Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Veinticinco:

—¿Por qué no me llamaste para decírmelo? —preguntó Jeongyeon, ingresando por la sala.

Ni un "Hola" o "¿Cómo te encuentras?", sólo una exigencia irritada. Nayeon maldijo la inútil esperanza que se obstinaba en no abandonarla.

—No vi motivo alguno para preocuparte, hasta saber con certeza que había una razón. ¿No crees?

—¿De verdad? ¿No se te ocurrió pensar que podría estar más preocupada al notar que no llegabas a trabajar ni respondías a mis llamadas? ¿O cuando vine esta mañana y vi que no estabas en casa? Demonios, Nayeon, si no hubiera localizado a Jihyo en una cena de negocios, mi siguiente paso iba a ser ir a la policía —La castaña siguió dándole la espalda, inmóvil. La pelicorta jamás se había sentido tan frustrada —¡Maldita sea Nayeon! ¡Date la vuelta y mírame! —Cuando se volvió y ella vio su expresión de absoluta desesperación, se le rompió el corazón. Tenía los ojos muy rojos y la cara tensa. Nunca había visto esa hermosa cara tan desdichada —Oh, Nayeonnie... —En cuanto se acercó con intenciones de consolar su agonía, la omega se levantó de un salto del sofá y se apartó de su alcance.

—A pesar del riesgo de ofenderte, la mala noticia es que anoche no llegó mi celo. Todavía no ha llegado, de hecho, y, según esa revista que compraste, los pechos sensibles y las otras incomodidades también pueden ser provocados por el embarazo. —Comentó como una respuesta general.

—Así que, estás embarazada. —Respiró con alivio, que la castaña confundió con resignación.

—No. No estoy segura. Pero fuiste tú quien dijo que debíamos estar preparadas para lo peor, asique...

—Pues creo que ya es hora de usar el test de embarazo que compré y averiguarlo...

—¿Compraste un test de embarazo?

—Está en el armario, bajo el tocador. Si te encuentras preparada... Iré a buscarlo.

—Se supone que hay que realizarlo con una muestra de orina en ayunas.

—Entonces imagino que tendremos que esperar hasta...

—No —interrumpió y luego respiró hondo —Yo también compré uno, y ya he hecho la prueba.

—Pero acabas de mencionar que no sabías... —Frunció el ceño —Oh, ¿quieres decir que aún esperas el resultado?

—Sí... —Suspiró —Tenía demasiado miedo para mirar, e intentaba engañarme con la teoría de la ignorancia —Añadió con amargura.

—Muy bien... —Ambas sabían que una de ellas tendría que tener el suficiente coraje para enfrentarse a lo inevitable —¿Dónde está? Yo miraré.

—No. Yo también iré. 

Unos segundos después Jeongyeon observaba el pequeño tubo que había en la cómoda de Nayeon. Distaba mucho de ser azul. Las instrucciones en el test que ella había comprado ponían que azul era positivo; si se modificaba, negativo. 

Nayeon lanzó un grito y se soltó de la mano de la alfa. La desesperación que Jeongyeon vio en su cara fue como una daga clavada en su corazón, que su loba sintió.

—Cariño, está bien —Se apresuró a decir —El color es claro. ¿Lo ves? —Alzó la evidencia —No estás embarazada. Para ello, se tendría que haber puesto azul.

—¡Lo sé! —Espetó la castaña.

—¿Lo... sabes? Pero... pero estás llorando... no entiendo...

—¡Claro que no! ¡Tú nunca quisiste tener cachorros, sin embargo, yo quiero ser madre desde que tengo memoria! —Sollozó —Quería tanto tener este bebé... —Susurró sin fuerza.

—Oh, cariño, tranquila... Eso no significa que no podrás tener hijos en el futuro. Demonios, sólo tienes veinti...

—¡Pero no quiero otros bebés, Jeongyeon! ¡Quería a éste! ¡Tú bebé... nuestro...! Oh Luna... lo quería tanto... —Las palabras podrían haber salido apagadas por el llanto y los hipos, pero Jeongyeon las oyó con más claridad que nada de lo que había oído jamás. Y al instante la esperanza creció en su corazón hasta hacerle creer que el pecho le iba a estallar, era su omega —¿No lo entiendes? ¡Yo quería a tu bebé!

—¿Por qué? —Apenas era capaz de hablar por el nudo que le atenazaba la garganta, pero necesitaba su respuesta —Dime por qué, Nayeonnie —Le insistió la pelicorta.

—Porque... ¡Porque estoy enamorada de ti, maldita sea! ¡Eres mi alfa! Sé que no lo creerás, que piensas que eso no existe, pero sí existe, Jeongyeon —Le insistió con convicción —Cuando sucede, lo sabes. No puedo explicarlo, pero...

—Entonces deja que yo lo intente... —Interrumpió la alfa, con suavidad —¿El amor no es eso que surge cuando, con solo oír el nombre de una persona, hace que te vuelvas con la esperanza de que esté ahí? ¿O cuando, con sólo mirarte, se aceleran los latidos de mi corazón? Sabes, Nayeon... —Musitó Jeongyeon abrazando su cintura y apartando unas suaves hebras que se entrometían en su rostro, para dejarlo escondido detrás de su oreja —El sonido de tu voz es la sinfonía clásica más maravillosa que jamás oiré. —Acarició sus mejillas con sus manos frías de los nervios que la dominaban —Estuviste en mi cabeza casi cada minuto que estuvistes lejos. —Besó la punta de su pequeña nariz —Tu contacto es lo más excitante y tranquilizador que alguna vez experimentaré y el sexo, es el mejor de toda mi vida cariño, descubrí que el corazón es la zona más erógena de todo mi cuerpo. No fue el deseo seguro y absoluto de compartir la última proximidad física, sino una montaña rusa de emociones que surgieron al sentir el dolor y el júbilo en tí, tanta intensidad como si fueran propios de mi. Pero estoy segura, que lo que hace que todo esto sea amor de verdad... de verdad, Nayeonnie, es algo tan precioso que me resulta imposible de explicar. No se puede "encontrar", sin importar lo desesperadamente que lo haya buscado. Pero tampoco lo puedo ignorar indefinidamente cuando lo tengo ante mis propios ojos, sin importar la estupidez o terquedad con que deseé negar su existencia. He creído en el amor desde que todo lo que pensaba que quería, terminaba siendo lo opuesto a lo que necesitaba para ser feliz, y descubrí un gozo tan intenso que no estoy dispuesta a volver a negarme, negando lo que mi loba siente ante ti. Seré la primera en reconocer que he sido asombrosamente estúpida y terca, omega... pero te juro por lo que sea, que te amo más de lo que puedas imaginarlo, y jamás dejaré de amarte, ¿Lo entiendes? 

—Y yo te amo a ti...

Los ojos bañados en lágrimas de Nayeon, eran incapaces de estimar la distancia que las apartaba, pero se lanzó hacia adelante, confiando en que aquella alfa la atraparía, y cuando lo hizo, reclamó su boca con una pasión que le inflamó el corazón y no tardaron en abrazarse y acariciarse.

—¡Oh mierda, Nayeonnie! Te amo tanto... —Musitó, besando la humedad de sus mejillas —No llores por favor, la próxima vez lo conseguiremos. Sé que es decepcionante no tener al bebé, pero si quieres podemos tener una docena...

—¿Estás diciendo que también esperabas que fuera positivo? —Se apartó para mirarla y sonrió cuando la alfa asintió con aquella sonrisa agridulce y su aroma se difundió con más intensidad —¿Desde cuándo? —Preguntó, aún sorprendida.

—No estoy segura de la fecha exacta —Bromeó —Pero sé que desde el primer momento en que te imaginé, tan hermosa, con el vientre abultado cargando al bebé que habíamos creado, me di cuenta de que podían pasar cosas peores. Y un día, comprendí que no verte embarazada con nuestro cachorro, jamás, era una de ellas.

—Oh, Jeonguie... —La belleza y sinceridad de su declaración hicieron que se sintiera la omega más afortunada y atesorada del mundo. La abrazó con fuerza y apoyó la cabeza en su pecho —Jamás pensé que algo pudiera hacerme tan feliz.

—¿Ni siquiera ahorrarnos una boda enorme? —Ironizó, la alfa.

—¡Yoo Jeongyeon! Tener tu amor y tus cachorros es mucho más importante que casarme contigo. —Exclamó, exagerando su indignación.

—¿Qué? —Se mostró estupefacta y Nayeon tuvo que reír.

—Vamos, Jeonguie... Siempre supe qué es lo que me inspiraba el matrimonio, pero ahora que sé lo que sientes por mí... bueno, el matrimonio resulta irrelevante. Ya no es un tema tan importante, —Explicó —... porque sé que vamos a estar juntas el resto de nuestras vidas. No necesito un trozo de papel firmado delante de quinientos invitados.

—¿Lo que estás diciendo es que vamos a tener cachorros, pero que sólo quieres que... que vivamos juntas? —Espetó con asombro y desconcierto.

—Por supuesto, los cachorros tendrán tu apellido —Añadió —Eso es lo que tú quieres, ¿no, cariño?

—¡Demonios, no! Quiero que nos casemos ante la ley, la iglesia y nuestros cachorros, Nayeon. Contigo luciendo mi marca y un anillo tan grande como para hacerle saber a todo el mundo en un radio de veinte kilómetros, que ya no estás disponible y que eres solo mía. —Gruñó la pelicorta, presionando su agarre con fuerza. Nayeon sonrió ante sus palabras, mientras acariciaba su cabello, como le gustaba hacerlo.

—¿De... de verdad quieres casarte conmigo, alfa? —preguntó la castaña, preocupada por un posible engaño de sus oídos.

—¡Claro que quiero casarme contigo! Santo cielo Nayeonnie, ¿es que no has entendido ni una palabra de lo que dije hace un momento? Te amo, te amo tanto omega. Quiero que formemos una familia, una familia tradicional. Y quiero que tengamos una casa tradicional, con fotos de nuestra boda en la repisa y un montón de álbumes para que puedan mirar nuestros cachorros al crecer. —Besó nuevamente la punta de su nariz antes de proseguir —La próxima vez que alguien nos pregunte la fecha en que nos casamos, quiero poder tener una para no equivocarnos. Y-y cuando seamos viejitas y artríticas y no deseemos hacer otra cosa que estar echadas en la cama, quiero poder recordar la sensación que me produjo tenerte en mis brazos durante el vals nupcial, omega...

—Shhh... —Riendo, le tapó la boca con la mano —Tienes toda la razón, alfa, ¡Me casaré contigo! Aunque no me imagino una época en que sea tan vieja como para estar sólo echada en la cama. 

—No tienes por qué aceptar casarte conmigo, solo por darme el gusto omega... —Fingió tristeza, armando un puchero —Me gustaría pensar que tenías un buen motivo para aceptar...

—¡Oh, pero lo tengo! —Se esforzó Nayeon, por mantener el rostro serio. Le acarició la mejilla y esbozó su sonrisa más seductora, mientras le abrazaba el cuello —Te amo con toda mi alma y convertirme en tu omega y la Señora Yoo, va a hacerme increíblemente feliz por el resto de mi vida. 

—Eso suena como si hubieras hablado con sinceridad —Sonrió la pelicorta, dejando un suave beso sobre sus labios.

—Y así es. De verdad que voy a disfrutar siendo tu esposa... 

—¡Eres incorregible! ¿Lo sabías? —La arrojó sobre la cama —Ahora lo único que tengo que hacer —Comenzó a desabotonarle la blusa —... es dejarte embarazada... —Rpnroneó, haciendo carcajear a la castaña.

Mientras el sol del amanecer entraba en el dormitorio, Jeongyeon se sentó en la cama, al tiempo que olvidaba la idea de adivinar cómo aceptar el amor podía elevar la unión de dos personas más allá del reino de cualquier descripción verbal.

—Cariño, ¿Qué sucede, estás bien? —Le buscó Nayeon, cuando notó que su alfa estaba despierta y en silencio.

—Es posible que después de todo estés embarazada —Anunció —Acabo de recordar que a veces las pruebas de embarazo en su primera fase pueden equivocarse, incluso hasta las pruebas de sangre a veces se equivocan. Traeré la revista... —Una mano suave en su brazo, la detuvo.

—Cariño, no estoy embarazada. —Musitó ella, sentándose sobre su regazo y dejando un suave beso sobre sus labios.

—Pero no puedes estar completamente segura... —Comentó la alfa, abrazando su cintura.

—Sí que puedo —Repuso, y al mirar en sus ojos esperanzados supo que había alcanzado un sueño —Puede que aún no tenga las pruebas físicas, aunque tampoco espero que un test me indique cuándo lo estoy porque... —Se llevó una mano al pecho —Aquí lo sabré. Con todo lo que te amo, Jeongyeon, mi corazón registrará el instante en que este amor florezca... 

Jajshshhdjahdhdbs no pueden ser tan cursis♡ Son demasiado tiernas este par.

Más tarde publico el último capítulo, espéralo...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro