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No tuve ninguna pesadilla, por suerte. Ese chico, era lindo, realmente lindo... pero que estaba pensando, podría ser mi enemigo, aunque no parecía que lo fuera, lucia como un niño indefenso, recién se debió de enterar de que era mestizo, lucia confundido.

Durante la madrugada fui a verlo, necesitaba saber si estaba bien, se había desmayado. Era un cuidado ante alguien que iba a ser mi destino, no podía dejar que muriera, eso era.

Me destapé sigilosamente, era más fácil salir si dormía en la cama de abajo. Caminaba como un espía en su misión secreta, era divertido en cierta parte.

— ¿A dónde vas, señorita? - me dijo Chase escondido cerca a la puerta, por la falta de luz no lo había podido ver, gracias destino.

— A tomar aire - le respondí con una sonrisa mientras me acercaba a abrir la puerta, algo que él me impidió con su brazo

— ¿Crees que soy estúpido? Sabes que no puedes salir a estas horas de la noche, y menos ver a ese chico de tus visiones

— No voy a ir a verlo - me miró con una de esas caras de "¿es en serio?" - Bueno, tal vez solo quería ver si estaba bien, pero es porque es un campista necesitado

— ¿Y tú desde cuando te preocupas por los campistas necesitados?

— Desde hoy. Solo déjame verlo por hoy, por favor - le rogué e intenté encantarle - ¿Me dejarás ir a verlo?

— Sí - suspiró después de verme durante unos segundos, que parecieron una eternidad. — No me habrás hechizado, ¿no?

— No - mentí y salí rápido antes que me regañara.

En el camino vi a Annie yendo hacia la enfermería, ella también esperaba al nuevo. Logré alcanzarla.

— ¿También quieres ver cómo está? - pregunté curiosa

— Sí, podría ser el indicado, el de la misión - me respondió

— Podría serlo. Aunque estoy segura de que es el chico de mis visiones, sus ojos son los mismos

— ¿Cómo estás tan segura?

— Unos ojos así de bonitos no son difíciles de olvidar, y son idénticos, eso puedo sentirlo. Además, cuando fui a dormir, no tuve ninguna visión.

— Interesante - se limitó a decir mientras se perdía entre sus ideas.

Apenas lo vi, sentí como mi corazón latía a mil. Como si una gran batalla estuviera pasando en mi corazón. Los nervios eran muy obvios. No parecía estar despierto. Ambas nos sentamos a su costado, observándolo dormir. De vez en cuando se movía de un lado a otro, como si tuviera una pesadilla y tenía un poco de fiebre, a lo que le puse un paño frío en la cabeza. Era lindo cuando dormía, a pesar de que babeaba.

༉‧₊˚✧

Desperté durante unos breves segundos, mi madre, el minotauro, ¿todo era un sueño?, tendría sentido al pensar en aquella chica, por los rayos no la había visto muy bien, pero parecía una de esas chicas lindas que aparecen en tus sueños y nunca vuelves a aparecer en ellos.

Miré hacia mi alrededor y vi dos sombras que me miraban como si me estuvieran estudiando.

— Parece un bebe cuando duerme - comento la chica de mis sueños mientras miraba a la otra chica

— ¿Dónde estoy? - pregunté, aturdido, esperando que todo esto sea una terrible pesadilla

— Cuando duermes babeas - dijo la otra chica

— ¿Qué? - logre pronunciar antes de volver a dormir

✧*･ﾟ*

¿Me había escuchado? No lo creo, no podía. 

— Será mejor irnos, pronto va a amanecer y necesitamos dormir algo - me dijo Annabeth

— Vamos - suspiré antes de seguirla

Caí dormida apenas me eché en mi cama, vigilar a chicos lindos mientras duermen es muy agotador. Lo de ayudar a campistas necesitados, no volvería a hacer, daba mucho sueño.

✧*･ﾟ

Estaba en la playa, de nuevo. Miraba el movimiento de las olas, junto a ese chico. Al parecer, ahora que lo conocía podía verlo con mayor claridad, facilitaba mucho las cosas. Lucía... mayor de lo que era ahora, unos tres años más, aproximadamente. Era el futuro. Sería mi aliado, no creo que miraría el mar con mi enemigo.

— ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta! - me gritó Azami, mientras me movía de los hombros - ¡No tienes tiempo que perder!

— ¿Qué? - me queje medio dormida, no había dormido mucho

— Tienes que hablar con el chico minotauro, no puedes estar durmiendo y no hacer nada

— ¿El chico minotauro?

— Lo oí de Charles, así lo llaman al nuevo, pero tienes que despertar

— No quiero, mejor le hablo mañana - la ignore y me puse boca abajo para evitar que me despierte, el sueño me ganaba

— Creo que esto la despertara, Zami - le dijo Charles antes de tirarme un balde de agua fría

— ¿Qué les pasa? - exclamé enojada y muerta de frío, a lo que ambos se rieron

— Luego me lo vas a agradecer - me contestó Charles antes de salir corriendo de la cabaña

— Tienes suerte que tenga flojera como para perseguirte - le grite

Alguien que debía saber del chico era Grover o Quiron, no perdía nada preguntándoles. Annabeth siempre me había dicho que era mejor prevenir. Mejor prevenir, que lamentar.

Antes de salir, le pedí a Silena un poco de su maquillaje, no solía usarlo, pero al estar en la cabaña de Afrodita la tentación a veces gana y si me iba a presentar a mi aliado necesitaba lucir muy "presentable".

— ¿Vas a ver a tu chico minotauro? - me preguntó mientras me peinaba; era una chica muy agradable, pese a ser mejor amiga de Clarisse.

— ¿Mi chico?

— Al que ayudaste en su pelea contra el minotauro

— En realidad, él hizo la mayor parte, yo solo lo distraje - ella solo soltó una pequeña risa

— Ya estas

— Gracias, Silena - la abracé

— No hay de que, linda. Ahora ve por él

Fui a la casa grande, donde solía estar el señor D y Quiron. Probablemente tenían información.

Me asomé a ver quienes estaban y para mi grandiosa suerte, estaba el chico. Intente de irme sigilosamente, antes de que el señor D me viera, pero los dioses son muy perceptivos.

— Hola, Adjara. Veo que ya no necesitas esa piedrecita tuya, ya llego el chico. — me sonrió de forma muy molestosa, haciendo que todos volteen a verme

— ¿Adhara? - me llamó Quiron, mierda - Adhara fue la que te ayudo con el minotauro, Percy - Que lindo nombre - Adhara, querida, ¿por qué no vas a ver si la cama de Percy ya está lista en la cabaña once?

— Por supuesto, Quiron - contesté amablemente

Miré brevemente al chico, quien se llamaba Percy, tenía cara de Percy. Sus ojos, definitivamente, era el de mis visiones.

— Bienvenido, ojos bonitos - le dije antes de irme.

Salí corriendo hacia la cabaña once. Espera. ¿Qué le había dicho? No puede ser que lo primero que le diga sea "Bienvenido, ojos bonitos". Eso lo espantaría completamente, además podría haberle dicho tantas cosas como "¿Estás bien?" "Bienvenido al campamento" "Dime algo si necesitas ayuda", hasta lo que dijo Annie ayer sonaba mejor que lo que dije yo.

¿Por qué hablo antes de pensar?

— ¡Luke! - grité desde afuera de la cabaña de Hermes

— Adhara, te aprecio mucho, pero no grites - me sonrió el mencionado

— ¿Está lista la cama para el nuevo?

— Sí - me contesto y me observo detenidamente - ¿Ahora que hiciste?

— Lo primero que le dije fue "Bienvenido, ojos bonitos" - Luke intentó de no reírse, solo lo intento.

— No es tan malo, le diste la bienvenida

— ¿En serio?

— Sí, probablemente lo lleve a conocer el campamento mañana, me acompañas y ahí tendrás tiempo de hablar con él.

— Gracias, Lulu - me rasco la cabeza con su mano, diez minutos arreglándome el cabello con Silena desperdiciados.

El resto del día entrené en el campamento, lo usual y evitando toparme con Percy, no quería malograrla de nuevo y esta vez pensaría en lo que le diría.

Antes de ir a dormir fui a la playa, necesitaba pensar en que le diría. Al llegar, lo encontré dormido, como si hubiera estado viendo el mar y se haya quedado dormido, ya me había pasado.

Intente de despertarlo porque a esta hora pasaban algunas ninfas, mandando a todos a dormir después de una buena reprendida, ya sabía cómo evadirlas, pero no es bueno recibir un regaño en tu primer día. 

— Hola, ojos bonitos. Veo que eres todo un bello durmiente, es hora de levantarse - le sonreí mientras despertaba.

— ¿Entonces no eres un sueño ni un invento de mi cabeza?

— Yo me siento muy real. Vamos, tienes que ir a tu cabaña

— Claro - suspiró antes de levantarse - Espera. ¿Te conozco? Luces muy familiar 

— Te ayudé con el minotauro

— Bueno, sí, pero, no es solo eso, parece que te conozco desde mucho antes. Solo que no recuerdo

— Creo que realmente necesitas dormir en tu cama - era lindo, pero parecía loquito. Pronto llegamos a la cabaña 11 - Llegamos. Duerme bien, ojos bonitos

— ¿Ojos bonitos? - pregunto confundido antes de entrar

Mierda. Otra vez lo había llamado así, ¿qué me pasa?, ese chico no deja que piense bien. Si no suelo pensar muy bien lo que digo, este chico hace que eso sea mil veces peor. La próxima vez, llevaré un guion.

✧*･ﾟ*

Al día siguiente acompañe a Azami a entrenar.

— ¿Algún día seré tan buena como tú o Lulu?

— Incluso mejor - le sonreí - Ahora, practica lo que te enseñe

Yo le ayudaba con unas técnicas de ataque cuando logré ver que Luke venía con Percy, dándome una señal, era el momento de actuar.

— ¿Por qué te arreglas el cabello? - me miró Zami con una mueca de confusión

— ¿De qué hablas? No hice nada

— Lo que tú digas - se limitó a decir y siguió con el entrenamiento

No lo miraba, sería muy evidente. Tal vez lo seguiría, en secreto, así no lo malograría de nuevo.

En eso, alguien lanzo una flecha que cayó a pocos centímetros de mi cara, estando cerca de dejarme en la enfermería.

— ¿Quién ha sido el idiota que lanzo esa flecha? - exclame molesta

Me voltee a ver quién casi me mataba y había sido... ¿Percy?

— Lo lamento ¿Pruebo de nuevo? - dijo el rubio

— ¡No! - todos contestamos al unísono

— Ten más cuidado con esas flechas, ojos bonitos, vas a terminar matando a alguien - suspire antes de darle mi mano para que se pueda levantar

— Eres tú

— Si soy yo. Creo que no nos presentamos formalmente, soy Adhara, Adhara Abernathy, un placer.

— Supongo que ya sabes mi nombre, pero es Percy Jackson.

— Seguro. — miré a Zami quien ya se había ido a jugar con sus amigas. Esa niña era más sociable que yo, no entiendo de donde lo saco.

Acompañamos a Percy a ver cuál sería su gran talento, de paso, nos daría un indicio de quién era su padre.

Al ir a la armería, me quedé a un costado, cerca de unos sacos, para evitar accidentes. Algo que fue inevitable al momento que Percy empezó a forjar una espada y una parte casi me cae directo en la cara, quemando los sacos que estaban detrás de mí y por poco dejándome con el cabello quemado.

— ¿Es en serio? - me queje, siguiéndolos

✧*･ﾟ*

Cuando ya atardecía lo lleve a los huertos de fresas

— Toma - le di algunas fresas para que probara.

Él comió algunas fresas y su expresión cambio notablemente, agarrando muchas más.

— El campamento está encubierto como Delphi Strawberry Service, los hijos de Deméter se encargan de cultivarlas para luego venderlas. — le comenté

Ambos fuimos a comer las fresas mirando la playa.

— Lamento lo de tu mamá

— Ella se sacrificó para que estuviera aquí, a salvo, nada de esto debió de haber pasado, ella debería... Necesito saber quién es mi padre. Tiene que reconocerme

— Percy... los dioses reclaman a sus hijos cuando es el momento, muchos de aquí no han sido reclamados aún

— Él tiene que hacerlo, por mi madre. — me comento mirándome con seguridad — ¿Y a ti ya te reclamaron?

— No, y no es algo que busque realmente

— Pero no estás en la cabaña de Hermes, recordaría si estuvieras ahí

— Mi padre era un semidiós, hijo de Afrodita. Cuando llegamos Afrodita nos reclamó y nos acogió en su cabaña, creo que fue más por pena o tal vez mi padre era su hijo favorito.

— ¿Nos?

— Cierto, tengo una hermana, Azami. Ambas de los mismos padres.

— ¿Asique otro Dios podría reclamarme como su hijo?

— No exactamente, lo que me paso fue algo que no suele pasar. Y los dioses no suelen ser así de generosos.

— Entonces eso muestra que haré que mi padre me vea.

— Lo lograrás, ojos bonitos

— ¿Ojos bonitos?

— Es el apodo que más te queda - dije mirando sus hermosos ojos azules, tan hermosos como el mar. — Además, es mucho más divertido que chico minotauro

— Definitivamente - se rio

— ¿Y cómo era ella? Tu madre - pregunté curiosa

— Es la mujer más maravillosa que alguna vez podrías conocer. Se llamaba Sally, Sally Jackson.

A medida que el rubio hablaba de su madre, se podía ver cuanto aprecio le tenía, parecía una persona con la cual podrías estar hablando horas, realmente había sido una buena madre.

— Parece que fue una mujer extraordinaria

— Lo fue - me dio una sonrisa de tristeza - Gracias, por salvarme del minotauro

— No te quites créditos, yo solo lo distraje un poco, tú lo asesinaste. Fue muy valiente de tu parte, además no cualquiera mata al minotauro.

Él me miró durante unos segundos, como si me estuviera observando cada detalle, ese chico sabía cómo ponerme nerviosa.

— ¿Por qué eres tan amable conmigo? Me cuidaste en la enfermería con tu amiga, me ayudaste a pesar de que casi te he matado varias veces.

— Eres alguien interesante, ojos bonitos. Solo quise ayudarte, sé que es difícil tener que entender todo este mundo. Además, los mestizos nos tenemos que apoyar. — vi sus ojos, no podía mentirle - Y apareciste en mis visiones

— ¿En tus visiones?

— Digamos que soy psíquica o algo así, las he tenido desde que me enteré de que soy mestiza y en todas apareces tú

— ¿Eres psíquica? Porque si lo fueras hubieras visto venir todas las veces que casi te mato y no terminarías con este corte - respondió mientras agarraba mi mano y me mostraba un ligero corte que tuve cuando intentamos que usé dagas y terminamos llevando a varios a la enfermería.

Mi corazón parecía querer salirse de mi pecho cuando toco mi mano.

— Muy graciosito te crees, Jackson - bufé apartando mi mano - Y las visiones no funcionan así, solo son momentos aleatorios del futuro.

— ¿Y son buenos?

— Algunos, otros malos. Quería conocerte, no sabía si serías mi amigo o enemigo

— ¿Y qué crees que soy?

— Es algo que tendremos que descubrir, ojos bonitos. — le sonreí, no creo que fuera mi enemigo, ni esta vida, ni en las demás.

— Por el momento somos aliados - me dio la mano

— Aliados.

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Holi, ¿Cómo están?

Espero que les haya gustado <33

Estos días estare actualizando más seguido, al igual que el resto de historias.

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