Caminaba tranquilamente por el pasillo de su casa, llevaba un pequeño reloj inteligente para Jake, se lo quería dar de regalo y aprovechar para confesarse por quinta vez.

Está vez era la vencida, por fin Jake sería su novio.

Tantos años junto a él, convivía con él desde que tenía 4 años y Jake 6, por todos esos años había nacido un sentimiento de amor.

Quería que Jake solamente la viera a ella, gruñó al recordar a Jennifer, aquella chica que se la vivía pegada a él.

Iba decidida.

Hasta que al pasar por uno de los cuartos de servicio de la casa, se pudo percatar de que se oían ligeros murmullos. Se pegó a la puerta solamente para escuchar la voz de su hermana y Jake, estuvo a punto de abrir pero se retractó solamente para lograr escuchar de lo que hablaban.

—¿Cuándo planeas decírselo?

—No lo se Lilly, sabes que la quiero, y no quisiera lastimarla.

—Es precisamente por eso por lo que Hannah cree que te gusta. Eres demasiado bueno con ella Jake, y se ha hecho ideas equivocadas sobre su amistad.

Hannah sintió un revoltijo en su corazón, todo estaba mal, ella no confundía nada, ella sabía que Jake si la quería como algo más.

Se negaba a creer lo que estaba escuchando.

—No se que hacer Lilly.

—Tienes tiempo todavía, pero no te extiendas demasiado o las cosas pueden salir mal. Cambiando de tema, ¿ya has hablado con Mc?

Al escuchar el nombre de aquella chica se sintió acorralada de cierta manera, desde que esa chica se integró a su grupo las cosas no habían salido bien.

Todo se le estaba tornando de otra manera.

Pero lo más importante era, ¿de que tenía que hablar Jake con Mc?

—Aún no, Mc es una chica increíble Lilly, es demasiado sociable, ¿qué hará con un chico que es demasiado introvertido y asocial?

¿Mc increíble?

¿Había escuchado bien?

—En algún momento debes hacerlo, tienes que acercarte y hablar con ella, ¿qué sentido tiene que te guste y quieras algo con ella si no haces el intento de que conozca al chico que esta enamorado de ella?

Todas sus fuerzas, energías, todo lo que tuviera en ese momento que le había dado el valor de declararse por última vez, se habían esfumado por completo.

No necesitó escuchar más, se fue lentamente de ahí hasta su habitación, sentía que todo se le venía abajo, ¿tanto esfuerzo para nada?

Con pasos lentos entró a su habitación y cerró la puerta, observó el reloj que tenía en sus manos y con coraje lanzó el objeto al suelo, provocando qué se rompiera al impactar contra el duro suelo.

Sintió algo vibrar por su cuerpo percatandose qué era su celular, más lo que vio en él solo aumento más el sentimiento de furia.

"Esa maldita..."

Desde ese momento, Hannah se prometió a sí misma hacerle la vida imposible, primero se atrevió a quitarle a sus amigos, eso lo podía dejar pasar.

Pero que ahora le haya quitado al chico que le gusta, eso no lo iba a permitir.

Mc se había metido en la boca del lobo.

Llevaba más de dos minutos que no decía nada, ¿vivir con Jake? 

Confiaba en él, claro que sí, pero se le hacía muy repentino. No quería ser una carga para él y sus padres, si es que Jake aún vivía con ellos, aunque no mentía que en esos momentos no quería estar sola, temía que en cualquier momento sus padres llegaran y tocaran la puerta.

Así que ideó algo mejor y que le convenía a ambos.

—Escucha Jake, de verdad aprecio mucho todo lo que has hecho por mi, pero, esto no lo puedo aceptar. Me sentiría muy apenada con tus padres si llego así de la nada.

—Lo se Mc, pero con todo lo que me contaste no puedo quedarme tranquilo sabiendo que esos- —se detuvo de golpe al darse cuenta que estaba a punto de insultar a los padres de la chica que ama.

Aunque realmente, ¿eso importaba en esos momentos?

—Que esas "personas" pueden llegar a tu hogar y lastimarte de nuevo, no puedo permitir eso Mc, eres una de las personas mas importante para mi —acarició su mejilla pecosa con delicadeza.

Como si el hacerlo con más fuerza la podría llegar a lastimar.

Mc sintió sus mejillas calientes  y como su corazón saltaba con frenesí nuevamente, todas esas reacciones las provocaba una sola persona. Nunca había tenido la oportunidad de experimentar ese sentimiento con alguien, había sido siempre una espectadora, observando aquellas interacciones en libros, películas; en todos lados.

¿Acaso estaba confundiendo las cosas?

¿Y si realmente Jake hacia todo eso en el nombre de la amistad? Debía de ser eso.

¿Pero y sí no...?

Mc dejó caer su cabeza en el pecho de Jake, y este solo la observó confundido, más no hizo nada por apartarla.

"Corazón, detente por favor"

—Tengo una idea mejor —alzó su cabeza para verlo.

No mentía al decir que Jake tenía bonitos ojos.

—No miento al decirte que si estaré algo inconforme al saber que mis padres están aquí, así que no iré a tu casa.

Antes de que Jake dijera algo, Mc se adelantó.

—Es mejor que vengas tú a mi departamento, así al menos estaré segura sabiendo que tú estas a mi lado para protegerme, ¿esa es tu promesa no? —le sonrió de una manera cálida, logrando enternecer el corazón de Jake.

Definitivamente Jake no esperaba esa propuesta.

"Los papeles se invirtieron" fue el pensamiento de Jake.

—¿No tienes ninguna molestia?

—Claro que no, además, me gustaría convivir más contigo.

"El que tenga miedo a morir que no nazca"

Jake sonrió debajo de su mascara.

—Siendo así, entonces no habrá ningún problema.

Mc lo volvió a abrazar, estaba muy feliz. Pasaron un rato hablando sobre banalidades, bueno, era mas Mc hablando sobre sus series y películas favoritas, y Jake simplemente la observaba. Amaba como se le iluminaban los ojos al hablar de un tal Katsuki Bakugou, o Jack Frost, entre otros chicos.

Ambos se habían levantado para poder hablar con mas comodidad, estando recargados en el pequeño barandal que estaba por ahí. Hasta que una pequeña música comenzó a sonar, sacando de su ensoñación a Mc.

Mc observó como Jake le extendía una de sus manos enguantadas, Mc vio la mano y después a Jake, su corazón volvió a palpitar. Reconocía esa canción.

I knew you, I walked with you once upon a dream

Mc correspondió el agarre de la mano de Jake, y al ver que Mc aceptaba bailar con él, la atrajo a su cuerpo rodeando su cintura con uno de sus brazos y tomando con su otra mano la de Mc. Mc colocó su mano restante en el hombro de Jake.

Y así, ambos empezaron a bailar al compás de la canción. 

Mc estaba sudando de las manos, estaba muy nerviosa. Con ese pequeño baile se le olvidaba todo lo que la atormentaba, estaba viendo con otros ojos a Jake, y no lo quería negar más.

Le gustaba Jake.

Y nadie la podía culpar, ese chico había aparecido en el momento en que más necesitaba de alguien. Y poco a poco se fue adentrando en su corazón, con pequeños actos y palabras que le encantaban. Jake nunca le pidió nada a cambio, más que su amistad.

Él siempre creyó en ella a pesar de todo lo que la acusaba.

Sin decirle nada, se acurrucó en su pecho, sintiéndose tranquila sabiendo que lo tenía a su lado. Y para hacer más cómodo el pequeño baile, Jake decidió abrazarla para así seguir bailando.

Ambos estaban felices.

—Te quiero Mc —se atrevió a decir Jake, con su corazón muriendo de nervios, ya que había sido su subconsciente el que había soltado aquella revelación.

Más mentira no era.

—Y yo a ti Jake —sonrió al recibir tal cariño, y quería que Jake supiera que era mutuo.

Ambos eran felices en su pequeño momento.

Ignorando todo lo que pasaba a su alrededor y ajenos a cualquier persona.

—Mc... —murmuró sin poder creer lo que estaba viendo.