𝟏. 𝑵𝒐 𝒋𝒖𝒆𝒈𝒖𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒅𝒊𝒂𝒃𝒍𝒐.
Era una mañana tranquila de fin de semana cuando la dulce chica de cabellos negros salió del baño apresurada al escuchar el teléfono de la sala de estar resonando por todo su departamento. ¿Quién podría ser a aquella hora?, se preguntaba así misma mientras tomaba el teléfono con su mano libre, ya que con la otra aguantaba la toalla para que no cayera al suelo.
—Diga.—Respondió simplemente esperando a que hablaran al otro lado de la línea.
—Te estoy observando.—La chica escucho al otro lado una voz ronca que para cualquiera podría ser tenebrosa, pero ella simplemente rodó los ojos.
—Muy gracioso Heeseung.—Le dijo la chica sin gracia en su voz.
—No seas aburrida, donde está tu espíritu de Halloween.—La animó el chico del otro lado de la línea.
—Se lo comió una vaca.—Respondió la chica sin gracia en su voz.
—Lee Chaewon, eres una aburrida.—El chico rio y se acomodó un poco mejor sobre la superficie donde estaba sentado.—Que te parece si hoy por la tarde voy a tu casa y nos vamos de fiesta, ya sabes, debe haber un montón por Halloween seguro nos colamos en alguna sin problema.
—Suena como un plan que no haría, Heeseung cada vez que acepto alguna de tus locas ideas, termino metida en algún lío.—Se quejó ella aguantando la toalla en su cuerpo con un poco más de fuerza.
—Venga ya, Chaewon, que es lo peor que podría pasar.—Heeseung dijo con obviedad rodando sus ojos como si la chica pudiera verlo.
—Te debo recordar que la última vez que fui a una fiesta contigo terminé en una celda de la comisaría o quizás te guste que te recuerde la vez que en el baile escolar tu pareja de baile me tiro su bebida encima porque intente defenderte cuando te dejo solo y fue a bailar con otro.—Las palabras de Chaewon estaban cargadas de resentimiento y algo de enojo. El chico intentó justificarse, pero fue interrumpido.—Casi olvido la vez que acepte hacer una fiesta exótica en mi departamento para la despedida de soltera de la esposa de Jake y los bailarines que contrataste eran unos asaltantes y terminamos encerradas en mi baño.—Chaewon le reclamó aquello sin pelos en la lengua. Era como si cada vez que Heeseung creaba un plan con ella, todo terminaba con la pobre chica metida en algún lío.
—Bueno... No es para tanto.—Heeseung rio nervios.—De todas formas lograron atrapar a los ladrones antes de que escaparan.
—Heeseung, no te justifiques.—Hablo la chica seriamente sacándole un suspiro de resignación al chico.
—Quizás tengas razón, pero juro que esta vez no va a pasar nada raro, ni peligroso, tampoco te van a robar. Lo juro, di que sí, por favor.—Pidió Heeseung con súplica.
Chaewon suspiró rendida de su insistencia y de todas formas no quería decirle que no a su amigo de la infancia.
—Bien... Pero te juro que si algo más pasa nunca jamás te vuelvo a aceptar otra salida ni otro de tus planes locos.—Chaewon recalcó lo último hablado en un tono serio y decidido.
—Lo juro, nada malo va a pasar...
Así fue como Lee Chaewon y Lee Heeseung terminaron en una fiesta a la que ni siquiera habían sido invitados, pero que de alguna forma el chico logró convencer al guardia de seguridad para que los dejara pasar.
—Ves te dije que nada malo iba a pasar.—Grito Heeseung como pudo en medio de la multitud y la música alta.
—Ni lo digas, tengo un mal presentimiento.—Murmuró Chaewon dándole un trago a su bloody marry.
—Tú y tus malos presentimientos.—Heeseung rodó los ojos y tomó a Chaewon del brazo sacándola a la pista de baile.
El chico comenzó a bailar de forma animada frente a su amiga, sacándole unas cuantas risas. Chaewon se cruzó de brazos sin muchas ganas de bailar, pero sintiéndose animada al ver a su amigo tan feliz.
—Baila conmigo, Chaewon.—Heeseung rio y dio vueltas a su alrededor sacándole risas.
Al final, Chaewon terminó contagiándose con la alegría de su amigo y bailando con él en aquella pista de baile hasta que sus pies no dieron más.
La noche continuó con su ritmo lento y despistado, entre el calor y la multitud que bailaba sin control alguno con el alcohol hasta la cabeza. Aquellos dos jóvenes que se divertían sin control alguno terminaron de una forma u otra dentro de una cabina obscura rodeada por luces tenues. ¿Cómo llegaron allí?, ni ellos mismos lo sabían, lo único que sabían era que habían encontrado una botella de vino tinto y una tabla de ouija.
—Invocamos al diablo.—Sugirió Heeseung mientras se tambaleaba agitando la tabla de ouija en una mano y con la otra la botella de vino a medio tomar.
—Te volviste loco.—Le grito Chaewon riendo y tirándose a la gran cama de sábanas de terciopelo rojo que se encontraba en aquella habitación.
—Que tiene, de todos modos, no va a funcionar.—Heeseung rio y le dio un trago a la botella.—La probamos.—Sonrió el chico con picardía agitando la tabla de nuevo.
—Heeseung, esto no va a funcionar.—Se quejó la chica sentada a su lado en el suelo recostada en el borde de la cama.
—Seguro que echaste la sangre donde era, prueba de nuevo.—Le dijo Heeseung apuntando al centro de la tabla.
—Por un demonio Heesueng, no voy a cortarme de nuevo, hazlo tú.—Chaewon frunció el ceño.
—No voy a cortarme, eso duele como la mierda.—Se quejó el chico.
Ambos jóvenes siguieron peleando en su estado de borrachera sin percatarse de que el ambiente a su alrededor comenzó a cambiar y la poca luz a su alrededor se apagó de golpe.
—Oh, mierda.—El chico soltó un leve grito aferrándose al hombro de su amiga.
—Seguro se fue la luz, relájate.—Chaewon rodó los ojos y apartó a su amigo para encender la linterna de su celular.
Chaewon apuntó hacia un punto fijo de la habitación donde se comenzó a formar una sombra desforme y demasiado grande para ser la de un humano. Poco a poco la sombra tomó una forma de una criatura completamente roja y con un rostro que podría dejar fácilmente trauma do a cualquiera que lo viera.
—¿Quién ha solicitado mi presencia mortales?.—Se escuchó una voz tenebrosa salir de aquella criatura y ambos jóvenes no pudieron evitar sobresaltarse.
—El diablo existe.—Murmuró Heeseung aferrándose de nuevo al brazo de su amiga, quien maldecía por lo bajo.
En aquel punto el alcohol en el cuerpo de ambos había desaparecido. La criatura comenzó a tomar forma y cada vez más se parecía a la de un humano hasta que tomó la apariencia de un joven apuesto vestido con un traje negro, al igual que su cabello, con sus ojos oscuros que podrían penetrar hasta el alma.
—¿Por qué me llamaron simples mortales?.—Exigió aquel ser mirándolos a ambos con ojos penetrantes.
—Dios mío, es real.—Dijo Heeseung tapándose la boca con sorpresa.—Es el diablo.
—No menciones a Dios en mi presencia entendido.—La voz de aquel hombre resonó por todo el lugar y Heesueng asintió sobresaltado.—Y para responder tu pregunta si lo soy, se me conoce por muchos nombres, lusbel, lucifer, el diablo. Pero ustedes seres inferiores llámenme Riki.—Dijo aquel ser de forma simple posando su mirada en la chica que había estado callada por todo ese tiempo.
Chaewon al sentir su mirada penetrante, levantó la suya y lo encaró.
—Y que quieres.—Dijo la chica simplemente sacándole una risa al pelinegro.
—Ustedes me llamaron, no. Ahora me llevaré sus almas luego de que me pidan lo que más desean sus corazones podridos.—Dijo él de una forma arrogante.
—Sabes, Chaewon mi novia me dijo que fuera a verla, yo me voy.—Heeseung rio nervioso levantándose del suelo y simplemente salió por la puerta casi corriendo.
Chaewon se levantó también a punto de seguirlo.
—Vuelve aquí, maldito, cobarde, ni novia tienes.—Le gritó Chaewon, pero antes de que pudiera escapar la puerta se cerró de golpe.
—Tú no vas a escapar a ningún lado bonita, acaso nunca te dijeron que no juegues con el diablo.
Aquel ser susurro aquellas palabras en un tono bajo, pero que sonaba tan perturbador al punto de enloquecer a cualquiera que lo escuchara.
Sin dudas Chaewon estaba más que jodida. ¿Cómo saldría de esta?
Querido lector si has llegado hasta aquí te agradezco por leer esta historia y te invito a dejar tu voto y comentar, eso me ayudaría mucho de verdad. (,,>﹏<,,)
¿Qué creen que pasará a continuación con Chaewon y Riki?
Dejen en los comentarios su opinión sobre no quiero creen que sucederá a continuación. <3
Los amo
૮₍ ˶ᵔ ᵕ ᵔ˶ ₎ა
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro