𝟎𝟎𝟑┆𝖆 𝖓𝖊𝖜 𝖆𝖉𝖛𝖊𝖓𝖙𝖚𝖗𝖊
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
(𝑃𝑒𝑟𝑐𝑦'𝑠 𝑝𝑜𝑣)
— Esto te va a gustar. Simulación real de combate, toda la gloria a los vencedores. Annabeth es la consejera principal de la cabaña de Atenea.
Miré hacia la chica que me había encontrado en el baño, junto a ella está Adhara, tenía el pelo amarrado, lo que la hacía ver más concentrada en cualquier cosa que estuviera haciendo. Parecía una de esas princesas que planeaban algún ataque, si la mirabas de lejos, lucia siempre a la defensiva, pero después de la conversación de ayer en la playa, note que era dulce y divertida... y muy bonita... cómo cualquier chica, todas eran bonitas.
— La que está a su derecha es Adhara, ya la conoces. Es de las mejores con espada aquí, muy buena al momento de la batalla, siempre es mejor estar de su lado, nadie quisiera tenerla de enemiga. Ambas han llevado a nuestro equipo tres veces consecutivas a la victoria, pero desde hace mucho tiempo nadie llega a la cuarta.
— Annabeth, ella estuvo ahí anoche, en el baño. Dijo que estaba esperando a que algo pasara. Y Adhara, hablo de unas visiones.
— Ambos ven el mundo de manera diferente. Annabeth siempre está seis pasos por delante de los demás, Adhara ha tenido visiones desde pequeña, siempre está alerta a ver si alguna de ellas se cumple o está cerca para evitar accidentes y proteger a los que ama. Deberías de darles tiempo.
— ¿Y tú de qué lado estás?
— Del de ella, por supuesto. Son mis hermanas menores, junto a Azami - Adhara nunca había comentado que Luke fuera su hermano, solo de Azami, además Annabeth, Adhara y Luke no lucían muy similares y todos eran de diferentes cabañas - Voy a contarte lo que paso.
Ambos nos sentamos en el comedor y Luke me empezó a contar su historia.
— Antes de llegar estaba en la calle y conocí a una hija prohibida en el camino. Se llamaba Thalía
— ¿Cómo qué prohibida?
— Hace mucho tiempo, Zeus, Poseidón y Hades acordaron que sus hijos se estaban volviendo muy poderosos e hicieron un pacto para no procrear más. Se mantuvo un largo tiempo hasta que Zeus rompió ese pacto. Hasta Thalía. Un niño prohibido atrae problemas; monstruos, por doquier, es una lucha constante para mantener con sobrevivir. Un día encontramos a una pequeña escondida en el callejón, Annabeth. Más tarde, encontramos a una pequeña con una navaja en la mano, junto con una niña de tres años que ni siquiera tenía nombre, eran Adhara y Azami. Nos preocupaba traerlas y exponerlas a todo ese peligro, luego las vimos pelear. Thalía no pudo llegar, pero los demás... llegamos. Somos familia desde entonces.
— Ambas me vigilan desde que llegue, aunque Adhara intente de disimularlo. ¿Por qué?
— Las dos, son las guerreras más fuertes del campamento. Solo les falta probarse con una misión.
— ¿Y eso que tiene que ver conmigo?
— Quiron le prometió a Annabeth una desde hace años. Un día, un semidiós llegaría con el destino que ir a una misión que ni Quiron podría impedir. Y cuando eso pasara, ella se uniría. Annabeth vigila a los de nuevo ingreso en busca de un indicio del indicado. En cambio, Adhara... ella siempre quiso una misión, una aventura y con sus visiones, de lo único que tiene certeza es que su momento llegara cuando llegue la persona que tanto aparece en ellas, el chico de los ojos azules. Normalmente, se rinde después de un día o dos, pero a ti, aún te vigilan.
— Puedes pedirles que se detengan. No creo ser ese chico de sus visiones y mucho menos el indicado para una gran misión, ni siquiera sé cómo sigo vivo después de lo del minotauro.
— Claro. Pero, ¿y si tienen razón?
Eso sería totalmente imposible.
✧*・゚*
El sonido de la caracola sonó, comenzó el juego.
Annie tenía un plan, siempre tiene un plan. Distraer a Clarisse con ojos bonitos, sencillo. Sobreviviría, ¿no?
— Bien, en 20 minutos sonará la caracola, ¿sabes qué hacer? - dijo Annabeth mientras nos acercábamos a Luke
— Sí, señora
— Oye, ¿sienten que hoy es día de victoria? - sonrió Annie
— Por supuesto, ya quiero ver la cara de Clarisse cuando pierda - le respondí imaginando su expresión, realmente esa chica me caía mal.
— Nos vemos del otro lado - Luke me guiño. — ¡Compañía! ¡Avancen!
Hace tiempo habíamos creado nuestro propio lenguaje de señas, era divertido, sobre todo cuando hacíamos unas bromas "Inocentes".
— Ven, ojos bonitos. Síguenos - le sonreí
Los tres caminábamos por un sendero.
— ¿Funcionará? Sabes que confió en ti plenamente, pero es nuevo y lo he visto ayer. Antes de que pelee contra Clarisse, se va a matar por sí solo. — le susurré a Annie
— No te preocupes, estará bien. Además, lo vigilaré mientras tú defiendes con Luke.
— ¿Es necesario que esté con Luke? Porque no creo que tenga ningún problema con luchar solo, lo haría muy bien y yo soy muy buena vigilando a las personas.
— A veces ni puedes esperar a la hora de la cena y ¿crees que podrás esperar esto? - tenía esa mirada de "dime la verdad", a lo que yo no tuve más remedio que negar - Lo sabía. Solo sigue con el plan y todo saldrá—
Detrás de nosotras, Percy se cayó casi empujándome, a lo que Annie me sostuvo y fulminó al rubio con la mirada. No quisiera ser él en estos momentos.
— Tienes que estar más atento, ojos bonitos, vas a terminar matándome cualquier día. — suspire mientras me paraba
— Lo siento - se paró y seguimos caminando - Agradezco que me incluyan en su pequeña conversación a susurros, pero necesito que esto salga bien. Necesito que mi padre vea que sale bien y si esperan que sepa hacer algo que no sepa hacer y termino con la frente en el piso, no puedo permitir que suceda.
Recordé nuestra conversación de ayer, él realmente quería que su padre lo notara, lo necesitaba y yo estaría ahí para ayudarlo.
Voltee a verlo y note que una parte del cinturón de su armadura no estaba bien, quería ignorar aquel hecho, pero crecer en una cabaña donde la perfección de la imagen es ciertamente relevante, me obligo a acomodarle.
— Estarás bien, te lo prometí, y tu padre te notará.
Sonó la caracola, siempre en el momento más indicado.
— Ya empezó - nos avisó Annabeth antes de ponerse su gorra.
— ESPERA ¿QUÉ? - me miró, muy confundido - ¿Ella acaba de...?
— Sí - asentí divertida
Ojalá que Dionisio me deje ir al sótano, porque la única vez que fui, note una hermosa capa de invisibilidad que me hacía ojitos para llevarla, lamentablemente me descubrieron antes que pueda agarrarla.
— Regalo de mamá. — Annie se quitó la gorra - Y tu tranquilo, lo harás bien.
— ¿Qué, hacer que cosa bien?
Ambas nos fuimos antes que pueda notarlo. Annabeth se iba a quedar a vigilarlo mientras yo iba con Luke a pelear.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que llegaran a atacarnos. Nos dividimos la zona de ataque en dos partes, Luke la izquierda y yo la derecha.
Toque mi collar sacando mi espada, era hora de comenzar con los madrazos. Unos hijos de Ares trataron de acorralarme, dos al frente y uno por detrás.
— Ciertamente, creo que es un poco injusto, tres contra uno - dije
Pronto, los dos del frente me atacaron a lo que yo me defendí con la espada. Con mi arma había logrado darle en el estómago a uno; el otro me ataco a diestra y siniestra, obligándome a acercarme más al de atrás, al esquivar uno de sus ataques, sin mucha precisión termino atacando al de atrás, le di un golpe con el escudo para que demorara más tiempo en levantarse y con una de las maniobras que me enseño Luke logre desarmar al último que quedaba. Bingo.
Mientras más derrotaba a algunas, venía nuevos a atacar. Parecía que se multiplicaban. Estaba muy distraída atacando a unos cinco que estaban cerca de la bandera, cuando Beckendorf me ataco desprevenida, haciéndome un pequeño corte en el brazo.
Agarre la lanza de uno de ellos, golpeando a los del costado en la cara, haciendo que al que no tenía casco, le sangrara la nariz. Con una daga que tenía en el bolsillo, le lance a Beckendorf a pocos centímetros de la cara, este me miro con un poco de miedo. Al otro que quedaba logre desarmarlo fácilmente, dándole una pequeña patada en las piernas, cayendo de trasero y colocando la punta de mi espada en su cuello.
— ¡Está bien, nos rendimos! - exclamó la campista que Luke derroto al notar que todos los del equipo contrario estaban o en el suelo, o con un arma en sus cuellos.
Cuando un grupo se dirigía al bosque por la bandera, yo aproveche en escabullirme. Lo siento, Annie, pero había hecho una promesa y protegería a ese rubio despistado, cueste lo que cueste.
En el camino me encontré con Lucy, quien patrullaba en el bosque para distraer a los que llegaban.
— ¿Qué haces aquí? - me preguntó molesta - Y no trates de evadir la respuesta
— Necesito ver si está bien, Clarisse va a ir por él y-
— Detente, Annabeth lo va a cuidar y tú necesitas mantenerte en tu posición
— Sabes que los demás son lo suficiente capaces para defender la bandera sin mi ayuda.
— Lo sé, pero el plan es uno, y tienes que mantenerte a él
— Voy a ir y esto se quedará entre nosotras, ¿de acuerdo? - seguí insistiendo
— ¿Algún día vas a dejar de ser así de terca? - suspiré harta - Solo cuídate y esta es la última vez que te ayudo, Adhara.
— Te amo - la abracé y me fui corriendo a la zona en donde habíamos dejado a Percy.
No había nadie, ni un alma. Mierda.
Corría hacia el bosque, en busca de un rastro de él. Tenía que estar por alguna parte. Logre oír algunos golpes de espadas cerca de la playa. Antes de poder llegar, alguien me detuvo.
— ¿Qué crees que vas a hacer? - Me sostuvo Annie
— Suéltame, lo están atacando - me intenté de zafar de su agarre sin mucho éxito.
— Tiene que hacerlo solo, y se está defendiendo bien. Él te dijo que quería que hacerlo bien para que su padre lo notara, asique déjalo luchar.
Tenía razón, como siempre. Este tenía que ser su momento. Ambas nos escondimos detrás de los arbustos para poder verlos.
A pesar de ser nuevo, se defendia bien. En un pestañeo, había roto la lanza de Clarisse. Ahora si tenía que salvarle el pellejo.
Antes de poder siquiera llegar, sonó la caracola de nuevo. Luke y el resto de campistas de nuestro grupo trajeron la bandera roja, celebrando. En tu cara, Clarisse.
— Ya sueltalo, Clarisse - le dije ya que la mencionada estaba a punto de mandarlo a soñar en la enfermería
Clarisse, me miro enojada y lo soltó.
— Qué amable - le agradecí, sarcásticamente.
— Nada mal, héroe - comentó Annabeth
— ¿Estuvieron aquí, todo el tiempo? - se indignó Percy
— Estuve el tiempo necesario para ver cómo le disté una paliza a los hijos de Ares, sí que tienes un talento natural.
— ¿Estuviste todo el tiempo y no me ayudaste? - Percy miro a Annabeth
— Si
— ¿Por qué?
— Levántate, ojos bonitos - le di mi mano, a lo que él me miró dudando un segundo y luego accedió.
— Escucha... Percy. Perdóname - le dijo Annabeth antes de empujarlo al agua.
¿En qué estaba pensando?
— Annie - la miré confundida
— ¿Qué te pasa? - le gritó el rubio antes de pararse.
Apenas se paró, las heridas que tenía se curaban con el simple contacto con el agua, habían desaparecido completamente.
— No lo entiendo
No era posible, no podía serlo... miré a Annabeth que no se encontraba tan boquiabierta como yo, ni siquiera muy sorprendida.
El rubio me miraba muy confundido y asustado, le hice una señal para que mirara encima de su cabeza. Se distinguía el holograma de luz azul, un tridente. Era la señal de Poseidón.
— Tu padre te ha reclamado... — le sonreí
— Fuiste reclamado por Poseidón —repuso Quiron— Sacudidor de tierras, portador de tormentas. Percy Jackson, hijo de Poseidón.
Me arrodillé junto a Annabeth, pronto todos los campistas empezaron a hacer lo mismo.
Percy me miró como si estuviera cayendo en cuenta lo que era ser un hijo prohibido, yo solo le sonreí tratando de hacerlo sentir más seguro.
Definitivamente, este niño era un problema del cual no me quería apartar.
✧*・゚*
De verdad que era un chico problemas. Esa clase de chicos que cosa que hiciera o lugar a donde vaya siempre había un problema.
— ¿Asique, va a ir a recuperar el rayo de Zeus; porque Zeus y Poseidón discutieron y el dios de los cielos le dio un ultimátum para que devolviera el rayo en una semana? ¿Y culparon a Percy por lo que tiene que ir a recuperarlo? - estaba procesando toda la información que me había recibido, esto sonaba realmente loco si no fuera por el hecho de que acababa de pelear con un minotauro hace pocos días.
— Sí. Y Hades tiene a la madre de Percy. Y él hará cualquier cosa para traerla de vuelta. — añadió Grover - Él va a ir en una misión, junto a otros tres campistas, para recuperar el rayo.
— Creo que ha llegado mi momento, mi amigo medio cabra - puse mi brazo alrededor de su hombro - Ya puedo sentir el llamado a la aventura
— ¿Cómo estás tan segura que Percy te escogerá?
— Porque es el destino.
O bueno, eso trataba de convencerme, de todas maneras, podía escapar.
✧*・゚*
— El Oráculo confirmo lo que sospechábamos, que esta misión procederá hacia el Inframundo, en donde confrontaras al dios que se ha rebelado contra sus hermanos, Hades. La entrada bajo sus dominios yace bajo la ciudad de Los Ángeles. Ese es el destino de tu viaje, el tiempo corre. Seleccione a los candidatos más competentes, de entre los cuales seleccionaras a tres para que te acompañen en esta misión y se aseguren de tener éxito-
— Adhara - interrumpió Percy a Quiron al verme. — Y Annabeth
— ¿Qué? - dije sorprendida mirándolo
¿Quería que pasara? Si
¿Lo esperaba? No
— Por costumbre, hay que esperar a que nombre a uno o dos antes de elegir. ¿Seguro que no quieres oír más?
— Esta cosa, este rayo maestro, tengo que recuperarlo, ¿no?
— Si
— Será difícil de conseguir, ¿no?
— Extremadamente
— Y si la misión necesita que alguien me empuje por las escalares para tener éxito y alguien dispuesto a pelear junto a mí sin importar que, queremos a personas que no duden en hacerlo
— ¡Las primeras compañeras de la misión serán Adhara Abernathy y Annabeth Chase! - exclamó Quiron
Compartí una breve mirada con Percy, si existía una mirada de seguridad y agradecimiento, esa era la que le había dado.
— Gracias - le susurré, algo que entiendo y me sonrió.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro