Capítulo con contenido violento y grotesco: asesinatos, muertes, sangre y maltrato. Se recomiendo discreción. 

Había pasado una semana desde que Noah llegó a su nuevo colegio, pero sentía que todos los días eran una tortura debido al grupo de James, quien lo intimidaba cada que podía. Aquel día no fue la excepción, pero, gracias al horario, en ese momento tenían Educación Física y nadie parecía querer actuar mal frente al profesor.

La clase fue entretenida y, como todos, Noah fue a darse una ducha. Estaba tranquilo hasta que notó que James junto a Paul ingresaban a los baños. Se envolvió rápidamente en una toalla, dispuesto a salir sin que ellos lo vieran. Sin embargo, se sorprendió al ver a Josh junto con ellos. Josh había sido la única persona que le mostró algo de compañerismo, un poco de amistad tal vez. Pero, ahora, Josh estaba con James, esperándolo.

Noah intentó salir, pero James lo detuvo rápidamente. Josh se sorprendió al verlo.

—¿Noah? —preguntó Josh, confundido con la situación. El anunciado miró el suelo, evitando que Josh lo mirara.

—¿Lo conoces? Bueno, no me importa. Solo quiero comprobar algo —sonrió James, empujando a Noah.

—Espera, James, ¿de qué hablas? —intervino Josh, haciendo enojar a James.

—¿Desde cuándo me cuestionas? Solo hay que hacerlo, ¿o qué? ¿Ya no eres un hombre? —retó James a Josh, mirándolo con el ceño fruncido.

—No es eso, James, pero-

—Pero nada. ¿Sabes qué? Hazlo tú, ya me dio flojera —ordenó James, soltando una risita—. ¿Me vas a decir que ya no eres un hombre? —Continuó mientras miraba a Josh. Noah estaba asustado, así que, no sabía muy bien qué hacer.

—Cállate, James —gruñó Josh y le arrebató un bastón que tenía Paul en sus manos—. Lo haré.

James sonrió y Paul salió del baño, tranquilo, como si nada pasara. Afuera los esperaban Kath, Megan y Cindy, quienes se mantenía expectantes al espectáculo que estaba a punto de comenzar. Noah quiso salir del lugar, pero James lo volvió a empujar. Josh lo miraba con preocupación, pero eso no era lo importante. James salió y cerró la puerta, dejando sin salida al pobre Noah.

—J-Josh... —murmuró Noah, intentando evitar lo que fuera a pasar. El mencionado negó y tomó con fuerza el bastón.

—Lo siento, Noah —soltó Josh y lo miró con lástima. Entonces, levantó el bastón de metal y golpeó a Noah, este cayó al suelo sin soltar ningún lamento o grito. El pelinegro intentó defenderse, pero Josh le ganaba en fuerza—. ¡Suficiente! No lo hagas más difícil, Noah. Ahora, quítate la toalla —ordenó.

—¿Q-qué? —tartamudeó el pequeño pelinegro—. ¿Qué vas a hacerme?

—No importa, solo quítate la toalla —repitió Josh, esperando a que Noah lo obedeciera. Sin embargo, este último empezó a negar mientras pataleaba. El castaño lo contuvo, pero Noah seguía resistiéndose. Entonces, Josh, lo golpeó más fuerte, haciéndolo escupir algo de sangre. Tomó la toalla y se la quitó, dejando al descubierto el cuerpo desnudo de Noah, quien no tenía muchas fuerzas para defenderse.

Josh agarró con rudeza una de las piernas del chico y la levantó sin cuidado. Observó el rostro de Noah y luego se giró. Con su mano libre sujetó el bastón y lo acercó peligrosamente a las intimidades del pelinegro.

Noah abrió los ojos debido a la sorpresa, al miedo y al espanto, estaba agitado y tembló al sentir el frío bastón entre sus piernas. Se horrorizó cuando lo sintió presionar y, debido a la anticipación, empezó a removerse. No obstante, Josh lo sostuvo con fuerza y siguió presionando el bastón contra el esfínter del pelinegro. Y entonces, algo se rompió.

Detrás de la puerta, la curiosidad por saber qué pasaba estaba ahogando a los curiosos. El grupo se quedó esperando a que Josh saliera y les contara todo. Estaban ansiosos, tanto que empezaron a gritar llamando a Josh.

—¡Cómo tarda! —se quejó Megan, haciendo un puchero. Cindy asintió cruzándose de brazos.

—Ay, sí, estoy volviéndome loca con esto —exclamó Kath. Lo extraño de todo el asunto era que, debido a lo que le estaba haciendo Josh a Noah, el pelinegro no gritara o algo por el estilo. No, no había ni un ruido.

Pasaron unos segundos y Josh salió del baño. El bastón estaba empapado de sangre al igual que sus manos y ropas. Las chicas se quedaron sorprendidas y James se acercó a él.

—Impresionante, lo hiciste —murmuró James, tomó el bastón y Josh caminó hacia las escaleras. No dijo nada, simplemente se fue, desapareció sin más. El grupo lo siguió, sin embargo, Paul miró dentro del baño y se encontró con Noah, cubierto de sangre y el rostro tapado con sus manos. El pelinegro se movió con dificultad y Paul observó un poco más.

Noah no hizo ningún sonido de queja o dolor, simplemente se arrastró hasta alcanzar los lavabos y lograr ponerse de pie, pero su cuerpo dolía demasiado como para mantenerse de pie. Así que, Noah cayó de nuevo al suelo, golpeándose.

Paul, quien seguía mirando sin decir o hacer algo, se extrañó cuando sintió a alguien detrás suyo. Se giró encontrándose con un tipo encapuchado. No dijo nada y, de un momento a otro, se vio aturdido por un golpe; una patada al estomago que le propinó el encapuchado.

El pelinegro se sobresaltó al ver la escena, en donde Paul caía al suelo y un tipo rápidamente se ponía sobre él. El encapuchado sacó una navaja de su buzo y, con precisión, degolló de una sola vez al chico. El rostro de Noah se desfiguró al ver aquella escena tan desgarradora y sangrienta. Quiso vomitar, pero se contuvo. Se quedó a escuchar el sonido de la sangre derramarse, las salpicaduras, se quedó a sentir el olor oxidado del líquido rojo, se quedó a ver cómo el cuerpo se quedaba sin vida en menos de unos minutos.

El encapuchado se puso de pie y miró fijamente a Noah, quien soltó un grito al verlo.

—M-Mark...  

¡Espero que les guste! Dejen sus teorías, UwU. 

Nos leemos pronto.