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𝐸𝑛𝑗𝑜𝑦! シ

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Los helados cuerpos de los cuatro cazadores no podían ni moverse ni tan siquiera articular palabra para expresar el horror de ver a Tanjirou convertido en un demonio. Ojos rojos brillantes con pupilas de gato, uñas largas, filosos colmillos, venas marcadas en sus manos y rostro. Aún conservaba su uniforme de cazador, pero sin su haori y estaba roto en las mangas y se podían apreciar sus musculosos brazos. Pero lo que más llamaba la atención en él era su marca de cazador que ahora estaba más grande y le cubría dos partes de la cara.

Ninguno de ellos podía creer lo que sus ojos veían. Es decir, es Tanjiro... Pero no lo es.

-Tanjiro... -murmuró Zenitsu impactado.

-Ustedes no me interesan. -empezó a hablar. -Todo dejó de importar el día en que me traicionaron.

-¡Nosotros no te traicionados! ¡Hicimos pagar con su vida a los verdaderos traidores! -gritó Giyuu.

-Lo sé, por esa razón no les quiero hacer daño. Sólo pido una cosa... Denme a (T/n) y los dejaré ir sin peleas.

Eso fue igual de sorprendente o incluso más para ellos. Quienes quedaron boquiabiertos ante lo dicho del oji-rojo. Aunque realmente la chica estaba mucho más confundida y asustada, viniendo esas palabras de quién fue su amigo.

-¿Qué?... ¿Por qué me quieres? -dijo ella con un pequeño titubeo.

-¡No! ¡Ella no irá a ninguna parte contigo, eres un maldito loco! -gritó un Zenitsu muy enojado dando un paso adelante.

-¡¿Estás loco?! -reclamó Inosuke de la misma forma.

-No. Esto no era lo que queríamos Tanjiro. -dijo Giyuu amenazante.

Tanjiro guardó silencio y su sonrisa desapareció.

-... Entiendo.

De la espalda de Tanjiro salieron una especie de tentáculos de huesos filosos y largos con los que atacó a una velocidad casi impredecible a los cazadores, uno por uno.

-¡(T/n)! ¡HUYE! ¡NO TE PREOCUPES POR NOSOTROS, SAL DE AQUÍ RÁPIDO! -le gritó Giyuu dando una orden.

(T/n) seguía en shock, pero cumplió la orden de Tomioka y corrió sin un rumbo fijo hacia el interior del bosque. Esto no le importó al chico pelirrojo, ya se encargaría de ella al final. No sería difícil encontrarla por su olfato naturalmente bueno.

Fue así como comenzó una pelea fuerte y larga entre los dos cazadores y pilar, ex-amigos de Tanjiro.

La pelea siguió por minutos y minutos eternos ganando fuerza con el pasar del tiempo. Pero, era el tiempo quién ponía en peligro a los cazadores de demonios. Desde un inicio parecía que los cazadores tenían la delantera, pero Tanjiro no estaba mostrando ni la mitad del poder que ganó al convertirse en demonio. Pese a que en realidad seguía usando técnicas de la respiración solar y le permitía tener una gran ventaja.

-¡¿En serio?! ¿Te convertiste en esta cosa por orgullo? ¡Dices que te traicionaron pero tú eres el traidor! -gritó Giyuu furioso mientras atacaba con su respiración. -¡Zenitsu! ¡Inosuke! ¡Sus ataques son muy peligrosos, tengan cuidado!

Los dos chicos asintieron mientras corrieron a atacar velozmente. Pero un fuerte ataque de Tanjiro golpeó al rubio y lo estrelló contra un árbol dejándolo casi inconsciente. Inosuke vio con dolor a Zenitsu y luego a Tanjiro.

-Tú no eres Tanjiro... ¡Tú no eres Tanjiro, impostor! -exclamó y corrió sin precaución hacia el pelirrojo.

-¡INOSUKE, NO! ¡NO TE ACERQUES ASÍ! -gritó Giyuu corriendo para tratar de salvarlo, pero ya era muy tarde.

Justo cuando Inosuke iba a clavar su katana algo atravesó su estómago. Era uno de los tentáculos de Tanjiro, no pudo ni mover su órgano como hacía de la rapidez que sucedió el ataque fatal.

-Ustedes me obligaron. -dijo Tanjiro seco luego de sacar su tentáculo bruscamente de Inosuke.

Alzó la mirada al cielo viendo que este comenzaba a iluminarse aún con un tono opaco. El sol estaba por salir. Miró por última vez a un moribundo Inosuke, y el cazador rubio y el pilar del agua viendolo con horror e incrédulos de tal aberración por parte de el de ojos rubíes. Luego se adentró al bosque rápidamente perdiéndose de vista entre la espesa niebla del bosque.

Giyuu fue el primero en reaccionar y rápidamente trató de detener la hemorragia de Inosuke. Su sangre salía litros y litros, su salvación simplemente ya era imposible. Zenitsu estaba en shock pero luego fue hacia Giyuu para ayudar también. Inosuke aún con vida y el dolor terrible en su estómago seguía conciente. Pero el dolor emocional era mayor al físico. El dolor de perder a un amigo, no... un hermano, no se comparaba a nada.

Después de unos segundos cerró los ojos para siempre. El pilar del agua y el joven cazador rubio lloraron amargamente con dolor y rabia. Ahora cómo explicarían todo esto a la cofradía de cazadores.

-I-Inosuke... -sollozó Zenitsu limpiándose sus lágrimas. -Ese no era Tanjiro... Giyuu-san, ¿dónde está (T/n)? ¿Huyó no?

Giyuu lo miró abriendo sus ojos asustado.

-Le dije que corriera lejos. Pero ahora no tenemos el tiempo para buscarla. Creo que logró escapar de Tanjiro... Debemos regresar lo más pronto posible a la cofradía. Esto lo deben saber los demás pilares y Oyakata-sama. Deben saber que Tanjiro está muerto y en su lugar nació un monstruo igual o peor que Muzan. -murmuró entre dientes.

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Las piernas de (T/n) ya casi daban lo último de sus fuerzas. No había dejado de correr desde que inició la pelea hace una hora. El bosque era demaciado frondoso que no le dejaba ver un camino claro, aunque en esta situación no estaba pensando en llegar a un destino. En todo el tiempo su mente seguía sin creer lo que había sucedido hace una hora. Desde la desaparición de Tanjiro la chica estuvo tan triste pensando que él estaba en problemas o pasando una crisis emocional muy profunda y necesitaba ayuda.

Nunca imaginó lo que realmente estaba pensando esa mente desde la muerte de su hermana mejor. El hecho de sentirse traicionado por todos los cazadores en general le ocasionó caer a la locura.

Lo amaba, lo amaba mucho. Nunca fue tan feliz y completa cuando él era el mismo. Pero ahora todo era diferente y debía escapar de esa cosa.

Para su buena suerte o mala suerte el sol estaba saliendo rápido, pero por tantos árboles sólo había sombra por dónde corría y no entraba ni un pequeño fragmento de luz solar entre las ramas.

En algún punto su suerte la abandonó cuando sintió un empujón leve que la hizo tropezar con una rama en el suelo y cayó golpeándose fuertemente la cabeza. Lo último que vio fue una silueta que claramente reconoció antes de caer inconsciente.

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La consciencia la recuperó poco a poco escuchando un leve pitido en el oído seguido de un dolor de cabeza. Abrió sus ojos parpadeando varias veces para acostumbrarse a la luz. Aunque la verdad es que cuando terminó por abrir sus ojos y ver a su alrededor estaba en una especie de cueva, la única luz venía de una fogata.

Rápidamente los recuerdos le vinieron a la memoria y comenzó a alertarse. Lo peor es que ni tenía su katana, no había manera de defenderse. Tenía que salir cuánto antes de ahí pero al ponerse en pie la pararon unos brazos.

-¿Tú también me vas a dejar? Pensé que era especial para ti, (T/n).

Cuando volteó se encontró nuevamente con esos ojos rojos brillantes. Aunque... Ahora que los veía cerca y con detenimiento, pese a ser radiantes también se veían oscuros, muy oscuros.

-¿Dejarte? ¡Tú nos dejaste! ¡Tú nos traicionaste! -exclamó enojada soltándose. -No te reconozco... ¿Por qué hiciste esto? El Tanjiro del pasado se comprometió a-.

-Ese Tanjiro era ingenuo y débil, por eso no pude proteger a Nezuko. Pero quiero que estés conmigo. Eres la única persona que nunca me juzgó desde un principio por tener a un demonio conmigo. Siempre fuiste linda conmigo... No te vayas. -dijo seriamente.

-¡No me quedaré con un monstruo! -se dió la vuelta para caminar lejos de él.

-¿Tanto miedo le tienes a los ojos rojos de tu pesadilla?

Paró en seco al escuchar esas frías palabras. Ató todos los cabos entrando en razón que su "pesadilla" nunca fue un sueño. Era Tanjiro.

-¿Qué...? ¡¿Eras tú?!

(T/n) frunció el ceño incrédula. No podía ser él, si es un demonio no podría pasar tantas Glicinas.

-Creo que hay ciertas cosas que debo aclarar.

La tomó del brazo obligándola a sentarse en una roca, y él se sentó a su lado.

-No tengo nada que ver con el maldito de Muzan si es lo que piensas. -frunció el labio. -Sólo... Llegué a la conclusión que no podía seguir en un lugar donde traicionaron mi confianza. Yo ya no puedo confiar. Convertirme en demonio no fue algo que elegí realmente... Pero no me quejo. Ahora tengo el poder suficiente para acabar con demonios y cazadores que merezcan morir.

La chica no quería ni mirarlo a los ojos, no tenía fuerzas para hacerlo. La rabia, miedo y tristeza se la estaba traspasando a su cuerpo. Él continúo explicando calmadamente.

-Pero tú estuviste siempre para mí. Incluso más que mis otros amigos. Eres la única en quién confiar y te necesito a mi lado, no permitiré que te vayas. Perdí a mi única familia, necesito a alguien a mi lado o enloqueceré. Te quiero aquí... conmigo... Tuve que sacrificar a una vieja persona. ¿Eso no lo vale? -al escuchar eso ella lo miró asustada.

-¿Qué? ¿A quién mataste? ¡¿Dime a quién?!

-No es de importancia. Fui claro al hablarles. -hizo una pausa. -Te amo, (T/n). Por eso necesitaba verte al menos en las sombras sin la necesidad que me vieran los estúpidos pilares. Quería que te fueras conmigo.

-No... No. ¡Quiero irme! -recibió un abrazo por parte del pelirrojo, pero no era un abrazo cálido. Su piel estaba extremadamente fría y le provocó escalofríos.

-Cálmate un poco, cariño. Prometo que todo estará bien ahora que estamos juntos... -se separó del abrazo para tomarla de las mejillas haciendo que conectara miradas. -Te buscaré un poco de agua, espera aquí. -le dio un beso en la mejilla.

El chico se paró de la roca y caminó a un pequeño pozo de agua. En un momento en que Tanjiro se distrajo (T/n) aprovechó ese segundo para correr con sus fuerzas y salir de la cueva. El sol estaba iluminando afuera, podría escapar sin problemas.

Casi cuando estaba por salir de la cueva la hablaron bruscamente hacia adentro pero se logró agarrar de una ranura de entre las rocas. Viendo la oportunidad de que Tanjiro estaba cerca y con un gran impulso y fuerza lo empujó de una patada hacia afuera de la cueva para que se quemara por el sol. Pero para su terrible sorpresa...

Su cuerpo no sufrió ninguna quemadura del sol.

-No puedes matarme de esta forma. De hecho... Ningún cazador podría. -se paró Tanjiro sin dolor alguno. -Deja de intentar escapar. No irás a ninguna parte.

-¿AAh...? ¿Cómo? -tartamudeó congelada.

Caminó hasta quedar parado frente a ella. La escena le parecía jodidamente irreal a (T/n), no tenía sentido. Tanjiro está bajo el sol, bajo el principal enemigo de todo demonio, pero no sufría quemaduras. Primero las Glicinas, ahora el mismísimo sol... ¿Tanjiro era inmune a todo? ¿Pero por qué? ¿Y cómo pudo convertirse en demonio? Su cabeza estaba llena de preguntas y ninguna parecía tener una respuesta. Pero él como si leyera los pensamientos sonrió.

-El Sol no puede acabar con su propio elemento. Soy usuario de la respiración solar y eso me hizo inmune... Quizás Nezuko no pudo resistir totalmente el sol pero yo pude por ella. Y ahora que tengo poder no volveré a perder a una persona que amo. Te protegeré siempre y acabaré con cualquiera que se acerque, sea demonio o cazador... Es una promesa, (T/n). -dijo con voz armónica y un sonrojo en sus mejillas.

La agarró del brazo rasguñándola sin querer con sus uñas. Para luego abrazarla de la cintura y capturar sus labios en un apasionado beso que le robó el aliento a la chica. Por más que quiso alejarse fue en vano. Tanjiro de por sí ya tenía fuerza de humano por su arduo entrenamiento, pero obviamente al convertirse en demonio su fuerza bruta creció descomunal.

Metió su húmeda lengua por su cavidad bucal haciendo que ella casi se asfixiara por el intenso beso. Y sin previo aviso clavó sus colmillos en el labio inferior de (T/n) haciéndola soltar un gemido de dolor. Tanjiro lamió la sangre que brotó gustosamente como una fresca bebida. Si bien no se alimentaba de humanos, no se quejaba del sabor de la sangre humana.

-Eres mía desde ahora, y yo soy tuyo. -le dió un beso más corto. -Ahora volvamos adentro. Conseguiré un lugar mucho más cómodo que esta cueva, no te preocupes, mi amor~.

Ahí (T/n) lo entendió todo. No volvería a su vida. No sabría con exactitud lo que pasaría desde ahora en adelante pero las probabilidades de que la rescatarán eran casi nulas.

Lo que siempre soñó y anheló fue estar con Tanjiro de una manera bonita. Fue su primer y único amor que tuvi en todo su tiempo de cazadora. Alguien tan bello como era él enamora a cualquiera. Pero a veces la vida tiene giros y no siempre son buenos.

Tanjiro Kamado se convirtió en el demonio perfecto.

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