El señor Kim Taehyung se la pasó toda la tarde conmigo, me hizo de comer, miró televisión conmigo hasta que llegó la noche y le dije que yo haría de cenar, el asintió con una sonrisa que me motivó a que pusiera todo mi empeño en la comida, su olor estaba por toda la casa envolviendome, ese olor a café y madera me calmaban por completo.

Gracias a mis aburrimientos anteriores, me ponía a ver tutoriales de cocina para poder preparar lo que se me antojará, Soohun no tenía problemas en comprar la despensa y así yo tomar lo que quisiera.

Obte por salmón y una ensalada con una cama de arroz, mientras estaba sellando el filete, sentí su aroma más cerca, volteé a ver hacia atrás y ahí estaba, mirándome desde la entrada de la cocina recargado en la pared, me sonroje instantáneamente sin duda ese Alfa tenía una mirada profunda que me hacía revolotear por dentro.

Seguí cocinando, hasta que su olor prácticamente estuvo encima mío, miré a un lado y él observaba todo lo preparado.

―¿Necesitas ayuda?.―Me preguntó la cuál yo negué sonriendo.

Me sonrió de vuelta y ya habiendo terminado, apagué la estufa y puse el filete en el respectivo plato, empecé a servir bajo su atenta mirada y le señalé que tomara asiento, puesto que yo lo quería atender, asintió y se encaminó a la mesa que estaba ahí mismo en la cocina, poco a poco empecé a llevar los recipientes de guarniciones, para luego llevar los platos con la comida, solo quedaba la jarra de jugó de uva la cuál me gustaba mucho.

―Huele delicioso, estoy salivando.―Aquellas palabras dichas perfectamente entendí la indirecta, lo miré sonrojado.

―Alfa, no hables así.―Hice señas con las manos, la cuál entendió perfectamente.

―Eres tan lindo cuando te sonrrojas.―Acarició mi mejilla y sonreí.

―Coma, se enfría.―Leyo mis dedos y asintió.

Lo ví cortar un trozo de del filete de salmón y llevárselo a la boca, yo estaba algo ansioso, en verdad quería le gustará mis dotes culinarios, lo observé mascar minusiosamente, saboreando el bocado, tragó y me volteó a ver con una sonrisa grande.

―Muñequito, está delicioso, ¿Dónde aprendiste a cocinar?.―Corto otro trozo de filete y lo junto con la ensalada.

―Estando solo todo el día aquí, me aburría y empecé a ver tutoriales de comida, tenía esperanza de que alguien más la probase.―Leyo mi mano y asintió.

―Pues ya llegué, cariño, todo lo que prepares tú lo comeré sin dudar.―Tomo mi mano libré y acaricio el dorso de ella, me estremecí completamente y mi lobo estaba babeando por la atención del Alfa.

Terminamos de cenar y el señor Kim insistió en lavar los platos, yo fuí a mi habitación para darme un baño y ponerme una pijama cómoda, tenía cierta esperanza de que aquel Alfa compartiera su calor conmigo está noche.

𝐶𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑎𝑟𝑎...