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22. La Hija Del De SierraSur

Viernes. 20.30. Hotel Catedral, Almería

Odio los actos del equipo. Los odio porque tengo que ponerme traje y sonreír como un idiota. Y este es uno de esos días.

El equipo tiene un nuevo patrocinador más. Se ve que lo necesitamos para subir a Primera. Así que se ha organizado un acto en éste hotel donde estamos toda la plantilla. Con la excusa de que van a dar unos premios, de camino presentan al patrocinador.

De todas formas, esta noche no puedo ver a Luna. Su padre se ha presentado esta mañana en Almería y lleva todo el día con él. Solo hemos podido hablar por mensaje y nada más. Y me ha dicho que estaba deseando que se fuera.

- ¿Cuánto tiempo tenemos que estar aquí?

Marco se tira de la corbata mientras subimos los escalones del hotel.

- ¿Aún no hemos llegado y ya quieres irte? - le pregunto saludando a los camareros, que nos conducen hacia el salón, donde tendrá lugar el acto.

- Pues si. Estoy deseando llegar a casa y ver a Nuria. Tengo que contarle una cosa muy importante

Miro a Marco y sé que se muere por decírmelo a mi también. Son dos años conviviendo juntos y lo conozco como si fuéramos hermanos. Paso uno de mis brazos por sus hombros mientras él resopla con fuerza.

- ¿Y a mi no me lo puedes contar Asensio? -Marco me mira con una media sonrisilla

- Cuando termine la temporada, vuelvo al Madrid. El míster me ha llamado personalmente para decirme que cuenta conmigo -miro a mi amigo y le sonrío yo también

- ¡Joder lo que me alegro Marco! Te lo mereces tío, pero muchísimo

- Gracias. Por un lado me da pena irme de aquí, sobre todo por ti, pero, por otro, quiero triunfar en el Madrid

- Lo vas a hacer, de eso estoy seguro -abrazo a Marco y él deja que lo haga golpeando mi espalda- Nuria se va a poner muy contenta

- ¿Tú crees?

- Tonto. Ya has visto que ella te sigue allí donde tú vayas

- En eso te doy la razón

-Bueno, cuanto antes entremos, antes nos iremos

Entramos en el comedor  y éste está lleno a rebosar. Veo algunos directivos del equipo, a mis compañeros e incluso a algún que otro socio. Un camarero nos ofrece una copa de champán y durante unos minutos nos limitamos a saludar a unos y a otros y a dar sonrisas falsas. 

- Chicos -nos dice el relaciones públicas del equipo- seguidme y así conocéis al nuevo patrocinador. Está aquí con su familia

Marco y yo lo seguimos a desgana. La mayoría de mis compañeros ya los han conocido pero nosotros hemos conseguido escaquearnos. Hasta ahora. Dejo mi copa en una de las mesas y camino detrás de mi amigo. Él es al primero al que le presentan a estas personas. 

- Joder, mierda -escucho decir a Marco girándose hacia mi

- ¿Qué pasa tío? -le pregunto al verlo mirarme con la cara desencajada

- Bueno, mejor que lo veas por ti mismo

Me quedo mirando a Marco sin entender lo que me dice. Me presentan al nuevo patrocinador. Alberto Sierra, el dueño de la fábrica de conservas SierraSur. Después a su hijo Diego, y por último a su hija. 

- Ésta es mi hija Luna -dice Alberto presentándome a la chica. No puede ser mucha casualidad, ¿o si? Alzo mi mirada para encontrarme con la de mi novia. Ella me mira nerviosa y la veo tragar saliva con fuerza mientras esboza una ligera sonrisa

- Encantada -dice ella tendiéndome su mano. Me quedo estático. Sin saber que hacer. Luna sigue con su mano extendida y yo no sé ni qué decir. No tenía ni idea de que ella era la hija del de SierraSur. Nunca habíamos hablado de ello. Bueno, en realidad es que hablamos poco de su familia. Marco me da un ligero codazo para que reaccione y es lo que hago.

- Igualmente -le digo apretando su mano. Siento la suavidad de sus dedos sobre los míos pero es como si me quemaran. Le doy un ligero apretón y me suelto rápidamente de ella. 

Dejo de mirarla aún viendo anhelo y preocupación en sus ojos. Marco me saca casi a rastras de donde estamos y me lleva a un sitio alejado de la sala. 

- ¿Tú sabías que Luna era la hija del de las conservas? -me pregunta Marco girando su mirada hacia donde está mi novia

- No tenía ni idea Marco. Ella no me ha dicho nada

- Joder, pero no es algo para esconderlo. Ese tío está forrado. Media Alpujarra almeriense es suya. ¿Porqué no te lo ha dicho?

- ¡No lo sé Marco!

Me llevo las manos a la cara y bajo el tono de voz al ver que otros compañeros vienen hacia nosotros. Mi mirada va hacia ella. A como sonríe y charla con la gente que le presentan. Me mira de reojo y yo desvió mi mirada. Lleva una falda negra de tubo con medias de rejilla y una blusa color crema cruzada que le sienta de escándalo. Trago saliva y babeo al verla. Estoy confuso. Me siento algo dolorido porque tengo la sensación de que ella me ha escondido algo importante de su vida porque a lo mejor, se averguenza de mi, de que yo sea jugador de fútbol. 

Siento como el aire se vuelve más espeso y como me entran ganas de salir corriendo de aquí. Me disculpo ante mis compañeros y salgo de esta puta sala y de la vista de ella. Camino unos pasos hacia una terraza y allí cojo todo el aire que necesito. 

No sé si estoy más decepcionado o cabreado con ella. Triste. Si, eso si lo estoy. Porque ahora no sé lo que hacer con Luna. Se supone que somos una pareja y que lo compartimos todo ¿o no?. Siento unos pasos adentrándose en la terraza y sé sin girarme que es ella. Cojo aire y lo suelto lentamente pensando en la de miles de cosas que quiero decirle. 

- Rodri -su voz apenas es un susurro. Y aún así, es la voz más bonita que he oído en mi vida. Porque es su voz. Me doy la vuelta y la veo mirarme con el rostro apenado y entristecido

- ¿Cuándo pensabas decírmelo?

- Yo... - su labio superior tiembla ligeramente mientras me habla. Esos labios que besé anoche mientras le hacia el amor en mi cama

- ¿O no me lo ibas a decir nunca?

- Lo siento Rodri, de verdad que lo siento, pero yo...

- Tú nada Luna. Joder. Están aquí tu padre, que se supone que es mi suegro porque estamos saliendo, y tu hermano, que es mi cuñado. Pero claro, no lo son porque ni yo los conozco, ni sabía que existían, ni ellos saben quien soy yo, ¿me equivoco?

Luna aprieta sus labios y la veo cruzar sus brazos y rodearse su cuerpo con ellos. Está temblando y la veo nerviosa. Pero yo, estoy muy cabreado. 

- ¿Porqué me has escondido quien es tu padre?

- Porque...no lo entenderías Rodri

- Pues explícamelo -le digo apretando mis puños a ambos lados de mis caderas. Ella se lleva las manos a la cara y permanece en silencio mirándome

- Rodri, tú ya sabes quien es mi padre, y a lo que se dedica, y sinceramente, a veces, yo no estoy orgullosa de ser hija de quien soy...y ésta es una de esas veces. Yo no quería venir a ésta cena, pero me ha obligado...

- No querías venir por si me veías, ¿verdad? -Luna da la callada por respuesta y a mi esto me empieza a cabrear cada vez más- si no llego a venir, ¿cuándo me lo hubieras contado?

- Pues no lo sé...

-Genial Luna, genial. Se supone que salimos juntos y me escondes cosas, ¿esto como va? ¿es que no confías en mi?

- No es eso...

- Pues es lo que parece. Desde que te conozco, me has demostrado que eres insegura, desconfiada...y por más que yo lo intento, tú no me dejas entrar en tu vida...

- Eso no es así Rodri, y lo sabes. Eres la única persona en la que confío

- Pues no se nota Luna, no se nota para nada

- Lo siento Rodri

Luna se acerca a mi y yo doy un paso hacia atrás dejándola desconcertada. Ahora mismo estoy muy enfadado con ella y no quiero decirle nada más que la pueda hacer sufrir. 

- Luna -un chico castaño muy parecido a ella entra por la puerta mirándonos a los dos- papá te está buscando

Luna no quita su mirada de la mía haciéndome sentir a mi cada vez peor. El chico vuelve a mirarme a mi y nos deja de nuevo a solas. 

- Tengo que irme Rodri -me dice ella dándome una última mirada- luego te llamo

- ¿Ni siquiera vas a presentarme a tu hermano?

Luna baja su mirada y cuando la alza veo que no va a hacer nada. Permanecemos ambos en silencio hasta que soy yo el que lo rompe. 

- Anda, si, vete con tu familia, que se ve que es lo único que te importa

Soy yo el que me voy de esa terraza primero. El que la dejo ahí mirándome con las lágrimas saltadas. Vuelvo a la sala y le hago un gesto a Marco diciéndole que me voy. Ni siquiera miro atrás. Ni siquiera me vuelvo para mirarla. Me ha hecho sentir que no significo nada para ella. Y estoy tan dolido que no quiero ni verla, ni oirla, ni hablar con ella.

Por lo menos hasta que se me olvide que Luna es la hija del de SierraSur.

Sábado. 10.00 de la mañana. Piso de estudiantes, Calle Central

No he dormido nada. Me duelen los ojos de tanto llorar. Rodri no ha contestado a ninguno de mis mensajes, incluso anoche apagó su móvil para que no lo siguiera llamando. Me siento fatal. Es que ni siquiera fui capaz de explicarle nada. Me bloqueé como una idiota y lo perdí en ese momento.

Si hoy no me coge el teléfono, me planto en su casa. Pero tiene que hablar conmigo y dejar que le cuente porque le oculté lo de mis padres.

Entro en la cocina para hacerme un café que me espabile. Elba está sentada comiendo un tazón de avena. Levanta sus ojos del tazón y se me queda mirando.

- Tienes los ojos hinchados Luna

- Lo sé

No tengo ganas de hablar con nadie, y menos con ella. Bastante disfrutó anoche Anabella con el espectáculo. Porque si, la muy puta estaba allí de azafata.

- ¿Estás bien Luna?

- No, no lo estoy -voy a echarme el café en la taza cuando me doy cuenta de que no me apetece. Tengo el estómago revuelto

- Si te puedo ayudar en algo...

Me giro para salir de la cocina con unas enormes ganas de reírme de Elba. Es lo que me faltaba para empezar bien el dia.

- No finjas que te importo Elba. Llevo aquí 8 meses y os ha importado una mierda lo que me pase, no me vengas ahora con gilipolleces

Salgo de la cocina dejando a Elba mirandome muy sorprendida. Es que me da igual. No me importan nada éstas dos y estoy deseando perderlas de vista. Me meto en mi habitación y me echo en la cama derrotada y cansada. Cojo mi móvil y marco su número otra vez. Por suerte da tono, algo que me da esperanza. Pero pasa un rato y no lo coge.

Me siento en la cama frustrada y estoy pensando en vestirme e ir a verlo. Mi móvil suena con un mensaje y lo cojo nerviosa perdida. Es un WhatsApp de Rodri. Por fin me contesta. Lo leo y siento mi corazon romperse un poquito más.

Estoy concentrado. Mañana tenemos un partido muy importante y no quiero distraerme. Ya hablaremos

Y hablamos. No sin antes haberme hecho llorar Rodri como ningún chico me ha hecho llorar en la vida

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