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Tenía solo dos opciones... ¿Superar o cortarme y teñirme el cabello? Es evidente que opción tome.

Durante los primeros días, después de uno de los peores días de mi vida, no comí nada, no salí de mi cama, solo me la pasaba llorando al punto que los dos lados de mi almohada estaban empapados, no dormía... parecía una muerta que solo lloraba.

Era demasiado en tan poco tiempo, ¿por qué todas las personas que amaba terminaban traicionándome? Estaba harta de eso, estaba harta de todo. Era solo una niña, ¿qué hice de malo para merecer esto? Quería dormir, pero no podía porque siempre tenía visiones de como las personas que querían se morían o de guerra, quería salir, pero estaba atrapada en el lugar que solía ser mi hogar... ahora era mi prisión. Quería buscar a P... cada vez que siquiera pensaba en él mi pecho y cabeza, dolían, dolía horrible... en cierta parte fue mejor, procuraba no recordar sus palabras.

— ¡¿TE DEJO DOS SEGUNDOS SOLA Y TE CORTASTE EL CABELLO?!

— No pudiste comunicarte con él y está prohibido que cualquiera de nosotros se acerque a él hasta quién sabe cuándo y las tijeras estaban ahí y yo... no está tan mal.

Me había cortado todo el cabello hasta mis hombros, ¿decisión drástica considerando que casi nunca me cortaba el cabello y nunca lo tuve tan corto? Sí. Sin embargo, pensé en algo que me dijo Amadeo, los cambios a veces son buenos.

— Pero me hubieras dicho para ayudarte, son muy bueno en los cambios de look.

— Me puedes ayudar a teñírmelo de rosa

— ¿Rosa?

— Solo los mechones

— Como lo pida, su alteza - sonrió antes de empezar a teñírmelo.

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22 - 12 - 2023

Amadeo y yo estábamos pensando en cómo hablar con Mairin Murphy, de las pocas hijas de Hecate reconocidas y la más destacada de ellas. Era muy buena haciendo magia, eso lo sabía todo el campamento, era tanto así, que algunos rumores decían que en su infancia la misma Hecate le había enseñado, obviamente nadie se atrevía a preguntarle directamente si era verdad porque temían molestarla y terminar convirtiéndose en un animal. Si el rumor era cierto, me alegraba que Hecate haya logrado amar, aunque sea a alguno de sus hijos.

Yo también tenía un poco de miedo.

— ¿Estás segura de que no quieres que te acompañe? - me pregunto el hijo de Atenea mientras leía un libro de magia que encontró en su cabaña, trataba de entenderlo desde hace días, pero simplemente no podía.

— Sí, es mi media hermana técnicamente.

Todo el campamento estaba envuelto de nieve, se acercaba Navidad y todos amaban decorar o ayudar de cierta manera. Mairin estaba haciendo unos muñecos de nieve con su magia, definitivamente era muy buena. Era bonita, tenía su hermoso cabello rubio cortado hasta un poco más arriba que los hombros, tenía los mismos ojos marrones que Hecate, aunque estos no se tornaban en morado y una energía poderosa.

Me acerque a ella con temor frío, no debía de haber usado ese abrigo, era bonito, pero no evitaba que muera del frío, primero muerta que sencilla.

— Hola - la saludé lo más amable que pude - ¿Eres Mairin, cierto?

— Sí, y tú vienes a buscar mi ayuda - dejo de hacer lo que estaba haciendo y volteo a mirarme muy seria

— Yo - tartamudeé - ¿No? Bueno, sí, ¿cómo sabes?

— Necesitas mi ayuda con tu magia

— En realidad-

— Sé que eres hija de Hecate.

O era muy evidente o ella era vidente.

— Tú, ¿cómo es que-?

— Una vez que controlas tu magia, sabes identificar la de los demás y tu amigo, el de lentes, lleva un libro de cómo mejorar tu magia y cómo él es hijo de Atenea, te deja a ti como la que necesita mi ayuda. Además, mamá, no para hablar de tu profecía.

¿QUÉ PROFECÍA?

Ella tomó sus cosas y empezó a caminar hacia el bosque, yo solo trataba de seguirle el paso.

— ¿Ella te habló de mí? ¿La conoces?

— El rumor es cierto, yo lo cree, o bueno, compartí la información.

— ¿Por qué?

—Infundiría miedo. Las personas solo nos buscaban para utilizarnos, solo quieren tu magia y no voy a ser su estúpido juguete que desecharan una vez que lo usen. — me explico sería - Y sí, mamá, hablo de tu profecía.

— ¿Cuál es la profecía? Oí un poco, pero no sé todo.

Ella se detuvo por un momento, pero siguió caminando.

— Lo sabrás a su tiempo.

— ¿No me puedes decir?

— ¿Viniste a mí para saber de tu profecía o para aprender de magia?

— La magia

— Entonces avanza.

La seguí hasta el mismo lugar en donde Luke me apuñalo, una nostalgia y dolor me invadió por completo. Aún tenía que salvarlo.

— Comencemos

✧*･ﾟ*

24 - 12 - 2023

Mairin era una profesora, un tanto estricta, por así decirlo. Desde que me enseño, logre progresar demasiado. La clase de hoy era levitación básica.

— ¿Es necesario?

— Sí, Adhara. — me respondió harta y lanzándome una pelota a la cara, haciendo que yo la haga levitar de inmediato junto al resto de cosas.

Empezábamos siempre con sus clases de teoría y luego la práctica, que a veces era muy dura, siempre terminaba a punto de desmayarme del cansancio. Nunca le enseñe el libro, solo lo practicaba con Amadeo, quien evitaba que me mate.

Ahora hacía levitar una roca, un tronco, cinco o seis libros, la pelota y una espada.

— Concéntrate - me indico la rubia - centra tu energía

— Lo estoy haciendo

— No parece - dijo antes de abrir una cajita y que salgan varios escorpiones verdes - Son mágicos, solo atacan a alguien si tienen miedo.

— ¿No es un poco extremo?

— Si te concentraras, no pasaría esto. Ahora... solo concéntrate en el objetivo y no te picarán.

Hacía levitar las cosas y moverlas de un lugar para otro en el mismo movimiento que estábamos practicando, todo sincronizado. ADHARA, CONCENTRATE EN LA ENERGÍA... ENERGÍA... escorpiones que matan... NO. SOLO CONCÉNTRATE.

Pude notar como uno cinco escorpiones se acercaban a mis pies y caminaban alrededor de ellos como si esperaran el momento perfecto para atacar; sin embargo, yo también podía atacarlos. Un hechizo y se iban volando o... no, no se mataban pobres criaturas que no hicieron ningún daño.

¿Sería divertido? Tal vez. Ya no me darían miedo en cierta parte. Empecé a concentrar mi energía en esos animalitos y hacerlos levitarla torpemente al ser la primera vez que hacía levitar a otro ser vivo, mi energía se tenía que concentrar en la de ellos y ser más poderosa para hacerlos levitar.

— Es divertido

— Adhara, detente. No tenías que hacerlos levitar.

— ¿Ya no son tan imponentes, no? Su picadura podría haberme matado, pero ahora parecen indefensos - sonreí antes de colocarlos en su cajita y cerrarla.

— No lo son cuando hay alguien más fuerte que ellos. Terminamos el entrenamiento por hoy.

— ¿Tan rápido?

— Sí

Ella tomó sus cosas y se fue como cada vez que terminaban los entrenamientos.

— Espera - corrí hasta alcanzarla.

— ¿Qué?

— ¿Así eran tus entrenamientos con Hecate?

— Algo así, solo que ella te proyectaba tu mayor miedo o te hacía cargar toneladas de piedras que iban a caer sobre tu cabeza. Era divertido.

Qué gran concepto de diversión.

— ¿Cuántos años tenías?

— Ocho o nuevo, supongo. No recuerdo muy bien, solo los entrenamientos y es lo necesario como para poder enseñarte todo lo que sé.

— ¿Vas a ir a la fiesta en la Casa Grande?

— Solo van niños y parejitas. No es un lugar de mi estilo.

— ¿Entonces que harás en Navidad?

— Dormir.

— Toma - le entregué una caja llena de cuarzos y cartas del tarot que conseguí que los hermanos Stoll robaran - No es mucho, pero supongo que es un buen regalo de Navidad.

Pude notar en su cara una gran confusión.

— ¿Es por enseñarte?

— No, creo que dijiste que era gratis.

— Si lo es, solo... ¿Por qué?

— Porque quería y hace poco descubrí que somos medias hermanas, somos familia.

— Los dioses no tienen ADN

— Solo acepta el regalo - le sonreí antes de entrar a mi cabaña - feliz Navidad, MaiMai.

✧*･ﾟ*

Todos estábamos compartiendo un poco de chocolate caliente, después de muchas súplicas había logrado que Clarisse aceptara acompañarnos.

— Esto es ridículo, ustedes lucen ridículos - dijo la hija de Ares mientras miraba nuestra ropa

Chase se había puesto una pijama de Santa Claus con una bufanda roja enorme, lucia a la moda. Azami no se quedó atrás y literalmente se disfrazó de un duende.

— Es el espíritu navideño, agua fiestas - le respondió Chase

— Lo que tú digas, Bennet.

Apenas entramos escuchamos la horrible música que puso Quiron.

— Si me disculpan, voy a evitar muertes por rompimiento de tímpanos - suspiro el hijo de Afrodita antes de ir al tocadiscos junto a Azami.

Lucy no había querido venir, dijo que estaba enferma y quería estar sola, asique nadie fue a molestarla, solo le dejamos su regalo y cartas de motivación para que se cure más rápido. Era tonto, pero en mi opinión era un bonito gesto, esperaba que le gustara.

Clarisse los siguió para evitar que pusieran cualquier tontería, en el comedor me encontré con Amadeo quien le contaba una historia a los niños junto al árbol de Navidad.

— Y así, Rodolfo se convirtió en el reno más querido y admirado por todos - les contó a los niños antes de mirarme y sonreírme - Esa fue la historia por hoy niños.

— Otra, por favor - pedían los niños

— Esta es la quinta que les cuento hoy. Mañana les contaré otras, ahora vayan a tomar un poco de chocolate caliente - les prometió antes que todos corrieran por su chocolate.

— ¿Yo? La mitad del campamento no me habla porque creen que yo hice algo para que Luke fuera el traidor.

— Eres buena con los niños, además, solo están buscando a alguien a quien culpar que no sea Luke. No todos asimilan aún la noticia de su traición.

— Él, no nos traicionó, solo necesita que lo ayudemos a ver que lo que está haciendo está mal, no es el camino correcto.

— Tal vez, pero ahora es hora de divertirse y relajarse. Tú lo necesitas, tuviste un mes difícil.

— Un poco, digamos.

— Voy a ir por chocolate caliente, ¿quieres un poco?

— Sí, por favor.

El hijo de Atenea se fue por las bebidas, yo estaba mirando todo el lugar, lucio acogedor. Era todo normal hasta que escuche que alguien me llamaba.

— ¿Hola?

— Adhara

— ¿Quién eres?

— Adhara - seguía susurrando la voz

Mire a todos a mi alrededor y todos estaban ocupados en su propio mundo como para llamarme, avance por los pasillos mientras la voz se hacía cada vez más fuerte, como si estuviera en mi mente.

Parecía estar dando vueltas por todo el lugar hasta que me choque con alguien en un pasadizo. Esa persona tenía un vaso de chocolate caliente y se le cayó todo encima de mí para que después también se le cayera el vaso. Ese chico tenía mucha suerte, como yo.

— Disculpe, señorita, realmente-

Ambos conectamos miradas y había visto sus ojos antes... eran azules... El chico parecía ser mayor que yo por unos dos o tres años. Tenía un hermoso cabello rubio ondulado, unos ojos azules y usaba una polera roja. Creo que lo había visto unas veces en la cabaña 11.

— No te preocupes - dije como si toda mi ropa no se hubiera malogrado.

— Eres hermosa.

— ¿Gracias? Supongo. ¿Tú eres?

— Adriano, Adriano Delgado. Debes de ser Adhara.

— ¿Por qué debo ser Adhara?

— Siempre dicen de una hermosa niña que se llama Adhara y para mí, tú eres la más hermosa que he visto hasta ahora.

— Eres amable, gracias. Y sí, soy Adhara, Adhara Abernathy.

— Un completo placer es conocerla, un honor, diría yo.

— ¿Tanto así?

— Sí, se nota que tiene la belleza de su abuela.

— ¿Investigaste de mi vida?

— Eres una celebridad por aquí, princesa.

Podía escuchar de fondo como todos contaban decrecientemente los números para que sea Navidad,

— Fue un gusto hablar contigo, pero ahora tengo que ir a buscar a mis amigos.

— Espera - me tomo de la mano y me acerco a él - Mira arriba.

Era... era un muérdago.

Lo que no sabían los semidioses, es que Eros decidió hacer una pequeña visita al campamento durante Navidad y encontró a la semidiosa en esa situación. Pensó que sería muy interesante si había un poco más de drama en la novela favorita del Olimpo. El dios del amor le lanzó otra flecha a Adhara, ya que le había lanzado una el día que llego, esta vez era una de amor y no de desamor.

El chico rubio, que lucía extrañamente familiar, me miro con una sonrisa antes de tomarme de la cintura y acercarse a mis labios. Por una extraña razón, no lo aparte, es más... lo bese devuelta.

⁂

En el Olimpo las cosas estaban tensas, una posible guerra por la vida de una niña.

— ¡TE DIJE QUE NO TE METIERAS EN SU VIDA! - exclamo Apolo molesto - ¡DEJA TU MALDITO EGOÍSMO DE LADO!

— ¿Qué crees que hice? - pregunto Artemisa, lo más tranquila posible mientras afilaba su lanza.

— Sé que mandaste esa carta, sé que amenazaste a Quiron y a Dionisio, sé que la mandaste al campamento y sobre todo sé que le pediste a Eros que le mande unas de sus flechas de desamoramiento a Adhara y Percy, ni siquiera pueden recordar al otro sin tener los síntomas. ¿Sabes que no puedes evitar su amor?

— Lo sé, pero puedo hacer que considere tener una vida mejor que una con ese peje lagarto.

— Afrodita se enteró.

— ¿Y a mí qué me importa? Ella no puede hacer nada, pronto su parte del trato se cumplirá y sabe que yo seré la encargada de la protección de Adhara.

— Si tanto la amabas, déjala ser feliz

— Será feliz conmigo.

— Ella será feliz por su propia decisión, déjala ser feliz.

— De verdad, no quisiera perder mi tiempo. Sabes que no cambiaré de decisión por nada, menos cuando estoy tan cerca que-

— ¿Sabes que Eros le lanzo otra flecha?

— ¿Otra? - la expresión de la diosa cambio radicalmente

— Una de amor, hacia un hijo de Hermes.

— ¿QUÉ HIZO QUÉ? - los ojos de la diosa empezaron a brillar de un color gris como la luna. Empezaron a brillar tan fuerte que aturdieron a Apolo.

— Tu plan tardará mucho más de lo esperado, hermana, y esta vez... no serás la única que tenga uno...

Ese fue el principio en la fragmentación del Olimpo, igual que hace años... todo por Andrómeda y Atenea observaba atentamente cada suceso, porque como ella había prevenido, esa niña significaba problemas y sabía que se tendrían que deshacer de ella, pronto.

⋆☾⋆⁺₊ SΣCЯΣTS ⋆☾⋆⁺₊

15 - 12 -2023

Era la madrugada del 15 de diciembre, un día antes del cumpleaños de Adhara. Era el día escogido en el que Artemisa iba a empezar su movimiento.

La diosa solo tuvo que hacer un movimiento con su mano para teletransportar a la semidiosa, su hermana y un gato que estaba cerca de ellas, al campamento. También les llevo algunas de las maletas y ropas que vio en sus cajones. Para su buena suerte, nadie logro darse cuenta de su presencia. Ella solo tomó una servilleta que encontró en el camino y escribió "la carta de despedida" de la semidiosa imitando su letra a la perfección. El resto del plan era parte de Eros... solo les lanzaría a ambos una flecha de desamor progresiva para que los demás dioses no sospecharan tanto. Simple.

Eros tenía sus motivos para ir en contra de su madre y sabía que su madre no iba a hacer mucho al estar castigada por Zeus y por el juramento que le hizo a Artemisa. Sin embargo, el amor no puede desaparecer, ¿o sí?

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Holi, ¿Cómo están?

Ya conocimos al funado, les juro que lo van a amar. 

Este es el último extra, gracias por todo su apoyo con esta historia, volveré a actualizar cuando se estrene la segunda temporada. 

Si son como yo y aún no superan la serie, léanse los otros fics que tengo de Percy Jackson que estaré actualizando, que me ayudaría muchisimo.

- GODS: Un fan fic de Percy Jackson (de los libros) que trata sobre un grupo de semidioses marginados-prohibidos y una misión que podría unir o separar más aquella amistad que a los a acompañado desde la infancia. (Es con Percy)

- PAPER RINGS: Una mortal viaja la universo de Percy Jackson y vive su fantasía, conviviendo con sus personajes favoritos y evitando algunas cosas, pero cada acción trae una consecuencia que puede provocar un final distinto a la historia que ya todos conocemos. 

No se olviden de votar y comentar que me ayudaría mucho <333