Capítulo 5
Oficialmente esa era su peor semana del año.
Durante la fiesta de Namjoon y Jungkook solo logró cruzar un par de palabras con Jin antes de que este fuera cortante con su respuesta. Había esperado por días la oportunidad de escuchar la voz de su alfa o de lograr que el par de ojos contrarios lo mirara, pero no logro ni siquiera una pizca de la atención que tan impacientemente anhelaba.
Su lobo se sentía demasiado desesperado por su alfa, sentía un dolor muy profundo en su corazón con cada rechazo que sufría de parte del mayor. Realmente parecía que estaba muriendo lentamente, sus ganas de despertarse día con día disminuían.
Así que ese día, durante la fiesta, solo había iniciado su peor semana. Al día siguiente sus padres le informaron que en dos días estarían yendo a Busan a visitar a la abuela junto a su hermano y que llevarían a su hermano Jihyun con ellos, solo él no podía ir porque su calor estaba cerca y los omegas tenían prohibido viajar en esas condiciones, a pesar de tomar supresores de celo.
Y para terminar con las malas noticias, Minjae le había advertido que esos días tendría horas extra por falta de personal en su trabajo.
Realmente la mala suerte estaba agarrada de su mano esos días.
Se sentía abandonado. No quería ser melodramático, pero realmente sería el primer celo que pasaría sin la compañía de nadie, no tendría un compañero que lo ayudara con su calor ni tendría los brazos de su familia que lo arrullara mientras los supresores de su celo hacían efecto.
Su celular volvió a sonar y ni siquiera tuvo que ver el identificador de llamadas para saber que Hoseok nuevamente lo llamaba para monitorearlo, después de cuarenta minutos desde su última llamada.
— Hola Hobi.
— ¿Realmente estas seguro de que no quieres que vaya a tu casa? — Casi podía asegurar que su pelirrojo amigo omega tenía un enorme puchero en los labios. — Es imposible que Namie se moleste por algo así, déjame acompañarte.
— No será necesario Hobi. — En ese momento lo creía más que necesario, pero no le robaría a su amigo el tiempo que compartía con Namjoon. — Me tomaré los supresores y dormiré como un cachorro toda la noche, es mejor que me hagas compañía por la tarde cuando salgas de la academia de baile.
— Pero no quiero que estés solo Minie.
Tampoco le gustaba la idea de quedarse solo.
— Estoy seguro de que estaré bien, pero si realmente me siento mal te llamare, te lo prometo.
— Bien, no me gusta pero me conformo con esa promesa. No importa a en que momento llames yo iré Minie.
— Lo sé Hobi. — Lo sabía con certeza y agradecía tener al omega de amigo. — Ahora deja de ser todo protector y vete a los brazos de tu novio.
— Claro, después de pedirle a Jin-hyung que me haga mucha, mucha comida para ti. Te la llevare en un rato, nos vemos Minie.
Tuvo que morder fuerte su labio inferior para no soltar un gemido bajo con la sola mención de su alfa. — Nos vemos en un rato Hobi.
Sintió un amargo sabor de boca por emocionarse al saber que Jin prepararía comida para él, el alfa lo haría como un favor hacia Hoseok pero desesperadamente tomaba cualquier mínima muestra de atención del alfa completamente sediento de su afecto.
Las lágrimas se acumularon rápidamente en sus ojos impidiendo que se moviera de su cómodo sofá, su cuerpo ya se había quedado sin energía y dejó que su lobo se hiciera cargo mucho antes de que su celo iniciara. Simplemente quería desconectar su mente de todo lo que lo rodeaba, si Hoseok llegaba más tarde no sería extraño que lo encontrara llorando de esa manera podía culpara su estado sensible a su celo cuando la realidad era que no había sido plenamente feliz desde que sufrió el rechazo de su alfa destinado.
Le faltaba la mitad de su alma.
— Jin-hyung, Hobi quiere pedirte algo.
Dese su lugar en la mesa de la amplia cocina notó como el pelirrojo omega daba un ligero golpe en el brazo de Namjoon mientras el castaño sonreía como si hubiera hecho una travesura con su comentario.
Le encantaba la pareja que esos dos formaban.
— Dime Hobi.
— Esque... él celo de Jimin comenzará estos días y... pues yo no soy muy bueno cocinando...
Le regaló una sonrisa al omega esperando que esta fuera lo suficientemente buena como para ocultar la verdadera reacción que recorría su cuerpo. Había un cosquilleo en las palmas de sus manos al recordar lo suave que se había sentido la piel de Jimin cuando el tierno omega se entregó a él meses atrás.
Pero no sólo lujuria llenaba su mente.
Necesidad era la palabra más cercana a lo que sentía. Necesitaba dejar de torturarse con la lejanía de su tierno omega. Necesitaba estrechar entre sus brazos el delgado cuerpo y prometerme seguridad. Necesitaba gritarle a todos que los dos se pertenecían. Pero Necesitaba aún más ver felicidad en los hermosos ojos azul-grisáceos y no la tristeza que siempre notaba cubriendo el bello color.
— Le prepararé suficiente comida para varios días Hobi.
— Gracias hyung. — Se ganó un cariñoso abrazo agradecido del pelirrojo cuando en realidad él era quien agradecía tener una excusa para cuidar del tierno omega. — Me siento mal de que pase solo su celo, justo sus padres tenían que ir a Busan.
La información lo inquieto y lo puso feliz. Un omega en celo tenía que ser cuidado y mimado, con o sin supresores en su sistema, Jimin podría sentirse solo y triste si no había nadie a su lado y su corazón latía dolorosamente al saber eso. Pero estaba feliz de confirmar que Minjae pasaría sus noches durmiendo en la estación por las horas extra a las que se estaban enfrentando por falta de personal.
Se sentía un egoísta por siquiera tener ese pensamiento, pero no podía evitarlo.
— ¿Le llevaras la comida Hobi?
— Si — contestó distraídamente el pelirrojo mientras se abrazaba al cuerpo del alto beta —, ¿por qué Jin-hyung?
— Solo preguntaba.
Por favor no pensemos en hacer una idiotez, rogó a su mente.
— 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 —
En realidad había hecho una idiotez.
¿Por qué no mantuvo su boca cerrada?
Inhaló y exhaló tratando de tranquilizar su acelerado corazón pero simplemente era difícil cuando se encontraba tan cerca de Jimin. Sólo unos cuantos pasos lo separaban de la puerta de la casa de Jimin y su lobo ya estaba exigiendo ver a su tierno omega.
No debería de estar allí entregando la comida en lugar de Hoseok, pero necesitaba saber que el menor estaría bien estando solo, solo se aseguraría de ello y daría media vuelta sin mirar atrás.
Si claro, no te detendrán a mirar los bonitos ojos y babear por lo hermoso que es.
Ignoró a la parte sarcástica de su mente que siempre tenía algo que recordarle y toco el timbre. Ya había creado una excusa para darle a Jimin del porqué estaba él ahí entregando la comida y no Hoseok, también tenia planeado quitarse merito en cuanto a la preparación de esta.
Volvió a tocar el timbre cuando no escucho movimiento y una tercera vez cuando siguió sin tener respuesta.
Giro la manija de la puerta de entrada pidiéndole mentalmente a la Luna que no estuviera cerrada, cuando la puerta cedió fácilmente corrió al interior olfateando el aire para encontrar a Jimin más rápidamente. Fue fácil, con el omega entrando en celo su aroma era aún más intenso y dulce, estaba profundamente dormido en el sofá con la piel blanca cubierta por un rubor rosa suave y combinando con el sedoso cabello enmarañado que iba en todas direcciones.
Poso ligeramente sus dedos en la frente para confirmar que la temperatura estaba alta, el segundo indicio, después del aumento de aroma, de que su celo estaba a poco de iniciar.
Husmeo un poco buscando la cocina para guardar la comida que aún tenia consigo, no se sentía correcto, pero tampoco quería despertar a Jimin cuando se podía notar que estaba cómodo.
Guardó todo en orden haciéndose una nota mental de cocinar un poco más en un par de días y volver a mandarlo con Hoseok para que se asegurará de que su pequeño omega tenía suficiente comida para alimentarse.
Volvió a la sala cuando se aseguró de dejar todo en orden y volvió una vez más para admirar el sueño del menor. Hubo un ligero temblor que rápidamente pensó en calmar envolviendo al pequeño entre sus brazos, pero se contuvo cuando estaba a sólo unos pocos centímetros. Miro alrededor buscando alguna manta pero no vio ninguna cerca, sería mejor dejarlo en la habitación pero se preguntaba su realmente seria capaz de dejarlo ir de sus brazos después de cargarlo.
Jimin tembló una vez más y la decisión fue tomada más por su lobo que por su lado racional.
Casi escapa de sus labios un gemido por lo bien que se sentía el delgado cuerpo entre sus brazos con ese dulce aroma golpeando sus sentidos. Su caminar fue lento, casi demasiado porque quería alargar ese momento tanto como fuera posible, se tomó su tiempo en subir al segundo piso y se tomó aún más tiempo en buscar abrir las puertas una por una hasta encontrar aquella que oliera a jazmines y agua de rosas. Lamentablemente solo tuvo que abrir dos puertas hasta llegar a su destino.
Dejó la habitación en la oscuridad con solo la luz del pasillo entrando, y acomodó el cuerpo en la cama después de apartar las cobijas. Soltar a Jimin se estaba volviendo la parte difícil, tal y como había esperado.
Le encantaba tener al menor pegado a su cuerpo, desde que se conocieron nunca se había permitido tanta cercanía y ahora realmente sabía el porque. Su cuerpo se acomodó automáticamente encima de la cama acercando a su omega más apretadamente contra su cuerpo e inhalando una y otra vez el delicioso aroma que era cada vez más dulce.
Jin.
Quizás su tonto omega ya estaba alucinando, porque el estaba viendo al alfa rubio cuando abrió los ojos, podía oler el aroma amaderado, el cedro y la albahaca, también podía sentir el calor emanando del cuerpo contrario y su corazón tronó detrás de sus costillas cuando ese par de ojos lo observaban.
Si era una fantasía o un sueño ya no le importaba, solo se dejó llevar por la situación amando cada segundo en que su mente creaba esa imagen tan vivida de su alfa.
Lágrimas de felicidad se deslizaron fuera de sus ojos mientras se aferraba a la camisa del mayor.
— Shhh, shhh, tranquilo pequeño. — Los dedos de su rubio alfa peinaron cariñosamente su cabello y eso solo causó más lágrimas. Deseaba tanto que eso fuera real. — No llores.
— Estoy feliz... no quiero despertarme...
Una pequeña risa fluyó hasta él Y quedo fascinado por lo detallista que era su enamorado cerebro.
— Ya estas despierto Jimin.
Un gemido escapó de sus labios al escuchar su nombre con tanto cariño.
— Mgh~... di mi nombre de nuevo... por favor.
La mano en su cabello dejo su tarea para tomar su mejilla y detenerlo en su lugar con el calor ajeno sintiéndose perfecto en su piel ya caliente.
— Jimin — volvió a gemir mientras quedaba hipnotizado por ese par de ojos —, cachorro estas despierto. Yo estoy aquí contigo.
Parpadeó tratando de darle sentido a las palabras del mayor. Tenían que ser mentira, ¿cierto?
Negó repetidamente tratando de despejar su mente, incluso se separó un poco y se sentó tratando de volver a la realidad. No podía estar haciéndose daño de esa manera y seguir fantaseando con que Jin lo quería. Pellizco el dorso de sus manos sintiendo el dolor y confirmando que estaba despierto.
— No hagas eso pequeño. No te hagas daño.
Sus manos quedaron atrapadas en las ajenas que comenzaron a repartir caricias en la zona adolorida. Él simplemente miró fascinado dándose cuenta de que Jin efectivamente estaba ahí, en su habitación y a su lado.
Lloro más fuertemente lanzándose a los brazos del mayor y sintiéndose completo después de tanto tiempo.
— No te vayas... por favor...
Se aferró con mucha fuerza tratando de que Jin no se alejara, se subió al regazo del mayor colocando sus piernas a los lados de la cadera contraria y enterró su cara en el cuello llenándose del aroma de su alfa.
— No lo haré pequeño. Ya no puedo apartarme de ti.
No tenía ni idea de si esas palabras eran ciertas, pero justo en ese momento estaba dispuesto a creer cada una de ellas.
Necesitaba creer en ellas para no desmoronarse nuevamente, ya no se creía capaz de soportar más dolor al estar lejos de su alfa destinado.
El siguiente capítulo lo publicaré mañana mis lindxs Makis 😘
Y si no lloraron con este, les informo que yo si 😅
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