Capítulo 7
Sentía que su sonrisa estaba entumeciendo sus mejillas, pero no podía dejar de tenerla plasmada en su rostro.
Estaba despierto desde hace unos minutos atrás... u horas, realmente no sabía cuánto tiempo tenía mirando a Jin dormir frente a él con los cálidos brazos envolviéndolo.
Estaba seguro de que su alfa podría gritar del susto si despertaba y miraba la intensa observación que mantenía sobre él con esa sonrisa tan enorme en su rostro. Probablemente en ese momento daba miedo. Aunque lo sabía, no podía ocultar la felicidad de estar envuelto entre la fuerte presencia de su alfa, incluso estaba ignorando su estómago que hacía fuertes ruidos de reclamo por no obtener comida, había caído dormido después de cortar la llamada con Hoseok y al ver a Jin las ganas de comer quedaron muy por detrás de sus otros deseos y emociones. Su celo había golpeado justo después de que el primer nudo de su rubio alfa se deshiciera y habían pasado gran parte de la madrugada tratando de calmar su calor, ahora su cuerpo exigía recuperar todas las calorías perdidas.
— Parece que hay una feroz pelea en tu estómago.
La voz de Jin era lenta y un poco rasposa cuando habló moviendo apenas los voluminosos labios, él quedó atrapado en el sensual movimiento con su cerebro desconectado por completo. Casi escapa un gemido de sus labios al recordar como se sentían ese par mientras se besaban la noche anterior hasta que una risa le recordó que el mayor estaba despierto y no tardó mucho para poder encontrarse con los ojos color ocre que le devolvían la mirada.
— ¿Por qué no te has levantado para ir a desayunar?
Sus mejillas se encendieron al saber que el ruido de su estómago no había pasado desapercibido y lo más inteligente que pasó por su mente en ese instante fue esconder su rostro en el hueco que se formaba entre el cuello y hombro del alfa.
Quizás salir de la cama y bajar a la cocina hubiera sido la mejor elección ya que sus estómago eligió ese momento para lanzar el más fuerte de los ruidos hasta ese momento provocando la risa en Jin.
— Vamos, tenemos que alimentarte antes de que pienses que yo soy alimento.
El mayor lanzó lejos las cobijas permitiendo que el fresco aire de la mañana erizara su caliente piel. Un estremecimiento recorrió su cuerpo y tenía que aceptar que en parte se debía al frío que fue expuesto. La otra parte era por la vista de un desnudo Jin caminando por la habitación sin ningún tipo de vergüenza.
El alfa simplemente quitaba el aliento.
Sus hombros amplios descendían hasta una estrecha cintura para continuar en unas caderas fuertes y proporcionales que finalizarán en unas piernas definidas. El volumen de los músculos no era exagerado, simplemente se definían por suaves líneas que no dejaban ninguna duda de la fuerza viril que poseía. Ese alfa parecía pertenecer a una pasarela para ser admirado y envidiado.
— Deja de verme de esa manera. No haremos absolutamente nada hasta que tu estómago esté lleno.
Tuvo que separar la vista del cuerpo del mayor y se giró al lado opuesto con un nuevo y más intenso sonrojo extendiéndose por su cuello y rostro.
Cubrió nuevamente su cuerpo para evitar que el alfa notara su erección y oliera su lubricante, aunque la risa que escuchaba de alguna manera le dijo que ya había sido descubierto.
Cajones de deslizaron una y otra vez, pero no se sentía aún con la fuerza suficiente para volver echar un vistazo y no babear con toda la piel expuesta que el alfa le mostraba.
Un grito muy agudo abandono sus labios cuando las cobijas fueron arrebatadas de sus manos y su cuerpo quedó expuesto a la mirada del mayor. Solo fue capaz de pasar saliva mientras Jin se inclinaba sobre él con movimientos lentos que podían compararse con un depredador acechando a su presa, incluso la mirada de ojos en el contrario era hambrienta.
Su labio inferior quedó apresado entre los contrarios e inmediatamente su cuerpo en celo tomó el control olvidando cualquier sentimiento de timidez que había tenido anteriormente, sus manos se apresuraron a enredarse en las hebras de cabello rubio atrayendo al alfa aún más cerca y sus piernas rodearon las estrechas caderas con fuerza para evitar que se alejara.
Estaba besando de manera desesperada, como si Jin fuera todo el oxígeno que necesitaba para vivir. Su lobo aullaba en su interior llenándolo de un sentimiento de felicidad con cada segundo que su alfa mantenía el toque posesivo sobre su cuerpo. Protestó y trató de evitar que el mayor se alejara, simplemente no estaba listo para alejarse del sensual beso que erizó su piel y despertó sus sentidos, quizás nunca se sentiría preparado para dejar de estar recibiendo esas atenciones del mayor, pero sus protestas no hicieron frente a la fuerza con la que su alfa lo alejó del suave colchón de su cama para dejarlo de pie, muy desnudo.
De nuevo fue testigo de como el hambre oscurecía el ocre en los ojos del rubio cuando recorrieron, escanearon, cada centímetro de su piel expuesta. Su instinto de cubrirse era fuerte pero su omega bebió la atención del alfa y alzó su hocico orgulloso en su interior queriendo más de esa evaluadora mirada.
— Me estas haciendo difícil seguir con mi decisión de aliméntate primero. — Besos suaves se esparcieron a lo largo de su cuello y hombro mientras el aroma a bosque inundaba cada pequeño espacio de su habitación. — Tu aroma es tan dulce... — No se resistió contra su instinto de bajar sus párpados e inclinar su cabeza, simplemente el deseaba estar a merced de su alfa. — Y tu lubricante huele tan delicioso que casi puedo saborearlo en mi lengua.
Sus inhalaciones parecían no llevar el suficiente aire a su caja torácica cuando sintió la lengua de Jin trazar el lóbulo de su oreja y las manos grandes descansando en la curva de su cadera. Pequeños círculos fueron dibujados con el pulgar del mayor sobre su desnudez mientras el par de esponjosos labios se encargaba de cubrir de besos en su cuello y a lo largo del hueso de su mandíbula.
Sus párpados revoloteaban una y otra vez, quería mantener su mirada en lo que el alfa estaba haciendo en su cuerpo, pero el placer del suave toque simplemente mantenía a sus ojos queriendo cerrarse y solo permitir que la sensación placentera aumentará.
La seductora muestra de besos terminó muy rápido si le preguntaban a él. Una de sus playeras limpias interrumpió el roce de su piel contra la del mayor.
— No hagas pucheros Jimin y ayúdame a pasar tus brazos por las mangas. — A regañadientes hizo lo que Jin le pedía, pero no estaba ni un poco contento de vestirse, aunque la playera fue lo único que el mayor le puso. — Vamos a alimentarte y después volveremos a ducharnos. Hoy tendré que irme un poco más temprano para ir a mi departamento por un cambio de ropa, pero te prometo que mañana me quedaré más tiempo.
El recordatorio de que Jin se iría a su trabajo no le sentó nada bien a su omega en celo. Un dolor en su pecho comenzó a florecer cuando el mayor lo arropó entre sus brazos eliminando el sentimiento con su aroma tranquilizante.
— No te pongas triste Jimin, se que esto es algo que no queremos, pero Minjae tiene que enterarse por nosotros y no por terceros. Hoseok está enterado de que vine a traer tu comida y no les costará mucho enlazar mi ausencia en el trabajo.
— ¿Pero cuando le diremos?
Esa era la cuestión que causaba dolor en su corazón, realmente odiaba la idea de lastimar a Minjae cuando la verdad fuera expuesta, o mejor dicho le avergonzaban las decisiones que tomó en el pasado, las mismas que lo llevaron a no terminar su relación con el menor y no decirle lo que estaba sucediendo.
— Se que quiero decirle lo más pronto posible, pero también soy consciente de que tenemos que planear bien la conversación. No le será fácil para él escuchar que hemos compartido dos de tus celos.
Lágrimas comenzaron a descender por su rostro cuando la realidad lo golpeó una vez más. Jin era su alfa destinado, pero Minjae seguía siendo su novio y absolutamente nada justificaba la manera en que lo estaba engañando, pero tampoco era capaz de dejar su corazón fuera cuando estaba frente a Jin.
Al estar con su alfa parecía que el mundo externo se desvanecía a su alrededor y solamente estaban ellos dos para amarse. Pero una vez que esos momentos terminaban y veía a Minjae, la culpa y la vergüenza lo hacían querer llorar hasta que sus ojos se secaran y su cuerpo colapsara de cansancio.
— Ya mi pequeño, por favor no llores.
Brazos fuertes lo acunaron y se odio un poco a sí mismo cuando la paz lo invadió con tanta rapidez que casi olvida por lo que lloraba en primer lugar. Se quedó ahí bebiendo de las atenciones que el mayor le daba y dejando que el aroma calmará a su omega.
— Soy alguien malo...
— No, no lo eres Jimin.
— Ni siquiera me puedo sentirme mal en este momento cuando tu aroma me rodea y realmente tengo que estarme sintiendo vergüenza de mi mismo por lo que le estoy haciendo a Minjae. — Apretó sus brazos alrededor del cuello del más alto, ocultando de esta manera su rostro cuando las lágrimas comenzaron a disminuir. Tenía que sentirse mal, pero el sentimiento de calma comenzaba a crecer en su interior.
— Mi pequeño, antes de hablar con Minjae quiero que tú entiendas que el culpable en esta situación soy yo. Manejé todo mal desde el primer segundo en que nos conocimos y solo tome peores decisiones desde entonces — las palabras fueron acompañadas de un largo suspiro que denotaba mucho cansancio en Jin —. Soy el mayor y sin embargo soy quien esta causando tanto daño en mi precioso omega y mi querido hermano. Permítete ser quien arregle esta situación y asuma la culpa.
— Pero-
— Basta, tú ahora estás en celo y lo único de lo que te tienes que preocuparte es de ser mimado. Hablaremos de esto después.
Jin se estaba apartando emocionalmente, podía verlo con claridad porque esa fue la misma mirada que le dio el día en que se conocieron. Pero su mente realmente estaba comenzando a nublarse y sus pensamientos comenzaban a ser dispersos cuando el calor envolvió su cuerpo por debajo de su piel. Él no controlaba las oleadas de calor durante sus celos, pero sinceramente era el momento más inoportuno para que comenzará a suceder.
— Puedo oler tu necesidad y aunque odio hacer esto, me parece que es momento de que tomes tu supresor porque pronto me estaré yendo.
Las palabras de Jin ya estaban dejando de tener sentido para él, su mente estaba totalmente enfocada en el deseo que su omega estaba sintiendo. Simplemente se quedó laxo permitiendo que su alfa lo tomara entre sus brazos y lo llevara a la cocina. Abrió los labios con obedientemente cuando los dedos del rubio dejaron algo en su lengua y tomó completamente el vaso de agua que le era ofrecido.
Todo después de eso era difuso, solo estaba seguro de que había comido, Jin lo había duchado y finalmente el mundo quedó fuera cuando el sueño ganó la batalla en su cuerpo.
Alejarse de Jimin fue una gran pelea con su lobo, pero fue verdad lo que le dijo al pequeño omega, Minjae necesitaba escuchar de ellos mismos lo que estaba sucediendo y no de terceros.
Aun no tenía ni idea de cómo comenzar la dolorosa conversación con su hermano pequeño, pero ya estaba bastante cansado de fingir.
"Lo que no tendrías que estar haciendo en primer lugar si no te hubieras comportado de manera tan estúpida en el pasado"
Cerró con fuerza la puerta de su departamento y apoyo la frente contra ella deseando sinceramente regresar el tiempo justo a ese momento donde conoció a su dulce Jimin, pero quien no tenía una fecha específica a la cual regresar y actuar de otra manera.
Exponer la verdad y tratar de que Jimin fuera perjudicado ciertamente iba a ser complicado, pero el cambio en la relación con su hermano menor iba a ser un golpe tan duro que esperaba no derrumbarse.
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