Capítulo 7: Primera Cita
—¿Por qué te arreglas tanto? — Preguntó Lisa.
—Solo quiero darle una buena impresión a Jennie —respondió Roseanne acomodándose el cuello de la camisa— ¿Qué vas a hacer hoy?
—Nada, solo voy a trabajar un poco en la computadora y después quizás salga a caminar por ahí —dijo sin mucho ánimo— Roseanne... ¿Estamos haciendo lo correcto?
—¿Qué quieres decir?
—Toda la noche me la pasé pensando en todo esto que estamos haciendo...
—Lisa, ya hablamos de esto... —interrumpió Roseanne— Nuestra madre está en juego, no tenemos otra opción...
—Pero me siento mal... las Kim no tienen la culpa de que nuestro estúpido padrastro nos esté obligando a hacer esta mierda —gruñó Lisa con la mandíbula tensa— ¿Cómo vamos a desfalcar a Kim Taeyang? ¿Te has puesto a pensar en eso? Realmente no sé qué es lo que estamos haciendo Roseanne.
—Ya pensáremos en eso en su momento, por ahora no te preocupes ¿Vale? —Roseanne tomó su chaqueta y sus gafas oscuras— Además, ya eres la novia de Jisoo, yo la tengo más difícil con Jennie.
—Su novio de mentiras, no lo olvides —corrigió Lisa— Le gustan las mujeres... No tuvo ningún sentido vestirme de hombre solo para conquistarla, me siento patética.
—Solo trata de ganarte su confianza —mencionó Roseanne— Después ya solo esperamos instrucciones de Dong para saber que quiere que hagamos.
—No voy a hacer nada ilegal Roseanne, ni tú tampoco lo vas a hacer —aclaró Lisa— Una cosa es hacerle llegar la información que él quiere y otra muy diferente es nosotras mismas hacer el trabajo sucio.
—No pasará nada Lis, confía en mí. No haremos nada que ponga en riesgo nuestra libertad —dijo Roseanne tratando de tranquilizar la conciencia de su hermana— Deberías llamar a Jisoo para invitarla a salir, al fin de cuentas... Es tu novia.
—No tengo su número —murmuró Lisa sintiendo un pequeño alivio. No quería reconocerlo pero estar con Jisoo la hacía sentir tan nerviosa, pero no iba a contárselo a Roseanne— No tuve tiempo de pedírselo ayer. Todo fue tan rápido.
—Se lo pediré a Jennie más tarde —agregó Roseanne observando la hora en su celular— Bien, tengo el tiempo justo para llegar a su casa, nos vemos luego, cualquier cosa te aviso.
—Sí, que te vaya bien —se despidió agitando su mano a modo de despedida— Adiós.
Jennie bajaba por las escaleras encontrándose con Jisoo usando unas gafas de sol y vistiendo una pijama de conejito en compañía de Tzuyu que a comparación de su hermana lucía radiante.
—¡Jennie! —Tzuyu corrió a abrazarla como si no la hubiese visto en años— ¿Cómo estás?
—Hola Tzuyu —Jennie correspondió el abrazo— Estoy muy bien ¿y tú?
—De maravilla —respondió— La que no se encuentra muy bien es otra —agregó fijando su vista en Jisoo quien le dio una mirada asesina— Anoche se puso a tomar como si no hubiese un mañana, jamás la había visto beber de esa forma.
—Tampoco bebí tanto —se defendió Jisoo con los dedos frotando su sien como si de esa forma se le redujera el dolor punzante en su cabeza.
—Te ves horrible —mencionó Jennie con burla— ¿Por qué la pijama de conejo?
—Ah... Jisoo unnie vomitó su ropa, ella...
—¡Cállate Tzuyu! —gritó Jisoo con poca paciencia haciendo sobresaltar a las dos chicas— ¿Saben qué? Yo me voy a mi habitación a dormir un rato —subió con desgano las escaleras.
—¿En dónde está Dae Sung? —preguntó Jennie.
—Oh sí, el chico estuvo cuidando de Jisoo hasta que ella cayó rendida. La llevó a una de las habitaciones y permaneció pegado a la puerta hasta que se fue el último individuo de la fiesta —explicó Tzuyu— Después yo le dije que podía retirarse a descansar, que Jisoo se quedaría en mi casa.
—Oh ya veo... ¿Dices que Jisoo tomó a más no poder? —preguntó Jennie recibiendo un asentimiento por parte de Tzuyu— Bueno, al menos no hizo lo que ella acostumbra a hacer... Estar con mujeres.
—Oh... —murmuró Tzuyu con una nerviosa sonrisa— En realidad... Si se divirtió con un par de chicas.
—¿Un par?
—Es decir... Ella siempre suele liarse solo con una mujer en todo el transcurso de la fiesta pero esta vez estuvo con tres chicas más...
—¿Tres chicas más? —Tzuyu asintió— Jisoo no tiene remedio.
—Oye... Que guapa estás ¿Vas a salir? —preguntó Tzuyu examinando a Jennie de pies a cabeza.
—Sí, no tardan en llegar por mi —respondió Jennie con una radiante sonrisa— Te agradezco que hayas traído a mi hermana.
—No hay de qué —contestó Tzuyu encogiéndose de hombros— Para eso estoy. Nos vemos Jennie, tengo algo importante que hacer, me dio gusto verte...
—Igual a mi Tzuyu, ten una linda tarde —se despidió dejando un corto beso sobre su mejilla— Cuídate.
—Tú también —contestó Tzuyu caminando hacia la salida— Bye.
Jennie dirigió su atención al móvil en dónde hace unos minutos había recibido un mensaje por parte de Chaeyoung quien le decía que estaba por salir de su casa.
Sentía un poco de nervios y no sabía por qué. Chaeyoung era un chico especial, estaba segura que llegarían a ser muy buenos amigos.
Cálmate, solo es una salida de amigos...
—Eh... Jennie, ¿vamos a salir hoy?
Jinhwan, su guardaespaldas, interrumpió sus pensamientos y rápidamente hizo que Jennie mostrara una sonrisa.
Jinhwan más que el hombre que cuidaba de ella, era su amigo. Al principio a Jennie le costó trabajo acostumbrarse a que tendría a alguien siguiéndola a todas partes, incluso llegó a parecerle incómodo, pero luego de que Jinhwan y ella formaran una bonita amistad, todo cambió. Su relación no tenía nada que ver con la que Jisoo tenía con Dae Sung, ella siempre odió ser perseguida y muchas veces Dae había tenido que pagar los platos rotos soportando el mal humor de Jisoo.
—Tengo una cita —murmuró Jennie con timidez. No era muy habitual que ella saliera con alguien que no fuesen sus amigas— Vendrán por mí en unos minutos.
—Ah... —Jinhwan parecía decepcionado— Entiendo, que bueno señorita.
—¿Señorita? —preguntó Jennie— Quedamos en tratarnos como personas normales mientras estemos solos, somos amigos ¿no es así?
—Lo somos —asintió Jinhwan— Jennie... Tengo que acompañarte a tu cita, no puedo dejarte sola, son órdenes de tu padre.
Jennie hizo un puchero, era verdad, su padre no la dejaría salir sola. Esperaba con todas sus fuerzas que ese no fuera un motivo de incomodidad para Chaeyoung.
—De acuerdo —aceptó Jennie.
—¿A dónde iremos?
—No lo sé, Chaeyoung dijo que quería llevarme a un lugar pero no quiso decirme a dónde.
—Oh, se llama Chaeyoung —murmuró Jinhwan— Y... ¿Desde cuándo lo conoces?
—Lo conocí ayer —confesó Jennie con los recuerdos de la tarde anterior en su memoria— Es un chico muy agradable.
—¿Te gusta? —preguntó Jinhwan y Jennie se ruborizó enseguida sin saber que decir— Por tu expresión, deduzco que sí.
¿Por qué todos piensan que Chaeyoung me gusta?
¿A caso no puede existir la amistad entre un hombre y una mujer?
—Lo acabo de conocer ayer...
—Sí, lo acabas de conocer ayer y ya tienen una cita el día de hoy —comentó Jinhwan con el ceño fruncido— Por favor, es obvio que te gusta.
—¿Estás... Molesto? —preguntó Jennie con confusión al escuchar el tono de voz que usaba Jinhwan para dirigirse a ella. Cualquier persona diría que le estaba haciendo una escena de celos— Si Chaeyoung me gustara... No tendría por qué haber algún problema.
—T-tienes razón, discúlpame... Solo estoy velando por tu seguridad —contestó Jinhwan tratando de evadir la mirada de Jennie a toda costa— Lo conoces hace poco y no quisiera que te llevaras una decepción si el tipo no resulta ser lo que piensas...
—Gracias por preocuparte por mi Jinhwan —Jennie se tomó el atrevimiento de frotar el brazo del chico— Eres un gran amigo.
—Sí, lo soy... —murmuró Jinhwan cabizbajo— Solo quiero que estés bien, nada más.
—Voy a estar bien, créeme, sé cuidarme sola. No tienes de que preocuparte, todo está bien.
—Aun así, quiero que sepas que sí el alguna vez intenta lastimarte, yo voy a... —Jennie posó su dedo índice sobre los labios del chico impidiéndole seguir.
—No será necesario, Chaeyoung es bueno —Jinhwan no tuvo más remedio que asentir con la cabeza.
En ese momento escucharon a alguien ajeno carraspear la garganta.
Jennie rompió el contacto que tenía con su guardaespaldas enseguida al ver a Chaeyoung de pie con un ramo de tulipanes en las manos.
—Me han dejado entrar los guardias de tu casa... —Roseanne rompió el incómodo silencio— Lamento si interrumpí algo.
—No interrumpes nada Chaeyoung, de hecho, te estaba esperando... —contestó Jennie con timidez.
—Bueno, ya estoy aquí —Roseanne se acercó lo suficiente para quedar frente a Jennie y así poder enrollar sus brazos en ella brindándole un cálido abrazo— Estas flores son para ti Jennie, espero que te gusten.
—Me gustan... Son hermosas —murmuró aspirando su olor— Gracias Chaeng, eres muy lindo.
—Me alegra que te gusten, eh... —contestó Roseanne posando su mirada en el chico que se encontraba a un lado de ellas observando la escena con el ceño fruncido— Que tal, soy Son Chaeyoung...
—Lo sé —respondió Jinhwan con sequedad y Roseanne solo sonrió ligeramente tratando de pasarlo desapercibido.
—Él es Jinhwan, mi guardaespaldas —presentó Jennie— Jinhwan, él es Chaeyoung, el amigo con el que voy a salir.
—Mucho gusto Jinhwan... —Roseanne extendió la mano para saludarlo pero éste nunca le correspondió— Bien... Ya entiendo.
—¿Nos vamos ya? —preguntó Jinhwan dirigiéndose a Jennie.
—Eh... Sí —murmuró Jennie tratando de disculparse con la mirada por la mala actitud de su guardaespaldas— ¿Nos vamos, Chaeng?
—Por supuesto.
—Está bien, solo iré a poner los tulipanes en agua, ya vuelvo —dijo Jennie corriendo hacia la cocina.
—¿Qué pretendes con Jennie? —preguntó Jinhwan de mala manera haciendo a Roseanne abrir su boca con sorpresa— Te hice una pregunta.
—¿Perdón?
—Conozco a los tipos como tú, no son de fiar. Sé lo que estás buscando...
—Y según tú, ¿qué es lo que estoy buscando? —preguntó Roseanne.
—Su dinero, quieres el dinero de Jennie, tal vez puedas engañarla a ella, pero a mí no.
Oh Dios... En parte tiene razón...
Pero es porque no tengo opción...
—Estás muy mal si piensas que cualquier persona que se acerque a Jennie lo hace solo por interés —respondió Roseanne— Y para tú información, sí estoy interesado en ella, pero no de la manera en que tú piensas.
—Ya volví —dijo Jennie corriendo hacia Chaeyoung— Ya podemos irnos.
—Vamos —Roseanne entrelazó su mano junto con la de Jennie y la guio hasta la salida.
—Jinhwan va a seguirnos desde mi coche... Espero que eso no te moleste —susurró Jennie— Órdenes de mi padre —explicó.
—Entiendo Jennie, no te preocupes, no tengo ningún problema con eso —contestó Roseanne con una sonrisa— Por cierto... Estás hermosa.
—Gracias... Tú estás guapísimo.
Roseanne tenía planeado hacer varias cosas con Jennie, realmente no sabía por dónde comenzar.
Lisa jamás había compartido su gusto por el arte y la escritura como ella. Cuando Jennie le dijo que le gustaría aprender a pintar con óleo pensó que no tendría una mejor oportunidad para conectar con ella.
Y de la escritura ni se diga. Roseanne había escrito varios libros que habían sido todo un éxito ganándose así a varios admiradores fanáticos de su lectura. Todos sus libros habían sido publicados de manera anónima, lo único que sus lectores sabían de ella eran sus iniciales, "P.R.".
Quién iba a pensar que uno de sus pasatiempos le iba a traer grandes ganancias.
—¿En dónde estamos? —preguntó Jennie observando el lugar a su alrededor— Parece una... ¿Bodega?
—Cuando llegué aquí encontré varios sitios que pensé que te gustarían visitar a mi lado... —explicó Roseanne— Este lugar está lleno de murales que esperan ser pintados por nosotros.
—¿Nosotros? —preguntó Jennie sin comprender.
—Ven conmigo —Roseanne la tomó de la mano y la hizo adentrarse al enorme lugar que se había encargado de rentar la noche anterior gracias a la ayuda de su nuevo amigo Taehyung quien dijo conocer al dueño del lugar.
—Son... Son muros en blanco —murmuró Jennie con impresión— ¿Qué vamos a hacer?
—Vamos a crear la pintura perfecta, vamos a darle color a este lugar... Vamos a darle vida —contestó Roseanne señalando los botes de pintura que se encontraban en el rincón— Hay de todos los colores que te puedas imaginar...
—Pero Chaeyoung, yo no sé pintar...
—Dijiste que te gustaría aprender a pintar... ¿Me dejarías ser tu maestro este día? —preguntó Roseanne extendiendo su mano hacia Jennie— Por favor... Prometo ser el maestro más paciente del mundo.
— Esta bien... —asintió Jennie tomando la mano de Chaeyoung— Manos a la obra, maestro.
[💫]
Lisa se sorbía la nariz por quinta vez, sus ojos estaban rojos y cristalinos viendo el final de su drama.
—Ahora que ya terminé mi drama favorito... ¿Qué voy a hacer con mi vida? —se preguntó con tristeza— Supongo que debería buscar otro para ver...
Escuchó el timbre de la puerta y tuvo que levantarse arrastrando los pies.
—¿Quién es?
—Soy yo, Taehyung —escuchó detrás de la puerta y abrió— Hola Lin, ¿interrumpo algo?
—Hola Taehyung, no interrumpes, pasa... —se hizo a un lado para dejar pasar al chico que cargaba una bolsa en sus manos— ¿Qué te trae por aquí?
—Bueno, estaba en mi departamento solo y se me ocurrió que tal vez... —paró en seco al ver los ojos de Lin— ¿Estás bien? ¿Estabas llorando?
—Terminé de ver un drama, me llegó un poco... —respondió tratando de restarle importancia— ¿Te ofrezco algo de tomar?
—No es necesario, traje frituras y sodas —Taehyung elevó la bolsa en sus manos— ¿Te apetece que veamos un drama juntos?
—Justo estaba por hacer eso —contestó Lisa mirando de reojo la bolsa— Muéstrame que tienes... Has llegado en buen momento, tengo hambre...
—De todo un poco —Taehyung colocó su bolsa sobre la mesita de la sala y se sentó sobre el sofá— ¿De verdad no te importa que pase mucho tiempo en tu departamento? Ayer estuve hasta tarde viendo dramas con Chaeyoung y contigo...
No me importa, es bueno tener un amigo —contestó Lisa abriendo una bolsa de frituras— Además estoy solo ya que Chaeyoung se fue a su cita.
—Es verdad... Espero que le vaya muy bien en su cita ¿la chica es su novia? —preguntó Taehyung.
— No... Pero pretende serlo —respondió Lisa sintiendo culpabilidad— ¿Tú tienes novia?
— Tenía... Hasta antes de mudarme aquí —mencionó Taehyung con cierta nostalgia en su voz que Lisa pudo notar— A ella nunca le gustaron las relaciones a distancia... dijo que eran estupideces.
—¿Todavía la quieres?
—No se puede dejar de querer a alguien de la noche a la mañana... Todavía me duele, quizás es por eso que no he tenido ganas de salir a divertirme o cosas así —explicó Taehyung con la mirada perdida— Pero supongo que ya pasará... Solo necesito tiempo para sanar.
—No sé qué decirte... Yo no he tenido una relación formal en años —murmuró Lisa frotando la espalda de Taehyung con cariño— Ánimo, verás que pronto encontrarás a alguien más.
—Eso espero... —suspiró con tristeza— ¿Y tú? ¿Tienes novia?
— ¿Eh?
En ese momento escuchó un par de golpes en la puerta que la hicieron girar la cabeza con rapidez lastimándose el cuello en el proceso.
—¿Esperas a alguien más? —preguntó Taehyung.
—No... Tal vez es Chae, seguramente olvidó sus llaves —Lisa se puso de pie y caminó hasta la puerta para abrirla— Chaey... ¡¿Jisoo?! ¿Q-qué haces aquí?
—¿Esa es la manera de recibir a tu novia? —contestó Jisoo con sarcasmo tomándose el atrevimiento de entrar al departamento— Estuve pensando mucho en si debía venir o no y... Aquí estoy. Tengo algo importante que decirte.
—¿Qué es? —preguntó Lisa con nerviosismo.
—Bueno, se trata de lo que pasó ayer... Cuando nosotros nos besamos, Lin creo que me gus... —un sonido estruendoso la hizo parar para girarse y encontrarse con un chico quién torpemente había derramado su soda sobre la alfombra.
—Lo siento... Lo siento mucho, la mandaré a limpiar Lin, lo juro —se disculpó Taehyung poniéndose de pie con torpeza.
—Jisoo... —Lisa intentó acercarse a ella pero Jisoo se escudó con sus manos enseguida.
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