𝑴𝒚 𝒅𝒆𝒂𝒅..
Un día sólo desperté sumamente desorientado, no sabía dónde estaban mís gemelos, hermanos y primos, no entendía nada de ése momento.
Me encontré en el campo de batalla con mís compañeros, Rabo de gato había escapado y sólo nos encontrábamos los demás, heridos de gravedad.
Vi a zombies acercarse a nuestro lugar y sólo me límite a correr, no podía sentir mís manos lo cuál tendría que ir con uno de los enfermeros de la resistencia, debía q irme rápido de ahí.
Dejé a mís compañeros en el campo de batalla sangrando, lo cuál sólo soltaba lágrimas de mís ojos por el cómo pude tener las bolas de abandonarlos, sólo me lamentaba de todo.
Logré sentir mís manos y sólo veía una casa a la cercanía, lo cuál aumentaría mís pasos y corría, llegando ahí rápidamente y encerrandome por el resto de mís días.
Revisé el lugar y logré ver una nota, tenía mí nombre y no entendía porq.
"𝑨𝒕𝒔𝒖𝒎𝒂𝒓𝒖, 𝒄𝒖𝒊́𝒅𝒂𝒕𝒆, 𝒑𝒐𝒓𝒒 𝒏𝒐 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓𝒂́𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝒓𝒆𝒔𝒊𝒔𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂, 𝒕𝒆 𝒉𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒆𝒙𝒑𝒖𝒍𝒔𝒂𝒅𝒐, 𝒔𝒐́𝒍𝒐 𝒑𝒖𝒅𝒓𝒆𝒕𝒆 𝒆𝒏 𝒆́𝒔𝒕𝒆 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓"
No podía creerlo y sólo me heche a llorar, no quería aceptar esté horrible destinó q yo ni siquiera sabía.
Llegó la noche y había algo de ropa q me quedaba cómoda y era casual, lo cuál decidiría ir a ver a una ventana y vi a el turnó nocturno, vi a Gibo corriendo, lucía completamente asustado, parecía q vio a la casa q estába sólo se dirigió hacía mí, pero parecía tener una arma blanca.
Sólo apuñalo el cuchillo a la puerta y sólo me asusté, toda la resistencia parecía loca, pero sólo Gibo se disculpó y decidió llorar desconsolado, no entendía nada de lo q pasaba.
Abrí la puerta y Gibo me vió directamente, parecía q el pelinegro iba a gritar en ése mismo momento.
*-¡𝑽𝒆𝒕𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒄𝒊𝒖𝒅𝒂𝒅! -*Me dijo en lágrimas q caían al suelo y q su recorrido eran sus mejillas.
Sólo le dije porq y me explicó q la resistencia estába la mayoría muerta, sólo quedaba el y unos 4 más, lo cuál quedé sin palabras.
Sólo Gibo decidió entrar a la casa y quedarse ahí por unos buenos minutos.. Hasta q decidió terminar de llorar.
*-𝑬𝒔𝒕𝒂́𝒔 𝒔𝒂𝒍𝒗𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒊́ 𝒗𝒊𝒅𝒂.. ¿𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒐 𝒓𝒆𝒄𝒐𝒎𝒑𝒆𝒏𝒔𝒂𝒓𝒕𝒆? -*Me dijo mientras sólo me miraba fijamente.
Le expliqué q no era necesario q me diera algo a cambió, lo cuál sus llantos regresaron pero más controlados, mientras me decía gracias repetidamente.
Desde los años de mí infancia (lo cuál había ingresado a la resistencia) tuve una buena relación con aquél sacerdote, pero nunca lo vi en una etapa tan descontrolada.
Gibo durmió en la única cama q había en el hogar, yo me quedé en el sillón y éso me costaría la maldita vida siendo asesinado por Gari.
Sí, fusilenme.
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