Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ʙᴀᴅ ᴛʜɪɴɢs

Todos están corriendo ahora...

La luz en el pueblo se había ido, había mucha niebla alrededor y casi ninguna señal de vida en las calles de aquel turbulento lugar.

Sólo eran zombies.

Desde la catástrofe que pasó en el refugio, donde algunos fueron afectados, me quedé en un rincón de la habitación de mi amigo. Lloraba profundamente por el pánico que sentía en ese momento.

Estaba con otro acompañante, Shiyura; que a pesar de la situación, trataba de mantener su actitud positiva ante la situación tan crítica. Con sus manos, tomó mi cabello y lo revolvió, se sentía como un gesto que mi hermano haría.

Tranquilo... - Me dice con una voz nerviosa y cansada, pero con una expresión tranquila. - Vamos a estar bien, buscaremos la salida y nos salvaremos... - El tono de su piel ya era pálido y sudaba frío, como si apenas saliera de un ataque de pánico

Mi amigo intentó tranquilizarme, pero aún sigo con los nervios en la punta de la piel. Por culpa de esta epidemia, tuvimos que separarnos de los demás y dejar atrás todo; empecé a recordar todo lo que perdí tan solo en un rato, y más ganas tenía de llorar desconsolado.

Yo lo sé, yo lo sabía...

Shiyura ocultaba su tristeza con aquella expresión dulce, pero en realidad era horrible y un tanto forzado querer empatizar conmigo sólo porque ambos lo perdimos todo.

Eso me hizo sentir más miserable.

Después de un rato, nos quedamos dormidos en la vieja pieza de Shiyura, durmiendo en el suelo y bloqueando la puerta para que nada entre por la noche.

Suspiro cansado, y entre lamentos, me quedo dormido.

[...]

A la mañana siguiente partimos a los laboratorios que estaban en el norte del pueblo, con la esperanza de que hubiera alguien que nos salvara nuestra vida.

Habían pasado un par de horas y pocos minutos. Llegamos a una carretera que daba a un condominio recién evacuado, me sorprendió sinceramente, no sabía cómo habíamos avanzado tan rápido en la caminata que hicimos.

La mayoría de las casas estaban vacías, salvo por una sombra que vimos al final del callejón; mostrándose que se trataba de una silueta femenina. Enfoqué mi vista para ver de quién se podía tratar.

¿Señorita Seno? - Pregunté con alegría, tenía ya más alivio al ver a mi compañera a salvo, y no se diga Shiyura.

Dejé de verla a lo lejos y me acerqué corriendo, siguiéndole el paso a Shiyura y con mucha fé de que todo estaría bien a partir de ahora que nos reunimos los tres; finalmente y como debe de ser.

Pero...

¡Arhg! - Un rugido nos regresó a nuestra realidad. Aquí se comenzó una parte oscura de nuestra vida, al ver cómo un ser querido había sido contagiado por el virus y nos miraba como si fuéramos trozos de carne.

Ella fue agresivamente a Shiyura, sin poder reaccionar a tiempo para correr hacia atrás. El no tuvo más remedio que golpearla y dispararle en la cabeza, haciendo que ella retroceda un poco y termine desplomada a su lado.

Sin mirar atrás, corrí junto a Shiyura. Ambos teníamos una expresión de horror en nuestros rostros, pero nuestros ojos reflejaban lamento; porque sabíamos que, si seguimos vivos, poco a poco perderíamos la cordura.

Llegamos a una casa en obra negra, escondiendo nuestras mochilas entre las columnas del lugar. Shiyura se sienta cerca de los escombros abandonados que están dentro de la casa, mientras yo estoy en el suelo.

Cuando terminamos de tomar un descanso luego de ese momento arriesgado, decidimos sacar nuestras mochilas y vemos qué sacamos del refugio para comer un poco aunque sea.

Me senté en el suelo, abriendo una lata de atún que olía mal. No estaba podrida, pero en sí mi hermano siempre se encargaba de que nunca comiera algo que esté en mal estado.

Hermano mayor...

"¿Dónde estará?"

Esperaba que estuviera bien, ya que él no estuvo conmigo cuando atacaron el refugio; de hecho fue junto con otro compañeros suyos para Zumburbia, teniendo el objetivo de despejar la zona y matar a los zombies restantes.

Poco a poco mis esperanzas morían, yo lo único que quería al menos en este momento era un abrazo de él, no importa si tiene que volver a los laboratorios a ser un experimento o moriría de hambre.

Sólo quiero estar con mi hermano.

Estaba tan distraído en mis pensamientos, que no me dí cuenta de la presencia de Shiyura. Apenas reacciono cuando siento que sus manos están limpiando mi cara junto a un trapo.

Necesitas respirar. - Comenta con una voz quebrada, viéndome; de inmediato me dí cuenta que estaba llorando en silencio, sintiendo un sabor amargo en la boca.

Puedo entender que quiera protegerme mi compañero, ahora más que nunca nos necesitamos proteger, y además no me iba a dejar sólo. Yo apenas soy un niño...

Soy alguien débil a comparación.

Estoy bien... - Sollozo un poco en silencio. - Creo que necesito comer algo y ya estaré mejor. - Sacudo mi ropa y vuelvo a tomar la lata de atún para comer.

Ambos nos miramos un poco, antes de que Shiyura se aleje y se vaya hacia el otro lado. Él simplemente come un poco, después de un rato deja mochila en el suelo y se levanta.

Se va del lugar sin decirme nada, dejando sus cosas a un lado, tal vez para seguir explorando. El deja que me quedé ahí para cuidar nuestro refugio temporal, pasando varios minutos.

Me quedé dormido, luego de un rato.

[...]

A pesar de que pasaron varios días, Shiyura nunca volvió.

Pensé lo peor, y de inmediato me escondí en esa casa abandonada, pues no quería arriesgarme a que algo allá afuera me capture. Quería huir de ese lugar, esconderme en el fin del mundo e ir por mis amigos, pero no tenía la condición para hacerlo.

Me quedé en silencio, llorando en el piso y abrazando mis piernas.

Estaba solo...

Pude escuchar los pasos de alguien acercarse a donde me encuentro escondido, traté de irme a otro lado para no ser descubierto de nuevo, tomando las mochilas rápidamente.

Una voz profunda menciona mi nombre, llamando mi atención.

Temblando por la angustia, volteo a ver de quién se trataba aquella persona. Al darse cuenta de mi existencia, se acercó a mí; era el señor Taguken, el cual me recibió en sus brazos , mientras me acariciaba la cabeza suavemente, intentando tranquilizarme.

Poco después, yo noté la presencia de Harupeno y del señor Toruchi, los cuales se acercan a mí para revisarme y ver lo que estaba pasando.

¿Cómo es que llegaste hasta aquí? - Pregunta preocupado el señor Taguken, separándose un poco de mí para verme mejor. - ¿Estabas con alguien? - Vuelve a cuestionarme al ver que estaba solo.

Yo respondía con nervios.

Shiyura estaba conmigo... - Las caras de ellos tres me dieron una idea de lo que había pasado, pues cuando mencioné el nombre de él, simplemente se callaron.

Haru ahora cargaba las mochilas que habíamos traído, mientras Toruchi seguía revisando mis brazos por si no tengo alguna herida infectada o una mordida. Tenía ganas de seguir quedándome pata esperar a mi amigo, pero algo me decía que mejor me fuera con ellos.

Tenemos que irnos. - El señor Toruchi tomó mi mano y me acompañó; no me dejó solo en ningún momento.

Quedé estático al seguirlo, mientras estoy detrás de ellos.

¿Dónde está mi hermano? - Trato de preguntarles, mientras sigo caminando a la par de ellos. Esperaba a que hubiera buenas noticias y que mi hermano se encontrara a salvo en los laboratorios.

Sin embargo, no hubo respuestas.

Infortunadamente, pasamos por alto todo lo que pasó a nuestro alrededor, importando poco que hubiera otro tema presente a causa de mi boca.

Pude ver cómo todos los demás revisaban sus móviles, viendo si encontraban señal en alguna parte para contactar a los vivos, sin éxito o respuesta afirmativa alguna.

Con todo esto, mi mente se seguía preguntando lo mismo en silencio:

"¿Dónde está mi hermano? ¿Dónde está Torunawa? ¿Él estará bien?"

La incertidumbre me mataba lentamente. Pueden pensar que no se supone que los niños deben tener este tipo de preocupaciones, que no deben de preguntarse si alguien de su familia está muerto o no; pero no podía hacerlo...

¿Yo qué más podía hacerlo?

Solo era alguien que debía cumplir su obligación como defensa, enfrentando mis problemas con la frente en alto. Aunque los adultos siempre me mentían para quererme "proteger" de lo demás...

[...]

« Wataronawa Nato...

Mi nombre era Wataronawa Nato.

Soy hijo menor de una familia pequeña, el hermano menor de Torunawa Nato. Era la defensa del primer turno, antes de morir; era la joven esperanza de La Resistencia, uno de los más fuertes de mi generación; era el amigo de Shiyura Goman-Endo y el mejor amigo de Seno Hare.

Nací en una época difícil, cerca del 5 de Mayo, el día en donde comenzó la catástrofe en el pueblo.

Yo no era alguien inteligente, más bien sacaba malas notas en ocasiones y no era un niño de diplomas y primeros lugares, pero tampoco era un tonto que iba por la vida, o eso creía al menos...

Como siempre, era dejado de lado cuando se trataba de hacer planes o defenderme por mí mismo, era muy inocente y "dulce" para matar tan siquiera una mosca. Yo siempre era dejado de lado para ser sólo una simple "defensa" en mi turno.

A pesar de eso, yo no me quejaba..

Intenté siempre de ser útil, alguien que pudiera salvarlos en los momentos difíciles en el apocalipsis.

Quería protegerlos...

Sabía que no podía hacer nada más que eso, pues mis capacidades no daban para más, pero quería ser más fuerte. Fortalecía mi cuerpo conforme pasaba los entrenamientos, no importa si quebraba mis huesos o sangraba de más.

Tenía que ser fuerte, quería ser fuerte.

Yo, Wataronawa, quería ser como mi hermano mayor.

Me esforcé a pesar de todo, intentando hacer sentir orgulloso a mi hermano y sin abandonar a mis amigos en el camino. Creí que si me volvía útil, la gente finalmente me tomaría en cuenta.

Sin embargo no fue así, porque no importaba lo que hacía, siempre iba a ser la sombra de mi hermano. Eso me hacía sentir horrible, patético hasta cierto punto de mi vida.

Los amigos que tenía eran los únicos que me apoyaban, tratando de que me sintiera mejor conmigo mismo. Sonreí como siempre para ocultar mi frustración, queriendo que ellos no se sintieran mal por rechazar su ayuda.

Y si, sé que lo querían hacer de corazón, pero supe que tenía que ser fuerte en ocasiones y no debía llorar por mi debilidad; tenía que avanzar y nada más...

Soy Wataronawa.

Era un chico de cabello castaño, tan castaño como el color de una nuez.

Un chico que a pesar de todo siempre sonreí, sin pedir nada a cambio a la vida más que comprensión y poder proteger a mis seres queridos.

Fuí Wataronawa Nato, y morí el 5 de Mayo de un año desconocido. Poco después de mi cumpleaños, mis velas habían apagado.

Mi muerte fue provocada, pues un disparo me arrebató la vida.

No se sientan tristes por mí, tuve una buena vida y al menos pude descansar en paz al saber que mi hermano ya se encontraba mejor. Solo puedo decir que lamento mucho no poder ser más fuerte, y que espero de corazón que Torunawa sea feliz, ahora que es libre.

Gracias a mis amigos y a mi hermano que me pudieron dar una buena vida, pues a pesar de lo poco que viví, nunca me dejaron sufrir.

Perdón por todo... »











- 𝓡𝓸𝓼𝓮𝔃𝓸𝓷𝓮𝓼.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro