—Estoy muy nerviosa Lisa, no sé cómo voy a hacer para acercarme a Jennie —confesó Roseanne mientras jugueteaba con sus dedos.

—Si quieres hacemos cambio, yo con Jennie y tú con Jisoo —dijo Lisa encogiéndose de hombros.

—¡No! Yo soy menor, no puedo estar con alguien mayor.

—Igual Jennie es un año mayor que tú.

—Pues sí, pero eso no lo va a saber. Yo tengo 23 años igual que ella. Y tú 24, igual que Jisoo, no lo olvides.

—Me lo has recordado hasta el cansancio Roseanne, ya lo sé —bufó Lisa rodando los ojos— ¿Sabes? Vendarse los pechos es incómodo, lo dije y lo repito.

—Lo sé —aceptó Roseanne mientras miraba a lo lejos a unas chicas entrar al club deportivo— Oh Dios... Creo que son ellas —señaló con su dedo índice a un par de chicas que venían conversando.

—Diablos... En persona se ven realmente guapas... —murmuró Lisa sin quitarles la mirada de encima— Creo que estamos jodidas, unas chicas como ellas jamás se fijarían en alguien como nosotras.

—Comienzo a creer que tienes razón —dijo Roseanne observando como las hermanas tenían una pequeña discusión.

—Bueno, ya estamos aquí, ¿qué más podemos perder? —Lisa se puso de pie— Iré a ver, deséame suerte, porque realmente la necesitamos.

—S-suerte...

[💫]

—¡Dijiste que no me abandonarías! —reprochaba Jennie con molestia— Jongin me está viendo... Solo está esperando a que te vayas para venir a molestarme.

—Jennie, solo será un momento, lo prometo, déjame arreglar un asunto y volveré, será rápido —Jisoo besó la mejilla de su hermana y salió corriendo murmurando un "No tardo, espérame aquí"

Jennie miró a su alrededor y comenzó a maldecir de mil formas cuando vio a Jongin acercarse a ella.

Jamás debió haberse dejado convencer por Jisoo de venir al club. Debió haber invitado a Irene o a Nayeon para así no quedarse sola.

—¡Jennie! —Jongin la abrazó haciendo que se removiera incómoda— Hace un par de días que no venías al club. Estaba pensando seriamente en ir a visitarte. ¿Cómo estás? ¿En dónde te has metido? Te he extrañado tanto.

—Eh... Bueno, he estado ocupada haciendo cosas, ya sabes —respondió Jennie tratando de buscar una excusa para escapar de él— Debo ir a... —fue interrumpida por un beso que Jongin le robó inesperadamente.

Roseanne se quedó helada, estaba solo a unos pasos observando la escena. Todo se había echado a perder, Jennie tenía novio.

Jennie tardó un par de segundos antes de reaccionar y empujar a Jongin sin delicadeza.

—¿Por qué hiciste eso?

—Me gustas... Lo sabes. Me gustas mucho, no pude evitarlo, lo lamento. Jennie, dame una oportunidad por favor... Yo sé que te puedo enamorar.

—Yo no puedo darte una oportunidad Jongin... —murmuró Jennie pero se arrepintió al ver los ojos cristalinos de aquel pobre chico que se le estaba confesando. Odiaba lidiar con eso— Yo de verdad quisiera pero...

—Hay alguien más, ¿es eso? —Jennie se quedó sin hablar— No me importa tener que luchar por tu amor.

—¡Tengo novio! —soltó de la nada y segundos después se golpeó mentalmente por haber dicho tal mentira.

—Eso no es cierto... —Jongin frunció el ceño— Tú no sales con nadie... De lo contrario ya medio mundo lo sabría.

—Soy muy reservada en cuanto a mi vida personal.

—¿Y se puedes saber quién es tu supuesto novio? —preguntó Jongin con cierta molestia. Dejó pasar un par de segundos en los que Jennie no le daba respuesta y entonces intuyo que todo se trataba de una mentira— ¿Por qué me mientes? No tienes a nadie.

—¡Él! él es mi novio — Jennie vio su salvación en un chico que se encontraba a unos pasos de ellos.

Roseanne.

—¡¿Él?! —Jongin volteó a mirar a Roseanne de los pies a la cabeza— ¿Pero que tiene él que no tenga yo?

Roseanne se encontraba confundida. ¿Estaban hablando de ella?

Volteó a mirar a su alrededor para corroborar que era la única persona que estaba lo suficientemente cerca para escuchar su conversación.

—En el amor no se manda Jongin, lamento decirte que estoy muy feliz con mi relación y no me gustaría tener problemas con mi novio por tus comentarios fuera de lugar, así que te voy a pedir de la manera más amable que de ahora en adelante nos tratemos solamente como amigos —dijo Jennie con firmeza rogando con todas sus fuerzas que aquel chico no la desmintiera porque de lo contrario, tendría a Jongin molestándola por un largo rato.

—¿De dónde se conocen? ¿Por qué nunca los vi juntos antes? —cuestionó Jongin acercándose a Roseanne— Perdóname Jennie, pero yo no puedo creer que tu novio sea éste... Niño.

—¿A quién le has dicho niño? Yo soy toda una... —Roseanne se abofeteó internamente— Soy todo un hombre.

—¿Cuántos años tienes?

—Él no tiene por qué contestarte nada —interrumpió Jennie observando la penetrante mirada con la que Jongin observaba a aquel pobre chico— Basta, no lo mires así, lo intimidas.

—Oh vamos, ¿Necesitas que tu novia te defienda? —preguntó Jongin directamente a Roseanne.

—¿Estás celoso de que lo haga? Estoy seguro que a ti te encantaría que MI novia te defendiera, pero déjame decirte algo, ¡Ella es MI novia! No tuya, así que aléjate de ella —dijo Roseanne logrando que Jennie y Jongin se quedaran boquiabiertos. Afortunadamente se dio cuenta de todo y siguió la corriente a la mentira de Jennie, quizás esto podría sumar puntos a su favor.

—Me iré, pero no porque tú me lo digas, sino porque mi partido de tenis está a punto de comenzar —murmuró Jongin con la mandíbula apretada— Nos vemos hermosa —se dirigió a Jennie lanzándole un beso al aire antes de desaparecer.

—Eh... yo —Roseanne se rascaba la cabeza tratando de formular sus palabras — Me llamo Park Chaeyoung.

—Kim Jennie, un placer —contestó cabizbaja ya que moría de la vergüenza— Yo... Lamento mucho lo que acaba de suceder. Estoy en deuda contigo, ese chico era muy insistente, él estaba comenzando a ser molesto.

—Pues... Si te sientes en deuda conmigo, yo sé cómo puedes pagarme —musitó Roseanne en tono vacilante— Soy nuevo aquí, recién acabo de llegar de Japón y no tengo amigos. Estaría muy feliz de que tú fueses mi primera amiga de Corea.

—¿Eres japonés? No lo puedo creer, tus rasgos parecen coreanos. Yo si soy japonesa, pero mi familia se mudó a Corea hace un par de años por asuntos de trabajo —explicó Jennie con emoción— Y sí, estaría encantada de ser tu nueva amiga.

—No soy japonés, en realidad soy coreano pero me mudé a Japón por la misma razón que tú, por trabajo —murmuró Roseanne con cierta amargura en su voz al recordar que se mudaron porque su mamá se casó con Dong— En fin... ¿Puedo invitarte a comer?

—Con una condición.

—¿Cuál?

—Que yo sea quien te invite... Para así recompensar el mal rato que te hice pasar con Jongin —respondió Jennie con un ligero rubor en sus mejillas.

—No fue un mal rato, al contrario, cuando necesites de tu novio Chaeyoung para salvarte de chicos molestos, puedes llamarme —dijo guiñando un ojo de manera sexy, ¿Desde cuándo Roseanne era tan confiada? Siempre se había catalogado por ser una chica tímida y con problemas de socialización pero ahora mismo estaba coqueteando con una chica, ¡Una chica!— Bien... Acepto que me invites a dónde quieras, así sirve que conozco un poco más de por aquí.

—Bien, ¿tienes auto? Lo pregunto porque de lo contrario podríamos irnos con mi chofer.

—Sí lo tengo, pero mi hermano se ha quedado con las llaves. No estaría mal viajar con un chofer, nunca he tenido ese privilegio —bromeó Roseanne soltando una pequeña risita. Por supuesto que había viajado con un chofer, cuando su padre aún vivía, pero eso fue antes de que Dong llegará a sus vidas y terminará con todo el patrimonio que con tanto esfuerzo había construido su padre— Eres muy hermosa cuando sonríes, ¿sabes? —mencionó al ver como Jennie achicaba sus ojos al sonreír.

—Cielos, es usted muy coqueto Chaeyoung —murmuró Jennie con las mejillas ruborizadas— ¡Ya sé a qué lugar iremos! Ven conmigo —Jennie comenzó a avanzar hasta que sintió como Chaeyoung entrelazaba su mano con la de ella.

—Es para no perderme... Recuerda que no conozco por aquí —mencionó Roseanne mirando sus manos entrelazadas y sonriendo dejando ver un lindo hoyuelo en su mejilla que a Jennie le pareció muy adorable.

[💫]

Lisa observaba detrás de un arbusto como Jisoo discutía con un chico. Hablaban tan fuerte que hasta ella misma desde su escondite podía escucharlos.

¿Debería salir y ayudarla a alejar a ese patán? O ¿Debería seguir escondida aquí en el arbusto?

"Mejor me quedo en el arbusto" Pensó.

—¿Quieres calmarte Jisoo? No es para tanto —el chico trató de tomar las manos de Jisoo pero ésta las alejó enseguida— Déjame explicarte, por favor.

—No tienes que darme ninguna explicación, todo está más que claro. Fuiste tú quién ha inventado el rumor de que nosotros estamos saliendo.

—¡Está bien, yo lo hice! —aceptó con frustración— Pero fue porque era la única manera en que podría sobresalir. Las chicas se mostrarían interesadas en mi si saben que anduve con alguna de las Kim y como Jennie ni siquiera sabe que existo...

—¡Eres un idiota! Solo conversé contigo dos estúpidos minutos y eso fue suficiente como para que difundieras tal mentira —Jisoo golpeó el pecho del chico con enojo— Si algo nos molesta a mi hermana y a mí es tratar con gente interesada como tú.

—Jisoo lo siento... Podemos empezar de nuevo.

—No te quiero cerca de mí y más te vale que desmientas tal chisme porque de lo contrario diré que eres el peor amante del mundo ¿Eso quieres? —el chico negó repetidas veces— Mas te vale limpiar mi nombre, idiota.

Lisa se quedó anonadada desde el arbusto. Vio como Jisoo comenzaba a caminar lejos dejando atrás al chico boquiabierto.

Corrió tras de ella. Quizás éste no era el mejor momento, pero no lo pensó con la cabeza fría.

—Hey... —gritó con las manos en sus rodillas tratando de regular su respiración. Vio como Jisoo volteaba a mirarla de reojo y al instante continuaba caminando— Oye... Te he hablado.

Jisoo la ignoró.

Lisa siempre fue de poca paciencia y esto no pintaba nada bien.

—¡Alto ahí! —Lisa se colocó al frente de Jisoo impidiéndole el paso— Hola.

—¿Qué quieres? No te conozco —respondió Jisoo de mala manera.

—Quiero saber tu nombre.

—¿No lo sabes? Todos en el club saben quién soy, no me hagas reír.

—Yo no lo sé —murmuró Lisa acercándose a Jisoo hasta quedar frente a frente— Me acabo de mudar al país, no conozco a nadie.

— Es una lástima por ti —Jisoo se hizo a un lado para continuar con su camino pero Lisa la tomó del brazo— ¿Por qué me tocas? ¿Quieres que grite y te echen de aquí?

—Me estás dando una muy mala impresión, ¿todos aquí son así?

—¿Así cómo?

—Tan caprichosos —Lisa colocó a Jisoo al frente nuevamente y trató de acercarse más.

"Maldición Lisa, solo bésala."

"¡Bésala ya! Eso siempre funciona en las películas."

"¡Demonios!"

"¡Deja de ser cobarde por una vez en tu maldita vida!"

—¿Eres esquizofrénico? —preguntó Jisoo con cierto temor al ver que Lisa estuvo todo el tiempo hablando consigo misma.

—Hasta para hablar con mi inconsciente soy idiota —golpeó su frente con la palma de su mano— No tengo esquizofrenia, yo solo suelo hablar conmigo mismo a veces.

—Eres raro.

—Debe ser porque estar frente a una chica tan linda como tú, es difícil —dijo Lisa con todo seductor. Jisoo solo la miró con el ceño fruncido.

—Oh, ya veo... Lo siento, eres algo guapo, pero los chicos no me van —dijo y se hizo a un lado para continuar con su camino dejando a Lisa con un tic en el ojo.

—No le gustan los chicos... y yo me corté el cabello y me vestí como uno por ella —Lisa apretó sus puños. Nunca nadie la había rechazado, al contrario, era ella quién rechazaba. Nunca tuvo una novia ya que ella no se consideraba ni lesbiana ni bisexual— ¿Y ahora qué?

Se frotó lo cara para despertar de su trance y corrió nuevamente para alcanzar a Jisoo.

—¿Y ahora qué? —preguntó Jisoo con molestia al ver que Lisa la seguía— Ya te dije que no me gustan los chicos, ¿puedes dejarme en paz?

—¿Has tenido novio antes?

—Sí y fue espantoso.

—Yo soy diferente, puedo probártelo.

—¿Ah sí? —preguntó Jisoo con una ceja elevada— ¿Y cómo vas a hacer eso?

Sin pensarlo dos veces Lisa unió sus labios junto con los de ella. Jisoo estaba en shock, intentó zafarse pero Lisa era más fuerte y se lo impidió colocando una de sus manos tras su nuca y otra en su cintura. Tras unos cuantos forcejeos simplemente se dejaron llevar por el momento.

Jisoo asoció esto a que hacía mucho tiempo que no besaba, tal vez era por eso que su cuerpo reaccionaba involuntariamente ante las caricias del chico desconocido.

Lisa por su parte estaba muriendo por dentro. Era la primera vez que besaba a una mujer y la verdad es que no se sentía nada mal.

Su idea era solo un simple choque de labios inocente, pero de la nada su beso se volvió feroz y hambriento.

Cuando les hizo falta la respiración decidieron separarse lentamente. Jisoo se tocó sus labios sintiéndolos rojos e hinchados y Lisa se tocó el pecho como si eso de alguna manera fuese a calmar el ritmo de los latidos de su corazón.