𝑻𝑾𝑶
Camille estaba emocionada con su viaje al callejón Diagón, todos los magos y brujas londinenses iban a aquel callejón con el fin de conseguir todos los materiales necesarios para aquel año. Lo bueno era que se ahorraba la varita y algunos de los materiales los tenía de sus cursos en Beauxbattons.
Aquella mañana, Camille se había levantado y bajado a desayunar con su prima y sus tíos, Alice estaba deseando presentar a Camille a sus amigas Lily y Marlene, que iban a acompañarlas a comprar.
-Buenos días Camille
-Bonjour ¿A qué hora nos vamos?
-Marlene llega a las 11h por red Flu, y luego iremos a por Lily, con el coche de papá
-Oh, pues será mejor que desayunéis pronto serán las 11h -mientras su tía le pasaba las tostadas, la chica se servía una taza de té.
Tras desayunar, la francesa se puso uno de sus vestidos y unas botas altas además de coger su bolso y la llave de la bóveda de gringotts que su madre había habilitado y donde depositaba una pequeña cantidad cada mes, desde que ella había nacido.
***
Para las once como había dicho Alice, una muchacha aparecía en el salón de la casa de los Fortescue, Marlene Mckminnion estaba abrazando a Alice cuando reparó en la chica francesa a su lado.
-¡Oh, Hola! Debes ser Camille -Camille sonrió ampliamente.
-Y tú...
-Oh ¡yo soy Marlene, es un placer conocerte por fin, además tú vas a mi año, así que espero que quedes con nosotras en Gryffindor
-Gr...¿Gryffidog?
-Sí, es una de las cuatro casas de Hogwarts, tienes un acento divertido -Camille encontró a Marlene muy agradable así que le sonrió.
-¿Qué otras casas hay?
-Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin -Marlene, se sentó en el coche al lado de la muchacha y comenzó a explicarle las aptitudes que comprendían cada casa. Estaban los Gryffindor que se caracterizaban por su valentía, ser Gryffindor significaba que eras valiente, valeroso, capaz de luchar por cualquier cosas siempre que se hiciera por el bien, fundada por Godric Gryffindor, los colores de la casa eran el rojo y el dorado.
Luego estaban los Ravenclaw, los Ravenclaw eran inteligentes, creativos, adoraban leer y siempre buscaban una solución ante cualquier problema. Fundada por Rowena Ravenclaw, los colores representativos eran el azul y el plata.
Tras ellos estaba la Casa Slytherin cuenta con miembros ambiciosos, inteligentes, muy astutos y que tienden a ser líderes fuertes. Aunque también son unos supervivientes, lo que les hace pensar antes de actuar, al contrario que los gryffindor que eran impulsivos. Fundada por Salazar Slytherin, los colores que representan a la casa son el verde y el plata.
Y por último, pero no por ellos menos importantes los Hufflepuff que son justos, leales y trabajadores. Los Hufflepuff son buenas personas y suelen caer bien a todo el mundo. Son pacientes, tolerantes y siempre harán todo de forma honrada, sin hacer trampas y respetando las reglas. Esta estaba fundada por Helga Hufflepuff y sus colores representativos eran el amarillo y el negro.
-Todas son casas interesantes -Añadió la francesa mientras veía con curiosidad el paisaje, aparcaron frente a una casa de dos pisos con un jardín con gardenías y rosas.
Alice salió del coche y así la siguieron las dos muchachas. Alice tocó a la puerta y pronto frente a ellas una chica con el pelo castaño las miró, pronto una mueca adorno su cara.
-Lily son tus amigas las raritas y una pelirroja que no conozco
-¡Petunia! No digas eso de las amigas de tu hermana -Petunia se hizo a un lado cuando una muchacha pelirroja se asomó con una gran sonrisa.
-¡Hola chicas! ¿Listas? Ignorad a petunia, hago eso la mayoría de las veces -Camille sonrió ampliamente al verla, la pelirroja que debía llamarse Lily era muy alegre- Tu debes ser la prima de Alice, es un placer conocerte por fin
-Oh Oui! Camille -Lily le extendió la mano, Camille aun no se acostumbraba a dar la mano en Francia todos se saludaban con dos besos.
-Chicas ¡vamos! He quedado con un amigo en el caldero -Las 4 chicas se subieron en el coche mientras hablaban entretenidamente. Camille seguía emocionada por conocer gente nueva y poder hacer amistades nuevas.
***
Al llegar al callejón decidieron hacer las cosas que tenían en común, como ir a por túnicas nuevas, los libros de aquel año y a por los útiles como plumas, pergaminos, tinta.
Primero Camille entró a Madame Malkin, Túnicas para todas las ocasiones, seguía a las chicas mientras miraba como había niños que emocionados miraban sus túnicas y magos de más renombre comprando capas y túnicas.
-Wow, esto no es como en France
-¿Ah no?
-No, allí en Beauxbattons un sastre nos mide unos días antes de que comiencen las clases y nuestros unifogmes ya están en nuestras habitaciones, nosotras solo debemos comprag los zapatos -Señalando que los pequeños tacones que llevaban eran parecidos a los que solía llevar en la academía.
-Oh wow, bueno madame Malkin hará un gran trabajo ya verás -Le aseguró Lily.
-¡Hola chicas! Dejadme adivinar túnicas para Hogwarts, tengo libres dos probadores
-Pasa tu primero, Camille -Camille sonrió y entro en el probador, al lado había un chico de pelo castaño mirando su lista, Camille miro curiosa su túnica, una insignia roja y dorada adornaba su pecho y una corbata de los mismos colores.
-Bien cariño deja que te tome las medidas, ¿en que casa estas?
-Uh... Ninguna aún, es mi primeg año -Madame Malkin le sonrió- Vengo de Francia
-Oh, ¿Beauxbattons? -El chico la miró con curiosidad.
-Oui!
-Es ¿solo para mujeres? -Preguntó el chico con curiosidad.
-No, Nicholas Flamel estudió en Beauxbattons y su esposa, pero muchos magos estudian en Beauxbattons
-Oh, uno de mis amigos pensaba que sí, que solo era para mujeres
-Bueno somos muchas mujeres, eso es cierto, algunos son mandados a Durmstrang -mientras madame malkin traía las túnicas y el uniforme Camille señaló la insignia.
-Gryffindog...
-Sí, a veces creo que se equivocó de casa el sombrero pero nunca lo hace -Camille lo miró con curiosidad- Oh, es un sombrero hablador, el entra en tu mente o algo así y sabe en que casa debes estar...
-Oh que interesante -Camille le sonrió antes de escuchar una voz.
-¡Lunatico! ¿Por qué tardas tanto?
-¡Ya voy! Bueno, nos veremos por los pasillos o... con suerte en la sala común
-Adiós -Camille salió del probador y pagó sus túnicas acercándose a sus amigas con una sonrisa- Listo ¿Los libros?
-Vamos entonces -Lily cogió su mano y empezaron a andar a Flourish & Botts, allí estuvieron bastante tiempo mirando más libros, Camille miraba de la sección de los Non-magique, encontrando un libro de charles Dickens y otro de William Shakespeare. Tras eso fueron a por los útiles como las plumas.
Por fin habían llegado a la parte que más ilusión le hacía a la francesa, ir a por una mascota, estaba decidida en querer adoptar una gatita o un gatito, Alice le había sugerido una gatita ya que ellas podían compartir a Squezzy, su lechuza.
Por fin habían llegado a la parte que más ilusión le hacía a la francesa, ir a por una mascota, estaba decidida en querer adoptar una gatita o un gatito, Alice le había sugerido una gatita ya que ellas podían compartir a Squezzy, su lechuza.
Alice y Marlene se quedaron hablando con Frank Longbottom, por lo que Lily acompaño a Camille a mirar las mascotas, ella tenía un gatita persa al que había llamado Latte, ya que cuando lo adoptó estaba jugando con el cuenco de leche. Camille entró y observó todos los tanques donde estaban las camadas de animales y las jaulas donde estaban las lechuzas.
-Oh... -Camille observo una pequeña camada de crups que ladraban emocionados por la atención y entre todos aquellos animales, Camille y un gatito grisaceo con el pelo rizado conectaron las miradas. Así como Ollivander aseguraba que la varita escoge al maestro, la mascota a veces escogía a su dueño- Lily mira ese pequeño Chat -Lily observó el gato y ambas sonrieron, más cuando cayeron ante el detalle de que en sus patitas había manchas negras como si tuviera puestos unos calcetines.
La francesa se acercó rápido y acarició su pelaje sorprendida por lo esponjoso que era, el gatito empezó a ronronear, casi como si estuvieran destinados a ser. Así que con cuidado lo cogió en brazos y ambos se miraron con curiosidad. La raza del gatito era un Shookum, según le estaba contando la señora que estaba atendiendo en la tienda y que el era el unico gatito que tenían en la tienda y que nadie le había prestado la suficiente atención.
-Tu vienes a casa conmigo, te voy a llamar... chaussettes, por los pequeños calcetines en tus pies.
Yaquedaba menos para la vuelta a clase, los alumnos ya estabn listos para empezarun nuevo año, que esperaban que fuera igual de especial que el anterior. Camilleestaba segura que iba a serlo, ya que ahora se encontraba en un nuevo país y rodeadade personas nuevas.
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