Actualización 2/3

Ya estaban a menos de dos semanas de la boda de Namjoon y Hoseok. Las cosas no habían cambiado mucho desde que le dijo a Taehyung que esperaría por su felicidad.

El único constante que le dio la capacidad de ver el avance del tiempo, fue la pancita de Hoseok que seguía creciendo y provocando que el omega pelirrojo se viera más y más radiante. Aunque quizás tenía mucho que ver lo cercana que estaba la fecha de su boda. La felicidad de la pareja de alguna manera los contagio a todos e hizo que fuera más llevadero estar separado de Jin y continuar a la espera de la decisión de Minjae.

Lo único que seguía molestándolo era que el ex padrastro de Taehyung seguía suelto. Jungkook y Minjae se habían quedado sin rastros para seguir, el alfa era bueno ocultando sus huellas o, mejor dicho, asustando a quienes tuvieran alguna información de él.

Estaba frustrado en nombre de Taehyung porque su amigo beta realmente parecía estar bien con la situación, insistía en que confiaba en que Minjae y Jungkook pronto darían con el alfa y lo arrestarían, dijo que su ex padrastro no opacaría la felicidad que sentía por la boda de sus amigos.

Tenía que admitir que su amigo tenía razón, no quería que nadie interfiera con la felicidad que sentía por Namjoon y Hoseok, pero aun se sentía frustrado de que Taehyung estuviera prácticamente en Arresto domiciliario. Por seguridad, el beta no podía salir a menos que fuera absolutamente necesario.

Por ello estaba emocionado con ese día de compras. Taehyung y él estaba acompañando a la futura pareja de esposos en sus pruebas para los trajes que usarían el gran día. Aunque eso ya se había resuelto, los cuatro paseaban por el enorme centro comercial entrando de una tienda a otra. Taehyung parecía feliz y ninguno quiso que eso terminara, seguían encontrando tiendas que visitar para que el día de su amigo beta durará más tiempo.

Aunque también tenían que estar corriendo de un local de comida a otro por los antojos de Hoaeok. Quizás ese era un día destinado a la diversión de el omega embarazado y el beta que salía de su casa para algo más que no fuera trabajo después de más de dos meses.

— Se veían tan bien con los trajes, el día de su boda tomaré miles de fotos — le aseguro a Taehyung cuando menciono la prueba de trajes que Namjoon y Hoseok había tenido horas antes mientras Hoseok se enfocaba en devorar la nueva comida que tenía entre sus manos.

Fijó su vista en una nueva tienda de ropa y jaló a su amigo beta señalando de inmediato las chaquetas a juego que había visto en el escaparate. No tardaron más que unos segundos en encontrar las de su talla y fueron emocionados a pagar por ellas.

Reanudaron su caminata entre risas y mucha conversación hasta que Taehyung desvió su vista unos minutos después.

— Hobi-hyung, ¿estas bien? — Hoseok pareció sorprendido por la voz del beta, parpadeando encandilado como si acabara de despertar. — Hyung, debiste decirnos que estabas cansado.

— No lo estoy — aseguró el pelirrojo sin convencer a absolutamente nadie, se notaba el sueño en sus ojos parpadeantes —. Es verdad Taetae, me comenzó a dar sueño por todo lo que comí, solo necesito un poco de agua para mantenerme ocupado en algo.

— No hyung, es mejor que nos vayamos.

— Pero ustedes aún no terminan sus compras. — Dijo el mayor con un puchero. — Realmente solo necesito la botella de agua.

Era triste que terminara la salida, pero no quería que Hoseok se esforzara de más. Quizás encontraría otro momento para que Taehyung tuviera una salida más.

— Te traeremos el agua, pero también nos iremos. Volvemos enseguida.

Tomó la mano de su amigo beta y se dirigieron a la máquina expendedora en busca de agua para Hoseok. Las máquinas no estaban muy lejos, pero si estaban ocultas en una esquina. Desde donde estaban en ese momento, ya no podían ver el lugar donde sus amigos los esperaban.

Taehyung se encargó de tratar de conseguir la bebida y el estaba unos pasos atrás riendo cuando la máquina le devolvía el billete doblado que seguía intentando meter.

— Ya ríndete Taetae, usa mi tarjeta, será más rápido.

— Una máquina no va a desprecio mi billete — declaró su amigo con un gesto obstinado frunciendo su ceño.

Volvió a reírse cuando la maquina una vez más lo devolvió.

Estaba tan divertido por la maldición que soltó su amigo que no presto atención hacia el intenso y un poco desagradable aroma alfa hasta que un brazo lo rodeó por el cuello y algo se presionó en su costado.

Su primer instinto fue pelear, hasta que la voz alfa habló directamente contra su oído.

— Quieto.

Su lobo lloriqueo en su interior, pero de nada le serviría usar su voz omega cuando Jin no estaba cerca, ellos no tenían un lazo por el cual pudieran comunicarse.

Quien si estaba al alcance era Taehyung, quien se giró en ese momento y palideció en el acto. Sus ojos se pusieron brillantes por las lágrimas que trataba de contener y un temblor recorría todo el cuerpo del menor.

Si su amigo estaba reaccionado así, solo podía significar que quien lo sujetaba en ese momento era el alfa que le había hecho esas cosas despreciables.

El enojo sustituyó rápidamente su miedo por la voz alfa y quizás lleno el aire que lo rodeaba porque el alfa comenzó a desprender su aroma dominante tratando de aumentar el suyo.

— Te conviene no hacer nasa estúpido, tengo un arma apuntándote, así que será mejor que te calmes, seas un buen omega y te quites de mi camino para llevarme a Tae conmigo.

— Pues mejor dispara, veremos si eso no llama la atención. No vas a poner tus asquerosas manos en Tae.

La risa del alfa era odiosa y más cuando sonaba tan cerca de su oído.

— No será necesario que usemos la violencia. Taehyung es un buen y obediente hijo que vendrá conmigo por las buenas si no quiere que lastime a su amiguito. ¿No es así Tae?

— No le hagas caso Tae, corre con Nam y Hobi.

Para su horror, su amigo negó frenéticamente a sus palabras.

— No. Suéltalo, no le hagas nada, vo-voy a ir contigo.

— ¡No!

Sus gritos quedaron silenciados por una tela que el alfa estaba presionando fuertemente contra su nariz y boca.

Quería desmayarlo. Luchó y aguanto la respiración tanto como le fue posible. Pero el alfa era más fuerte y no apartó su mano.

Su mente dio vueltas, el mareo y las ganas de vomitar se apoderaron de él.

— Jimin…

Escucho la llorosa voz de Taehyung, sonaba tan lejana que se dio cuenta de que ya estaba quedando inconsciente.

Lo último en que pudo pensar es que le había fallado a su amigo y luego todo se volvió negro.

Esperar era la peor sensación del mundo.

Después de que ese alfa se llevó a su amigo había tenido que esperar a que Namjoon y Hoseok lo llevarán a casa del beta, donde Jin y Yoongi los encontrarían.

Después lloro por horas a la espera de que Jungkook y Minjae les dieran noticias

Cuando Yoongi se desmayo y lo pusieron en una cama de hospital con suero conectado en el pálido brazo del mayor, esperaba que en los análisis que le realizaron no saliera una mala noticia y también esperaba a que alguien le dijera si Jungkook estaría bien después de recibir dos disparos mientras rescataban a Taehyung.

Ahora nuevamente esperaba para poder ver con sus propios ojos que su amigo estaba totalmente bien y que ese maldito alfa no le había hecho nada. Sentía que habían pasado días en lugar de horas.

— Por favor, trata de dormir un poco.

Jin sonaba muy preocupado mientras lo brazada y le regalaba su aroma calmante y su confort. Sinceramente su lobo si se sentía más tranquilo estando envuelto entre los brazos de su alfa, pero aun estaba a la espera de ver a Taehyung.

— No, ya dormí cuando ustedes me dieron un calmante. No volveré a dormir hasta que no vea a Taetae.

— Él está rindiendo declaración en la estación de policía. No sabemos si eso tarde mucho más, pero esta a salvo con Minjae. En eso es en lo que debemos concentrarnos. En eso y en que Jungkook esta recuperándose realmente bien de los disparos. Y de la buena noticia que Yoongi le dará pronto acerca de su embarazo.

— No quiero concentrarme en cosas buenas cuando aún no se lo que ese monstruo le hizo a Taetae mientras estuvo en sus garras. Yo debí haber peleado con más fuerza o-

— Jimin — la voz dura de su alfa cayó de inmediato sus palabras, no había usado su voz de mando, pero dejó muy claro que no quería que continuara con lo que iba a decir —. No es tu culpa, entiéndelo. Tampoco es culpa de Namjoon ni de Hoseok. De nadie es la culpa más que de ese alfa.

— Jin-hyung tiene razón.

Se emocionó cuando escucho la voz de Taehyung detrás de él.

Lloró cuando corrió a abrazar con fuerza a su amigo, que solo parecía un poco cansado y nada más.

Y comenzó a pedir perdón una y otra vez cuando ambos cayeron al suelo abrazados y derramando tantas lágrimas que no podían ver absolutamente nada.

Paso mucho tiempo antes de que permitieran que Jin y Minjae los levantarán del frío piso y los sentaran en las sillas de espera que se extendían a lo largo del pasillo de aquel hospital.

Vio como Minjae se sentaba al otro lado de Taehyung tocando constantemente el hombro y el cabello del beta y pudo sentir el calor de Jin extendiéndose a su costado. Pero se enfocó en Taehyung.

— No te culpes Minie. Por favor. Solo termine un poco asustado, no pasó nada más.

Esas palabras sirvieron de un poco de consuelo. Ese maldito no había abusado nuevamente de Taehyung y esa era una pequeña bendición a pesar de lo que había pasado.

Lloraron un poco más envueltos en los brazos del otro mientras los aromas de Jin y Minjae los rodeaban como una manta de seguridad que implicaba que nadie los molestaría.

Cuando finalmente su voz ya no sonaba rota, le compartió las buenas noticias del embarazo de Yoongi y hablaron con un poco más de alegría llenando el ambiente.

Después de un par de horas la madre de Taehyung finalmente llegó al hospital y se abrazó con fuerza de su hijo para posteriormente llevárselo, ambos iban a ser escoltados por Minjae.

Vio como los dos vetas y el alfa comenzaban a alejarse por el largo pasillo y él se volvió con Jin para acurrucarse tanto como le fuera posible en esas incómodas sillas y sin que resultará inapropiado para un hospital. Estaba comenzando a relajarse cuando una mano dio un apretón ligero en su hombro para llamar su atención.

Era Minjae.

Quiso soltarse del abrazo con Jin, pero Minjae lo detuvo con el mismo agarre sobre su hombro.

— Solo volví porque tenía que decirte que realmente no fue tu culpa. No puedes cargar con esa culpa, ni ninguna otra culpa que no te pertenece… Y también para decirte que estoy listo para hablar. Cuando termine el juicio de Taehyung, vamos a reunirnos.

Con eso, el menor se alejó corriendo para alcanzar a los dos betas que ya estaban muy por delante.

Se quedó aturdido por algunos segundos antes de que conectara su vista con su alfa y lo abrazara con más fuerza.

Lo sabía. Sabía que las cosas cambiarían.

Aun no estaba seguro de cómo iría la plática con Minjae, pero nuevas esperanzas florecieron en su interior.