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«Mosca en calzoncillo»
09 𝖉𝖊 𝖔𝖈𝖙𝖚𝖇𝖗𝖊 𝖉𝖊 2019
El resto de la semana las clases fueron canceladas, pues una fuerte tormenta, de esas que Dieppe no veía en décadas, dejó inundaciones en las comunidades vecinas, además de viviendas dañadas y el servicio de electricidad varado.
Cada familia se encargó de ayudar al resto de la manera que podían, algunos orando, otros donando despensa, así como echar una mano para levantar árboles y limpiar la ciudad. Una vez que el huracán pasó, un domingo por el mediodía, hacía un clima fresco y agradable; Owen invitó a Charlie a su casa, y así la cadena fue creciendo hasta llegar a oídos de Martha. Para las dos de la tarde, un pequeño grupo de adolescente se encontraba en el jardín trasero de los Joyner, bebiendo bubble tea y contando anécdotas.
Charlie no pudo evitar pensar que la ojiazul lucía preciosa con esa falda de botones y un suéter tejido; además, estaba sonriendo, y eso era probablemente lo que mejor le sentaba. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la chica lo miró, arqueando una ceja.
—Perdón, y-yo...
—¿Fue tu cumpleaños? —Charlie suspiró de alivio, pues pensó se había percatado de su mirada sobre ella, y siendo sincero, el tema sería de lo más incómodo —¿Por qué no me dijiste? —le regaló una sonrisa al ojiverde, para luego dar un trago a su bebida
El castaño sonrió con seriedad, rascándose la nuca como muestra de su nerviosismo —No me gusta mencionarlo, ya sabes, es una fecha a la que no le tomo importancia —admitió encogiéndose de hombros, y desviando su mirada a sus manos, jugando con sus dedos para ahuyentar memorias.
—¡Hey! ¿Quién quiere más té? —Owen se levantó al verlos entablar conversación, haciéndoles señas disimuladas al resto, puesto que estaba sentado a espaldas de la chica Taffinder y no lo vería
—Te acompaño, ¿gustas que te sirva? —Carolynn se levantó de un salto, dirigiéndose a Martha; ni siquiera se molestó en preguntarle a Charlie, pues sabía que a él no le gustaba
—Así estoy bien, gracias —la ojiazul le sonrió a la novia de Jeremy con agradecimiento, señalando su vaso que contenía aún la mitad. Car asintió regresándole el gesto y caminó detrás del rubio, entonces miró de nuevo hacia el punto donde todos estaban reunidos —¿Jeremy?
—Me encuentro perfectamente, amorcito —dijo muy sonriente viendo a Charlie, quien no dejaba de fruncirle el ceño. La bailarina le dirigió una de esas miradas que lo decían todo, alertándolo —Oh... sí, ya voy —salió corriendo en su dirección, dejando solos al ojiverde y a la niña de ojos azules
Martha continuó meciéndose en la hamaca colgada entre dos de los árboles que había ahí, misma que estaba compartiendo con Charlie, aunque este se encontraba acostado con sus brazos flexionados detrás de su cabeza —Entonces... ¿por qué no te gusta? Tengo curiosidad. —miró el contenido de aspecto cremoso en el interior del recipiente azulado, según la señora Joyner, era sabor calabaza, lo cual venía a la perfección con la temporada otoñal. Las hojas de los árboles comenzaban a tornarse de colores dorados, cafés, amarillos y anaranjados
—Ya lo sabes.
Esta vez fue ella quien arrugó el entrecejo —¿Cómo yo voy a...? Oh, recuerdos —cayó en cuenta de lo que ocurría, y maldijo por lo bajo, odiando lo indiscreta que fue ante un tema tan delicado como aquel lo era para Gillespie —Lo siento.
—No hay apuro. Es la única ocasión en la que no me gusta acordarme de él, entre otras cosas, pero... está bien —Martha bajó su vista, encontrándose con esos ojos verdes y brillantes que expresaban tanto, y es que ellos eran tanto, que la hacían sonreír sin siquiera planearlo. Charlie había notado la culpabilidad en la mirada de la joven, por lo que extendió una mano para que la ojiazul la tomara, y dio un apretón a la de ella, haciéndole ver que no pasaba nada —¿A ti te gusta el tuyo?
Ella asintió, regalándole otra pequeña sonrisa y tratando de no mirar hacia sus dedos entrelazados —Mi madre prepara un pastel de mango delicioso, y siempre lo decora con flores. No hacemos algo grande, y justo por eso me gusta, ya sabes, creo que los pequeños detalles son lo que realmente debemos de agradecer —compartió su idea con cierta pena, pues aún mantenía esa inseguridad de ser diferente al resto, lo que Martha aún no comprendía, es que todos somos únicos a nuestra manera, y eso, está bien
—Opino lo mismo. Mamá siempre nos dice que debemos de agradecer tener salud y estar todos junto a nuestros seres queridos y con una buena botella de brandi, lo material viene y va, y yo le creo —volvieron a sonreírse, quedando en silencio por lo que fueron varios minutos, sin embargo, no era desagradable —Owen mencionó algo sobre una apuesta en sexto grado, ¿de qué fue? —rompió el hielo, jugando con sus dedos y los de él sin siquiera darse cuenta; Charlie bufó llevándose la mano libre a su cara
—Ay no —se negó rotundamente a sacar a la luz aquella anécdota; Martha comenzó a reír al ver su expresión, lo que le confirmaba era algo embarazoso
—¡Quiero saber! —insistió sin dejar de soltar risitas, mismas que contagió a un sonrojado ojiverde
—No quieres saberlo.
—Sí quiero, vamos, no puede ser tan malo.
—Créeme, lo es.
—Anda.
Se dispusieron a hacer una guerra de miradas, venciendo la azul —Tú ganas —la chica sonrió orgullosa, casi dando palmaditas en el aire —Pero por favor prométeme que no te vas a burlar —le pidió en todo de voz suplicante
—Lo prometo.
El chico tomó una gran bocanada de aire, armándose de valor para soportar esa anécdota inolvidable —Todo comenzó por una mosca —comenzó a decir en voz baja, pues le avergonzaba demasiado
Aquello fue lo último que ella habría podido imaginar —¿Una mosca? —preguntó con el ceño fruncido, Charlie asintió y le soltó la mano sin darse cuenta
—Unos días antes yo acepté... Yo acepté comer una a cambio de un dólar, lo sé, una tontería —se adelantó a decir —Entonces yo reté a un compañero que no me caía bien a hacerlo, y apostamos que, si se comía al menos tres moscas, yo tendría que...
—¿Tendrías que...?
—Tendría que tocar la guitarra en calzoncillos —al instante, Martha se llevó ambas manos a la boca, conteniendo una carcajada
—Dime que no lo hiciste.
Él negó, con cara de arrepentimiento —Lamentablemente tuve que cumplir porque él ganó y yo soy un hombre de palabra —se incorporó, quedando aún más cerca de la castaña, con sus hombros pegando —Su nombre es Mike, y además, me gané una suspensión. —terminó de decir, comenzando a mecerse en la hamaca luego de que ella dejara de hacerlo —Lo único bueno es que perdí mi dignidad lo suficiente para confesarme con la chica que me gustaba en ese entonces.
Martha volvió a sonreír, esta vez con más seguridad —Eso es realmente tener suerte en la vida, no cualquiera logra eso.
—No sé si eso debería llamarlo suerte, pero tomaré el cumplido —le devolvió la sonrisa, mirando los foquitos colgando sobre ellos de las ramas de los árboles. De todos los lugares que a Charlie le gustaban, uno era la casa de los Joyner —¿Qué hay de ti y tu vida amorosa? —preguntó por simple curiosidad, claro
—Me arrepiento de no haberlo intentado pero... —una lucha interna se debatía en la ojiazul
— ...tienes miedo de la respuesta, ¿no? —terminó de decir él por ella, comprendiendo —Supongo que es normal, pero cuando encuentres a la persona indicada, sé que el destino hará que se junten y verás que será encantador. Todo es mejor con las personas correctas —la animó con éxito, poniéndose en pie al ver que sus amigos regresaban con ellos, previamente con la cabeza de Owen asomándose por la puerta —Yo también tengo esa esperanza, y estoy seguro deque encontraré a mi tercer amor. El amor de mi vida
—Hey, ¿qué tal todo por aquí? —el rubio, a diferencia de los demás, estaba bebiendo café con leche y un toque de gustito sabor a caramelo. Mirándolos de espaldas, la ojiazul vislumbró la cadena de lo que parecía un reloj, colgando del bolsillo de los jeans de Charlie. Le pareció adorable, pues lo consideraba un alma vieja pero misteriosa, lo cual llamaba su atención en gran medida
—Oigan, ¿qué es esto? Parece una marmota con la quijada partida, y ni siquiera sé si las marmotas tienen quijada —todos miraron a Carolynn, una castaña y también ojiazul, saliendo con lo que parecía un lienzo en mano. —Sin ofender el gusto decorativo de tus padres, Owen, pero no pude evitar verlo colgando en una esquina de la cocina, y pensar que fue una pésima inversión —entonces lo giró, haciendo reír a Charlie al tiempo que Owen se tornaba aparentemente serio, con Jeremy a su otro costado
Aquello captó la vista de Martha, tan observadora como de costumbre.
Los tres tenían ojos verdes, pero, a su manera, distintos.
Los de Owen eran casi cristalinos, lo que hacía tuvieras que ser más cuidadosa al mirarlos, pues podrían confundirte.
Jeremy lograba ser engañoso, pues fácilmente los considerarías azules con un toque verdoso. De cualquier manera, eran traviesos y amigables.
Por último, estaba Charlie. Gracias a la cercanía con él, ella sabía eran verdes, sin embargo, eran de un subtono que nunca había visto antes. Jeremy le dijo que eran hazel, pero no, lucían mucho más diferentes. Martha había encontrado ojos hazel en diferentes lugares, por lo que supo, los del menor de los Gillespie... Eran completamente distinto a lo que alguna vez conoció.
—Todos los animales tienen quijada, Carolynn. Y esa "marmota" es la gata gorda de Owen —el ojiverde casi se desternillaba de risa —Por algo está en la esquina —susurró por lo bajo, ganándose un codazo de la castaña, quien ahora se sentía culpable por su comentario
El rubio le dio un golpe en el brazo a Charlie, haciéndolo reír más —¡YA TE DIJE QUE MINT SOLO PESA SEIS KILOGRAMOS! Y está a dieta —dijo esto último más calmado, aunque acomodándose el cabello exasperadamente
—Charlie, no seas grosero —lo regañó Martha, al tiempo que la otra jovencita se lamentaba por haber sido tan ruda, asegurándole a Owen que era una obra maestra y de todas formas ella sufría de astigmatismo, hecho que Jeremy desmintió distraídamente, ganándose una mala mirada de parte su novia —¿Tienes un gato?
—Gata, en realidad. Iré a traerla, espera aquí —murmuró dándose vuelta, sin dejar de susurrar palabras como "grosero" "se burla de mi arte" "claro, como él es mejor que yo en eso"
En lo que regresaba Owen, Charlie se giró hacia Martha, evitando así ver el beso empalagoso entre Car y Jeremy —Habrá una fiesta de Halloween, ¿qué probabilidad hay de que vayas? —lanzó la pregunta mordiéndose los labios con nerviosismo
—Las fiestas no son lo mío, Charlie. —le recordó con un poco de tristeza
—Por eso pregunté la probabilidad. —chico listo.
—¡Es mi cumpleaños! Me encantaría verte ahí, si es posible —Carolynn se separó de su novio, causando un salivoso sonido cuando sus labios se despegaron de los de él —Estará increíble, disfraces, premios y será sano, lo prometo.
Con una sonrisa tímida, Martha se fijó que todos la veían expectantes —Bueno, creo que podría pensarlo —disimuladamente miró a Charlie, quien sonreía para sí. El rubio regresó, llevando en brazos a lo que parecía una enorme bola de pelos con franjas blancas y naranjadas; Martha se lamentó pensar que Charlie tenía razón, era un gato con sobrepeso que parecía más bien una onza de seis kilogramos, por no decir una ballena bebé... Bueno, quizá exageró
—Estás en todo tu derecho de creer que eso que ves es un roedor gigante, como un hydrochoerus hydrochaeris —susurró a Martha, quien lo miró extrañada —Es decir, un carpincho, roedor de hasta sesenta y seis kilogramos de peso, exacto.
—Ella es Mint, a veces muerde si no conoce a las personas —la presentó Owen con una mueca en el rostro —Generalmente es amigable y dormilona.
—¿Bromeas? Esa gata es una asesina de ratones, y odiosa —esta vez Jeremy se quejó —Siempre me rasguña y gruñe, ¿ves? —la gata le mostró los colmillos afilados y blancos
—Mint no es una asesina.
—Pregúntale eso al hámster de Jeremy, que lleva dos años viviendo en las tripas de tu gata —a Charlie le encantaba fastidiar a su mejor amigo
—No está en sus tripas —insistió el rubio, acariciando a la mascota de aspecto aburrido —Porque debió de haberla sacado en sus heces fecales.
—Owen, eso es asqueroso —ambas mujeres arrugaron la nariz, mientras Jeremy parecía estar atormentado con algo
—Heyyy es un gato abstracto —Martha desvió el tema, señalando con la cabeza el trabajo
Pareció funcionar, pues Owen sonrió orgulloso y miró a Charlie con burla —¿Lo ves? Ella sí aprecia mi talento.
El ojiverde rodó los ojos —Solo lo dice para hacerte sentir mejor.
—Mentira, yo creo que es lindo —rectificó la ojiazul, tomando a Mint y acariciándola. Jeremy la miró como si de su peor enemiga se tratara —¿Qué pensaste tú que era?
—Una vaca —la sonrisa de Charlie se ensanchó. —Extraño la secundaria, cuando íbamos de excursión y la madre de Jeremy nos hacía jurar que no habíamos consumido ningún tipo de sustancia tóxica —todos rieron juntos, disfrutando de la puesta del sol
—¿Cuándo fue la última vez que fuimos a acampar?
Carolynn soltó un resoplido dramático, estirando sus brazos para tratar de abrazar por los hombros a los demás —Demasiado, deberíamos de repetirlo.
—Miren el cielo —todos hicieron caso a lo que Martha dijo, perdiéndose entre todos los colores que había en este, como si un arcoíris hubiera explotado en todo su esplendor. Pero ella, a pesar de ser quien lo notara, prefirió mirar a otro punto; era adictivo hacerlo, él tenía un perfil perfecto, y delicado, acompañado de dos luceros verdosos y una nariz pequeña en la cual podrías repartir besitos. Sonrió al verlo, pues lucía encantado con la vista, al igual que ella —Nacarat —pronunció con una acentuación especial —Es el término que se usa para ese naranja-rojo brillante.
"Su sonrisa, ah... Su maldita perfecta sonrisa"
꧁· Por esta noche — Charlie Gillespie ·꧂
¡¡Felices fiestas a todas!! Sé que he tardado en publicar, y es porque las cosas para mí no han estado 100% bien, pero lo importante es que aquí estamos todos de nuevo (acá es Año Nuevo en diez minutos)
Quiero agradecerles infinitamente por su paciencia, y por su amor a la novela el apoyo que le han dado a Por esta noche, es increíble, gracias gracias gracias!! Finalizamos este año siendo por más de una semana seguida, #1 en trágico
Recuerden votar, comentar y agregar la novela a sus bibliotecas y listas+
Frida
Tw/Ig: @glownandi
*cualquier error ortográfico/de dedo será corregido posteriormente
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