tres íbamos a cruzar el portal, pero antes nos despedimos.
— Veré la forma de visitarte, aunque sea una vez al mes y mandarte cartas diariamente - suspiro Jackson, sabía que Agatha no se podía quedar - Cuídate, por favor.
— Y tú también - añadió Aggie a lo que lo beso.
Todos nos quedamos sorprendidos, pero felices, incluso Jackson no reaccionó de inmediato, pero luego siguió con el beso, aunque parecía un tomate.
— Por favor cuídense - comento Alex mientras nos abrazaba - sabía que este momento llegaría, pero no está lista
— No se olviden de escribirnos, tuvimos que soportarlas todo este tiempo - bromeo Mich
— Por supuesto - respondí
Cuando llegué junto a Tedros, solo pude abrazarlo, lo necesitábamos.
Al final llegamos al portal, pero Soph y Aggie me dijeron algo.
— Vi, si quieres quedarte con Tedros, yo te entiendo - comento Sophie
— Podríamos cuidar a tu mamá, sería un completo honor, incluso podrías venir a visitarla, creo que será más que tú vengas a lo contraria. Además, ella lo entendería.
— Ya está es tu vida, ya no lo es Gavaldon, quédate aquí, Vi.
— Gracias chicas - suspire abrazándolas para luego ir junto a Tedros y besarlo.
Fue sencillo, calmado pero duradero. Mi corazón se aceleró, sentía que en cualquier momento me iba a desmayar. Cuando nos separamos ambos sonreímos y él me alzo para darme vuelto a lo que reí divertida.
Sentí ahora me sentía en casa y podría ver a mis amigas. Estaría con mi amor verdadero, todo era perfecto.
Al final se cumplen los cuentos de hadas y los deseos...
Solamente, en los sueños.
No importa cuantas veces allá imaginado esto, sé que nunca sucederá y sé que no sucedió, por más que me duela. Lo único que me a veces me hace sentir mejor es pensar en lo que pudo haber sido...
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La realidad fue un poco diferente...
Sophie toco mi rostro y el Aggie a lo que sonreímos.
— ¿Quién necesita príncipes en nuestro cuento de hadas?
Los profesores ya habían revisado si los alumnos se encontraban bien y nuestros amigos llegaron hacia donde estábamos.
Poco tiempo después las tres nos empezamos a sentir raras y vimos que estábamos resplandeciendo, como si estuviéramos transportándonos o convirtiéndonos en espíritus.
Poco a poco nuestros cuerpos se volvieron traslúcidos. Nos miramos una a la otra confundidas, no sabíamos qué pasaba, oímos algo que no pudimos escuchar del todo.
De pronto vimos en un destello a Gavaldon.
— Unas princesas y una bruja...
— Amigas... — dijo Aggie emocionada a lo que asentí
Miré a Tedros, no podía detener lo que estaba sucediendo, sería la última vez que lo vería...
Con un grito, Tedros intento de alcanzarme.
— ¡Espera!
Una luz resbaló entre sus dedos.
Ya habíamos partido...
೫
No puedo creer que este sea el último capítulo de este fic.
Realmente gracias por todo su apoyo.
Igualmente estaré subiendo algunos extras y en mi cuenta subiré la historia de Jackson y Agatha :D
No se olviden de comentar, poner la estrellita y tomar agua <3
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