𝐙𝐨𝐡𝐚𝐤𝐮𝐭𝐞𝐧. 💜 #1
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Pedido por: NehemiasSuarez ¡Gracias por pedir! Muak ෆ╹ .̮ ╹ෆ
[AU MODERNO]
ADVERTENCIA: Contiene +18
Tipo: Tsundere, celos, amor.
Contexto: Fuiste adoptada por los Hantengu de niña, y relativamente te llevas bien con todos menos con el hermano menor.
𝐸𝑛𝑗𝑜𝑦 シ
"Secret Love"
"No me importa que seamos una supuesta familia, nunca te he visto así y nunca lo haré.". 💜
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No es fácil ser una niña desamparada de diez años a los que sus padres murieron en un accidente aéreo. Y por desgracia fue la vida inicialmente de (T/n) Kawa. Su tristeza y soledad que les dejó sus progenitores fue el más grande dolor, pero no su mayor problema cuando la llevaron a un orfanato de la ciudad por no tener familia ni paterna ni materna. Pero gracias a Dios que milagrosamente sólo pasó un par de meses en dicho lugar ya que una familia de apellido Hantengu la adoptó como su hija. El proceso de papeleo fue rápido y pronto comenzó su vida en la casa de la familia.
Le costó adaptarse y en menos de lo que pensó ya reconocía a esa familia como suya. Fueron pasando los años y creció llegando a la adolescencia. Exactamente seis años después su vida iba muy bien, amaba a sus padres adoptivos y sus hermanos también que son cuatrillizos y uno menor, sin olvidar a sus padres biológicos claro.
Se lleva relativamente bien con todos. Sus padres no son ni estrictos ni les dan mucha libertad, llevan un buen límite. Sekido, el gemelo mayor, tiene una actitud muy dura, amargada y estricta pero por dentro es una masa de amor. Karaku es un ocurrente, inventor y todo un don Juan pero ama a (T/n) como su hermanita, Urogi es casi igual de extrovertido y alegre y Aizetsu aún con su personalidad deprimente y seria es un muy buen hermano... Sólo hay uno en específico con el que nunca se ha llevado bien.
Zohakuten, quien tiene su misma edad actual. Si bien tiene la personalidad muy parecida a Sekido, Zohakuten es mucho menos tratable e intimidante, así lo ve (T/n) con temor. Las veces que le ha tocado hablarle la trata mal o la mira con odio. Por eso evita a toda costa hablarle o tan siquiera encontrárselo a menos que sea algo importante.
Técnicamente así se mantuvo la relación tan difícil de esos dos, sin que (T/n) supiera la verdadera razón de Zohakuten por su trato tan frío...
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Una de las tantas mañanas lindas pero molestas para (T/n) fue este día, en el que tenía que ir a la escuela. Despertó por su alarma y la apagó soltando una queja junto a un largo bostezo y su perezoso estiramiento antes de salir de la cama. Se dió un baño rápido y luego se vistió con el uniforme de la Academia Kimetsu. Su escuela desde hace un par de años.
Bajó a pasos rápidos las escaleras para llegar al comedor, encontrándose con tres de sus hermanos: Sekido, Urogi y Zohakuten. Los dos primeros le dieron los buenos días, excepto el último que ni alzó la mirada de su plato.
-Heey, buenos días. ¡Rápido, mocosa! ¡Los huevos se enfrían! -exclamó entre risas su humorístico hermano de ojos amarillos.
-¡No demoré mucho, exagerado! -le reprochó la chica haciendo puchero.
-Buenos días, come rápido para que los dejemos en la escuela. -dijo Sekido tomando jugo de naranja. -Aizetsu y Karaku se fueron temprano. Ambos tienen cosas importantes en la universidad, así que aprovecharon irse juntos. Pero nosotros los llevaremos.
-Sí, pero ni se acostumbren que no soy niñero. -bromeó Urogi en un murmuro.
-Oh... Creo que son proyectos que tienen, lo sé. No demoraré. -decía (T/n) a la vez que comía rápido sin atorarse.
No preguntó por sus padres, ellos se van de madrugada a trabajar y sólo están los fines de semana. Bueno, su padre sólo le dan libre los domingos. Por lo que pasa mayormente el tiempo con sus hermanos. Mantuvieron una conversación, específicamente Urogi y (T/n), Sekido comentaba algunas cosas de vez en cuando mientras que Zohakuten comía en silencio y sólo abría la boca si le metían en algo o le hacían una pregunta.
Para cuándo terminaron de desayunar Sekido fue a lavarse la boca y Urogi a arreglar unas cosas en su mochila para la universidad. (T/n) fue a la cocina a fregar el plato y vaso que recién había usado mientras tarareaba una melodía suave.
Al poco tiempo Zohakuten entró con su plato y vaso también tranquilamente pero se quedó mirándola unos segundos. (T/n) se quedó quieta. Sin voltearlo a ver sentía su severa mirada sobre ella, cual dos punzantes clavos. Eso le hizo sentir nerviosa y torpemente se le resbaló el vaso que acababa de fregar y cayó al piso, aunque como es de plástico no se rompió. Por la vergüenza se agachó a agarrarlo pero Zohakuten tambié lo había hecho y sus manos se tocaron como película de romance. Pero en el caso de ambos, o al menos de (T/n) lejos de dejarla embobada sólo le asustó más.
-Tonta. -gruñó mirándola mal y se enderezó enjuagando el vaso en el fregadero. -Fíjate en lo que haces.
-Perdón. -se disculpó y salió rápido de la cocina.
(T/n) sabía que fue torpe hace unos minutos, pero de todas formas tenía la buena o mala costumbre de pedir perdón por todo. Si ella se caía por la culpa de alguien también se disculpaba. Y justo estas clases de interacciones cortas con Zohakuten son las que le dan nervios sin razón, probablemente por lo vergonzosas que llegan a ser. No sabe la razón exacta pero realmente la presencia de Zohakuten le provoca unos extraños nervios...
A los minutos Sekido arrancó el segundo carro de su padre que le dejó a su hijo mayor como medio de transporte. Y de paso lo usa para ayudar a los demás. Cuando llegaron a la Academia Kimetsu (T/n) y Zoha se bajaron del carro y se despidieron con apuro.
-Adiós, pórtense bien. Pero si los molestan rómpanle la madre. -aconsejó Sekido.
-Sigan el sabio consejo de Seki. ¡Hasta luego! -se despidió Urogi antes de que Sekido arrancara el carro.
-¡Hasta luego! -gritó (T/n) moviendo su mano.
Cuando miró atrás Zohakuten había desaparecido, nada raro. Nunca la ha esperado para irse juntos caminando como hermanos, pero pensándolo bien tampoco le gustaría que lo hiciera. Suspiró hondo y se fijó en el reloj en su muñeca. Marca las 6:45am. Sus clases empiezan a las 7:00am por lo que llegó a una buena hora.
Caminando hacia su salón se encontró con dos de sus amigas en las escaleras.
-¡Buenos días! -sonrió dándoles un abrazo a cada una.
-(T/n)-chan, ¿cómo estás? ¿Lista para un nuevo lunes?
-Nunca lo estoy. -rió suave. -¿Otra vez con el pan?
-Nunca tengo tiempo para desayunar como ustedes... -habló con voz triste Nezuko. -Nos despertamos temprano para hacer los panes.
-Ay, pero trata que no te vean con el pan. Giyuu-sensei es muy estricto con las normas. -recordó caminando juntas al salón.
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Las clases los lunes se sienten más largas que de costumbre, pero como un cántico celestial sonó el timbre para el recreo y todos los estudiantes salieron a la hora de merienda. (T/n), Nezuko y Kanao salieron juntas conversando de varios temas que se les ocurrían.
Llegaron al comedor de la cafetería y se encontraron a un grupo muy peculiar del cual son amigas también, un trío famoso conformado por: Tanjiro Kamado, Zenitsu Agatsuma e Inosuke Hashibira. Como Nezuko es hermana de Tanjiro y Kanao es muy cercana a él aún siendo tímida se juntan de vez en cuando a pasar el recreo. Son unos chicos muy agradables que (T/n).
-Hasta que al fin llegan. -dijo un oji-verde con la camisa abierta estando recostado en su silla.
-¡Nezuko-chaaaan! -exclamó el rubio abrazando de sorpresa a la Kamado.
-Zenitsu... -regañó un pelirrojo mirándolo mal.
-Perdón, me emociono de ver tanta belleza. -hizo un puchero sin soltar a la oji-rosada que reía sonrojada. Ambos son novios desde hace un tiempo después de mucha insistencia para Tanjiro.
-¿Y cómo están? ¿Les va bien en las clases? -preguntó Tanjiro sonriendo.
Tanjiro, Zenitsu e Inosuke están en un grado mayor de un año que las chicas, y en un bachiller distinto, el de ciencias, que es más complicado. Por lo cual solo se ven en descansos como estos.
-Ujum... Esos últimos ejercicios contables fueron difíciles pero con tu ayuda pasamos, hermanito. -dijo Nezuko sonriéndole a su hermano.
-¡Cierto! Te agradezco por eso. Siempre nos estás salvando. -agradeció (T/n) al pelirrojo. -¡Eres un genio! Entiendo a mi amiga. -dijo señalando a su amiga oji-violeta que no tardó en sonrojarse fuertemente.
-Hablando de eso, ¿qué tal si hablamos sobre nuestros estándares? Es algo obvio para los que ya tenemos pareja, pero en este grupo hay dos gatos que están solteros...¡Empieza Inosuke! -dijo Zenitsu divertido.
-¿Yo? No me interesan las mujeres. -dijo Inosuke poniendo los ojos en blanco pero luego pensó mejor. -... Bueno, me gustan las que cocinan.
-Linda respuesta. -dijo Kanao sincera.
-¿Y a ti, (T/n)? ¿Tienes alguien que te guste o al menos un estándar? -preguntó Nezuko a (T/n) ganándose las miradas.
La chica de cabellos (c/c) tomó tiempo para pensar en esa repuesta. Como nunca nadie le había gustado no estaba segura de cómo responder. Se imaginó a un chico perfecto: un poco más alto que ella, de piel suave y morena, ojos brillantes e intimidantes, actitud fuerte y firme... Al estarse describiendo su mente proyectó a su hermano adoptivo, Zohakuten. Tragó saliva asustada de pensar en él con ese contexto, ni ella misma entendió por qué.
-Me gustan... Los de carácter fuerte pero suaves por dentro. -respondió simple y rápido.
-Oh, es buena respuesta. Ya encontrarás a alguien así, estoy seguro. -le respondió Tanjiro positivo.
-Nah, una respuesta muy básica. De esos hay muchos, como yo. -bromeó Inosuke sacando risas de los demás.
Siguieron pasando el descanso juntos, hablando de muchas cosas y bromas. De repente, (T/n) sintió una presencia o más bien mirada de lejos y volteó a todas direcciones sin encontrar al causante.
-Oye, ¿Estás bien? -preguntó Inosuke alzando una ceja. -Ya te pareces a Muichiro cuando piensa en las nubes. -se burló riendo a carcajadas.
-Sí, sí. Es sólo que me distraje. -respondió frunciendo el labio.
(T/n) no le dió mucha importancia, quizás era su imaginación. Y siguió pasando el rato del descanso con el grupo tan risueño.
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Por la salida las chicas salieron tranquilamente y se despidieron del trío de amigos. El día no fue tan pesado como se esperaba pero lo que esperaban de la semana no podría decirse igual. (T/n) había quedado bastante preocupada por un tema de matemáticas que no le entendió nada.
-¿Ustedes entienden las Permutaciones y Combinaciones? -preguntó (T/n) a las chicas caminando junto a ellas.
-Ummm, entendí lo básico pero no podría explicarte con esa base. -dijo Nezuko comiendo otro pan.
-Podría... decirle a Shinobu que nos explique, ella debe recordar ese tema. Pero esta semana estará ocupada. -dijo Kanao rascando su barbilla. -... Nezuko, Tanjiro podría...?
-Últimamente está ocupado y no sólo con la escuela. También con nuestra panadería. -respondió rápido sabiendo lo que la oji-violeta quería decir.
-No creo que nos alcance el tiempo. O bueno, a ustedes tal vez sí, al final tienen quien les explique. Pero yo no. -dijo (T/n) en un suspiro.
-¿Tus hermanos mayores? -prrguntó Nezuko.
-No quiero molestarlos...
-¿Y Zohakuten? Sé que no se llevan bien pero él está en un bachillerato más avanzado y es inteligente. Apuesto a que debe saber sobre ese tema. -comentó Kanao llegando a la parada que está cerca de la escuela.
(T/n) hizo una mueca sarcástica. Esa definitivamente no era una opción ni en broma.
-No lo creo.
-Has el intento. Y si no, convenceré a mi hermano. -dijo Nezuko a lo que Kanao sonrió levemente.
(T/n) agradeció asintiendo al estar de acuerdo. Pronto llegó el taxi que había llamado desde una aplicación para que llevara a su casa. Sekido sólo los lleva en la mañana y en la tarde se las tienen que arreglar. Bueno, ella siempre llama un taxi para no ir sola caminando ya que su "hermano" se va por otro lado caminando sin preocupaciones.
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Le pagó al taxista y bajó del carro para comenzar a caminar a su casa. Cuando sacó las llaves para abrir la puerta se sorprendió de ver la cerradura abierta. Sus hermanos no llegaban hasta las 4pm o 5pm así que no podía ser nadie más que Zohakuten quién había llegado, aunque no se esperó que llegara caminando tan rápido.
Entró a la casa y subió las escaleras. Pasó al lado de la habitación de Zohakuten, escuchaba una leve música viniendo del interior, probablemente estaba haciendo sus tareas mientras oía música tranquilo, él es muy disciplinado y responsable. (T/n) pasó sin hacer mucho ruido y se metió a su habitación para luego cambiar su uniforme por ropa normal y dejar la mochila ordenada en una esquina.
Se sentó en la cama a meditar sus opciones. Matemáticas no es su fuerte y necesita urgente que alguien le ayude, le da pena que sea Tanjiro o la hermana mayor de Kanao, Shinobu. Pero a la vez le teme a su hermano tan poco amigable.
Después de pensar unos minutos exhaló aire y se levantó de su cama para salir de su habitación y dirigirse hacia la de su hermano. Tocó la puerta dos veces empezando a arrepentirse y quiso salir corriendo. Pero la puerta no tardó en ser abierta. Hizo contacto con los ojos dorados del chico moreno y volvió a sentir su estómago revolverse extrañamente.
-¿Qué quieres? -atacó tosco.
Ella rápidamente reaccionó y juntó sus manos en un gesto nervioso.
-Yo... Yo... Emmm... No quería molestar pero...
-No sé si sabes que tengo cosas importantes que hacer, habla rápido y deja de balbucear. -volvió a hablar con el mismo tono más irritado.
-Lo siento, Zohakuten. -se disculpó apenada. -Es que no entiendo un tema de matemáticas y quería saber si...
-No.
No esperó ni una sola palabra más cuando le cerró la puerta en la cara. (T/n) se asustó un poco pero es obvio que le haría eso el típico Zohakuten estando de buen o mal humor. Suspiró derrotada, no iba a insistir, un no del chico es rotundo y sin plegarias. Se dió la vuelta para volver a su habitación, ya pensando que lo único que tendría de opción es escribirle un mensaje a Nezuko para pedirle el favor a Tanjiro.
Con lo que sucedió (T/n) ni imaginaría que el moreno estaba detrás de la puerta de su habitación recostado con una mano presionada contra su pecho para calmar la fuerte taquicardia que sufría cada vez que veía a su "hermana". Odiaba tener eso, pero simplemente no lo puede controlar, no puede controlar sentimientos que despertó hace muchos años...
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A los dos días en un recreo Tanjiro le avisó a sus amigos que iría con las chicas a explicarles un tema de matemáticas a lo que éstos accedieron y se fueron a jugar fútbol al patio con otros compañeros. Se reunieron en un comedor de la cafetería las tres chicas y Tanjiro con cuadernos y algunos útiles que usarían. Pidieron algunas bebidas para beber mientras. Tanjiro es un chico muy amable y no dudó en confirmar su humilde ayuda al escuchar a Nezuko.
-No entiendo... ¿Cómo sale esto? -preguntó (T/n) confundida ante un problema.
-Realmente es fácil, mira...
Tanjiro se acercó mucho a (T/n) con la intención de enseñarle algo, pero ninguno de los presentes contaba que aparecería una cuarta persona y no de manera amigable.
-(T/n).
La chica miró hacia arriba al reconocer la voz de inmediato, ¿y cómo no lo iba a hacer? Si se trataba del mismísimo Zohakuten parado frente a ellos con su típico semblante intimidante. Nezuko y Kanao lo miraron raro, extrañadas de verlo puesto que obviamente saben de la relación tan tensa de Zohakuten con su hermana adoptiva.
-Ah... ¿Pasa al-
-Ven conmigo, olvidé algo que te iba a decir en la mañana. -la tomó del brazo parándola de la mesa.
-¿No me lo puedes decir más tarde? ¡Oye! -se quejó moviéndose.
-¡Hola, Zoha! No deberías agarrarla así, estábamos en-...
-No te hablé a ti... frentón de mierda. -susurró lo último irritado.
Los tres chicos se miraron los unos a los otros. Tanjiro preguntándoles telepáticamente a las chicas si sabían que acaba de ocurrir y éstas entendiendo simplemente se encogieron de hombros.
Por otro lado Zohakuten llevaba a (T/n) del brazo. Ella sólo le reclamaba lo grosero que estaba siendo y preguntaba una y otra vez qué demonios quería. No fue hasta que prácticamente la estampó contra la pared sin fuerza para acorralarla que ella se calló.
-Zo-Zoha... Ya dime qué te ocurre. ¡¿Hice algo que te molestó en la casa?! Si es porque busqué tu ayuda Tanjiro ya lo hará, así que-.
-Por eso, ya no es necesario que ese frentón te ayude. Yo lo haré, olvida lo que ocurrió ayer, te explicaré hoy mismo todo lo que necesites. -habló más tranquilo sin dejar su intimidación. -Pero aléjate de él.
Terminado de decir esas palabras que parecían más una amenaza que una "ayuda" se fue dejándola sola en ese pasillo. (T/n) estaba boquiabierto ante lo escuchado. Se imaginaría algo así de cualquiera menos de él, pensando cuanto la odia (como ella piensa). Fue tan rápido que le dejó más preguntas que respuestas en su mente, pero sin más sacudió su cabeza ligeramente y regresó con el grupo que miraba preocupado.
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(T/n) llegó a su casa como siempre en transporte, aunque no tan tranquila por lo de la mañana en el recreo, eso fue más raro de lo habitual. Cuando regresó con ellos Kanao y Nezuko no le dijeron nada, ni una palabra le comentaron sobre lo que ocurrió. Y Tanjiro prefirió callar y preguntarle amablemente si se encontraba bien a lo que ella afirmó. Al entrar a casa encontró todo vacío y en sumo silencio. Rápidamente se cambió el uniforme y al salir de su habitación se encontró al chico.
-Ah, ya llegaste. -dijo en voz baja y seria. -Ven, no tengo todo el día.
En verdad (T/n) quiere saber cómo le hace Zohakuten para llegar primero que ella a la casa a pie.
Sin contestarle lo siguió hasta su habitación donde él sólo ajustó la puerta sin cerrarla completamente. Ella miraba todo a su alrededor como si fuese la primera vez que entraba a la habitación de Zohakuten, que de hecho, prácticamente sí lo era sacando las veces que trató de entrar para decirle algo y casi la hecha a patadas.
Todo estaba tan ordenado y limpio, incluso más que la suya propia que pensaba que si tan solo tocaba algo haría que se enojara. Y no quería eso. Ya que él se ofreció a enseñarle matemáticas debe llevarse bien con él... Por lo menos estable.
-¿Qué haces ahí parada?
-Eh...
-Pareces un poste. Siéntate. -habló toscamente señalando su cama.
Realmente el chico se lo dijo en forma de pedido pero su tono de voz no ayuda y (T/n) lo interpretó como una orden. Por lo que se sentó en la orilla de la cama rápidamente. Zohakuten vio eso y rodó los ojos para luego sentarse a su lado sin mucha cercanía con dos cuaderno y algunos útiles.
-¿Por qué me vas a ayudar? Pensé que te molestaría. -no se aguantó a preguntar.
Él pareció pensar en esa respuesta por segundos.
-Agradece que te estoy ayudando, no seas tan preguntona. -evadió la pregunta sin mirarla a los ojos. -Sekido igual me ha dicho que te ayude con cosas de la escuela, por eso.
-Está bien, está bien. Ya no te digo nada. -bufó la chica.
La respuesta de Zohakuten no tenía nada de raro si no fuera porque Zohakuten no le haría caso ni a Sekido. Pero (T/n) no pensó más.
Después de esa pequeña conversación con Zohakuten él empezó a explicarle el tema detalladamente a (T/n). No podía quejarse, sí lo hacía bien y le entendía pero como si fuese un profesor de esos gruñones prefirió medir la cantidad de preguntas para no causar irritación de parte de él.
(T/n) últimamente se sentía rara. Sentirlo cerca era significaba una aceleración en sus latidos, supuso que sería por el miedo de su aura intimidante más que Sekido. Pero no lo sabía con exactitud.
Aunque realmente lo peor es que ella ya creía estar un poco paranoica porque sentía demaciado la mirada de Zohakuten cuando la ponía a resolver problemas. Lo más probable es que la estaba juzgando, proveniendo de él era lo lógico.
De todas formas, la clase de su hermano llegó a ser mejor de lo que esperaba. Pasar esos momentos con él de cierta forma le... Gustó mucho.
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-No soy nadie para opinar pero... Me parece curioso... Muy curioso cómo Zohakuten te sacó casi arrantrándote fuera de nosotros. -dijo la oji-rosada.
-Él es amargado, debe ser eso. -alzó los hombros (T/n).
Había pasado una semana después de esos sucesos. La explicación de Zohakuten dio frutos para (T/n) y a la semana siguiente que tocaba la prueba (T/n) ganó la máxima nota. Claro está que puso su esfuerzo pero sin explicación no iba a entender nada.
No le habló mucho sobre lo de Zohakuten a sus amigas pero ellas instintivamente sabían algo. Además que quedaron "picadas" por el comportamiento de Zohakuten anteriormente.
-Parecía como si estuviera celoso...-dijo Nezuko pensativa. Kanao y (T/n) la miraron raro. -Celos de hermanos, claro.
-Bueno, eso no importa. Puede que se empiecen a llevar mejor ahora, y hasta ganaste buena nota por eso. -dijo Kanao viéndole el lado positivo y Nezuko asintió.
-Tienen razón. -sonrió levementea la chica. -En fin, pediré el taxi. Me despido, las quiero.
-También me voy. ¡Hasta luego! -dijo Nezuko abranzando a las dos para luego caduna irse por su lado.
(T/n) regresó a su casa pensando en las palabras de sus amigas. Se sentía tan confundida que ella misma creía que exageraba al pensar tanto en su hermano... Porque eso es Zohakuten, su hermano...
Luego de una hora de estar en su habitación se sentó en su escritorio para realizar una tarea fácil. No se había cambiado de ropa, aún llevaba el uniforme de la escuela puesto. En cuanto revisó en su cartuchera no encontró ahí ni en algún lugar de su bolsa o cuarto su regla. Recordó como arte de magia que debió haberla olvidado cuando Zohakuten le dio clases ese día.
Emitió un sonido derrotado en voz baja y se paró para caminar hacia la habitación de Zohakuten. Cuando estaba por tocar se dio cuenta que no tenía la puerta trancada, como normalmente la tiene, así que lo llamó dos veces y cuando entró no vio a nadie. Escuchó el sonido de la ducha en el baño de su habitación, supuso que se estaba bañando así que se dispuso a buscar su regla.
Tal y como lo imaginó la regla estaba detrás de una mesita, parecía que se había caído. Se inclinó un poco para tomarla y en el intento dejó caer una libreta de la mesa. Cerró sus ojos por impulso sintiendo miedo de que haya escuchado algo desde el baño pero no fue así. Soltó aire aliviada y tomó la regla guardándola en su bolsillo para luego agarrar la libreta y ponerla en su lugar.
Un vistazo rápido sin querer le dejó saber a (T/n) que no se trataba de una libreta común. Era su diario personal. Le sorprendió bastante, no creyó que alguien como él tendría un diario. Pero eso no fue lo más sorpresivo, sino que la libreta estaba abierta y en una página distinguió su nombre como título. Un impulso de curiosidad invadió a la chica que no podía ni controlarlo.
Se esperaba una montaña de insultos hacia su persona, viniendo del chico es lo más probable. Pero quería saber lo que decía.
"(T/n)"
"Probablemente esta es la vez número cincuenta que hablo sobre mi hermana adoptiva. Siento que si mi diario tuviera vida ya me gritaría a los cuatro vientos lo harto que está de que le hable de ella. Pero... ¡Maldición! No puedo evitarlo. Con algo necesito desquitarme aunque sea sólo por escritura."
"Cada día se me hace más difícil esconder mis sentimientos por (T/n). Sé que está mal... Es decir, nos criaron como hermanos. Mis hermanos mayores la ven como me ven a mí, una hermana menor... ¡Pero yo no puedo! Traté por mucho tiempo abandonar mis sentimientos pero se hicieron más fuertes, por eso necesito que ella piensa que la odio...
"No pude evitar sentir celos cuando la vi tan cerca de Kamado. Soy consiente que él gusta de una amiga de (T/n) pero no quiero que se le acerque mucho. Aunque tampoco fue buena idea explicarle un tema de matemáticas hace una semana. Tenerla enfrente de mí por tanto tiempo me estaba enloqueciendo. Tuve que autocontrolarme para no hacer una locura con ella."
"Nadie podría culparme. (T/n) es bellísima, desde que la vi por primera vez quedé encantado o hechizado, no sé qué me hizo. He tocado su piel blanca y suave en ocasiones y me envían descargas. Amo tanto su delicado cuerpo y mejor ni menciono mucho sus ojos (c/o), son profundamente hermosos."
"Me duele guardar mi amor. Pero mis padres no aceptarían una relación con ella, es su hija adoptiva después de todo. Y sé que ella me teme... Supongo que es mejor que quede así".
Por poco y (T/n) dejaba caer su mandíbula hasta el piso del impacto sobre lo leído en esa página del diario de Zohakuten. ¡¿Él está enamorado de ella?! Tiene que ser una broma. No podía ser real. Todos los años creyó en el odio posible de su hermano adoptivo y ahora se entera por un diario que lo que realmente le escondía era un amor secreto.
Ella nunca se había enamorado de alguien. Ve a sus hermanos mayores adoptivos como lo que son, y de Zohakuten no sabía cómo sentirse. Claramente es bello por sus genes pero estaba muy confundida ahora. Su corazón se aceleraba cada segundo sin poder moverse.
-¡¿Qué estás haciendo aquí?! -la voz molesta de Zohakuten tensó su cuerpo completamente.
Al voltearse vio a Zohakuten que recién había salido del baño. Tenía una toalla enrollada en sus caderas. El agua aún goteaba por su piel morena. La chica abrió sus ojos en sorpresa al ver por primera vez el torso desnudo de Zohakuten. Para tener dieciséis años se ejercita mucho y se mantiene en buen estado.
No fue consiente por un momento que se le quedó mirando muy fijamente al trabajado cuerpo de su hermano adoptivo.
-¡Oye, te estoy hablando! ¡¿En qué piensas?! -gritó Zohakuten haciendo reaccionar a (T/n).
-Lo-Lo siento. -dijo sintiendo sangre subiendo en su cara.
-¡No puedes entrar como te dé la gana a mi habitación! No permitiré qué-.
Se calló al ver que (T/n) tenía su diario en una mano. Inmediatamente se asustó.
-¡¿Qué haces con eso, estúpida?! ¡Suéltalo y ponlo en su lugar!
-Zohakuten... ¿Eso es cierto? Lo que dice ahí... -susurró con timidez (T/n) señalando el diario.
El chico también tensó sus músculos. Por inercia imaginó a qué se refería. Maldijo todo. Su miedo siempre fue que cualquiera de sus hermanos mayores, en especial Karaku y Urogi que no respetan su espacio personal, se enteraran por medio del diario lo que plasmaba al escribir... No imagino nunca que terminaría siendo la causante de sus sentimientos.
-No sé de qué hablas. No tienes que leer mi diario. ¡¿Acaso no tienes modales?!-se excusó rápidamente. -¡Lárgate de mi habitación! -le arrebató la libreta de sus manos.
-Ah.. No. Fue sin querer, sólo vine por mi regla, la olvidé aquí y te estabas bañando pero vi mi nombre en esa libreta. ¡Sé perfectamente lo que leí!
Zohakuten puso la libreta dentro de una cajuela y la cerró con llave ocultando su rostro sonrojado. Luego volteó hacia ella enojado.
-Debiste leer mal, estás ciega. -habló usando su típico tono enojado para lograr que se fuera. -Y si no estoy en mi habitación no entres.
-¡No me cambies de tema! ¡¿Qué significa todo eso?! -reclamó tratando de sonar firme.
-No significa nada lo que hayas leído. Absolutamente nada. -recalcó mirándola a los ojos. -¿Qué te importa? Eres una metida, por eso no te aguanto. Papás hicieron mal en adoptarte. -desvió la mirada.
Esas palabras hirieron a la chica golpeando sus sentimientos.
-Bien, me largo. Al final ni quería saber de ti y tu aburrida vida.
(T/n) ofendida de tanto insulto apretó sus labios sintiendo sus ojos arder. Ella es muy sensible y con el mínimo grito su corazón se apachurra como una esponja.
Caminó rápido a la puerta para salir de ahí cuanto antes. Ya no le interesaba saber más nada de él en esos momentos, pero no esperó ser detenida por Zohakuten cuando éste de una hábil forma cerró su puerta trancándola con seguro y no se movió. Interponiéndose en su camino.
-¿Ahora qué quieres? Eres un bipolar. -refunfuñó poniendo las manos en su cintura.
-... Si tanto querías saber la verdad te cumpliré tu tonta curiosidad. -dijo con voz más calmada pero a la vez teniendo seriedad y luego suspiró. -Todo lo que leíste es cierto. Sí me gustas. No creo que te tenga que explicar mucho después de que hayas tomado mi diario sin mi permiso... Te amo y eso me enoja. Me enoja porque el "lazo" que tenemos como hermanos me impide estar contigo y tengo que tratarte como una hermana cuando deseo besarte, abrazarte y decirte lo mucho que te amo, pero eso estaría mal y me lo he estado aguantando así como verte con otros tipos y no hacer nada... ¿Feliz?
La boquiabierta chica ahora sí que había quedado aún más impactada de lo que estaba. Sus palabras fueron tan directas y tan... Sinceras. Sabía que no era una broma y no tenía una manera de reaccionar, ni siquiera cuando Zohakuten dió unos pasos hacia ella.
-Ahora que sabes la razón, ¿ya te irás?
(T/n) no supo qué decir, luego aclaró su garganta al sentir gotas de sudor bajar por su frente.
-Yo... No sé qué decir. No me esperé nunca algo así.
-Todas las veces que te dije que nunca te vi como mi hermana desde que te adoptaron mis padres es verdad. Nunca te vi así porque me enamoré de ti... Me enamoré porque eres jodidamente perfecta y eso me molestaba a más no poder, me haces sentir muy bien, no puedo describirlo...
La voz del chico sonaba tan fuerte y a la vez suave. (T/n) podía sufrir un ataque al corazón de lo rápido que latía. Era más de lo que podía soportar.
-Sé que te he tratado muy mal... Pero no tienes ni idea de lo que mi corazón guarda.
-Zoha...
Zohakuten lleno de emociones fuertes y perdiendo todo control la empujó a su cama quedando ella acostada y él sobre ella. Ganas a su hermanita adoptiva no le faltaban y ya que ella sabía la verdad por fin no iba a desaprovechar esta oportunidad del cielo.
Como si se tratara de un delicioso postre probó los dulces y suaves labios de (T/n) con los que tanto fantaseó en sus sueños más íntimos. Con sus dos manos apretó las muñecas de ella para evitar que se moviera, pero (T/n) realmente no quería hacer eso. Salió de su shock y sin pensar con claridad y dejándose llevar por el momento le siguió el beso a Zohakuten. Moviendo sus labios al compás de los suyos en una guerra desenfrenada por mantener la posesión. El momento estaba siendo bastante irreal para ambos, pero joder, cómo lo disfrutaban. Uno que siempre quiso esto y una que le temía un poco pero a la vez le gustaba. Simplemente era perfecto el ambiente que comenzaba a calentarse con el pasar de los segundos en el que el beso se hacía más apasionado y candente.
Se separaron para respirar o perderían la cordura, especialmente Zohakuten. Pero después de respirar agitados él no me dió tiempo y volvió a besarla con la misma intensidad. (T/n) trataba de seguirle el ritmo pero se le hacía casi imposible. Aprovechando que Zohakuten soltó sus muñecas ella pasó sus manos por su torso sintiendo la piel fría y húmeda recién bañada. El olor a jabón y limpio era simplemente refrescante y delicioso. Así mismo como lo pensaba el chico del perfume de lavanda en ella.
Se separó del beso nuevamente para marcar el cuello posesivamente de (T/n). Con cuidado de no dejar marcas visibles obviamente. Luego tomó la camisa de la chica y fue desabotonándola rápidamente y después quitarle el brasier hábilmente. Tal acción provocó que las mejillas de (T/n) ardieran de vergüenza al sentirse expuesta, pero no se tapó y se limitó a desviar la mirada tímidamente.
-Son tal como los imaginé. -murmuró el chico de ojos dorados embelesado.
Se inclinó levemente para dar una lamida a uno de sus senos. Una extraña pero deliciosa corriente eléctrica pasó por todo el cuerpo de la chica, sintiendo a Zohakuten dar lamidas y mordiscos a su pecho. Pero claro que no iba a dejar al otro sin atención, por lo que una mano la subió para masajear el otro. (T/n) soltó pequeños jadeos, la sensación era nueva y le fascinaba.
Sus senos no es un lugar visible públicamente, por lo que ahí sí gustoso le dejó marcas muy notorias en ambos pechos. A los minutos de entretenerse tanto en eso por fin dejó esa área en paz y se separó un poco. Prácticamente arrancó la falda del uniforme que aún llevaba puesta y después las bragas. Dejándole solamente las medias puestas.
Alzó su mirada para verla. Era lo más hermoso que podía haber apreciado en sus años de vida. (T/n) parecía tan vulnerable y exitada que le volvía loco... Aunque también se notaba nerviosa, por lo que paró su velocidad.
-Espera. No es necesario que en la intimidad hagamos eso directamente, podemos conseguir placer de muchas otras formas más simples.
Zohakuten no tenía problema alguno con tener relaciones sexuales directas con (T/n), después de todo sabe dónde Karaku guarda sus condones y podía tomar uno. Pero sabía muy bien que ella no quería perder la virginidad tan rápido y respetaba eso. Por lo que pensó en otros métodos para pasar un rato íntimo con ella.
-¿Otras formas? -preguntó ella confundida.
-Sí, tengo una que es perfecta.
-¿Cuál es?
Zohakuten miró su cuerpo de arriba a abajo sin disimulo.
-Sólo has lo que te diré. Luego de que me acueste en la cama, súbete encima de mí pero en la dirección contraria. -explicó tranquilamente mientras se desenrollaba la toalla que tapaba su cuerpo.
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La chica perdió la cuenta del tiempo que había pasado desde que iniciaron eso, bueno ambos lo hicieron, pero más ella. De su interior no paraba de chorrear sus fluidos como una cascada gracias a su exitación que era llevada por el chico moreno al límite en varias ocasiones. Tan mojada estaba que le era fácil para Zohakuten meter y sacar dos a tres de sus dedos, meter su lengua e incluso ambas a la vez. De la misma forma (T/n) estuvo lamiendo y chupando el miembro del chico que no era nada pequeño, dando lamidas muchas veces mientras lo masturbaba con su mano.
Tampoco ninguno de los dos sabían cuántas veces se habían corrido. Zohakuten no estaba nada cansado, mientras que a (T/n) le temblaban las piernas por lo sensible que ya estaba después de tantos orgasmos fuertes. Lo que no negarían es que la posición del 69 era perfecta para ellos. En la habitación sólo podía oírse gemidos y jadeos de placer de parte de los dos.
El sabor del pene de Zohakuten es bastante neutro. Dicen que ese sabor depende de lo que coma el hombre, así que no tenía mal sabor, ni su semen. Le pasaba la lengua por la punta y luego todo el tronco, sabía que eso me gustaba a él. Mientras tanto Zohakuten sacó dos de sus dedos para meter su lengua nuevamente a la vez que chupaba su clítoris. Esta acción del chico provocó un gemido que casi fue un grito de (T/n) por la sorpresa. El exceso de estimulación la estaba matando de placer y sin aguantar más volvió a tener otro orgasmo dejando escapar otro chorro de fluidos y apretando las sábanas como podía para mantenerse en su posición.
Luego de correrse en los labios del moreno éste al sentir chorrear sobre él le encantó tanto que terminó por eyacular en la boca de su querida (T/n).
Probablemente habían pasado más de dos horas y medias en las que estuvieron en ese momento apasionado. Ambos cayeron en la cama respirando con dificultad. Ninguno creía lo que acababan de hacer y a (T/n) después de que se le pasara la exitación fue que pudo entrar en razonamiento y abrió sus ojos shockeada y se sentó en la cama.
-¿Qué pas-.
-¡¡WAAAAA!! ¡¿Qué hicimos?! Esto está mal, está mal. Somos hermanos. ¡No quiero ser del norte!
Zohakuten frunció el ceño mirándola y suspiró cansado.
-¿Que no recuerdas lo que te dije? No me importa que seamos una supuesta familia, nunca te he visto así y nunca lo haré... Y ni siquiera compartimos sangre. Eso no es un impedimento. -dijo estando calmado y cerró sus ojos.
(T/n) se calmó después de que hablara Zoha. Era cierto, no comparten sangre y si ninguno de los dos se vio de esa forma desde un principio no importaba. Ella seguía sorprendida de sí misma por lo ocurrido pero fue lo mejor que pudo hacer.
Volvió a acostarse pero esta vez abrazando el pecho de Zohakuten con vergüenza, haciendo que éste abriera sus ojos asombrado por el acto, pero luego suavizó su mirada y le devolvió el abrazo.
-¿Ahora qué somos? ¿Hermanos con derechos? -bromeó a lo que el chico rodó los ojos y negó con la cabeza divertido.
-No digas eso, suena feo. Nosotros no somos hermanos así que podemos tener una relación escondida mientras. -decía mientras la observaba. -En verdad siento haber sido un estúpido contigo, no creí que sintieras lo mismo. Cuando cumplamos la mayoría de edad le explicaremos todo a la familia, no pasa nada. -sonrió levemente ocasionando que las sangre de (T/n) subiera a sus mejillas.
-Deberías sonreír más seguido. -sonrió y lo abrazó por el cuello.
Para Zohakuten tenía que ser un sueño, el momento era tan perfecto que no podía ser real. Deseaba estar de esta forma siempre con (T/n), juntos y en paz...
Pero claro, por pensarlo siempre viene alguien a arruinar el momento.
-¡ZOHAKUTEN! ¡(T/N)! ¡YA LLEGAMOS! -gritó Karaku desde el primer piso (planta). -¡SALGAN A SALUDAR ESCUINTLES! -gritó bromeando y se escucharon las risas de Karaku y Urogi.
Ambos chicos abrieron sus ojos de par en par a la vez que pensaban todos sus músculos. Zohakuten maldijo mentalmente a todos sus hermanos por cagarle el momento. (T/n) estaba muy asustada que no podía moverse de su lugar. Miró el reloj para cerciorarse la hora, ellos habían llegado de la universidad una hora antes de lo habitual. Se asustó más cuando escuchó que tocaron la puerta.
-Enciérrate en el baño. -dijo Zohakuten y ella asintió rápidamente para acatar la orden.
El chico abrió la puerta para encontrarse a Karaku con la estúpida sonrisa de siempre. Zohakuten contó hasta diez para no perder la paciencia.
-Hola, hermanito. Sekido me dijo que te avisará a ti y a (T/n) que trajo comida china y pronto para a servir. Pero ya fui a la habitación de (T/n) y no está, ¿a dónde se fue?
Zohakuten pensó rápido en una respuesta creíble.
-Llegó a la casa y dejó su mochila pero luego se fue con sus amigas al centro comercial un rato. No tarda en llegar.
-Ah, entonces le escribi-.
-¡No!
Karaku miró a su hermano raro cuando éste lo detuvo abruptamente. Puesto que obviamente el celular de la chica iba a sonar dentro de la habitación de ella. El oji-verde confundido iba a hablar cuando se escuchó un fuerte ruido en la cocina.
-¡YA TE DIJE QUE NO LE VAS A DAR EL MAÍZ QUE COMPRÉ EN EL MERCADO A TUS POLLOS!
-¡¿Y A MÍ QUÉ?! NI QUE LE FUERA A DAR UN KILO DE MAÍZ. NO ESTÁN TAN GORDAS COMO TÚ.
-¡UN DÍA LAS HARÉ SOPA!
-¡ATRÉVETE Y SUBIRÉ A INSTAGRAM QUE TU EX TE ENGAÑÓ POR UN VENDEDOR DE CHURROS!
Esos gritos provenían de Sekido y Urogi claramente. Gritaban tanto que se podía escuchar hasta la calle. Parecía tratarse una pelea por las gallinas que el oji-amarillo tiene en el patio. En esa familia nadie quiere gallinas, excepto él. Zohakuten suspiró aliviado.
-Ay, bueno, voy a ver qué ocurre con esos dos. Escríbele tú a (T/n) pues. ¡Byee~!
Luego que el oji-verde se fuera Zohakuten cerró la puerta tranquilo y caminó hasta su baño para abrirlo.
-No hay peligro. Quédate unos minutos aquí, luego te ayudaré a bajar las escaleras para que nadie te vea y haces como si acabaras de llegar. -explicó simple para no complicarla.
Salió de su habitación para bajar a la cocina. (T/n) llevó su mano a su pecho sintiendo su corazón later rápido. La idea de esperar cumplir dieciocho para ser sinceros a sus padres era una buena idea, por mientras mantendrían una relación secreta.
(T/n) salió del baño y velozmente tomó su uniforme que estaba tirado en el suelo para luego volver a encerrarse en el baño.
Aizetsu quien subió las escaleras caminaba tranquilamente. De reojo vio la puerta de su hermanito entreabierta y le pareció ver a (T/n) semidesnuda. Frunció el ceño por esto pero cuando se acercó y abrió la puerta no vio a nadie.
-Perfecto, ahora imagino cosas raras. Eso me pasa por no tomar mi café matutino antes de ir a la universidad. -murmuró el oji-azul con su característico tono deprimente y se fue a su habitación.
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