EH, eh, tranquila -Murphy llegó a nuestro lado junto a Clarke-
¿Qué pasa? -me preguntó ella pero yo estaba confundida mirando el lugar-
¿Dónde estamos? -evité la pregunta mientras acariciaba la espalda de Cardan aún escuchando sus sollozos-
En el búnker de El Segundo Amanecer -respondió Indra-
Más conocido como el infierno -añadió Jackson-
Estamos en la Tierra -comprendí- ¿cómo es posible?
Este lugar es perfecto para vosotros -respondió Cadogan- Programa de nanorrastreo. ¿Cómo decís? “Que volvamos a vernos”
Bienvenida a casa, madre -Gaia hizo que dejemos de ver como Cadogan se esfumaba para verla-
Seda, ¿qué haces aquí? -le preguntó Madi corriendo para abrazarla-
Buena pregunta -afirmó Gaia- Él apagó la Piedra. Cruzamos el Puente antes de que se cerrara y acabamos aquí. No paraba de hablar mientras luchábanos. Dijo que si te pilla el cierre del Puente, te llega al origen planetario de tu ADN, la Tierra
¿Dónde está la cabeza? -le preguntó John tras tomar el casco-
Enterrada con el resto de él -contestó ella-
Hasta hoy nadie sabía que habías desaparecido -le dijo su madre- ¿Cuánto tiempos llevas aquí sola?
Unos días. Hasta que llegaron los otros esta mañana -le dijo Gaia. Mi corazón se apretó más al saber que tenía que contar lo ocurrido pero ni siquiera podía apartar las lágrimas de mis ojos. No era lo suficientemente valiente- pensaba que sería para el resto de mi vida
¿Podemos reunirnos todos? Necesito contaros algo -les pedí haciendo que todos me mirasen mientras yo me levantaba con cuidado mientras Cardan seguía callado entre mis brazos-

VI como los demás comenzaban a saludar a Echo, Hope, Jordan, Octavia y Miller mientras yo estaba callada mirando hacia uno de los árboles verdosos.
Antes de poder comenzar a decir nada, me tragué el nudo que tenía en la garganta como pude y los miré de nuevo
¿Dónde está Bellamy? -preguntó Octavia-
Lo siento -le respondí dando un par de pasos- está muerto
¿Bellamy? -preguntó John a lo que yo asentí con la cabeza mientras mis ojos cristalizaban- estaba bien cuando nos fuimos. No...
Lo he matado -le interrumpí mientras mi labio temblaba y lágrimas volvían a caer por mis mejillas-
Mamá y yo le hemos disparado -sollozó Cardan girándose para verlos- t-tuve que hacerlo...
¿Por qué? -preguntó Clarke-
Tenía el cuaderno de Madi y sabía que si los demás se enteraban de que había estado dibujando, la matarían hasta encontrar lo que buscan -expliqué- tampoco dejaba a Cardan entrar conmigo. Decía que quería trascender con él pero no quería. Lo intenté... Le dije que no quería hacerlo, que lo amaba y... Lo siento mucho. Entiendo que me odiéis por matar al amor de mi vida....
Lo entiendo -Octavia nos abrazó con fuerza a lo que volví a romper en llanto- y Bellamy también lo entendería. El antiguo Bellamy. El que hubiera hecho cualquier cosa por su hermana pequeña y la gente a la que amaba
Lo siento -repetí siendo recibida por Clarke también abrazándome-
Gracias por salvarla -sollozó mirándonos a ambos- Cardan, has sido muy valiente al hacer aquello... No lo olvidaré

ESTABA en una de la habitación del búnker abrazada a mis piernas en la cama.
Cardan estaba dormido acostado boca abajo a mi cama tras dejarlo desahogarse por un rato.
Yo trataba de pensar con Bellamy y creer que su muerte tuvo sentido.
Que estuve obligada a hacerlo para salvar a su propio hijo del caos.
Pero luego recordé que nunca había querido a nadie como él y volví a llorar lo más silenciosa que pude para no despertar al menor.
La puerta se abrió lentamente y vi a John asomar la cabeza posiblemente pensando que nos habíamos dormido.
Al darse cuenta de que yo seguía despierta entró y cerró la puerta detrás de él.
Luego subió por la litera hacia la cama donde yo estaba y se sentó al otro lado mío.
Pasó su brazo por mis hombros y yo dejé caer mi cabeza en uno de los suyos
Recuerdo cuando llegamos a la tierra y todos me odiaban -comenzó John aún mirando al frente- creo que desde antes lo hacían, pero tú no. A pesar de mi intento de matar a esa niña, de todo lo que hice, de las veces en las que solo miré por mi mismo, tú solo te alegrabas de verme. Siempre confiaste en mi. Han pasado años y sigo sin comprender el por qué
Porque cuando estábamos en el Arca yo era igual -le respondí- solo miraba por lo que era mejor para mi. Hasta que conocí a personas que me cambiaron: Monty, Jasper y Bellamy. Siempre pensé que solo necesitabas encontrar a alguien que te hiciera pensar que es bueno mirar también por los otros y no solo por uno mismo. Que a veces la soledad no es buena. Me alegro de que encontraras a Emori
Primero estabas tú -replicó Murphy- no quiero ponerme sentimental, pero tu plan podría haber funcionado. Eras la única persona de la qué tal vez pudiera haber salvado
Me alegro que te hubiera hecho cambiar aunque sea un poco. ¿Pero por qué me cuentas esto? -le pregunté comenzando a acariciar el pelo de Cardan distraídamente-
Porque quiero que entiendas que lo que hiciste fue porque no tenías elección. Podrías haberme matado hace mucho tiempo, o a Echo por haber casi intentado matar a Octavia, o a Octavia por haber tratado así a su hermano todos esos años. Pero no lo hiciste -me explicó a lo que yo suspiré lentamente tratando de calmarme y lo miré-
Cardan solo tiene 5 años -le recordé mirando por un momento al nombrado- ¿Qué dirá cuando crezca y le pregunten por su padre? “Lo maté cuando tenía 5 años pero ¿qué más da?”
Eso no lo puedes saber, Natalie -me contestó John-
Pero me lo imagino, es mi hijo. Le he enseñado que matar a alguien no es bueno. Imagina matar a tu propio padre siendo un crío -le expliqué-
No puedes proteger siempre a todos. Lo puedes intentar pero siempre alguien va a salir herido. A veces el dolor nos hace más fuerte, ¿no lo has pensado? -me dió un pequeño empujón con su hombro a lo que yo sonreí mínimamente tras sober mi nariz-
Vi esperanza en ti porque a pesar de todo lo que hacías, volvías con nosotros -le respondí para luego rodearlo con mis brazos en un abrazo-
Descansa, Natalie -me pidió John para luego bajar de un salto e ir hacia la puerta. Me acosté junto a mi hijo y me quedé un rato mirando al techo hasta que conseguí por lo menos cerrar los ojos-

MAMÁ, ¿qué es ese ruido? -me preguntó Cardan cuando ambos nos despertamos ante un temblor. Me bajé de la litera y lo dejé a mi lado para luego tomar su mano y comenzar a ir por los pasillos para tratar de averiguarlo. Lo abracé con fuerza para protegerlo cuando vi que trozos del techo comenzaban a caer hasta que uno de ellos cayó en mi cabeza y caí al suelo-