Capítulo 1: Sin Opciones
Seúl Corea
Diciembre 02 de 2019
—Estoy realmente feliz de saber que van a dar el siguiente paso. No pudieron encontrar a un mejor partido que a los hermanos Park —mencionó Taeyang mientras extendía su copa de vino al centro de la mesa— Brindo por la felicidad de mis hijas y sus futuros esposos.
—A mí me parece que tres meses de conocerse es muy poco tiempo como para decidir casarse —comentó Hyorin con cierta preocupación— Creo que es demasiado pronto.
—Cariño, Chaeyoung y Lin han demostrado que de verdad quieren a nuestras hijas ¿No es así, chicos? —preguntó Taeyang directamente a Roseanne y Lisa quienes se encontraban sumamente nerviosas y culpables a la vez— Por favor, díganle a mi esposa que sus intenciones son buenas. Solo se siente un poco mal de dejar volar a sus hijas, pero es algo normal.
—Es verdad... Nosotros amamos a sus hijas —murmuró Roseanne entrelazando la mano de Jennie con la suya y dando un beso en los nudillos— Mucho.
—¿Qué esperas? Besa mi mano también —murmuró Jisoo a Lisa extendiéndole su mano.
—Ah... Sí —Lisa besó la mano de su ahora prometida— Nuestras intenciones para con sus hijas son buenas. Por eso hemos decidido hacer las cosas bien.
—¿Lo ves, querida? Se quieren mucho —dijo Taeyang esbozando una sonrisa hacia su esposa— Hubiese sido mejor que me avisaran con tiempo para poder hacer una gran fiesta con todos nuestros amigos.
—Preferimos que fuera algo más íntimo padre —admitió Jennie— Queríamos que fuera una sorpresa.
—Ah pero eso sí, como la boda será doble tienes que hacernos una fiesta lo doble de grande —incluyó Jisoo con una sonrisa de oreja a oreja— Quiero luces de colores por todos lados, arreglos con flores bonitas, meseros con uniformes elegantes, mucho de mi vino favorito...
—Oh, la tendrán, por supuesto que sí —murmuró Taeyang— Pero también quiero nietos, y los quiero pronto... Aún me siento con energías de cuidar a pequeños.
Jisoo hizo una mueca de desagrado al escuchar eso.
—Aún no estoy preparada para renunciar a mi escultural cuerpo papá —dijo Jisoo llevándose la copa de vino a sus labios— Pero ya vendrán en su momento.
—¿Qué me dices de ti Jennie? —preguntó a su otra hija.
—Me encantaría ser madre —admitió Jennie y Roseanne sintió su cuerpo tensarse— Pero como lo dijo Jisoo, todo vendrá a su momento.
—Con eso me basta. Bien, ahora brindemos por su felicidad.
Todos extendieron su copa al centro y brindaron por el reciente compromiso.
Taeyang se encontraba muy contento, puesto que siempre se había preocupado porque sus hijas encontrasen a buenos hombres que las cuidaran y las quisieran por lo que son, no por lo que tienen. Estuvo mucho más tranquilo cuando se enteró de que los hermanos Park vienen de una familia bastante bien posicionada.
Por otra parte, Hyorin no se encontraba muy convencida de que se casaran tan pronto. A pesar de no ser la madre biológica de Jisoo, la quería como si de verdad lo fuera y el cariño era mutuo. Para ella, las dos eran sus hijas y aunque todos dijesen que estaba exagerando, no iba a dejar de preocuparse por su bienestar.
Roseanne se sentía tan mal, tanto que le costaba poder mirar a Jennie a la cara.
Era una mala persona.
¿En qué momento aceptó hacer tal atrocidad?
Quería el perdón de Jennie.
Y Lisa quería el perdón de Jisoo.
Osaka Japón
Agosto 24 de 2019
—Tengo un trabajo para ustedes —mencionó Dong mientras ponía una carpeta con información sobre la mesa— Será el último favor, después ya no sabrán más de mí.
—Ya estoy harta de que tengamos que mantenerte, eres un inútil bueno para nada —escupió Lisa.
—Esa no es manera de hablarle a tu padre, jovencita.
—¡Tú no eres mi padre!
—Tranquila Lisa —Roseanne posó su mano sobre el hombro de su hermana— ¿De qué se trata?
—¿Vas a acceder a lo que éste monstruo quiere? —preguntó Lisa incrédula.
—Si es la única manera en que nos deje en paz... Estoy dispuesta a hacerlo —murmuró con resentimiento.
Dong se casó con su madre a base de engaños y cursilería barata. Les hizo creer que era el hombre perfecto, aquel que cuidaría de ella y la haría feliz.
Lastimosamente fue todo lo contrario.
Solo se casó con ella por el dinero que heredó cuando su padre murió.
Lo que no sabía era que solo le había dejado una cuarta parte de toda su fortuna, lo demás lo había donado a la beneficencia. O al menos eso era lo que él creía.
Como era de esperarse, arrasó con el dinero gastándolo a manos llenas y como consecuencia ahora estaba en banca rota.
Desde hace ya varios meses se llevó a su madre y ha evitado todo tipo de contacto entre ellas. Es la mejor manera de sacarle una buena cantidad de dinero a sus hijastras, de lo contrario ya lo hubiesen botado a la calle.
—Quiero ver a mi madre, si no, no haré nada de lo que pidas. Te exijo que me lleves donde mi madre —habló Lisa en tono firme, pero apretó la mandíbula cuando vio a Dong reír— ¿Qué es tan gracioso?
—No estás en posición de exigirme, niña —Dong se sentó y cruzó sus piernas llevándose un cigarrillo a la boca— O hacen lo que les digo, o no vuelven a ver a su madre, ¿entendido?
—¡Maldito bastardo! —Lisa estaba a punto de lanzarse a golpes a su padrastro de no haber sido detenida por su hermana— ¡Roseanne suéltame! Le voy a dar su merecido a este hijo de p-
—Déjala, que me pegue. Al parecer no quiere ver a su madre otra vez.
—¡Lo haré! —dijo Roseanne. Lisa protestó enseguida pero fue callada por su hermana— Pero me darás tu palabra de que no te volveremos a ver. No quiero que te acerques a mi madre.
—De acuerdo —contestó Dong encogiéndose de hombros— Les daré mi palabra de que me voy a ir lejos.
—Yo no creería en su palabra Roseanne —murmuró Lisa con la vista puesta en Dong.
—No tenemos más opción Lis, hagámoslo por mamá —suplicó Roseanne y Lisa terminó por aceptar dando un fuerte suspiro.
—Bien... ¿Qué quieres? —preguntó Lisa de mala gana.
—Hace unos años trabajé con un empresario de nombre Kim Taeyang, aquí en Osaka. Un día hizo recorte de personal y me quedé sin trabajo, fueron meses duros. Poco después se mudó a Seúl junto con su familia —explicó Dong con la mirada perdida— Quiero su fortuna, o al menos parte de ella. Ese tipo es asquerosamente rico.
—¿Qué? —Lisa rodó los ojos con exasperación— ¿Quieres que vayamos a su empresa con una pistola en mano y le digamos, "¡Esto es un asalto, danos todo tu dinero!"? Esto es ridículo Roseanne —se dirigió a su hermana esta vez.
—¡No seas tonta! —Dong golpeó su puño contra la mesa— Me van a llevar hacia él por medio de sus hijas.
—¡¿Qué?! ¿Quieres que lleguemos con sus hijas y les digamos "Hola, ¿quieren ser nuestras mejores amigas? Es que nuestro padrastro quiere robarle la fortuna a su padre" —dijo Lisa con evidente sarcasmo.
—¡Cállate ya! —gritó Dong.
—Habla claro, ¿qué es exactamente lo que quieres? —preguntó Roseanne sin ninguna expresión en su rostro.
—Se van a casar con las hermanas Kim.
—¡¿Qué?! —saltó Lisa— ¿Las hermanas Kim son gay?
—No, que yo sepa —respondió Dong— Ustedes fingirán ser "chicos". No pienso arriesgarme a que el idiota de Taeyang sea homofóbico y como no tengo otra maldita opción, tendrán que hacerlo de esa forma —Lisa comenzó a reír a carcajadas haciendo a Dong fruncir el ceño.
—Vaya... Que cómico —se tocó el estómago y limpió un par de lágrimas de sus ojos debido a su inminente risa— Debes estar bromeando.
—Creo que habla en serio —murmuró Roseanne al ver el semblante de Dong— Casarse es demasiado... Podemos fingir ser pareja, enamorarlas, ¿qué se yo? Pero ¿casarse? Eso es ir demasiado lejos. Además no creo que sean tan tontas como para no darse cuenta de que no somos "chicos".
—A mí no me importa lo que tengan que hacer. Mientras más pronto lo hagan, más rápido verán a su madre. Y tengan mucho cuidado con mencionar esto a alguien... De lo contrario les juro con mi vida que no vuelven a ver a su madre en su maldita vida ¿De acuerdo? —Dong salió de la habitación guiñando un ojo.
—Imbécil... —Lisa maldijo una y mil veces el nombre de Dong— Roseanne, no pensarás hacer lo que ese hombre dice, ¿o sí?
—Extraño mucho a mamá, Lisa... Solo quiero que ella vuelva —susurró Roseanne con los ojos cristalinos— No quiero que Dong le haga daño.
—¿Te das cuenta de lo que él pidió? Roseanne, yo no soy gay, ¿cómo se supone que tenga que enamorar o casarme con una mujer? —Lisa se frotó la cara con desesperación— Denunciemos a Dong.
—¡No! — gritó Roseanne— Ese maldito es capaz de cumplir su palabra y hacerle daño a mamá.
—Pero Roseanne... Lo que él está haciendo es un delito, eso se llama secuestro y merece ser castigado.
—Por favor Lisa... No quiero arriesgar a mamá. Si tú no quieres hacerlo, está bien, seré yo quien lo haga.
—¿De verdad piensas que te voy a dejar sola en esto? No lo haré —suspiró Lisa— Solo espero que no lamentemos esto después.
Seúl Corea
Septiembre 01 de 2019
Después de una semana atareadas, las hermanas Park llegaron a Seúl.
Dejar su país indefinidamente era difícil. Tuvieron que abandonar su empleo y pensaron en vender parte de sus cosas para poder costear su viaje de no haber sido por su amiga Mina quien les hizo un préstamo bastante generoso.
Alquilaron un departamento cómodo para guardar las apariencias, se compraron ropa nueva y se cortaron el cabello, cosa que fue la más difícil.
—Ya me estoy acobardando de hacer esto Roseanne —confesó Lisa al mirarse al espejo— Sinceramente no parecemos chicos, ni siquiera tenemos el cuerpo de uno. Además vendarse los pechos es demasiado incómodo.
—Tenemos suerte de ser planas... —Roseanne se despeinó el cabello— Sí parecemos chicos... un poco bastante afeminados, pero lo parecemos.
—Roseanne... Esto saldrá muy mal, lo presiento.
—Deja de ser tan negativa Lisa. Piensa en que esta es la única manera de deshacernos de Dong.
—Ya me lo has repetido mil veces —se quejó con una mueca— ¿Cómo vamos a acercarnos a las Kim? —Roseanne sacó la carpeta de información que Dong les dio.
—Ellas suelen acudir a un club deportivo. Es la única manera en que podemos coincidir con ellas sin que estén rodeadas de personal de seguridad y esas cosas.
—Demonios... —Lisa leía— ¿Cómo rayos consiguió Dong toda esta información tan personal?
—No quiero ni imaginarlo —respondió Roseanne— Dong es capaz de cualquier cosa.
[💫]
—Iremos al club mañana, ¿verdad hermanita? —preguntó Jisoo observando como Jennie leía detenidamente su libro— Hey... Me lo prometiste.
—Sabes que es incómodo para mi ir cuando Jongin no deja de acosarme todo el tiempo.
—Esta vez no te dejaré sola, lo juro...
—Sí claro, siempre dices eso y terminas abandonándome para irte detrás de cual chica que se te pase enfrente —murmuró Jennie con molestia— No es algo que debas seguir haciendo, no es correcto. Papá no lo aprueba y tú lo sabes.
—¿Qué no es correcto? ¿Sentirme atraída por las mujeres? —Jennie asintió— Es algo que no puedo evitar Jen, está en mis genes, además no tengo la culpa de que Dios haya hecho más hermosas a las chicas, eh.
—Tarde o temprano tendrás que casarte, formar una familia ¿Y adivina qué? No podrás hacerlo si estás con una mujer, eh.
—Que homofóbica —gruñó Jisoo.
—No soy homofóbica Chu, solo soy realista. No te veo en un futuro casada con una mujer
—Pues adivina qué, yo si te veo a ti casada con una —bromeó Jisoo haciendo que Jennie la mirara con desaprobación— Ya te llegará el amor y entonces podré gritarte que te lo dije y luego burlarme en tu cara.
—Pero que cosas dices —Jennie rodaba los ojos— Eso no pasará.
—Ajá, si claro, entonces ¿Iremos al club mañana?
—De acuerdo... Pero te advierto que si me dejas, será la última vez que te acompañe ¿Bien?
—Entendido hermanita —contestó Jisoo abalanzándose contra su hermana para llenarla de besos— No dejaré que Jongin se acerqué a ti.
—Voy a confiar en ti —murmuró Jennie tratando de apartar a Jisoo de su cuerpo— No me gustan los besos, para por favor...
—Te estoy dando amor, yo sé que te gusta —comenzó a hacerle cosquillas— Ya te urge encontrar a un novio, o novia. Quizás eso te quite el mal humor.
—¡Ah! ¡Para! —Jennie se retorcía de la risa, incluso estaba por dejar salir un par de lágrimas— Y yo no... N-no estoy de mal humor... Solo soy seria.
—De acuerdo... —Jisoo finalmente se apartó de su hermana y se acomodó el cabello— Si tú lo dices.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro