𝔱𝔴𝔢𝔫𝔱𝔶 𝔠𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯
Me desperte, era de noche, una noche estrellada.
Estaba en el bosque, a lo lejos podía ver mi casa. Todo parecía un sueño, más aún al ver quien está junto a mí. Era un joven de cabello azabache con su chaqueta azul preferida, conocía muy bien a aquel joven.
— ¿Es un sueño? - pregunté aturdida
— Lo es, porque estoy aquí y siempre aparezco en tus sueños, ¿no es verdad? - dijo de forma "coqueta"
— ¿No sería una pesadilla? - bromeé
— Sabes que no - siguió con el juego
Por un momento todo me pareció irreal, hasta que caí en cuenta otra vez de lo acababa de pasar.
— ¿Has visto a Agatha? ¿Y a Sophie? - pregunté preocupada
— No, pero-
— La Decana, lo planea revivir, no vamos a poder esta vez, y ella está siempre adelante, justo tenía que continuar esta historia - hable de forma rápida, caminando de un lado a otro - ¿por qué tenía que haber más problemas?, claro, de eso se sostiene una historia, pero ¿no fue suficiente? Era esto lo que faltaba, tenemos que buscar la forma de volver, todos están en peligro y-
— Espera - me interrumpió Tedros, intentando de tranquilizándome - Vamos a poder solucionar lo que sea que esté pasando, solo intenta de calmarte, ¿ok?, no vamos a resolver nada si no nos calmamos.
Solo lo miré a los ojos, a veces era suficiente para que deje mis preocupaciones...
— Sabes, he querido hacer una pregunta desde hace tiempo - se sentó Tedros en el césped, haciendo una seña para que me siente junto a él, a lo que accedí. — Desde que nos conocimos siempre intente que salieras conmigo o llamar tu atención, aunque siempre mantenías distancia y un gran "no", pero, en algún momento, te enamoraste de mí... ¿Por qué cambiaste de opinión?... quisiera saber que viste en mí.
Me eché en el pasto y miré las estrellas, me perdí en ellas mientras buscaba las palabras y los recuerdos...
— Creo que fueron esos pequeños momentos... — susurré cuando él volteó a verme - Pero fue la vez que estuvimos en paseando por los campos cuando supe que me gustas... Fue la manera en la que te preocupaste por los detalles, por lo que me gusta, por interesarte y cuidar de cierta forma de mí... eso fue lo que me gusto y llamo mi atención, tu persistencia, pero sin ser hostigador - añadí - Nadie se había preocupado de esa forma por mí...
— Y no me arrepiento de eso, al final si funciono mi esfuerzo - rio - Además, yo tengo un encanto natural
— Sí que lo tienes - bromee
— Pero aun así no logre que me elegirás.
Volvimos a vernos, ahora su mirada se oscureció. Todo el bosque se cubrió de llamas y sonaba el tic tac del reloj.
— ¿Tedros? - pregunté asustada
De pronto escuché gritos de dolor, eran desde mi casa... mi madre... Toda mi casa se estaba incendiando.
No, solo era sueño, solo era eso.
Volví a mirar a Tedros asustada, pero estaba cubierto de sangre.
— No... No, no - tartamudeé asustada mientras golpeaba mi cabeza con desesperación - esto es solo un sueño
— No debiste haberte entrometido - dijo una voz conocida - Este será tu futuro, querida.
Rafal.
Sentí como si me cayera a un pozo sin fondo, como a la madriguera de un conejo. En un momento, sentí como si cayera en un sillón. Todo se veía borroso...
— ¿Qué te parece si hoy leemos Alicia en el país de las maravillas? - pregunto una voz familia, la voz de mi madre.
— Si - conteste emocionada
Era solo un recuerdo.
— Mamá... ¿Si el conejo viajara a través del tiempo, entonces podría haber salvado a papá?
Esto debió de haber pasado semanas después de la muerte de mi padre, mi madre evito contarme la verdad hasta que me entere por los rumores que circulaban.
— Si, cariño - suspiro mientras tocaba algo de su mano, era un reloj de bolsillo con una escritura en su interior.
No recordaba que mi padre le haya dado ningún regalo a mi madre, eso era extraño. Al final, ella guardó el reloj de bolsillo en un cofre con un seguro. Siempre me dijo que tendría la llave cuando sea el momento indicado.
Después toda la escena se evaporó y sentí como si mi cama me succionara y cayera al vacío...
Abrí los ojos de inmediato con un fuerte dolor de cabeza. Parecía estar en un bosque o algo así. Miré a mi alrededor, solo pude ver a Kiko y Agatha.
— Parece que ella también despertó - susurro Kiko
— Mira Kiko, ya te lo dije, tenemos que hablar con la profesora Dovey y Lady Lesso antes de la Prueba. ¡La Decana es peligrosa! - dijo Agatha desesperada
— Agatha... la Prueba comenzó hace dos horas
— ¿Qué? - dijimos las dos a la vez
El pánico me inundaba. Teníamos que entrar de alguna forma.
Estaba usando el uniforme propuesto para la Prueba de Cuento, una capucha azul con mariposas azules bordadas, y en un bolsillo interior estaba la bandera de seda blanca.
Había un gran tablero de madera que nombraron a las participantes:
LA GRAN PRUEBA: CHICAS
Sophie
Hester
Dot
Beatrix
Anadil
Michelle
Alexandra
Millicent
Yara
— Ellas ya entraron. — señalo Kiko - La Decana dijo que Sophie fue la primera en entrar, aunque nadie la vio.
— ¿Cuándo regreso y-?
Empezaron unas fuertes ovaciones hacia nosotras.
— ¡VIOLET! ¡AGATHA! ¡VIOLET! ¡AGATHA!
No me había dado cuenta de la multitud alrededor, un montón de chicas estaban en los balcones azules y algunas con sus pijamas al costado nuestro, todas gritaban en apoyo a las chicas.
Nosotras nos paramos y nos fuimos a una esquina para evitar el fuerte ruido.
— Evelyn, un movimiento en falso y atacaremos - susurro el profesor Mainley
— Por supuesto - contesto la Decana
Ambas nos miramos y corrimos hacia las paredes exteriores del bosque, no teníamos más tiempo que perder. En el camino nos encontramos con el cartel de los chicos, en lo alto había un nombre que nos asustó...
FILIP
Si Sophie seguía siendo Filip, entonces por el momento todo estaba bien... necesitábamos encontrarla antes que se transforme. Nos convertimos en palomas y entramos al bosque, unas luces se iluminaron en el cielo, indicando que entramos a la Prueba o más bien, a la cacería.
ׂׂૢ༘
Era todo tan silencioso y Filip, realmente era lento.
— Apúrate, Filip - le dije frunciendo el ceño - Casi logras nos maten.
Antes había aparecido un estínfalos, pero ambos pudimos decapitarlo.
— No es mi culpa que el pájaro haya enloquecido - insistió Filip nervioso, y como no culparlo, esta situación debió de ser nueva para él - ¿No podemos escondernos bajo el Puente del Arroyo Azul hasta el amanecer? - pregunto el rubio - O buscar a Jackson
— Él buscará a Violet y Agatha. Y tenemos que encargarnos de Sophie. - Sentencie notando aún más el nerviosismo de Filip
De repente, una ráfaga de fuegos artificiales rojos y blancos detonaron en el cielo.
— ¿Qué sucedió? - murmuro Filip
— Una de las trampas de los profesores - respondí para mirar el cartel en lo alto.
Los nombres de Vex, Ravan y Mona se apagaron.
— No murió ninguno, ¿verdad?
— Los fuegos artificiales son diferentes si alguien muere - negué - Vámonos
Note que Filip se quedó tenso y no se movió.
— ¿Filip?
— Volviste asesinos a los príncipes... ofreces un tesoro por la cabeza de tres chicas, de las cuales dos estaban enamoradas de ti y una no te hizo nada - susurro con decepción - Tú no eres así, Tedros. No importa lo que creas que paso... tú no eres un villano.
— Tú no me conoces - dije en voz baja
— ¿Y si todo fue un error?
Por un momento lo pensé, todo lo hice por algo en vano, pero no me arrepentía. Mire hacia las torres de la Escuela del Bien cuando note algo conocido.
— Vámonos - se apresuró a decir Filip, pero ya era muy tarde.
Antes estaban ahí colecciones de setos dedicados a mi padre, lo veneraban... y en este momento, rendían tributo a ella, a quien me abandono...
— Tedros, sea lo que sea, no vale la pena mirar - insistió Filip
Necesitaba ver lo que había ahí, convertir una hoja en binoculares para ver mejor.
Miré todas las escenas hasta que vi la última... una escena, en donde intentaba de ahogarme cuando era pequeño, con un odio inexorable. Mostraba a una madre que había que su único hijo muriera. Esa era mi madre...
— Vámonos - sentencié, no necesitaba ver eso más. Lo único que necesitaba era matar a Sophie, matar a esa chica.
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Conocíamos muy bien a Sophie, de eso se trata una buena amistad. Estaría debajo del Puente del Arroyo Azul.
— ¿Dónde está Sophie? - pregunto una voz en las sombras, era Hester
— No la encontramos, pensamos que estaría aquí. — indique
— No tenemos mucho tiempo, necesitamos encontrar a Sophie, la poción de Yuba se va a acabar en cualquier momento.
Les contamos lo que descubrimos de la Decana.
— ¿¡QUÉ?! - grito Mich a lo que se calló rápidamente - Ya fuimos, yo no puedo más. Me mato o me matan los príncipes, pero no voy a soportar otra guerra.
— Vas a alertar a alguien - le advirtió Hester
— Es cierto, pero la Decana estaba buscando que ella se fuera, debe ser por algo...
En eso escuchamos unas voces desde lo lejos. Eran Millicent y Beatrix.
— ¿Dónde está el Cuentista? - exclame callando a ambas chicas
— Por si no te diste cuenta, estamos del mismo equipo - replico Beatrix zafándose de mi agarre— Además, no tengo idea de que hablas
— La capa de piel de víbora debajo de tu cama y el uniforme de varón, estuviste en el castillo de los chicos - indico Aggie
— Lo único que hay debajo de mi cama son mis viejos vestidos y extensiones de pelo que realmente extraño.
— La Decana te envió.
— La Decana apenas sabe que existo, quede en primer puesto y no me dijo nada después de todo mi esfuerzo. - contesto Beatrix, estaba diciendo la verdad... - Vamos, Millie. Tenemos que cazar chicos.
— Hester, entonces sí...
Hester estaba paralizada, con miedo, al igual que las demás. Volteé y vi a Aric con dos príncipes más. Cada príncipe amenazaba a Beatrix y Millicent con un hacha, muy cerca de su cuello.
— Deja que se rindan, Aric - lo amenacé, pero otro príncipe me amenazo.
— Lástima que no sea alumnos para obedecer sus estúpidas reglas, además, así no será divertido.
— No te han hecho nada - exclamo Agatha furiosa intentando de detenerlo
— Mi madre solía decir que los villanos tienen un archienemigo, justo el mío está en tu escuela. Quizá un poco de matanza lo atraiga hacia mí
— ¿Tu archienemigo? ¿Por eso estás aquí? ¿Quién en esta escuela puede justificar que lastimes a otras personas?
— Ese es el peligro con los cuentos. Una historia puede abrir otra historia - menciono él, mirando específicamente a mí en la última oración. — Mátenlas
— No - grito Hester
Su demonio fue rápidamente hacia las chicas tirando sus banderas de sus capas.
Aric nos lanzó cuchillas.
— ¡Huyan! - grito Alex
Todas intentamos de escapar, pero seis chicos más salieron. Ninguno era Filip, Tedros o Jackson.
— ¡Vayan a buscar a Sophie! - grito Anadil
— ¡Pelearemos con ustedes! - repliqué
— ¡No ustedes cuatro váyanse! - añadió Hester haciendo una protección
— Pero... — se quejó Mich
— ¡Vete!, esto es para el aquelarre original, tus amigas te van a necesitar - interrumpió Dot con una mirada de disculpa.
En eso un encapuchado llego, todo se llenó de humo.
— Vengan, rápido - susurro Jackson
Las cuatro lo seguimos, teníamos que escapar de ahí, antes de salir, lancé algunos hechizos a los príncipes.
Cuando todos llegamos a un lugar "seguro", Jackson y Agatha se abrazaron inmediatamente.
— ¿Estás bien? - pregunto Jackson mientras acariciaba a Agatha
— Si - suspiro Aggie para luego reírse y besarlo
— Ay, qué bonito es el amor - dijo Mich riéndose por lo tiernos que eran - Pero ¿no vas a extrañar tus hermosas amigas que no supieron casi nada de ti por más de un año?
En eso el vino corriendo y nos abrazó a las tres.
— Ni te atrevas a volver a dejarnos solas - dijo Mich queriendo contener sus lagrimas
— Nunca más, los cuatro estaremos juntos, siempre - prometió
Todas lloramos, realmente extrañábamos estar los cuatro juntos. Alex parecía estar más afectada, no paraba de llorar.
— Tranquila, Alex. No nos vamos a separar - intento de calmarla Jackson, pero ella aún lloraba. Solo le dimos su tiempo para que se calme, pero la cuidamos antes las trampas.
Agatha no eran tan cercana a los cuatro, pero seguía siendo nuestra amiga.
— Ahora, necesitamos encontrar a Sophie y...
Todos nos quedamos callados.
Dos chicos más habían salido, Chaddick y Nicholas. Aceleramos el paso. Necesitábamos encontrarla, rápido.
ೖ୭
— ¿Has matado a alguien? - pregunté, no sabía si Tedros era capaz.
— Mate a una gárgola - respondió el príncipe
—Eso fue en defensa propia. Lo que vas a hacer es venganza - dije con frialdad - Es un asesinato. No importa que intentes hacer para escapar de eso, nunca funcionara, la culpa te perseguirá y el recuerdo te asechara.
— ¿Y tú qué sabes sobre asesinato, Filip?
— Porque, aunque no lo creas, yo he matado, a tantos que ni sabría la cantidad. — respondí, recordando a las hadas y lobos de hace un año.
Ambos nos quedamos en silencio mientras avanzamos.
— Qué raro. Tu cara parece diferente, más suave...
No... la poción, me había olvidado de la poción. ¡En cualquier momento volvería a ser una chica! ¡Tenía que irme a otro lugar! ¡Tenía que alejarme de él!
— Es solo luz - me excusé - Vámonos.
En eso vimos una sombra entre los árboles... una túnica azul.
De repente, sonaron los fuegos artificiales, Dot y Anadil... si ellas se acababan de ir, entonces ella sería...
—¡Yo iré por ella! - grité
Antes de poder ir, Tedros me empujo pensando que era yo, pero se detuvo en seco al verla.
— ¿Quién eres...?
Me acerqué junto a él, era Yara. Ella estaba totalmente pálida y parecía estar herida.
— ¿Yara?
— ¿La conoces? - pregunto asombrado - No importa, solo quítale su bandera. Tenemos que buscar a Sophie y a...
Su voz se apagó al ver la mancha de sangre en la barbilla de Yara, miramos que tenía un profundo corte irregular a un lado del cuello.
— Aric - murmuró Tedros - Es la marca de su cuchillo...
Acune rápidamente a Yara intentando de ayudarla, no recordaba ningún hechizo de sanación que usaba Agatha. Tedros intentaba de buscar con desesperación en sus bolsillos su bandera.
— ¿Dónde está tu bandera?
— Ella no habla, Tedros
— ¡Yara, tenemos que ayudarte! - exclamo Tedros como loco y desesperado
— Tedros...
— ¡Yara, por favor!
— No... soy... Yara - murmuró - Yo nunca lo fui...
Ambos nos quedamos atónitos. La cara de Yara comenzó a cambiar.
Se estaba revirtiendo su hechizo, uno que conocía muy bien. Tedros palideció al ver al muchacho que estaba herido.
— ¿Tristan? - tartamudeo Tedros - Pero... como pudiste...
— Lo lamento... — dijo con dificultad - La escuela de ellas es tan hermosa... y los chicos son tan malos... excepto tú y Jackson... fueron mis únicos amigos...
Tedros tenía los ojos húmedos.
— Tristan, necesitamos tu bandera - susurré
— Ella, me dejo quedarme en su escuela... dijo que podía quedarme si...
— ¿Quién te dejo quedarte? - pregunto Tedros
— La Decana... siempre que lo ocultara de ella... por eso lo saque de la mesa... también estaba esa chica..., fue muy dulce... pero la paso peor... Me ayudo... le dieron otro trabajo... necesitan...
— Shh - intenté de calmarlo, necesitaba guardar sus fuerzas - Solo dinos donde está tu bandera
— Tú... — dijo el pelirrojo, el corazón se me paro por un momento. Me reconoció
— Soy Filip. Solo dinos donde está tu bandera... por favor...
— El Cuentista - dijo Tristan, todavía mirándome sonriente - Lo... lo escondí en tu libro de cuentos... como ella me lo indico... ella sabía que no buscaría ahí...
— ¿De qué habla?
— Tu historia... lo va a buscar... necesitan ir... ella lo sabe... lo sabe todo... sabe que una es de aquí... lo siento...
Pero Tristan se quedó sin aire... se quedó quieto, su corazón se detuvo y sus ojos se cerraron lentamente.
— No, no, no - dijo Tedros desesperado - Vamos Tristan, despierta. Vas a estar bien, los profesores te ayudarán
— Tedros...
Poco a poco su cuerpo comenzó a convertirse en un color oro. En un instante, su cuerpo se rompió en luz y voló hasta el cielo, donde se disipó entre las estrellas.
Tedros se levantó rápidamente y se fue furioso.
— ¡Ese maldito de Aric! ¿¡Cómo pudo matarla?! Era uno de nosotros... ¡Él no merecía morir! ¡Solo quería ser feliz! - avanzo sin un rumbo fijo
— Tedros, detente...
— ¿¡Qué?!
Solo nos miramos por un segundo y él se calmó. Miro hacia otro lado evitando mi mirada.
— Debió de sentir mucho miedo... — murmuro - No, no, nadie más merece morir en esta tontería... ¡Por favor, Filip, no te mueras! - sollozo - Tienes razón, no voy a matar a nadie, no puedo. Solamente no te mueras...
— Por supuesto... prometo eso y protegerte
Él agitó la cabeza tiernamente como si estuviera soñando.
— Cada segundo, pareces más bueno, más lindo... — se apartó ruborizándose - ¿Por qué no dejo de desear que seas una princesa? ¿Por qué no dejo de ver a una princesa en tu rostro?
— Promete que dejaras a Sophie, Agatha y Violet en paz...
— Con una condición - respondió Tedros, mirándome fijamente - Que tú no vuelvas a tu reino. Quédate conmigo. Pensé que no podría volver a sentir amor, pero ahora ya no creo lo mismo. Solo necesitamos estar juntos.
No. Esto no era real...
— Tú haces que yo sea bueno, Filip - me agarro Tedros de los hombros - Por favor. ¡Eres la única persona que aún me hace sentir bueno! Tenía a otra, pero no creo que vuelva a pasar, te necesito...
Ahí estaba, el único chico que había amado, pidiendo que me quede con él, definidamente era un sueño, y uno del cual no quería negarme.
— Lo siento Tedros, pero...
— Nada más importa. Tú lo dijiste, no quieres estar solo como tu madre y yo no quiero estar solo como mi padre. Por eso nos necesitamos y tenemos que estar juntos.
— Tengo a alguien que me espera, Tedros - conteste con dificultad, pero tenía a mis amigas, eso era suficiente. — Tengo ya a unas personas que me conocen realmente, que no cambiaría por ningún chico.
— Ojalá fueras una chica - dijo Tedros con su mano por mi espalda
— Prométeme que las dejaras ir - insistí, en ese momento mi corazón parecía a punto de explotar
— Eres lo único que me queda. No me dejes solo. Por favor
— Solo promete...
—Qué raro. Ahora también tu voz parece la de una chica. — murmuro Tedros
El hechizo...
Pero antes de reaccionar, Tedros me sostuvo de la cintura. Él acerco su cara y nuestros labios se tocaron...
No quería que este momento se detuviera, era el mejor sueño...
— ¡Por Merlín! - grito una voz detrás de nosotros
Ambos volteamos desconcertados.
Era Violet.
Pero, no solo ella. También Jackson junto a Agatha, Michelle y Alexandra.
Violet nos miró sorprendida y desconcentrada.
— Realmente eso fue inesperado...
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Hola, ¿Cómo están?
Este fue un capítulo más largo
El capítulo final lo dividiré en dos partes, los últimos capítulos serán mucho más cortos.
No se olviden de votar, comentar y tomar agua <3
Gracias por todo su apoyo :D
PDT: Para saber como las líneas temporales, desde que volvieron Violet, Agatha y Sophie a Gavaldon, paso 1 año y cuatro meses.
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