—Yo no voy a ir a ninguna cita doble —repitió Jisoo por quinta vez mientras se recostaba en el sofá con su tazón de palomitas— ¿Quién quiere ir al cine cuando tiene en casa una pantalla plana enorme?

—Yo quiero —murmuró Jennie con tristeza— Por favor Jisoo... No he ido al cine en años, quiero ir ahora.

—¿Por qué no vas tú sola con Chaeyoung? A mí no me engañas Jennie, yo sé que él te gusta —mencionó Jisoo con una ceja elevada— No me metas en tus cursilerías de citas dobles.

—A mí me parece una buena idea, por favor Jisoo... Nunca te pido nada, ¿podrías al menos hacerme ese favor? —rogó Jennie nuevamente haciendo a Jisoo girar los ojos— Te lo pido...

—De acuerdo —gruñó Jisoo— Pero no vuelvas a meterme en planes sin antes consultarme ¿okay?

—Sí, entendido —respondió Jennie— Hay algo que no entiendo... Dices que el hermano de Chaeyoung es tu novio y no quieres tener una cita con él... ¿Por qué?

—Es mi novio de mentiras, no lo olvides —Jisoo susurró lo último— Eso no significa que me guste verlo todos los días, esto es solo para tener beneficio mutuo ¿Entiendes? solo tenemos que salir cuando sea realmente necesario.

—Ahora es una ocasión perfecta para que los vean juntos, ¿no crees?

—Supongo que sí... —dijo encogiéndose de hombros.

—Bien, ellos vendrán por nosotras en media hora así que tienes el tiempo justo para arreglarte —comentó Jennie poniéndose de pie— Por cierto... Se me ocurrió que después podríamos invitarlos a cenar...

—¿Estás muy enganchada con Chaeyoung? —preguntó Jisoo viendo a Jennie teñirse de rojo— Citas, flores, salidas al cine, cenas...

—¿Cómo sabes lo de las flores?

—Las vi en tu habitación, las colocaste justo a un lado de tu cama —mencionó Jisoo con burla— Te diré algo, Chaeyoung es lindo, tiene cara de bebé, me gusta para ti... Tendrían hijos muy guapos —bromeó.

—Y tú deberías considerar andar con Lin en serio —agregó Jennie tratando de evadir su comentario anterior— También tendrían hijos muy guapos.

—Ya te dije que es gay —contestó Jisoo de mala manera, su sentido del humor se había esfumado en un santiamén— Además te he repetido una y mil veces que los hombres no me gustan ni me van a gustar nunca.

—Ajá, ya te veré en unos años casada y con hijos.

—Ni Dios lo mande Jennie —Jisoo le botó su almohada— Mejor ya vete a cambiarte antes de que me arrepienta de acompañarte a tu tonta cita doble.

—Ya voy, ya voy...

[💫]

—¡Ya estoy aquí! —gritó Roseanne al entrar al departamento— Lisa apresúrate, tenemos el tiempo medido para... —se detuvo enseguida al ver a Lisa con una bolsa de hielo sobre su boca— ¿Qué te pasó?

—Me... Me caí —mintió Lisa tratando de evadir la mirada de Roseanne— Me resbalé y caí al piso.

—A ver, déjame ver... —Roseanne apartó la bolsa de hielo de su boca y miró con detenimiento el labio hinchado y rojo de su hermana— No se ve tan mal... Incluso podría pasar desapercibido con un poco de labial.

—Roseanne, se supone que somos chicos, no podemos usar labial —la regañó Lisa.

—Oh... Es cierto, lo olvidé —dijo apenada— El hielo está haciendo efecto bajando la hinchazón, con un cubrebocas estarás bien, nadie lo notará.

—Aquí no tengo que usar nada, solo quiero dormir.

—Tenemos una cita —comentó Roseanne.

—¿Una cita? ¿Quiénes?

—Jennie y yo... Jisoo y tú...

—¿Me hiciste una cita con esa loca? —exclamó Lisa con enojo— ¡No voy a ir! ¡De ninguna manera iré!

—Oye cálmate... ¿Por qué le dices loca? —preguntó Roseanne con confusión.

Porque me mordió el labio y ahora me duele, por eso.

¡Es una salvaje!

—Olvídalo, solo no tengo ánimos de salir esta noche.

—Oh vamos, no puedes decirme que no... Ya he quedado con Jennie.

—No debiste comprometerme Roseanne, lo siento pero no iré —dijo Lisa muy decidida.

—Bien... Entonces intentaré no darte spoilers sobre la película esa de superhéroes que tanto querías ver —murmuró Roseanne girándose al lado contrario para dirigirse a su habitación.

—Espera...

—¿Sí? —Roseanne dio media vuelta mostrando una inocente sonrisa.

—¿Qué película?

—Esa del hombre con traje de robot rojo que vuela —dijo Roseanne— La cita era en el cine, pero si no quieres ir... No hay problema.

—Está bien... Haré una excepción —Lisa se puso de pie aún con la bolsa de hielo sobre su labio inferior. Sentía un dolor infernal pero su afición por Iron man era más grande— Me cambio y nos vamos...

Roseanne vestía un bonito suéter de estambre color rojo con el cuello de la camisa fuera que la hacía ver adorable, acompañada de unos jeans azules y unos lentes transparentes haciéndola ver como toda una puberta o más bien un puberto.

Lisa por su parte solo optó por colocarse una sudadera gris con capucha, pantalones negros y un cubrebocas que pudiera ocultar su horrible labio adolorido.

En todo el transcurso del camino Lisa se la pasó quejándose del dolor mientras que Roseanne solo intentaba ignorarla, las quejas de su hermana estaban comenzando a darle dolor de cabeza.

Una vez fuera de la casa de las Kim, Roseanne desató su cinturón de seguridad y miró a su hermana de reojo en el asiento del copiloto.

—Lisa hermana... Sé lo difícil que es para ti tener que hacer esto porque yo sé que a ti no te gustan las mujeres —Lisa solo se mantenía callada ante las palabras de Roseanne— Hoy le dije a Jennie que me gustaba... Que iba a esforzarme porque ella me aceptara como algo más que un amigo. Sé que puedo con esto yo sola, es por ello que he decidido que lo mejor es que regreses a Japón, yo me haré cargo de esto.

—No voy a irme Roseanne —contestó Lisa con la vista fija al frente— Yo voy a hacer esto... Quiero hacerlo. Yo puedo.

—¿Estás segura que la situación no te incomoda? —preguntó Roseanne con intranquilidad.

Por supuesto que la incomodaba...

¡Por Dios! Estaba sintiéndose rara con Jisoo, estaba comenzando a sentir cosas que en su sano juicio sentiría por alguien y mucho menos por una mujer.

—Claro que no, no pasa nada, yo puedo con esto y más —afirmó Lisa— Ahora vayamos por esas chicas que ya nos deben de estar esperando.

Lisa bajó del auto siguiendo a Roseanne por detrás para adentrarse en la enorme casa de las Kim. Fueron recibidas por su nana haciéndolas esperar un par de minutos hasta que las hermanas bajaran de sus habitaciones.

—¡Chaeyoung! —Jennie bajó de las escaleras a toda prisa para correr a los brazos de Chaeyoung— Te ves tan tierno y lindo —murmuró observándolo de pies a cabeza.

—Tú te ves hermosa, como siempre —mencionó Roseanne llevándose la mano de Jennie a los labios— ¿Lista?

—¡Sí! —sonrió con emoción. Pasaron un par de segundos para que Jennie notara la presencia de Lin sintiéndose apenada por su falta de respeto— Hola Lin, ¿cómo estás?

—Muy bien, gracias... —Lisa la saludó amablemente con la mano.

—Jisoo no debe tardar en bajar...

Precisamente a Jisoo era a quien menos quería ver.

—Estoy ansioso de verla —murmuró Lisa con una falsa sonrisa.

—¿De verdad estás ansioso de verme? —preguntó Jisoo bajando de las escaleras. Vio a Lin rodar los ojos y sonrió con malicia al notar el cubrebocas ocultando parte de su cara— No esperes más, ya estoy aquí caramelito.

—Que agradable es verte de nuevo Jisoo —murmuró Lisa con la mandíbula tensa— Estoy tan feliz de ver tu lindo rostro sin ninguna marca que te provoque dolor punzante.

—¿Qué dices? —preguntó Roseanne en voz baja ante el comentario tan fuera de lugar de su hermana.

—Eh... ¿Nos vamos? —Jennie rompió con la incómoda tensión tomando a Chaeyoung del brazo para llevarlo a la salida.

—Claro, ¿tu guardaespaldas viene con nosotros? —preguntó Roseanne volteando de reojo hacía atrás viendo cómo se alejaban de Lisa y Jisoo.

—Sí... Espero que no te moleste.

—No me molesta para nada, yo entiendo que solo te están cuidando —contestó Roseanne.

—Oye... ¿No notas algo rara la tensión entre tu hermano y mi hermana? —preguntó Jennie con cierta curiosidad girando su vista hacía atrás— No sé si sea buena idea fingir que son pareja.

—¿Cómo? Yo los veo normales, ellos aprenderán a llevarse muy bien —dijo Chaeyoung— Incluso hasta pueden llegar a ser grandes amigos en un futuro —añadió.

—Quizás tengas razón... —murmuró Jennie.

Jisoo intentaba apartar el cubrebocas de la cara de Lin con el único fin de molestarlo.

—No me toques —dijo Lisa girando su cara.

—Solo quiero ver cómo te quedó el labio —dijo Jisoo inocentemente— ¿Quieres otro besito? Te aseguro que te gustará —intentó acercarse a ella fingiendo querer besarla— Ven aquí caramelito, mis labios esperan por ti.

—No te acerques —Lisa puso de escudo sus manos— Eres una loca Jisoo, nadie jamás me había hecho algo así, esto no te lo perdonaré nunca.

—Yo creo que sí —Jisoo envolvió sus manos alrededor del cuerpo de Lin— Abraza a tu novia ¡Ahora! —ordenó haciendo rabiar a Lisa.

—¿Eso es lo que quieres? —susurró Lisa con la mirada oscurecida— Bien... Voy a jugar tu juego amorcito.

—Eso es, sigue mis orde...—Jisoo no terminó su frase cuando sintió las manos de Lin apretarle el trasero— ¡Idiota! ¡Degenerado! Te ordeno que me sueltes ahora mismo.

—A mí no me ordenas nada —murmuró Lisa frotándole descaradamente el trasero— ¿Querías jugar? Pues ahí lo tienes, yo también puedo jugar y mucho mejor que tú.

—¡Pedazo de... —su insulto se quedó a medias al escuchar a alguien carraspear la garganta. Lisa la soltó enseguida y Jisoo se abanicó con sus manos— Dae.

—¿Este chico la está molestando? —preguntó Dae Sung su guardaespaldas.

—No... No me está molestando este chico —contestó Jisoo.

—Preséntame como se debe amorcito —molestó Lisa enredando sus manos en la cintura de Jisoo y colocando su barbilla en el hombro— Mi nombre es Park Lin y soy el novio de Jisoo ¿no es así?

—Eh... —Jisoo sintió tensarse pero finalmente asintió— A-así es, Lin es mi novio Dae, acostúmbrate a verlo por aquí.

—Oh... Seguro —mencionó Dae sintiéndose apenado por haber interrumpido las muestras de afecto de la pareja— Solo venía a decirle que Jinhwan y yo ya preparamos el auto para seguirlas cuando lo deseen.

—¿Nos van a seguir? —preguntó Lisa rompiendo el contacto con Jisoo. No le gustaba la idea de tener que fingir ser el "novio" de Jisoo en todo momento— ¿Por qué van a seguirnos? ¿Es necesario que lo hagan?

—Porque Dae Sung es mi guardaespaldas y Jinhwan es el de Jennie —explicó Jisoo— Pero descuida, ellos esperaran afuera todo el tiempo.

—Oh vaya... —resopló Lisa— Bien vamos al auto, Jennie y Chaeyoung nos deben estar esperando ya.

En esta ocasión Lisa prefirió tomar el volante y Jisoo el asiento de copiloto, sabía que de esta manera ella no se la pasaría molestándola en cada oportunidad que tuviera. Por otra parte Roseanne y Jennie viajaban en la parte trasera, reían en todo momento e incluso algunas veces se decían alguna que otra palabra dulce que terminaba por hacer vomitar arcoíris a Lisa y Jisoo.

Una vez en el cine se dividieron para ir a comprar los boletos y las palomitas de maíz. Lisa se la pasaba atenta a la película, gruñía de vez en cuando al sentir a Jisoo molestarla tratando de bajarle el cubrebocas.

—¿No quieres palomitas? —susurró Jisoo con burla— A ver, baja un poco el cubrebocas y yo misma te doy palomitas en la boca.

—No quiero gracias, ahora guarda silencio por favor, estamos tratando de ver a gusto la película —dijo Lisa con seriedad en su voz, tanta que Jisoo solo optó por rodar los ojos y recostarse en el asiento.

—Jamás había visto una película de este tipo —susurró Jennie cogiendo una palomita para llevarla hasta su boca— Me gusta...

— ¿Lo dices en serio? Si no te gusta podemos salir y buscar otra o hacer lo que tú quieras —dijo Roseanne en voz baja— Yo estoy a gusto en cualquier lugar al que vayas tú...

—¿De verdad? —preguntó Jennie con ternura. Agradecía a todos los cielos porque la sala se encontrará a oscuras, de lo contrario Chaeyoung podría observar sus mejillas teñidas de rojo intenso— Estoy a gusto aquí, en verdad me está gustando la película Chaeng.

—¿Quieres saber lo que me está gustando más a mí? —preguntó Roseanne dejando su cara a tan solo centímetros de la de Jennie— Tu compañía, poder ver tu linda cara, tus gestos, tus labios... Todo.

—Oh... —Jennie la observaba embelesada ante sus palabras. Estuvo a punto de perder el control y lanzarse a los labios de Chaeyoung de no haber sido por Jisoo quien interrumpió el dulce momento pidiéndole más palomitas porque ya se había terminado las suyas.

En lo que restó de la película solo se dedicaron miradas pero no dijeron nada más hasta salir de la sala.

—Me ha gustado ¿y a ti? —preguntó Roseanne a Jennie.

—También me ha gustado —respondió con sinceridad.

—Estuvo más o menos —contestó Jisoo sabiendo que eso haría rabiar a Lin y así fue— He visto mejores.

—¿¡Qué!? —exclamó Lin con indignación— Fue la mejor película de todas, dices eso porque no sabes de...

—Que lindo momento hemos pasado los cuatro —interrumpió Roseanne enseguida— Deberíamos repetirlo más seguido —Lisa la miró con una mirada asesina haciendo que tragara saliva— O tal vez no tan seguido.

—Se me ocurría que tal vez podríamos ir a cenar ¿qué opinan? —preguntó Jennie— Va por cuenta de Jisoo y mía como gesto de agradecimiento al invitarnos al cine.

—Me parece genial —contestó Roseanne cogiendo de la mano a Jennie— ¿A dónde vamos?

—Es un lugar cerca de aquí, vamos —Jennie guio a Chaeyoung y Jisoo y Lisa no tuvieron más remedio que seguir sus pasos con molestia.

Subieron al auto y esta vez fueron Jennie y Jisoo quienes tomaron los asientos del frente para guiarlas a un lugar que parecía ser bastante lujoso.

—Se ve muy elegante y no siento que haya venido con la ropa adecuada —comentó Roseanne sintiéndose frustrada al observar su ropa.

—No te preocupes cuñadito, a lado de Lin tú te ves super elegante —contestó Jisoo mirando como Lin rodaba los ojos.

—¿C-cuñadito? —preguntó Roseanne mirando a Jennie de reojo.

—Sí por supuesto, lo eres ¿no? —comentó Jisoo mirando a Jennie ocultar su sonrojado rostro— Porque eres el hermano de mi caramelito, claro —agregó quitándole un peso de encima a su hermana.

—Sí... —murmuró Roseanne con timidez— Es muy lindo el lugar, creo que vendré más a menudo.

—Su comida es buena —agregó Jennie— Te mostraré otros lugares que también son muy buenos, si quieres...

—Me encantaría... —asintió Roseanne con una boba sonrisa.

Ver ese tipo de gestos de su parte hacían a Lisa cuestionarse si Roseanne realmente nunca había estudiado actuación porque su comportamiento se veía tan real que no parecía que estuviera fingiendo.

—¿Por qué no te quitas el cubrebocas Lin? —preguntó Jisoo con una sonrisa ladina— No puedes comer con eso puesto.

—En realidad no tengo mucha hambre —se excusó rápidamente.

—Tampoco probaste las palomitas de maíz en el cine.

—Bien... —Lisa apretó su mandíbula y después se decidió a bajar lentamente el cubrebocas. Sabía que Jisoo no iba a parar hasta ponerla en evidencia.

—¡Oh Dios mío! ¿Qué te ha pasado? —preguntó Jisoo cubriendo su boca con las manos tratando de reprimir una risa— Tu labio está un poco hinchado y rojizo.

—Me caí en casa —mintió Lisa— Pero no es nada, el hielo bajó la hinchazón. Ahora solo debo tener más cuidado con no volver a caerme —comentó mirando a Jisoo con resentimiento.

—Oh cielos, eso debe doler —mencionó Jennie con pena— Ten más cuidado.

—Lo tendré, créeme —afirmó Lisa dirigiendo la vista a su plato— Bien, supongo que se me ha abierto el apetito.

—Quiero un poco de vino —comentó Jisoo haciendo una seña para llamar al mesero y ordenarle una botella completa— Hay que brindar.

—¿Por qué motivo? —preguntó Jennie con una ceja elevada al percibir segundas intenciones en la cara de su hermana— No tengo ganas de tomar alcohol, sabes que no me gusta.

—Solo será un pequeño brindis, no tiene que haber algún motivo, simplemente brindaremos porque sí —contestó Jisoo con una amplia sonrisa— Cuñadito, la botella de vino que pedí seguro te va a encantar y a ti también caramelito —dirigió su mirada a Lisa.