𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐
Cumpleaños de Han Jisung, 8 años.
Jisung estaba en su cuarto acompañado de Mark, su tío le escogia ropa para salir, hoy habia llegado muy temprano con un pastel pequeño y cantado las mañanitas junto a todo el personal en la cocina luego de que Yugyeom se fuera a trabajar. El día estaba muy alegre para su gusto, el pequeño saltaba en la cama por la emoción y eso solo le traia mas felicidad a Mark.
Jisung conforme crecia se le notaba aun mas su ojito bicolor, el verde era un poco mas intenso al igual que el amielado, aunque eso le traía inseguridades, su tío, Seungkwan y Ryujin se encargaban de recordarle lo bonito y hermoso que eran sus ojos, parecidos a los de su madre; eso solia animar al pequeño.
—Vamos Sunggie —le entrego la ropa—, ve a cambiarte y te veo abajo para irnos a comer algo muy rico
—¡Esta bien! —con la misma energia se encerro en el baño para hacer lo que su tío le pidio.
Mark bajo y le pidio a Seungkwan y Ryujin los regalos de su pequeño, estuvieron un buen rato hablando de las cosas que tenian planeadas el día de hoy para hacer feliz al bonito pelinegro, hasta que llego Yugyeom mas temprano de lo que se esperaba.
—¿Qué haces aquí tan temprano? —cuestiono mirando a su hermano menor.
—Es mi maldita casa
—... Hoy es el cumpleaños de Jisung
—¿Y?
—Felicitalo al menos —suspiro Mark
—¿Por qué haria algo como eso? —le miro mal— ¿Por qué festejaria el cumpleaños a quien le dio el pase de muerte a mi esposa?
—¡Oye!
—¡¿Qué?! No dije algo que es mentira. No se por qué ustedes festejan un estupido cumpleaños que no tiene importancia, siempre es lo mismo en esta estupida fecha. —se acerco a Mark con frustración y enojo— Te recuerdo que hoy tambien fallecio mi esposa, así que no veo los motivos para sonreír, mucho menos hoy. Es la fecha que mas odio —sin mas subio las escaleras en dirección a su habitación
—¡Yugyeom! —exclamo Mark con el ceño fruncido.
El hombre pelinegro termino de subir los escalones y se detuvo al ver a su hijo parado mirando el suelo, sus manitas apretando su camisa azul de nubes y pajaritos. Yugyeom suspiro pasando de largo, sin decir nada.
Jisung limpio las lagrimas que se estaban acumulando en sus ojitos y bajo las escaleras.— ¡Ya estoy listo papá! —abrazo a Mark el cual sonrió.
—Muy bien bebito, ahora espera aquí con Ryujin y Kwannie, ire a buscar tu regalo de cumpleaños
—Esta bien —rió tomando las manos de Seungkwan y Ryujin.
Mark miro sonriente a su pequeño y subio las escaleras en dirección al cuarto de su hermano menor. No se molesto en tocar asi que solo entro y cerro detras de el.
—¿Ahora que carajos quieres? —pregunto el pelinegro mirando unas hojas en sus manos mientras estaba en la cama
—Quiero que me des la custodia completa de Jisung —dijo.
Yugyeom lo miro fijamente.— ¿Qué dices?
—Lo que escuchaste. Quiero la custodia completa de Jisung. Quiero que sea mi hijo.
—Tu si que estas idiota —dejo con evidente enojo, las hojas en la cama
—¿Por qué? ¿por qué estaria mal? Tu solo lo desprecias, odias verlo cerca de ti, ni siquiera le diriges la palabra en todo el día. Yo soy quien siempre a visto por Sunggie
—Mark
—¡Yo siempre estuve para Jisunggie!
—Mark —lo miro con enojo.
—¡Yo fui mas padre que tu para Jisung! —exclamo
—¡Mark! —grito.
—¡¿Qué?! —dijo respirando erraticamente.
—No te dare la custodia de Jisung
—¿Por qué no? —fruncio aun mas su ceño— ¡Tu no lo quieres! ¡yo lo amo como si fuera mio! ¡yo lo trato como si fuese mio! ¡el me ama como si yo fuera su padre!
—¡Pero yo soy su padre! —se levanto de la cama
Mark suspiro y cerro los ojos por un momento.— Tu no lo quieres
—No te lo dare
—Lo tratas como si fuese una plaga
—El se queda conmigo
—No puedes ni mirarlo a los ojos
—Se queda —espeto.
Mark le dio una mirada sombria.— Tu no amas a tu hijo, tu odias a tu hijo. Tu no quieres cerca a tu hijo, tu deseas que tu hijo desaparezca. Tu... —se acerco a su hermano y puso un dedo sobre el pecho del pelinegro— Desearias que tu propio hijo muriera, porque no te importa lo mas minimo que le pase.
—¡No sabes nada! —aparto la mano de su hermano mayor con fuerza
—Claro que lose, todos en esta casa y la familia lo sabe... Y por desgracia Jisunggie tambien lo sabe. Escuchame Yugyeom —dio un paso mas frente a su hermano—, peleare por Jisung y si no quieres un puto escandalo mas te vale que me des la custodia. El merece una familia que lo ame, no una que le haga sentir despreciable
—No te dare a mi hijo —dijo con rabia
—Entonces preparate para el juzgado —se dio la vuelta y camino hasta la puerta
—¡Espera! —exclamo frustrado. Jalo su cabello azabache y maldijo en silencio.
Mark se giro y lo miro.
—No te dare la custodia... Pero te hare tutor legal de Jisung, solo escucha lo que te dire.
—Habla. —se alejo de la puerta y camino hasta su hermano, se cruzo de brazos.
Yugyeom suspiro y tallo sus ojos.— No cambiara mucho, tu siempre estuviste cerca de el, la diferencia es que... Puedes llevartelo
Los ojos de Mark se iluminaron.
—Te dare la tutoria completa, solo tu te encargaras de los gastos, vivira contigo pero yo quedo completamente fuera ¿entiendes? Es como darte la custodia pero el sigue siendo mi hijo —Mark asintio— Bien.
—¿Cuando puedo llevarlo conmigo? —pregunto ansioso
—... Hoy... Si quieres
Mark solto una risa de alegria.— Por supuesto, prometo que no nos volveras a ver, no te causaremos problemas —se dirigio corriendo a la puerta
—Oye —el mayor se detuvo—... Asegurate de que venga a ver a Ryujin y Seungkwan. De preferencia en los horarios en los que no estoy, después de todo ellos cuidaron tambien de el
—Claro —sonrió—. Gracias —con emoción salio y cerro la puerta
Yugyeom suspiro pesado y tapo su rostro.
Mark en cuatro maletas metio toda la ropa que pudo de Jisung, empaco juguetes, algunos peluches y utiles escolares. Cuando ya no cupo mas en las maletas bajo de prisa, encontrandose con la mirada de los tres, Ryujin, Seungkwan y Jisung, estaban confundidos.
—Sung —el hombre se hinco frente a su pequeño.
—¿Nos vamos de viaje? —pregunto con una sonrisa
—... ¿Qué dices de vivir conmigo? —el pequeño ahora estaba sorprendido— Mi departamento no es tan chico, podemos estar mas tiempo juntos y ya sabes —sonrió—, ser solo tu y yo ¿qué dices?
Los ojitos del pequeño se llenaron de lagrimas.
—¿Bebito? ¿Por qué lloras? —se apresuro a secar las lagrimas de su niño.
—¡Quiero ir con papá Mark! —abrazo el cuello de su tío— quiero quedarme a vivir con papá Mark
El hombre solto el aire que no sabia que habia retenido y cargo a Jisung.— Sí, sí pequeño, viviremos juntos —sonrió tranquilo.
—Es el mejor regalo de cumpleaños —rió Jisung secando sus ojitos
—¿Entonces se iran? —cuestiono Seungkwan con tristeza
—¿No los volveremos a ver? —los ojos de Ryujin tenian lagrimas
Mark nego con una sonrisa.— No se preocupen, vendremos de visita algunas veces para verlos a ustedes y pueden ir a casa cuando quieran. ¿Verdad Jisunggie? —miro al pequeño el cual asintio rapidamente.
Ryujin se hinco y tomo las manos de Jisung.— La casa no se sentira igual pero nosotros estaremos contigo tambien, así que cuando quieras puedes venir a buscarnos
Seungkwan se agacho secando sus propias mejillas y sonrió con tristeza.— Por favor no nos olvides, Sung.
—¡No podria! —abrazo a las dos personas frente a el y estos hicieron lo mismo.
—Eres un chico muy inteligente, por favor come bien y no hagas travesuras a papá Mark ¿de acuerdo? —Jisung rio asintiendo.
—Jisunggie —Seungkwan tomo el rostro del pequeño entre sus manos y sonrio an con lagrimas en sus ojos—, eres un bebé muy hermoso —acaricio su parpado izquierdo. Haciendo referencia a su ojito bicolor—, que nadie te diga lo contrario, sí es asi entonces dime y le parto la cara —los cuatro precentes rieron—. Por favor siguete repitiendo frente al espejo cuan hermoso eres. ¿Lo haras? —extendio su meñique.
—Lo hare —entrelazo su dedo con el chico y tocaron sus pulgares
—Bueno, dejanos ayudarte con las maletas —Ryujin tomo dos y Seungkwan otras dos.
—Vamos Jisung —Mark le extendio la mano y el menor la tomo con una sonrisa.
Ambos subieron al auto. Apartir de ese día, los cumpleaños y vida de Jisung se sintieron los mas felices. Mark lograba darle todo aquello que su padre nunca intento, Mark le entregaba lo que su madre siempre quiso desde que nació. Y Jisung era feliz con cada pequeña parte de eso.
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