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Pedido por: Hantengu_Kun ¡Gracias por pedir! ෆ⁠╹⁠ ⁠.̮⁠ ⁠╹⁠ෆ

Tiempo canon (Era Taisho)

Tipo: Soft.

ADVERTENCIA: Contiene +18

Contexto: Luego de una cansada y tediosa misión contra una luna inferior, tú y Kyojuro llegan a la Villa de los Herreros dónde son bienvenidos y deciden bañarse en las aguas termales...

𝐸𝑛𝑗𝑜𝑦 シ︎

➼ "Un baño apasionante en las aguas termales".

"Te amaré y cuidaré de hoy en adelante. Es una promesa." ❤️‍🔥

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(T/n) agradeció a Dios que por fin había terminado su última misión, definitivamente no podría con una más, estaba destruida. Bueno, literalmente. Todo fue culpa de esa maldita luna inferior, no era muy poderosa pero maldición, esa rata sabía escabullirse y atacar escondida como maldita campera. Fue muy molesta y le costó matarla, después de todo la chica lleva dos años de cazadora Kanoe, y no ha ascendido por falta de suficiente entrenamiento, pero se defiende bien.

Pasó todo el día aguantando los gritos de su cuervo kasugai que le reclamaba que debía hacer más misiones, ese cuervo habla más que un loro.

—¡COW, COW, PEREZOSA! —le reclamaba volando a su alrededor. —¡¡SIGUE CON TUS MISIONES!! —le jaló la oreja a lo que la chica emitió un chillido.

—¡¡AAAAA!! ¡DÉJAME! ¡CUERVO LOCO! —gritó enojada. —¡Ya he tenido suficiente por hoy! ¡¿Quieres matarme?! ¡Ve a comer semillas!

—¡¡PERO-. MMMM!! —(T/n) lo agarró bruscamente del pico y lo cerró a la fuerza.

Estaba en La Villa de Los Herreros, dónde se encontraba el demonio aterrorizando y asesinando a los pobres pueblerinos del área, pero por suerte no pasó a más. La pelea había sido hace unos días pero ella seguía herida por lo que esperaba a algún Kakushi buen samaritano que la llevara de vuelta a las fincas de los pilares, pero por aparente mal tiempo no habían mandado a ninguno.

Mientras peleaba con el ave pataleando e insúltandose mutuamente llegó un herrero quedando boquiabierto por la salvaje pelea que veía.

—Cof, cof, disculpe señorita y... ¿Señor Cuervo? —ladeó la cabeza.

—¡Taki-sama! —exclamó el cuervo orgulloso de su nombre aleteando sus alas.

—(T/n) (T/a), ¡mucho gusto! —sonrió la chica amable dándole la mano al herrero.

—¿No quiere pasar adentro del área del comedor? La hemos visto muy estresada estos días y estamos profundamente agradecidos de habernos salvado de ese maldito demonio. —dijo entrecerrando sus ojos al recordar a la luna. —Le ofrecemos un banquete delicioso, y además puede hacerle compañía al pilar que se encuentra aquí.

(T/n) alzó una ceja al escuchar eso. ¿Pilar? ¿Escuchó bien? Cómo que hay un pilar aquí y ella se enfrentó sola a la luna, peligrando su propia vida sin recibir ayuda.

Agradeció el gesto y siguió al herrero preguntándose en el camino quién es ese pilar y por qué la dejó sola. Tensó la mandíbula con rabia. Estaba casi segura que se trataba del pilar de la serpiente, una vez tuvo una misión igual de peligrosa y él llegó con toda la calma cuando había terminado con el demonio, y encima le reclama su debilidad. Le cae terriblemente mal ese pilar, es un odioso.

Luego de cambiarse el uniforme de cazadora por ropa tradicional más cómoda siguió al herrero hasta el lugar del comedor y este abrió el shōji, dejando a la vista quién estaba dentro y vaya sorpresa se llevó al ver a ese rubio con tonos rojizos, ojos saltones pero hermosos y una bella sonrisa comiendo con un gran apetito los bocadillos.

—¿Re-Rengoku-san?

El chico paró de comer y alzó la vista viéndola sorprendido pero luego esbozó su característica radiante sonrisa.

—¡Señorita (T/n)! ¡Un gusto encontrarnos! —exclamó con tono energético.

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Esto sí que no se lo esperaba la chica, pero no podía quejarse. El hecho que estuviese Kyojuro Rengoku junto a ella le ponía el corazón extrañamente emocionado, lo podía sentir en sus latidos.

Kyojuro no es su maestro lastimosamente, pero lo conoce bastante, él es una persona muy extrovertida y le habla a todos amigable. Empezó a tener una amistad con él a base de conversaciones básicas en la finca que fueron desarrollando una atracción que no podía describir, pero prefiere callar. Está segura que quedaría en ridículo si se le declara a un pilar.

Por otro lado Kyojuro sentía lo mismo, pero no lo había aceptado, sus sentimientos estaban tan confundido, era la primera vez que experimentaba el amor y ni él mismo se daba cuenta, al final está más centrado en otras cosas. Pero por su deber de pilar también lo ignoró.

Entablaron una conversación amigable mientras comían. Realmente Kyojuro es todo un fan N1 de la comida, la chica perdió la cuenta de cuántas veces dijo "delicioso".

—Kyojuro-san, no tenía idea de que estaba aquí... Qué grata sorpresa je... —habló (T/n) mientras comía su ramen.

—Lo sé, y lo siento. Yo no estuve aquí cuando peleaste con ese demonio, llegué hace dos días por una katana nueva.

—Oh, ¡no se disculpe! —se apresuró a decir. —No fue su culpa, de hecho, no tuve tantos problemas. —pensó frunciendo el labio, recordando a esa maldita luna.

—Me alegra ver lo fuerte que te has vuelto, hasta poder con una luna inferior, eso dice mucho de tus habilidades como cazadora. —elogió el pilar con su aura brillante, a lo que la chica enrojeció.

—Gracias, Rengoku-san, ninguno de nosotros seríamos algo si no fuese por ustedes los pilares. —sonrió elogiada a lo que su sonrisa fue devuelta.

Siguieron comiendo en silencio. Él parecía sumamente tranquilo y feliz devorando la comida con exquisitez, mientras ella estaba incómoda, pero no en mal plan. Habían conversado en varias ocasiones, pero quizás ahora se siente distinto porque antes conversaban en lugares públicos y no se quedaban tanto tiempo solos. Trató de concentrarse en su comida sintiendo su corazón latir con rapidez.

Un par de minutos después Kyojuro rompió el silencio. Agarró una bola de carne y la acercó a la boca de (T/n) sobresaltándola.

—¿Nunca has probado esta delicia de tempura? ¡Prueba!

—Ah... De hecho, sí-. —no terminó de hablar cuando el rubio le metió una cucharada a la boca casi atorándola. —Agh, cof, cof... Muy rico...

—La comida es arte. Siempre lo he dicho. —agregó el rubio sonriendo mientras seguía comiendo.

—De hecho... Le iba a decir que yo... Bueno, yo cocino. —río nerviosa. —Y he cocinado el tempura, mi mamá me enseñó. Algún día le regalaré un plato cuando vuelva a tener tiempo y pueda cocinar. —dijo (T/n) con una brillante sonrisa que le fue contagiada a Kyojuro.

—¡Eso es simplemente delicioso! Lo agradecería mucho. Amo la comida, mi sueño es casarme con una gran cocinera. —comentó con una sonrisa muy radiante.

En todo ese tiempo conversaron más de lo habitual mientras comían, y vaya que ese pilar ama demaciado la comida. Los dos se sentían a gusto mutuamente. Kyojuro era quien hablaba más y (T/n) le ponía toda su atención embobada por él fuese el tema que tocara.

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Los siguientes días hubiesen sido aburridos y cansados si no fuera porque el radiante pilar de las llamas se encontraba en la Villa de Los Herreros.

(T/n) aprovechó cada encuentro que tenían para conversar más con él y conocerse más íntimamente, Kyojuro es un amor de persona, un sol, y eso sólo la hace quedar más embobada por él. Un hombre perfecto como él: divertido y fuerte se ve inalcanzable, para una chica cazadora con poca experiencia.

Taki, su cuervo kasugai, se había mantenido entretenido con el cuervo de Kyojuro, así que dejó de molestarla. Ese último cuervo es mucho más serio que el suyo, deseó que Taki fuese así, y no tan castroso... Pero igual lo quiere.

Sus heridas habían sanado, pero aún tenía dolor en su cuerpo, especialmente en las articulaciones. Por eso un día mientras conversaba con un herrero, éste le dijo que las aguas termales de la Villa tienen propiedades curativas, además de obtener un baño fresco y relajante. Es todo lo que necesita ahora antes de marcharse a su nueva misión.

Una tarde (T/n) se dirigió tranquilamente hacia las aguas termales, no estaba tan lejos de la Villa, pero tampoco cerca, así que nadie la vería. Y supuestamente no hay nadie ahí ahora, por lo que le dijo un herrero, por lo que se mantuvo despreocupada y ansiosa de tomar ese baño.

Al llegar apreció la vista. Es un lugar muy hermoso y el sonido del agua corriendo suavemente es simplemente relajante y satisfactorio, definitivamente sería su mejor baño. Se despojó de su bata y la dejó al lado de una roca, quedando completamente desnuda. Tocó el agua levemente con su mano, está tibia, perfecta. Con cuidado y delicadeza entró al agua soltando un suspiro relajante al sentir su cuerpo entrar en esas dulces aguas.

Cerró sus ojos mientras se acomodaba quedando sentada encima de una roca debajo del agua y lavaba su cabello suave mientras tarareaba una melodía.

No fue hasta que escuchó un leve chapuzón en el agua que le hizo abrir los ojos y voltearse confundida. Al hacerlo quedó helada al ver una espalda de hombre desnuda en frente de ella.

—¡¡AAAAAA!! —gritó asustada y rápidamente se tapó sus senos con las manos.

El grito alertó a la persona que se volteó al instante desconcertado y quedó igual o peor que la chica.

—¡¿Señorita, (T/n)?!

Kyojuro también quedó en shock por unos segundos. Apartó su mirada de una vez, aunque eso no significa que o pudo evitar antes mirar por unos segundos el cuerpo de la chica avergonzada...

—Discúlpame, por favor, qué vergüenza... —murmuró con la cara roja. —Pensé que no había nadie y quise darme un baño, no era mi intención incomodarte.

—No... No importa... —susurró (T/n) con las cara más roja que antes.

Para este punto la chica no sabía si estaba más avergonzada por estar desnuda frente a un hombre o nerviosa por estar específicamente con él en esta situación tan... íntima. Aunque ella se tapó los ojos con sus manos por la vergüenza.

—En verdad, mil disculpas. Esto no es correcto. —suplicó en disculpas. —Me iré y dejaré que te des tu baño tranquila. —estaba por salir del agua pero ella lo paró.

—¡No, no! No es necesario... —rió nerviosa. —Yo me iré, usted es un pilar, debe estar en mejor condición que yo.

—Claro que no, todo cazador es necesario. —dijo él haciendo un ademán con sus manos.

—Sí, pero usted estaba primero entonces sería muy descortés de mi parte. -dijo con una sonrisa en la que apretaba los labios.

—No, jamás, no lo permitiré de una señorita. —decía Kyojuro queriendo ser él el cortés.

A ese paso ninguno de los dos quería perder la batalla de quién se iría por su propia cuenta, hasta que el mismo pilar dió una idea.

—Podemos bañarnos en ambos extremos. Al final sólo es un baño, y me disculpo nuevamente. —aconsejó el rubio sonriendo.

La chica pensó un momento y no se negó a la petición del pilar de la llama.

—Bueno...

Ambos cazadores trataban de ignorarse mutuamente para poder darse un baño relajante que ninguno lograba tener. Por lo menos en el caso de (T/n) no salía de su mente la erótica imagen del pilar de la llama semidesnudo en el agua, sus tensos músculos, su torso y piel salpicada por el agua... Se sentía sucia y con poca dignidad de pensar cosas así, pero lamentablemente era inevitable.

Inhaló y exhaló aire repetidas veces y su mente activó un cassette musical para intentar distraerse mientras se bañaban.

Kyojuro no estaba lejos de sentirse parecido a la chica. Por primera vez experimentaba pensamientos lascivos sin querer e irrespetuosos para cualquiera, lo que le puso muy nervioso. Con sus manos tomó agua y la pasó por su rostro para refrescarse a él y sus malos pensamientos.

Un par de minutos después (T/n) hizo todo lo posible por bañarse rápido para salir de ahí cuánto antes, se volteó y de reojo vio a Kyojuro que estaba de perfil, él tenía una mancha de barro entre su espalda y nuca, y no se había dado cuenta.

—Amm... Rengoku... Rengoku-san. —lo llamó tímidamente.

—¡¿Sí?! —respondió éste saliendo de golpe de sus pensamientos.

—Tiene un... Un... —señaló el lugar en su propio cuerpo, pero al ver que éste no entendía habló más claro. —Una mancha en la espalda.

—¿De verdad? ¿Dónde? ¿Aquí? -se tocó en el área sin alcanzar.

—No, no, espere.

La cazadora caminó sin levantarse tanto del agua para no quedar tan descubierta hasta llegar hacia el pilar. Al llegar se puso detrás de él y talló su piel para quitarle esa mancha de barro hasta que quedó limpia. Por unos segundos ella se quedó viendo la piel de Kyojuro gracias a la gran cercanía. La piel de Kyojuro estaba perfectamente pulcra y lisa. Sin ninguna cicatriz de batalla, como si su trabajo no fuese salir a cazar bestias de noche. Ese es el rango de un pilar.

—¿Ya no está? —habló mirándola por el rabillo del ojo, lo que la sobresaltó.

—N-No, ¡No! Ya está bien. —dijo apartándose.

La cercanía hacia Rengoku es algo que (T/n) siempre deseó desde que lo conocía, pero no tan literalmente. Luego de eso él se dió la vuelta quedando de frente y bastante cerca, más que antes exactamente. Si lo que había visto antes le impactó a la joven cazadora, verlo de cerca le causaría un desmayo probablemente.

Apartó su mirada nerviosa, los ojos bellos amarillos y rojos de Kyojuro la miraban de una forma que no podía explicar bien.

De la misma forma, Kyojuro observó la proximidad que tenía con ella. Y sin mucho disimulo miró lo que se veía de su cuerpo en la superficie del agua. Por culpa de que tenía la mayor parte de su cuerpo bajo el agua no podía mirar mejor su figura. Su mente se sintió muy lenta y sin pensar mucho en su acción alzó una mano para acariciar la mejilla de la cazadora y luego bajar a uno de sus hombros y brazo. Un toque bastante simple y lleno de electricidad que le pasó a (T/n). Ella quería moverse pero su cuerpo le decía que no.

—¿Ren-Rengoku-san, qué está haciendo? —dijo (T/n) con un notable nerviosismo en su tono de voz.

Al escucharla Kyojuro reaccionó abruptamente, como si él mismo se dejara caer un balde de agua fría sobre su cabeza. Se llenó de vergüenza y rápidamente apartó sus manos.

—Yo... ¡Lo siento, lo siento! En verdad no sé qué me pasó.

El pilar quería desaparecer de ese sitio por la vergüenza que lo consumía. No supo qué le ocurrió, fue algo nuevo pero no quería hacerla sentir mal así que decidió mejor salir de las aguas termales y olvidar lo sucedido.

—¡No se vaya! —lo detuvo (T/n). —No me molesta...

—¿Qué?

Preguntó mirándola algo sorprendido por la respuesta. Esas palabras salieron por sí solas de (T/n), pero realmente no se arrepentía de haberlo dicho. Kyojuro la miró fijamente, el ambiente era como una pequeña pausa.

Aprovechando la proximidad (T/n) se acercó a los labios de Kyojuro sin el valor para besarlos, valor que tomó él al atraparla en un apasionado beso. Si bien la exitación del momento no los estaba dejando pensar con suma claridad también les sirvió para dejar salir ciertos sentimientos que llevaban dentro, dejarlos fluir hermosamente. Kyojuro la tomó de la cintura para acercarla más a su cuerpo mientras que ella lo abrazó por el cuello. Por varios minutos mantuvieron el movimiento en sus labios, sin llegar a ser un beso tan fuerte pero tampoco delicado. Era un toque justo y perfecto.

Gracias al beso (T/n) no supo en qué momento las manos curiosas de Kyojuro bajaron hacia el agua para seguir explotando nuevos rincones en la tersa piel de la chica. El agua chapoteaba levemente por los pequeños movimientos de ellos en el charco.

Sintieron que necesitaban oxígeno, y aunque ninguno tenía ganas de separarse no tuvieron de otra. Kyojuro observó maravillado el rostro sonrojado de (T/n) que le miraba con los ojos entrecerrados mientras recuperaba la respiración.

—¿Estás segura que quieres hacerlo? Sé sincera...

—Sí quiero. —respondió rápido, estaba más que segura de lo deseaba.

Con la respuesta afirmativa Rengoku la cargó y ambos subieron al césped fuera del agua. Se posicionó arriba de ella sin aplastar su cuerpo y sin esperar un segundo más volvió a besarla, esta vez añadiendo una pizca de intensidad al pedir permiso para meter su lengua y que éste le fuese concedido. Toda la vergüenza que sentían al principio por estar desnudos y en esa incómoda situación desapareció como por arte de magia al encenderse la pasión. Ahora los dos sólo podían pensar en los labios del contrario. (T/n) lo tomó de las mejillas suavemente antes de separarse otra vez, dejando un hilo de saliva uniendo sus bocas.

Estando en esa posición Kyojuro se separó para tener el honor de apreciar mejor el cuerpo de la bella chica. Su piel blanca es muy suave y tersa pero frunció levemente el ceño al notar varias cicatrices.

—Ese demonio te hizo muchas heridas... —murmuró pasando la yema de sus dedos en su piel.

—Pero no son de gravedad... —respondió ella sin hacer contacto visual

—Tendré que cuidar de ti ahora. No puedo permitirme ver tu bello cuerpo en esa condición.

Los labios de Kyojuro ahora bajaron para atender el resto de su cuerpo. Primero empezando con su cuello y luego clavículas, pechos y estómago. Pequeños jadeos salían de la boca de (T/n) respirando hondo a la vez que sentía cómo marcaban su piel sin brusquedad, sólo con tiernos besos y algunos chupetones. Ella no se quedó atrás, con sus dos manos recorrió el tonificado torso del chico, de la misma forma que había hecho Kyojuro.

Luego este paró lo que hacía para tomar las piernas de (T/n) abriéndolas y posicionándose entre ellas. No fue hasta que (T/n) sintió el miembro de Kyojuro rozar contra su húmeda entrada que entró en un pánico nervioso. Miró por abajo y estuvo casi segura que eso no le cabría dentro. De sólo verlo le dolía.

Kyojuro leyó sus pensamientos y besó su mejilla amorosamente para calmarla. Antes de dar el siguiente paso se encargó de lubricarla lo más posible. Chupó dos de sus dedos y luego los introdujo en la mojada zona íntima, causando un gemido ahogado por parte de la chica. Sin hacer fuerza al principio estuvo moviendo sus dedos y poco a poco los metió más adentro, necesitaba dilatar su vagina. Con tan sólo sentir con sus dedos la húmeda y caliente interior de la cazadora le entraban unos grandes deseos de profanarla.

(T/n) se tapó con una mano todos sus gemidos, lo que menos quería llamar la atención de alguien que estuviese cerca. Kyojuro movió sus dedos varias veces y hasta que estuvo seguro que estaba suficientemente dilatada fue que los sacó para nuevamente posicionarse.

Tomó la cintura de la chica para impulsarse a la vez que metía de a poco su miembro escuchando quejidos de dolor de (T/n). Se quedó un par de minutos quieto, esperando pacientemente que ella se acostumbrara al tamaño de su miembro. Por mientras le acariciaba el rostro y brazos.

—Ya... Ya puede... —dijo con dificultad suspirando adolorida.

El chico asintió y empezó con un vaivén de sus caderas lento y delicado. Teniendo en cuenta no lastimarla por nada del mundo. Unas lágrimas se escaparon de los ojos de (T/n) sintiendo a ese intruso entrar en su interior y expandir sus paredes con cada movimiento que daba. Por esto Kyojuro se inclinó a darle más besos pequeños reconfortantes para distraerla del molesto dolor. Pero por suerte no duró mucho porque pronto el dolor fue reemplazado por una sensación placentera increíble.

Metidos en ese ardiente fuego (T/n) prácticamente le prácticamente le rogó a Kyojuro que subiera la velocidad de sus embestidas, a lo cual obviamente acató al pie de la letra comenzando a golpearla una y otra vez su apretado interior. Una de las embestidas golpeó un punto débil y sensible que, más que un gemido, le hizo gritar. Kyojuro la besó para callar algunos gemidos y no llamar la atención.

Lloriqueos, lágrimas, gemidos y un fuerte sonrojo describían a (T/n) mientras era sometida sexualmente por el pilar de la llama.

Ella se agarró de sus hombros con dificultad y luego lo abrazó enredando sus piernas en las caderas del mayor y sus brazos en su espalda, dándole rasguños que le provocaban unos lindos gemidos al rubio. Sus respiraciones se hacían más pesadas con el pasar de los segundos. Los golpes húmedos podían oírse con claridad. Cerró sus ojos momentáneamente al ser embestida con rapidez y soltó un largo gemido.

El nudo que había estado formándose en su vientre estalló liberando más placer intenso del que sentía. Escuchar los bellos gemidos y ver la expresión lagrimosa de (T/n) le ayudó a Kyojuro llegar a su propio clímax acelerando sus golpes. Llenó todo su interior de su blanca escencia, (T/n) juró sentirse en el cielo.

Él emitió un gemido bajo y salió de ella con delicadeza y se recostó al lado de unas rocas. Los dos respiraban rápido por la agitación. El agua del charco se mezclaba con su propio sudor en sus pieles.

Kyojuro la atrajo hacia él en un abrazo cariñoso.

—Te amo... —susurró él cuando recuperó la respiración. —No sé cómo terminamos en esto, pero si hay algo de lo que estoy seguro es que quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Los ojos se le iluminaron como un milagro a (T/n) y lo abrazó con pequeñas gotas de lágrimas saliendo de sus ojos por felicidad.

—¡Realmente quiero lo mismo!

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