|15| ✔️
El olor a café que desprendía la taza que estaba a su lado desconcertaba al pobre pelinegro que intentaba responder a las preguntas de su amigo lo mejor que podía, pero la verdad es que su cerebro no se sentía capaz de procesar esa información, lo oía lejos y las palabras le llegaban desfasadas, casi como si una pared gigante de cemento estuviera entre ellos y los alejara cada vez más.
—Repite el articulo N°16, Yoon— décima vez que la persona frente a él le decía lo mismo. Y décima vez que el pálido no entendía a qué se refería.
—¿Qué artículo?— preguntó sintiendo sus ojos pesados. Sabía que estaba sobre una cama, probablemente se encontraba durmiendo arriba de uno de los muchos catres que habían en la cabaña, pero por alguna razón también estaba hablando con esa persona a la que no le veía el rostro. La situación de cuando él estaba inconsciente y Jimin lo besó por primera vez, se estaba repitiendo, con la única diferencia de ésta vez solo estaba durmiendo y no desmayado.
—El artículo, el que estamos estudiando desde hace una hora.
—No sé de que artículo hablas— su cuerpo se removió sobre la cama y en el otro mundo -el real- pareció colocarse de pie. Su vista se tornó borrosa, impidiéndole que vea lo que hay a solo unos pasos de él —De todas formas ¿por qué lo estamos estudiando? ¿Por qué es tan importante?
La voz de Jin volvió a oírse, pero seguía sin poder encontrar su rostro —Es importante, porque de eso va a tratar nuestro examen.
—¿Examen?
—Sí, el examen— escuchó como la otra persona se movía para colocarse de pie y Yoongi se giró, antes de que su vista lograra enfocar el rostro del joven, su cuerpo se desvaneció en el otro mundo y despertó alarmado en la cabaña. Comprendió que estaba viajando entre ambos mundos a través del sueño, que era lo que el vidente siempre solía repetirle, el sueño conciente.
Cada vez que en el mundo real estaba dormido, se encontraba despierto en la cabaña. Y cada vez que en la cabaña estaba dormido, se encontraba despierto en el mundo real. A eso se refería el vidente cuando hablaba de que llegaba a este limbo entre la vida y la muerte a través del sueño conciente. Un sueño que era tenebrosamente guiado por Jungkook, para evitar que Yoongi entendiera más cosas de las necesaria sobre su vida real, e incluso para evitar que se perdiera. Cuando navegas en la completa oscuridad para encontrar el camino a casa, es difícil saber hacia donde vas, necesitas experiencia, y Jeon claramente la tenía.
«Crío astuto»
Lo maldijo en silencio. Necesitaba hablar con su hermana, ella podría aclararle todo esto. Era extraño que de repente comenzara a estar conciente de esos viajes entre dimensiones, por lo general no solía darse cuenta cuando eso pasaba, a excepción de ahora.
Se frotó los ojos y miró hacia su costado, el lánguido cuerpo de Jimin estaba tendido de lado, con la boca levemente abierta y durmiendo plácidamente, Yoongi sonrió embobado y se acercó a él —Eres hermoso, pequeño— le susurró antes de dejar un suave beso en los rubios cabellos del joven. Si alguna vez en su vida se había enamorado, definitivamente no se comparaba con aquella ocasión.
Vio los labios de Jimin curvarse en una sonrisa y su cuerpo removerse, le dio la espalda y siguió durmiendo. Yoongi bufó divertido y salió de la cama, realmente esperaba que su hermana estuviera abajo, porque de no ser así, le daría una flojera inmensa buscarla por toda la aldea. Aunque el pueblo no era muy grande, a Bae le gustaba recorrer los alrededores, haciendo que las posibilidades de encontrarla se volvieran imposibles.
Bajó a pasos rápidos y se encontró con el Abuelo gruñéndole a la cocina porque la leña no quería encender, y él necesitaba calentar agua —Ha estado así desde la mañana— le explicó su hermana con cara de que en cualquier momento lo golpearía. Estaba con los brazos cruzados y apoyada en el marco del gran ventanal que daba hacia la bahía, el azul de su vestido era mucho más intenso que el mar.
—Esta porquería está mas vieja que yo— refunfuñó el anciano mientras golpeaba el costado del fregadero con el bastón de madera que siempre llevaba en la mano —Tenemos que cambiarla, la leña ya no toma fuego ahí abajo.
Bae rodó los ojos y desvió su vista hacia la hermosa bahía —Tienes rostro de preocupación, Yoonie, ¿sucede algo?— el pelinegro rio entre dientes y se sentó en la mesa, a pesar de que no sea su hermana verdadera, ella siempre lograba adivinar cuando algo le complicaba o le molestaba más de la cuenta.
—Creo que estoy soñando con otro chico— dijo para ambos lo oyeran. Bae giró su rostro hacia él y frunció el ceño.
—¿Cómo es?
Yoongi se encogió de hombros —No lo sé, nunca puedo verle el rostro, siempre está todo muy borroso. Pero oigo su voz y conozco su nombre, aunque él nunca me lo haya dicho— pensó un momento y luego prosiguió —Sé que se llama así, Jin, y también sé que es alguien cercano. Pero no sé de dónde lo conozco.
—Entonces no son sueños, son vivencias.
—¿Cómo?
Bae se acercó a la mesa y se sentó en la silla frente a él. Le hizo una señal al Abuelo para que se sentara con ellos —Si hubiera sido un sueño, deberías poder verle el rostro, como te sucedió con Jimin— Yoongi asintió lentamente en señal de entendimiento, aquello tenía cierta lógica —Pero como no puedes verle el rostro, pero sabes que lo conoces, entonces son recuerdos o vivencias de tu vida real.
—¿Y esa cosa tiene algún significado en especial?— preguntó el Abuelo inclinándose en la mesa.
Su hermana asintió —Si el soulmate de la persona que está en coma comienza a recuperar sus propios recuerdos, significa que la decisión final está por llegar. Jimin debe estar a punto de saber quién ganó su alma, si la vida...o la muerte.
Yoongi se removió en su sitio, estaba inquieto y no sabía que sentir, porque ¿qué se supone que debía sentir? ¿Angustia? ¿Temor? Estaba preocupado, y tenía miedo, miedo de que Jimin no despertara, y en caso de que lo hiciera, miedo de no poder encontrarlo en la línea de tiempo que les corresponde ¿qué sucedería entonces? ¿Viviría el resto de su existencia sintiendo que le falta una mitad?
—No pienses tanto, Yoon— le sonrió su hermana. Ella estaba conciente de que pronto iba a desaparecer, pero aún así estaba ahí, buscando tranquilizarlo a él —Cuando eso pase, Jimin lo sabrá, lo sentirá.
—Hyung...— un débil susurro afligido se oyó desde la cocina. Cuando el pelinegro se giró, su corazón dio el vuelvo más grande de su vida, Jimin estaba sujeto con una mano de la encimera y se balanceaba hacia adelante y hacia atrás, se le dificultaba mantener el equilibrio —No me siento bien...
Yoongi se levantó de su lugar siendo impulsado por la preocupación y fue hasta su lado, la temperatura corporal del menor estaba por las nubes y una fina capa de sudor cubría su rostro —¿Qué tienes? ¿Te duele algo?— le preguntó, totalmente afligido. Pasó uno de sus brazos por la delgada cintura y lo ayudó a caminar a hasta la mesa de centro, pero antes de siquiera dar un paso, Jimin perdió toda la fuerza en sus extremidades, tirándolo a él y a Yoongi al suelo.
Bae saltó de su lugar y llegó hasta ellos con su vestido ondeando alrededor de su cuerpo —No dejes que se levante, podría ser mas perjudicial.
El menor quedó tendido en el pasillo y Yoongi le tomó el rostro con ambas manos —Por favor dime que tienes— le suplicó al borde de la histeria, si era lo que él creía, aún no estaba preparado para enfrentarlo.
—Escucho a Taehyung y a Hoseok hyung gritar— dejó escapar un par de lágrimas y retorció su cuerpo en señal de dolor. Se aferró al tacto del mayor, buscando un refugio lejos de todo aquello. —Están llamando al doctor, no sé que sucede.
Bae y Yoongi se miraron, su hermana apretó los labios y luego bajó la vista hacia los adoloridos ojos del menor —Estás despertando, Jimin— le dijo pasando una de sus manos por sus rubios cabellos, tratando de calamarlo —Vas a recuperar tu vida.
Nadie en la cabaña estaba listo para eso.
Ni Yoongi, ni Bae, ni el Abuelo, ni mucho menos Jimin.
Porque si despertaba, olvidaría.
Y...¿hay algo más triste que olvidar?
Sí, olvidar a personas que alguna vez amaste.
⭐
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro