Sonó su alarma y con desgano la apagó, el reloj marcaba la seis de la mañana y no quería levantarse. Se sentó y bajó sus piernas para permanecer sentada en la orilla de la cama y después de diez minutos de reflexión viendo un zapato en el suelo, se levantó para comenzar a arreglarse.

Se había bañado la noche anterior, por lo que ahora solo tenía que preocuparse por cambiarse de ropa y maquillarse, y si le daba tiempo, hacerse algo ligero para comer y no ir en ayunas.

Lo cual veía algo difícil debido al tiempo que tardaba en arreglarse.

Encendió la luz de su closet y comenzó a analizar sus opciones de ropa, pensaba irse solamente en sostén y con un suéter, debido a que estaba haciendo frío y probablemente llovería.

Por mucho que quisiera irse así, no podía, probablemente se llevaría una regañada por parte de su mejor amiga por salir así sin pensar en lo que podría pasar. Decidió ponerse una camisa de terciopelo negra con mangas largas y un pantalón negro, vio la variedad que tenía de suéteres y sudaderas y decidió una sudadera negra con capucha.

Amaba el color negro.

Se acercó a su espejo y comenzó a maquillarse, un poco de sombra en sus cejas, algo de base, y un delineador atractivo que resaltaba sus ojos; si había algo que amaba de su físico, eran sus ojos.

Al terminar se dio cuenta que faltaban 20 minutos para entrar, se lavó rápido los dientes y salió de su departamento en dirección al estacionamiento.

Mientras iba caminando observó el cielo nublado, por inercia extendió una de sus manos hacia el cielo, como si quisiera tocar las nubes, sentir la suavidez de ellas. Sonrió ante ese pensamiento, siguió caminando y se puso la capucha, cualquiera que la veía se detenía para observarla mas a detalle, puesto que parecía una persona misteriosa.

Pero solo era Mc siendo Mc.

Su celular vibró y lo sacó de su bolsillo para darse cuenta que era su mejor amiga, sonrió.

Después de mandar el mensaje volvió a guardar su celular, se acomodó su mochila para tratar de aminorar el peso que comenzaba a molestarle. Amaba estudiar, amaba la carrera que había elegido.

Lo único malo de su universidad era una persona en específico.

Al llegar pudo notar a su mejor amigo, corrió hacia él gritando su nombre, el chico rubio volteó y logró atrapar a su amiga, ambos comenzaron a reír.

—Nunca cambies Mc, eres increíble —dijo el rubio dejándola en el suelo.

Mc sonrió dejando ver aquella sonrisa perfecta.

—Bueno andando, Jessy nos matará si tardamos más en llegar.

—Estoy de acuerdo.

Ambos caminaron hacia su salón, durante el camino hablaban de cualquier cosa que se les ocurriera. Para Mc, Richy era una de sus amistades más importantes al igual que Jessy, ambos se habían convertido en la familia que necesitaba.

—¡Mc!

La chica al escuchar su nombre volteó hacia donde la llamaban, topándose a una pequeña rubia que caminaba hacia ella con rapidez, sonrió al ver de quien se trataba.

—Hola Lilly, ¿necesitas algo? —preguntó de forma amable.

—Tenía una duda respecto al taller de dibujo, y suponía que me podrías orientar.

Antes de que Mc hablará los tres escucharon el nombre de la rubia ser gritado, voltearon solo para ver a Hannah Donfort, la hermana mayor de Lilly.

—Alejate de ella Lilly —ordenó acercándose a su hermana.

—Pero Hannah-

—Dije que te alejes de ella, es mala influencia para ti.

—No seas tan dura Hannah.

—Esto no te incumbe Richy.

Mc se quedó callada, no tenía ganas de pelear con ella, y menos al ver que su novio y amiga estaban con ella.

—Puedes hablarlo con Cleo, ella te dará mejor la información —habló manteniendo su mirada en Lilly.

-Gracias Mc —kle agradeció tomando su mano.

-No es nada -apretó un poco su mano sin ningún afán de daño.

Mc retiró su mano y se fue de ahí escuchando como Hannah le insultaba, apretó sus labios con molestia, odiaba no poder defenderse.

—Haces bien en no responderle sus insultos —trató de consolarla, en esos momentos sabía que su amiga quería llorar o gritar del coraje. Él más que nadie sabía que Mc no soportaba ser tratada de esa manera.

—¿Y cuándo parará Richy? Desde que me vio por primera vez me ha insultado de todas las maneras posibles, y todos la justifican solo porque toma antidepresivos, si me defiendo dirán que yo soy la mala por no hacer conciencia de que ella está delicada y me aprovecho de eso.

—Sabes que no es así Mc —trató de poner una mano en su hombro pero Mc se retiró molesta.

—¡Es así Richy, Hannah puede tratarme como a ella se le dé la gana y nadie le dirá nada porque tiene depresión, justificarán sus actos sin importan cuan lejos llegue, y yo no puedo defenderme porque tendré a toda la universidad encima de mí! —soltó aquello que traía guardado desde hace meses, su voz se quebraba y sentía un nudo en la garganta, en el momento en que sus parpados cerraran correrían las lagrimas por su rostro.

Richy se quedó callado, no esperaba aquella respuesta, pero Mc tenía razón.

Mc respiro profundo para tranquilizarse y no llorar frente a Richy, odiaba esa situación. Richy trató de hablar pero no encontraba las palabras correctas para decir, temía arruinarlo y decir algo que empeorará la situación.

—Solo vayamos al salón, Jessy debe estar esperándonos —le dijo para comenzar a caminar con Richy detrás de ella.

Sintió su celular vibrar y lo sacó para percatarse que tenía un mensaje de Lilly, suponía la razón por la cual le había mandado mensaje.

Tras hablar llegaron al salón justo a tiempo siendo recibidos por su amiga pelirroja por un abrazo, Mc sentía que en cualquier momento lloraría, un abrazo era lo que más necesitaba en esos momentos. Correspondió al abrazo de Jessy con fuerza, la pelirroja creyendo que la estaba abrazando con fuerza porque la quería mucho le devolvió el abrazo con mas fuerza.

Se separaron del abrazo y se fueron a sentar, los tres compartían una misma mesa la cual era lo bastante grande para que los tres no tuvieran problemas a la hora de escribir o trabajar, en cualquiera de los dos casos.

—Estaba pensando, que para el trabajo de Desarrollo, podríamos hacer una presentación explicando las etapas desde el embarazo hasta la vejez —propuso Jessy mostrando unas imágenes sobre las ideas que tenía.

—Todavía nos queda tiempo Jessy —recordó el rubio.

—Tenemos que estar preparados como quiera.

—Me parece bien esta idea, algo original y muy llamativa -comentó Mc mientras señalaba una de las imágenes del celular de Jessy.

-Gracias Mc, me agrada que tú sí te preocupes por el trabajo —vio con burla al rubio el cual se había ofendido y puso una mano en su pecho.

Ambos rieron mientras que Mc sonrió, lo cual llamó la atención de Jessy.

—¿Ocurre algo Mc? —preguntó preocupada.

—No pasa nada, tranquila Jessy, solo que aún me falta despertar.

—Bueno, el maestro aviso por el grupo que no llegaría, así que tenemos dos horas libres, ¿quieres que vayamos por un café?

—Me gustaría ir sola Jessy, necesito pensar algunas cosas, mandan mensaje por el grupo si sucede algo —se levantó para salir del salón en dirección a la cafetería de la universidad.

—Tú sabes que es lo que tiene, no mientas —lo miró de forma intimidante, logrando que el rubio se pusiera nervioso.

Richy suspiró, pues lo que le iba a decir a Jessy ya era algo muy sabido por toda la universidad.

—Fue Hannah, ¿verdad? —se adelantó a preguntar.

Richy asintió sin más, no podía mentirle y menos cuando su amiga tenía muy buena observación.

—¿Hasta cuándo Hannah dejara en paz a Mc? Ella no merece ser tratada así por nadie, y lo que hace Hannah no está bien.

—No podemos hacer nada Jessy, Hannah siempre le recuerda a todos que esta tomando antidepresivos y Thomas siempre la solapa por ser su novia. Y solamente por eso todos la defienden y procuran.

—Aún así Richy, Mc es una buena chica, no merece todo lo que Hannah le dice. Hannah no la conoce, no tendría porque insultarla así.

—Solo nos queda estar así Jessy, como lo hemos estado haciendo desde hace meses, sabes que Mc no quiere que te metas en problemas, después de todo; Hannah también es nuestra amiga.

—Mc era amiga de todos nosotros, hasta que por las influencias de Hannah todos comenzaron a alejarse, y solamente nos quedamos tú y yo, Lilly aún se acerca para hablarle, pero los demás ya no lo hacen después de que Hannah hablará.

—Lo se Jessy, lo sé.

Miraba el menú con detenimiento, si debía ser sincera, no era amante del café pero lo podía consumir sin ningún problema.

Una sonrisa se pintó en su rostro al ver que había chocolate blanco, tanto frío como caliente. Sin pensarlo pidió uno en tamaño venti, de alguna manera, el chocolate blanco caliente lograba calmarla, se sentó en una mesa y sacó su celular para ver en que se entretenía.

Al mirar de reojo pudo observar a un chico que estaba a unas cuantas mesas de la suya, tenía una sudadera negra la cual tapaba su rostro y no se dejaba ver, tenía un café al lado de él y tecleaba con rapidez en su laptop.

Mc dedujo que estaría en alguna carrera que implicará mucho de la informática y computadoras, como Ingeniería industrial o algo así.

Se puso nerviosa al ver que el chico se había dado cuenta de que lo estaba mirando, rápido busco algo en su celular y disimulo que estaba escribiendo algo, volvió a mirar de reojo y el chico se había ido.

Extrañada trató de buscarlo con la mirada pero no lo logró, el chico se había retirado de cafetería.

Se levantó y tomó su chocolate para irse a su salón, definitivamente esa había sido uno de los más extraños momentos que había tenido con alguien, en su vida había tenido ese choque de miradas con alguien.

Y menos que hubiera sentido algo en su cuerpo, como alguna electricidad que le invadía y le hacía sentir cosquillas por todo sus músculos.

Quería volver a verlo, había despertado una inmensa curiosidad en ella.