TERMINABA de peinar mi pelo lo mejor posible hasta que vi un plato en el escritorio justo donde estaba frente al espejo.
Luego miré a Bellamy. Me había traído el desayuno
Gracias -le respondí acercando el plato. Sonreí cuando también dejó un vaso. Bueno, mi vaso, le había dibujado un par de estrellas con un rotulador negro-
Me tengo que ir -me respondió Bellamy a lo que yo asentí con la cabeza. Las cosas eran un poco incómodas. Este tipo de silencio-
Supongo que te veré más tarde -añadí para romper la tensión. Él asintió con la cabeza aún con la mirada perdida y se fue. Me levanté al ver su chaqueta allí y tras abrir la puerta, él se encontraba a punto de entrar-
He olvidado... -comenzó Bellamy a lo que yo abrí la chaqueta entre mis manos. Él asintió con la cabeza, la tomó y volvió a irse mientras se la ponía-

MÁS tarde había visto a dos mensajeros llegar.
Bellamy y Pike estaban frente a ellos hablando.
Bellamy había matado a los dos terrícolas en caballo y se había ido.
Si antes creía que este no era el Bellamy que conocía, ahora estaba más que segura.
Kane, Harper, Miller y yo habíamos estado escuchando la reunión de Pike.
Él ya sabía que Kane tenía cómplices y que estábamos metidos en algo.
Nos iban a matar
Si es lo que quieren, eso tendrán -respondió Kane cuando Nathan apagó la radio-
¿Qué quieres decir? -le preguntó Harper-
Primero, no nos reuniremos aquí -negó Kane- cambiamos de pautas. Olvidad nuestros hábitos. Cambiaremos de ruta cada vez que salgamos. Concienciaos de que nos vigilan
O electrocutar a ese fascista de Pike y entregarlo -replicó Harper-
Eso sería asesinato, Har. Recuerda que nosotros no somos asesinos -le expliqué levantándome y apoyando mi mano en su hombro-
Y también traición. No va con nosotros -añadió Kane-
Quizá debería -le dijo Nathan-
Aún no -negó él tras unos segundos en silencio-
Vale, ¿y cuál es el plan? -preguntó Miller-

TRAS seguir el plan.
Los cuatro estábamos en el lugar cerca del pasadizo secreto para salir.
Estábamos escuchando de nuevo a Pike.
El inventario de munición de hoy da que pensar -se escuchó su voz por el monitor- de ninguna manera, contamos con la munición suficiente. Ni de lejos
¿Cuál es el plan B? -preguntó Bellamy-
Los vigías dicen que el mayor campamento está en ese valle -le respondió Pike- desplegaremos un equipo de asalto en el Rover 1. Haremos todo el daño posible con las armas automáticas
Entonces se retirarán y buscarán refuerzos -escuché a Hannah, la madre de Monty-
Cuento con eso. El único acceso es esta cresta. Con un cuello de botella acabaremos con sus guerreros -explicó Pike-
¿Tenemos munición? -le preguntó Bellamy-
No la necesitamos. Hay una docena de artefactos explosivos antipersonas -le respondió Pike- ya hay un artillero equipándolos con detonador remoto. Cargaremos los artefactos en el coche y montaremos el terreno antes del ataque. Después del golpe atraeremos a sus refuerzos a la cresta. Y cuando tengamos a los terrícolas suficientes en la zona
La detonamos -comprendió Bellamy- ganaremos tiempo, pero...
Eso es lo que necesitamos -le interrumpió el canciller- actuaremos al alba
Muy bien. Inutilizaremos el coche -nos dijo Kane- si salen no importa a cuántos terrícolas maten. Morirán esa cifra diez veces aquí. Y nadie sobrevivirá
¿Tiene alguna idea sobre cómo detenerlos? -le preguntó Harper-
Puede que sí -aceptó Kane-
Pues manos a la obra -suspiré-

HABÍAN pillado a Sinclair.
Digamos que no disimula absolutamente nada bien.
¿Y quién lo metió en la celda? Sí, Bellamy
¿Y a quién no le dejan ir a ver a ninguno de los prisioneros? A mí.
Me dolía la cabeza de tanto pensar que hacer. De buscar una alternativa, un plan para hacer que se pasen al bando correcto y que nadie más muera.
Me giré en la cama tras escuchar la puerta abrirse.
Bellamy había entrado.
No se esperaba que estuviera allí
¿Te encuentras bien? -me preguntó sujetando con ambas manos su cinturón. Solía hacer ese gesto con frecuencia-
Sí, solo me dolía la cabeza y me dejaron descansar un rato -le expliqué sentándome y mirando hacia abajo para verle- ¿va todo bien?
¿Podemos hablar? -me preguntó él a lo que yo fruncí el ceño pero asentí con la cabeza colocando la manga de su camisa que se había caído por mi hombro. Bellamy dió un par de pasos hasta llegar cerca de la litera para verme- sé que no te gustan los planes de Pike, Nat. Pero también sé que no harías la traición de hacer algo que impidiera que esos planes no se cumplan, ¿verdad?
No -mentí negando con la cabeza- es verdad lo que dices. No me gusta como trabaja Pike pero nunca haría nada que perjudicaría a otros
Bien -aceptó Bellamy suspirando aliviado. Eso solo hizo que me doliera más mentirle. Lo comprendería cuando está locura pasara- tengo que irme...
Cómo no... -murmuré volviéndome a acostar mirando hacia la pared. No estaba enfadada con él, sino conmigo. No podía encontrar una forma de darle a entender que estaba en el bando equivocado sin que nuestro plan de evitar más muertes resultará eficaz-
Natalie -me llamó Bellamy a lo que yo hice un sonido afirmativo aún sin girarme- ¿estamos bien?
Si verdaderamente lo piensas, ambos tenemos un distinto concepto de estar bien -respondí. Cerré los ojos y apreté los labios. Idiota. Escuché la puerta cerrarse por lo que volví a sentarme. Miré la almohada a mi lado y la tiré hacia la pared de enfrente. Luego reí. Reí para no llorar porque todo me resultaba estúpido. La pelea contra los terrícolas, racionar la comida, bandos, peleas...-

LA alarma sonó indicando que el plan había funcionado.
Los prisioneros habían salido reteniendo a los guardias y Kane estaría llevándose a Pike.
Salí disimulando lo mejor que pude viendo a Bellamy y dos guardias más sacar a Pike del Rover y deteniendo a Kane.
Eso también había sido estúpido. Muy estúpido.
A la noche estaba junto a Bryan, Harper y Miller sentados en un banco frente a la hoguera.
Solo había silencio.
Pasé mis brazos por los hombros de ella y apoyé mi cabeza contra la de ella sacándole una pequeña sonrisa