Todo estaba listo.

El lujoso Hotel Fairfield by Marriott Seoul había alquilado su más elegante salón para eventos ese día porque había una boda.

No cualquier boda...no.

Se casaba nada más y nada menos que Min Yoongi,  el Ceo de Interpreses Mist Tree una compañía de Espectáculos  y Magnate Alfa dueño de una empresa multimillonaria de Publicidad y varias revistas.

Si un Alfa muy cotizado en ese mundo, era Alto y apuesto de cabellera larga y negra como la noche, piel nacarada y labios finos pero nada se comparaba con la fría y calculadora mirada que poseía en sus bellos ojos ámbar. 

Por donde sea que voltearan a verlo podían darse cuenta de que era un Alfa Dominante y sumamente  reservado. Era muy  persuasivo respecto a lo que deseaba siempre, nunca perdía... jamás.

Su carácter  fuerte lo había llevado a donde se encontraba ahora, siendo un  lídere y ejemplo en su Empresa. No obviaba ningún detalle de nada porque él, Min Yoongi era sumamente perfeccionista y  calculador.

Todo ello lucia a la perfección con su aroma de Sándalo y Agave y su tercer aroma que solamente él o su destinado podían percibir, su aroma a Ámbar. Si como sus ojos.

Nada podía irsele de las manos mientras él estuviera a cargo.

Absolutamente nada.

Su novio y futuro esposo era nada más y nada menos que Jung Hoseok, un famoso bailarín y modelo de talla mundial.

Se habían conocido en uno de los tantos eventos  donde Hoseok modelaba,  a los que Min acostumbraba a ir por ser el  importante dueño de una revista de moda.

No está demás mencionar que se habían enamorado desde el primer momento en que se habían tomado la mano para saludarse.

No, ellos no eran destinados pero se amaban mucho.

Hoseok era un Omega muy hermoso y cálido, poseía una sonrisa que alumbraba el lugar. Además su aroma a Vainilla y dulce de leche le hacía honor a su personalidad dulce y alegre.

Podria decirse que hacían la pareja perfecta, después de un año de relación habían decidido hacer aquello más formal.

Y ahí estaban, Min Yoongi terminando de arreglarse con la ayuda de su madre y su hermana Seulki, escuchando las bromas de su primo Namjoon. Un poco nervioso si, pero no lo demostraba.

     —Ten, bebe una copa de vino antes de bajar. Te ayudará con los nervios y evitará que te quedes mudo a la hora de hablar.

Yoongi tomó la copa de vino que Namjoon le extendía y lo bebió de un sólo trago.

     —Cuidado, queremos que te des más valor a la hora de hablar, no que te sueltes de lengua. —Bromeó su madre.

     —Sabes que soy muy tolerante al alcohol madre. —Se defendió.

Ella le restó importancia a su comentario mientras terminaba de arreglar su cabello.

     —He visto a Hobi, está muy hermoso como siempre.  —Añadió Seulki colocándose más labial.

     —No vayas a darme detalles por favor no arruines mi primera impresión para cuando baje. —Le regañó Yoongi a Seulki.

     —No diré nada, excepto que ya vino el padrino de Hobi.

Esta vez Namjoon puso mucha atención en la conversación.  Hobi le había hablado mucho del padrino de bodas y según él,  era muy guapo.

Namjoon también era  padrino por  parte de Yoongi.

     —¿Ya vino? ¿Es tan guapo como segun Hobi dice?

     —Totalmente, es muy guapo. Me topé con él en el ascensor y tropezamos torpemente, sus mejillas se tornaron rojas y se puso tímido ¡Se veía lindo!

Seulki parecía realmente entusiasmada.

     —¿Es Omega?

     —Lo es.

     —Con razón estas loca hablando de él. —Fue Yoongi quien había hablado.

Ella se encogió de hombros.

Ser dos hermanos Alfa en la familia siempre les había llevado a ser muy territoriales. Cada uno quería ser el líder de la manada cuando eran más jóvenes.

     —Según Taehyung, dijo que se sentía algo indispuesto y si se lo veía un poco mal yo creo que viajar desde Francia le causó malestar. Y su aroma ¡Dios! Casi me pongo a salivar en ese estúpido ascensor.   Sólo porque en el piso 3 entró una persona no me le lancé encima. —Continuó ella con su relato. —Pero bajó casi a la carrera en el pasillo.

Su voz se volvió un poco chillona y aniñada de pronto. 

     —Lastima,  pero igual ya lo verás al rato  en la ceremonia.

     —Espero que no tenga ya un Alfa, no le vi ninguna marca en ese bonito cuello.

Yoongi rodó los ojos.

Odiaba escuchar a su hermana y su insistente obsesión por marcar omegas.

     —Ya casi estás querido. ¡Dios que guapo!

La señora Min se llevó ambas manos al rostro,  a su boca observando a su hijo mayor.

Yoongi lucía un hermoso traje  con  look monocromático, el cual constaba de un traje marrón claro y una camisa y corbata color camel, armonizando ambos tonos de la  colección Unboxing Valentino.

También le habían colocado un collar  de un tono parecido al camel.

     —¡OMG! Deberías grabar un Tiktok  mamá "Arreglando a un vagabundo, mira el resultado"

Namjoon estalló en risas mientras que Yoongi solamente la fulminó con la mirada.

Seulki solamente se encogió de hombros sin borrar su sonrisa.

     —Bien cariño ya estás listo. Seulki y yo vamos a bajar a ver si todo está bien allá con Hoseok y si no necesita ayuda con algo. Baja cuando te llamemos ¿Está bien? —Preguntó la señora Min.

Yoongi asintió mirando su reflejo en el enorme espejo de la habitación. 

Las dos bulliciosas mujeres dejaron a los primos solos y ambos respiraron de alivio.

     —Al fin un poco de tranquilidad. 

     —Parecen más ansiosas que yo y eso que es mi boda. —Yoongi se dejó caer en el sofá y le tendió la copa vacía a Namjoon.

El moreno no dudó en volver a llenarla.

     —Se llegó el gran día primo. ¿No te sientes un poquitin ansioso en serio?

     —Sólo un poco, lo único que quiero es que todo acabe rápido y poder irme con Hobi a nuestro viaje. Sabes que me abruman las multitudes y esta boda más parece un evento de Dior Summer week.

Namjoon asintió riendo del comentario de Yoongi.

     —Es verdad,  creo que las madres pusieron gran empeño en hacer esto a lo grande. Y es que mírate, no eres cualquier don nadie Yoongi. Eres el Alfa más buscado para casarse. Que suerte tienes de haber encontrado a un Omega como él. Se ve que te quiere mucho.

Yoongi asintió llevando la copa a sus labios.

Él también quería mucho a Hobi, se complementaban demasiado. Él tan serio y Hobi tan sonriente  que lo hacía reír como bobo, como niño. Derribaba todas sus barreras con su sonrisa.

Podría decir que era su alma gemela por ello el detalle de que no eran destinados no importaba nada.

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En una habitación de la suite presidencial del hotel un muy nervioso y ansioso Hoseok terminaba de prepararse para la boda.

A su lado estaba su  amigo Taehyung, su madre la señora Jung y su hermana  Park Seonmi la madre de su adorable  primo Park Jimin.

Park Seonmi ya había llegado y ayudaba a su hermana a terminar de maquillar a su sobrino.

     —¿Ya llamaste tía? —Volvió a preguntar Hobi más nervioso que antes.

Su su padrino de bodas no llegaba estaría al borde de la histeria. Ese día debía salir perfecto.

Él mismo había elegido todo, desde los outfits hasta el servicio de wedding catering de esa noche.

Los outfits de él y Yoongi.

El lucia una bella Chaqueta Pont Neuf de doble botonadura a juego de un Pantalón de corte cigarette y la Camisa era  de manga larga y corte slim.

Absolutamente todos los detalles.

La ceremonia,  la cena y luego la fiesta. Todo lo había elegido él.

Incluso el menú, ni si quiera le tomó importancia al hecho de que Yoongi tambien era el novio. Pero en su defensa  Yoongi siempre le dejaba elegir a él así que ahora si se había lucido.

Para el banquete iba a servirse comida elegante como Carne de Kobe, Trufa y Jamón de bellota de pata negra, Ostras y Queso de reno como platillo principal y como entremés Caviar,  langosta y finalmente postre de Chocolate Godiva y para beber champagne,  Café Kopi luwak y vino.

Sabía que su futuro esposo amaba el café y el vino así que pensó que eso le agradaría. Quería darle ese detalle.

Hobi adoraba a Yoongi.

No se podía creer que un Alfa como Yoongi  podía poner sus ojos en él.

No veía la hora de ser su Omega para siempre,  de tener su marca y viajar por el mundo.

Hoseok no quería cachorros, no era lo que soñaba. El soñaba con viajar por el mundo disfrutar de la vida que ahora iba a tener pero en algún momento de la vida debía darle uno que otro cachorro a su Alfa.

Así era la ley de la vida.

Sabia que a veces era un Omega muy caprichoso y berrinchudo pero era muy cariñoso y amaba a su familia.

Quizá con Yoongi tenían ideales muy distintos pero así se habían enamorado.

Así se amaban.

Sonrió feliz, en pocas horas sería Min Hoseok.

     —¡Ya vino, acaba de venir Mimi!

Un emocionado Taehyung entraba apresurado  por vigésima ves a la habitación con una bella sonrisa geométrica.

     —¡Ah que alivio! Pensé que se perdería mi boda.

     —No, dijo que tuvo un par de inconvenientes en el vuelo y al llegar aquí se le presentó un problema pequeño pero ya está solucionado.

Hoseok asintió.

No podía empezar su boda sin su padrino y primo favorito.

     —Te ves bien con ese Cachemir..—Añadió Taehyung. 

Hobi sonrió.

Sabía que había elegido bien los atuendos ese día, hasta el de Namjoon y Jimin había elegido él.

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Por su parte en una habitación pagada a último minuto arriba en el mismo piso donde se encontraba Min Yoongi el novio, un preocupado y asustado Omega se escondía.

Estaba temeroso de salir.

Se había topado con una linda Alfa en el ascensor y estaba seguro de que ella lo reconoció porque le iba a hablar pero él salió huyendo de ahí.

Park Jimin era un dulce y tierno Omega por no decir tímido que solamente dejaba atrás su timidez cuando estaba arriba del escenario, él era un bailarín profesional de danza clásica y baile contemporáneo.

Había participado en grandes montajes importantes en Teatros magistrales.

Hace un día había hecho una presentación, tuvo  un papel importante  interpretando al Príncipe Sigfrido en la adaptación del lago de los cisnes de  Vladímir Petróvich Béguichev y Vasily Geltser en el Teatro Russian Vallet.

Le había ido muy bien, ahora tenían más fechas para presentarse pero debió rechazarlas porque era la boda de su primo aunque dejó a un reemplazo importante.

A su lindo novio Jungkook que también era bailarín.

Había pasado demasiados días de estrés y ahora todo se le venia encima porque  lo peor que le podía pasar le estaba pasando precisamente en ese instante.

Mordía sus uñas nervioso esperando lo que había solicitado a Taehyung, pero se estaban tardando demasiado. 

¿Cómo mierda no se le pasó por la cabeza llevar su  caja de supresores?

¡Ahora tenía en celo encima y debía estar listo en menos de una hora!

Cuando le llevaran los supresores debía tomarse unos cinco si quería estar presente en la boda de su primo sin provocar el revuelo de todos los Alfas presentes ahí.

No quería una marca accidental.

Deseaba ser marcado por la persona destinada para él, y si no lo encontraba por lo menos deseaba la marca de alguien que lo amara con locura.

Deseaba que ese alguien fuera algún día Jungkook. 

Decidió mejor alistarse para la boda al menos debía estar presentable.

Su traje se lo había subido solo unos instantes atrás Taehyung así que lo sacó del porta trajes y se lo puso.

Un conjunto simple color marrón de la marca Dior.

Se arreglo el cabello y se colocó labial, no necesitaba demasiado para verse bien, él en sí ya era precioso.

Tenía pequeñas pecas en su rostro juvenil que lo hacían ver como un lindo lienzo salpicado de color marrón. Sus labios era su más atractivo visual en su rostro y por no hablar de sus ojos verdes como el  jade.

Se veía guapo.

Pero todo eso fue opacado por el horrible dolor de cabeza que tenía más la fiebre que comenzaba a aumentar y el dolor fuerte en su bajo abdomen. 

Jadeó de dolor llevándose una mano a su vientre que pulsaba horrible.

     —No, no por favor ¿Por que? ¿Por qué?

Había bajado bien del avión, había dormido más que bien en todo el viaje.

Su celo no debía llegar si no hasta cinco días más tarde.

¿Qué iba a hacer?

Los malditos con su pedido aun no llegaban y no quería que nadie lo viera asi.

No quería opacar el día especial de su primo.

¡Joder ese estúpido calor!

Sus manos temblorosas arrancaron con rapidez su saco, no lo soportaba.

Su miembro dolía por recibir atención y el se reprimió las ganas fuertes que tenía de frotarse. Caminó con dificultad hasta la mesa y tomó la botella de agua y se la bebió toda y después arrancó su camisa.

Se quedó desnudo sobre la cama e inconscientemente se llevó las yemas de sus dedos sobre sus pezones que ardían.

Jadeó cuando los toco suavemente y luego los jaló duro y los retorció en sus dedos.

     —¡Mmgh!

Comenzaba a sudar pues la fiebre y el calor de su estado eran elevadas y la habitación comenzaban a llenarse de su aroma, su delicioso aroma de Omega mezclado con feromonas de excitación y sexo.

Necesitaba sexo, mucho sexo y del bueno. Quizá así podía disipar un poco el malestar.

Su Omega gruñía por salir a flote.

Pensó en Jungkook, él solía pasar sus celos con él. Se restregó en la cama chillando desesperado llamando a Jungkook en su mente pero eso no funcionaba.

Debía quitarse los pantalones porque estaba lubricando demasiado y no podía ensuciar sus pantalones de diseñador que su primo le había enviado a confeccionar.

Se quedó solamente en unas bragas negras de encaje que comenzaban a mojarse.

Se volvió a restregar en la cama con frenesí pero eso solo avivaba más su deseo.

De pronto oyó unas voces afuera de su habitación y se puso de pie, esos eran los del hotel con  sus supresores.

Esperaba que fuera un beta u otro Omega porque si no estaba seguro de que le saltaría encima si se trataba de un Alfa.

Al abrir la puerta su lobo Chilló con fuerza, no eran los del hotel.

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Namjoon terminó de vaciar aquella botella de vino en la copas y bebieron.

     —¿Faltará mucho? —Preguntó Yoongi. 

Hacia sólo unos 15 minutos que se habían ido su madre y hermana y ya estaba más ansioso.

     —Si quieres voy a ver. —Namjoon se puso de pie.

     —Vamos te acompaño, me quedare atrás.

Namjoon asintió y salieron al pasillo.

     —Ya casi es la hora. —Murmuró Namjoon observando la hora en su reloj. —Oye... ¿ese aroma?

Yoongi olfateó en aire pero no percibía nada.

     —No siento nada seguro es la comida.

Namjoon cerró sus ojos  y volvió a aspirar,  caminó por el pasillo mirando a todas direcciones.

Seguramente si era la comida. 

     —¡Espera, olvidé mi celular!

     —¿Quién mierda te estrá llamando mientras te estas casado Yoongi? —Namjoon negaba mientras alzaba una ceja.

     —Nadie idiota pero no lo voy a dejar por ahí así nada más, tengo mucha información importante en él.

     —¿De la CIA como agente secreto? —Bromeó el moreno.

     —Asi es así que espera ya vuelvo.

     —No, espera tu aquí iré yo por él  así no tardamos más.

Yoongi se encogió de hombros y se quedó recostado en la pared del pasillo esperando a Namjoon. 

Estaba mirando sus uñas bien limpias y cuidadas cuando alzo la vista con el ceño fruncido, su lobo en su interior también  había alzado la cabeza y sus orejas.

Un leve pero delicioso aroma llegaba hasta sus fosas nasales.

     —Melocotón y Maple... y margaritas.

Su lobo movió la cola ansioso cuando Yoongi describió los aromas en voz alta.

Le habían parecido deliciosos.

Lo más delicioso que haya olfateado en la vida.

Una combinación rica.

Se despegó de la pared y comenzó a caminar lento mirando el pasillo desolado, cuando se detuvo en frente de una puerta ésta se abrió de golpe dejado ver a un pequeño Omega de cabellos rubios revueltos, labios hinchados y rojos y... desnudo usando sólo unas pequeñas bragas negras.

Yoongi tragó pesado y se quedó paralizado.

Pero el terror llegó cuando la fina y delicada mano del Omega lo tomó por el cuello de su camisa y lo jaló a la habitación cerrando la puerta con llave detrás de ellos.