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🌸Nueve





El teatro Ópera Garnier de Francia estaba totalmente abarrotado de espectadores que habían llegado para ver la puesta en escena de varias obras y presentaciones.

Min Yoongi acompañaba a la familia Park junto a Hoseok quien se veía visiblemente emocionado. 

     —Esperé mucho para poder ver a mi primo en una de sus presentación.  —Comentó sonriente.

Yoongi solamente asintió.

A su lado el señor Park conversaba con Seonmi sobre los buenos lugares que les había tocado.

     —Necesito ir al baño antes que todo comience. —Dijo de pronto Yoongi.

     —Ve amor aquí estaremos.

El pelinegro se levantó a toda prisa por salir un momento de ahí y se perdió por los pasillos del gran Teatro.

Cuando encontró lo que buscaba entró y se mojó un poco el rostro, estaba un poco nervioso. 

Vería a Jimin en su presentación y sabía que no iba apoder evitar verlo con exaltación.

Su lobo también se mostraba ansioso ante la infinidad de sensaciones que su humano transmitía.

Afuera había visto un puesto de flores hermosas y pensó en comprar  un ramo para ofrecérselo a Jimin después de la presentación pero no lo creyó correcto a último minuto así que ya no lo hizo.

De pronto se vio rodeado de muchas personas en el baño y creyó mejor que debía volver rápidamente a su asiento no quería perderse el baile de Jimin.

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Las luces se habían atenuado y el murmullo de los presentes poco a poco se fue extinguiendo cuando las primeras notas de una sinfónica comenzaron a llenar el lugar con suave música.

La presentación que estaban a punto de ver se llamaba "El  Ballet Romeo y Julieta"  del famoso John Cranko, una mezcla de ballet, danza y teatralidad.

Los primeros bailarines fueron apareciendo haciendo gala de sus suaves movimientos sobre la madera del escenario. 

Gracias al libreto que Yoongi tenía en sus manos que le habían entregado al entrar podía saber que el personaje que interpretaría Jimin sería nada más y nada menos que a Romeo Montesco y su co protagonista femenina se llamaba Arlette, Julieta Capuleto más abajo aparecía el nombre de Jungkook como Teoboldo Capuleto.

Dos jóvenes enamorados y que su amor era imposible.

Yoongi sonrió con amargura.

Una historia trágica de amor y pasión llena de traiciones y desdicha.

La historia dio comienzo, los bailarines que representaban a un hermoso y pintoresco pueblo de Verona bailaban pulcramente llamando la atención de todos.

Y aunque todos ya sabían de que iba la trama no podían dejar de sonreír y admirar el baile.

En Verona, la historia de dos jóvenes enamorados, de dos familias enemigas, que fueron  víctimas de una situación de odio y violencia que no deseaban  pero que tampoco podían  remediar dio inicio.

Los ojos de Min Yoongi brillaron como estrellas al presenciar la primera aparición del Omega rubio de ojos verdes sobre el escenario.

Él brillaba, todo él era hermoso y sublime al deslizar su cuerpo como una onda al viento suavemente mecida al compás de las notas de la orquesta.

Un apuesto Romeo que divisaba a una tímida Julieta en lo alto de su ventana.

"Oh Romeo, Romeo..."

Yoongi no fue consciente de que suspiraba al ver como Jimin danzaba y daba vueltas y saltos tan ágil y vivaz.

Jimin era otro sobre aquel escenario,  no era tímido, no era reservado. Decía todo con sus movimientos pavorosos, tan excelso y majestuoso cual Luna brillante en el firmamento extendido sobre sus almas.

     —Wow...

Oyó los murmullos y miles de expresiónes de asombro y admiración a su alrededor. 

La obra constaba de varias partes pero finalmente hubo una donde Jungkook hizo su aparición.

Era un enfrentamiento mortal, una pelea de vida o muerte entre Romeo Montesco y Teoboldo Capuleto el primo de Julieta.

"Teoboldo odiaba a Romeo con un odio infundado por sus padres y Romeo odiaba a Teoboldo por haber asesinado antes a su mejor amigo"

La danza que Jimin hacia se volvió más intensa y llena de furia cuando se enfrentaba a Jungkook y las personas no podían  evitar sentir a través de ese baile mortal el odio entre aquellos dos seres.

A partir de ahí la danza se transformó en la tragedia y precipitaba  los acontecimientos  guiados por el azar y la fatalidad.

Teoboldo Capuleto era un gran espadachín así que Jungkook nuestraba  sus más agresivos e intensos movimientos mientras se deja ir contra Jimin.

En un momento Jimin salta sobre Jungkook con sus brazos abiertos quien lo sostiene y lo eleva hasta las alturas para luego dejarlo caer con odio sobre el suelo, claro está que solo fue una percepción del público porque Jimin ágilmente cayó bien y se incorporó con gracia y estilo.

Entre vueltas, piruetas y saltos agraciados Romeo le dio  fin a la vida de Teoboldo y fue inevitable que todos incluso Yoongi sintiera  su piel erizar por lo que el baile acababa de transmitir.

Al acabar ese acto todos se ponian de pie para aplaudir  y las luces se apagaron para dar paso a una nueva escena más.

Una donde dos cuerpos se fundían entre el mar de la pasión.

Jimin, Romeo bailaba al rededor de una hermosa Julieta, los acercamientos los roces cargados de amor profundo.

Yoongi sólo había podido ver esos ojos jade mirar así a alguien mas: A él.

Una mirada cargada de amor y dolor al mismo tiempo porque sabía que no podía estar con su Julieta. Porque sabía que tenían al mundo en contra.

En realidad todo lo que reflejaba Jimin con su baile en ese instante era todo lo que en verdad ambos estaban sintiendo. 

Cuando el final de la Tragedia de William Shakespeare llegó a su momento cumbre, habían ya varias personas llorando.

"Huye conmigo Romeo"

Le gritaba aquella Julieta con aquella hermosa danza que hacía para él.

Yoongi sólo podía maravillarse de lo hermoso que Jimin se veía  interpretando a ese Romeo apasionado dispuesto a todo por amor.

Incluso a morir.

Los presentes se levantaron una última vez para ovacionar al elenco que había acabado de interpretar la hermosa danza de Romeo y Julieta. 



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Todo el público estaba de pie mientras los protagonistas de la representación se reverenciaban.

Todos querían tomar fotografías, todos se querían acercar.

Pero Min Yoongi soló quería correr hacia Park Jimin.

Y entonces dio rienda suelta  a su impulso loco de antes y salió del Teatro como alma en pena a traer aquel bello ramo de flores que había visto.

Cuando volvió a entrar fue directo tras  bambalinas y lo buscó con desesperación entre los demás bailarines que eran muchos.

Lo encontró rodeado de muchos de sus compañeros y de Jungkook pero eso no le impidió hacer lo que hizo.

Lo tomó sorpresivamente de la cintura y le plantó un beso lleno de ansias y anhelo.

Jimin abrió sus ojos exagerado al sentir los labios del mayor sobre los suyos y su corazón se desbocó de inmediato. 

Trató de calmar su alocado corazón y vio a todos los presentes con sus mejillas rojas y a  Jungkook que lo veía con incredulidad.

     —Minnie estas son para ti. —Yoongi fue quien Interrumpió el silencio que se había formado.

Jimin las tomó tímidamente y sonrió, sus ojos brillaban más hermosos que nunca.

     —Gr-gracias Yoongi, tú no deberías estar aquí.

A Yoongi le importó una miseria y tomó a Jimin  de la mano y lo alejó de todos los presentes, algunos curiosos habían comenzado a preguntar a Jungkook que rayos estaba pasando.

Pero el azabache solamente negaba mirando con resignación a la pareja.

     —¡Espera Y-yoongi! ¡Detente! —Trataba el Omega de gritar pero era ignorado.

Cuando finalmente llegaron a un extremo del Teatro que conducía a unas escaleras de mármol se detuvo.

Jimin trataba de encontrar en Yoongi un ápice de cordura pero no la había.

Yoongi estaba loco.

     —¿Estás loco?

     —Si, por ti Minnie sólo por ti. —Respondió besando nuevamente sus labios ya rojos y húmedos.

Jimin colocó una mano sobre el pecho del Alfa pero no lo apartó, más bien se aferró a la solapa del pulcro traje de Yoongi. 

Finalmente se separaron.

     —Gra... gracias por las flores Yoonie.  —Susurró. 

Era un hermoso ramo de margaritas adornadas con pequeños ramos de flores de Jade, tan hermoso como Jimin.

     —Romeo. —Susurró Yoongi con la voz gruesa.

Jimin tembló todo completo.

     —Oh... Romeo, Romeo...

Jimin mordió su labio inferior, quería llorar quería gritar.

     —Huye conmigo esta noche, Romeo. —Susurró en su oído.

Jimin apretó con fuerza sus ojos. Sus emociones en ese momento estaban a flor de piel y la adrenalina que aún poseía después de su gloriosa presentación aún lo abrumaba completamente. 

Asintió.

Una sonrisa se formó en su sabios, por primera vez sintió que debía hacerlo, sintió que todo los demás valían nada a comparación con lo que él sentía.

Yoongi también sonrió y tomó nuevamente la mano de Jimin y bajaron corriendo por las escaleras perdiéndose en la noche alumbrada por la Luna y las estrellas.

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     —¿Por qué no viene Jimin? —Preguntó por décima vez su madre.

     —¿Y dónde está Yoongi? —Preguntó Hoseok ya un poco desesperado.

Habían tenido que salir del Teatro porque todos se estaban yendo y sólo quedaban ellos.

     —Hola a todos, buenas noches.

La voz profunda de un ser llamó la atención de todos ahí.

Era alto y muy apuesto bastante realmente y llevaba un ramo de rosas en sus manos.

     —¡Taehyung!

     —¿Taehyung querido? ¡Pero que sorpresa verte aquí!

La madre de Jimin corrió a abrazarlo bajo la atenta mirada de  Hoseok quien nervioso sonrió incómodo.

     —Estoy de viaje de trabajo Seonmi   hola señor Park. ¿Y Jimin? Le traje rosas.

     —En realidad no sabemos que se hizo. ¡Oh mira ahí esta Kookie! ¡Hey Kookie!

El azabache que tenía toda la intención del mundo de pasar desapercibido fue atrapado tratando de escapar de ahi.

     —Buenas  noches señores Park, Taehyung y Hobi.  —Saludó lo más formal posible.

     —Felicidades Jungkook estuviste bastante increíble.  —Felicitó El señor y todos los demás asintieron  incluso Tae que había visto la presentación sólo allá atrás.

     —Oh muchas gracias.  —Respondió haciendo una reverencia.

     —¿Y Jimin? Creímos que estaba contigo.  —Preguntó Seonmi.

Jungkook pasó saliva con nerviosismo.

     —Ah emm no... yo no lo he visto desde que acabó la obra. —Respondió.

Podía ser un idiota dolido por lo que acababa de ver allá adentro pero Jamás iba a revelar que ellos habían huido juntos. 

Sonrió con ironía.

Romeo y su Julieta habían escapado juntos antes de la Tragedia, porque sí  esa misma noche dos familias iban a odiarse a muerte y no eran los Montesco ni los Capuleto.

Eran los Jung y los Park.


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Yoongi sostenía con cuidado y con dulzura la cintura de Jimin mientras lo besaba apasionadamente en medio del Jardin des Tuileries de París.

El viento les mecía sus cabelleras negra y rubia a ambos y los aromas de las flores se mezclaban a la perfección con el sonido de los grillos y las luces incandescentes de las miles de luciérnagas.

Yoongi tumbó a Jimin sobre el pasto con sumo cuidado de no lastimarlo. 

Luego se acostó a su lado para ver las estrellas en la lejanía.

     —Cada una de ellas  es una de las veces que me arriesgaré para tenerte conmigo Minnie.  —Susurró señalandolas. —Cada una es un deseo inmenso de tenerte conmigo Park Jimin, Cada una es un sueño no escrito para ambos, cada una... es una promesa por cumplir, cada una de ellas es un motivo por el cual no dejaré de pedirte que me aceptes.

Los ojos de Jimin volvieron a picar por las ganas de llorar que sentía. Pero aún así una sonrisa se lograba dibujar en sus lindos labios.

     —No importa la veces que tenga que pedirte que te llenes de valor y digamos la verdad sobre nosotros,  no me voy a rendir tan fácil Minnie porque si no me sentiré mediocre.  Sabes que mi lobo muere por estar contigo,  y yo también.  No sé por qué motivo el destino nos hizo conocernos pero piensa... si no debíamos estar juntos ¿Por qué nos hizo conocernos? Yo dejé de cuestionar al Destino, a la madre Luna el motivo por el cual nos envolvió en esta historia tan trágica como la que acabé de presenciar, sólo lo acepté pero eso no quiere decir que quiero acabar así, con ese mismo final. No Minnie no quiero, no lo acepto, no quiero morir sin ti a mi lado, no quiero que nos separen, quiero estar a tu lado y no importa las veces que debo insistir,  no importa lo que tengo que luchar por hacerte entender que lo que sentimos no es malo ni es nuestra culpa.

Yoongi pegó su frente a la de Jimin perdiéndose en aquel mar verde.

     —Dios, Yoongi.  —Se rompió Jimin.

     —Jiminie yo estoy dispuesto a enfrentarme a todos por ti y por mí, no quiero que esta historia acabe como la de tu lindo baile, no... no quiero. Verte ahí, ver esa entrega y esa pasión tuya me hizo dar más valor y quiero que lo hagas también.  Minnie por favor... insistiré todo lo que sea necesario.

Yoongi acabó sus palabras con un corto beso en los labios del Omega que seguía  sollozando y sorbía su nariz.

Jimin se incorporó un poco y miró todas esas estrellas arriba sobre ellos que parpadeaban lo más tranquilas, ajenas a todo el pesar en su corazón.

     —Yoongi... yo, yo estoy cansado de huir de mi destino,  de ti.  —Soltó finalmente. —Yo, estoy dispuesto a sostener tu hombro si tu prometes  no soltar mi mano.

Sus ojos y los ambarinos de Yoongi chocaron creando una honda expansiva que los hizo estremecer.

     —Nunca la soltaré amor mio, jamas te soltaré. Siempre estaré contigo, así que no te preocupes demasiado Jiminie. Si tienes miedo de caer, con gusto te aceptaré aquí
Así que no sufras por nada pequeño. —Yoongi dejó un suave beso en la nariz del Omega. —Puede ser muy difícil este camino que hemos de  recorrer, Puede parecer  un camino de flores, pero habrá enemigos por todas partes. ¿Pero sabes qué?
Sabiendo que fue un camino espinoso antes de empezar vamos a valorar más esto que ambos sentimos. 

Jimin apresó sus labios entre sus dientes mientras limpiaba sus lágrimas que caían sin control.

     —Y-yoongi, g-gracias, gracias por darme esa seguridad que me das. Sólo quiero ser el Omega que mereces, quiero ser bueno para ti pero soy inseguro y con miedos, pero si tu estarás a mi lado me sentiré fuerte. Yoongi,  le diré a todos, le diré a Hobi lo que ha pasado y aceptaré todas las consecuencias. 

Por fin, Yoongi sintió un alivio inmensurable en su pecho.  Finalmente su lindo Omega había entendido que su felicidad debía estar por encima de los demás.

Lo sentía mucho por Hobi y por el cariño que le tenía pero Yoongi era fiel a su corazón.

     —Jiminie, te amo. Suena ridículo que lo diga así porque es poco tiempo pero es lo que mi corazón siente por ti y quizá tu no sientas lo mismo pero...

Las palabras del  Alfa se vieron interrumpidas porque un Omega le colocó el dedo sobre sus labios.

     —También siento lo mismo Yoonie,  también siento que te amo con locura. 

Y Yoongi sólo pudo responder con otro beso avasallador que los hizo suspirar a ambos.

Les esperaba una batalla pero juntos la iban a pelear. Es más, si querían  paz debían primero prepararse para la guerra.

Así que seguir escapando no era una opción. 







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¿Y? Mandarinas se que deseaban esto entonces díganme ¿Qué opinan?

¿Aún quieren arrancarle los cabellos a mis protagonistas?

PD. Yo y mi obsesión con Snooze, ¿Te diste cuenta?










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