Capítulo 18
Vaciar su mente era más difícil últimamente. A su pequeño grupo de amigos los había envuelto una serie de malas noticias, malentendidos y enfrentamientos por los que estaban poco entusiasmados de llevar a cabo. Habían pasado dos meses desde que había tenido su celo y había disfrutado de la tranquilidad de tener a su Jimin envuelto entre sus brazos con sólo tranquilidad rodeándolos.
Y después de eso todo había sido una serie de pequeños problemas, que, afortunadamente, se habían solucionado de buena manera.
Namjoon y Hoseok no podían estar más unidos después del distanciamiento que habían tenido. Yoongi mostraba su marca sin temor y se le veía una aura de felicidad a su alrededor por la que él estaba muy feliz, sobretodo después de que su amigo omega finalmente enfrentará a su hermano mayor. También el hermano de Jungkook había jugado un papel en el intento de separación de sus amigos, pero al parecer ambos hermanos habían dejado en paz la relación tan bonita que había entre Yoongi y Jungkook.
Si, definitivamente dos meses podían parecer muy largos cuando había problemas que resolver o muy cortos cuando disfrutaba de la compañía de su lindo Jimin.
Pero incluso antes de recibir esa última llamada de Minjae, ya sabía que tenía un tiempo contado de tranquilidad con su tierno omega antes de que la realidad se pusiera frente a ellos para tener que enfrentarla.
— ...creo que tiene sentido. — Salió de su aturdimiento cuando se dio cuenta de que se había perdido toda la conversación de su hermano después de las palabras; “finalmente volveré a Seúl”. — ¿Lo harás hyung?
— Eh, si… claro.
Necesitaba volver a la conversación porque ahora no tenía ni idea de que había aceptado.
— ¡Genial! Les diré entonces. — ¿Qué había aceptado? — Te hablo más tarde. Ya te extraño hyung, a todos los extraño, pero definitivamente estas en segundo lugar en mi lista de a quien extraño más.
Un nudo se retorció en la boca de su estómago. También extrañaba a su hermano. Extrañaba ver la sonrisa juguetona y despreocupada. Extrañaba olfatear en el departamento el familiar aroma a bosque de pino que siempre le recordaba a sus excursiones en familia o cundo solo ellos dos, siendo unos alborotadores y traviesos cachorros, toman su pequeña casa de campaña y dos sacos para dormir y se iban a parque que estaba a sólo una cuadra de su casa para fingir que acampaban. Esos siempre eran momentos llenos de risas, recuerdos que atesoraba mucho. Pero justo ahora que sabía lo que se avecinaba, esas memorias volvían a su mente y solo había melancolía rodeándolas, y el conocimiento de que pronto le provocaría daño a su hermanito con acciones que pudieron evitarse si en el pasado hubiera pensado con mayor claridad.
La pequeña risa llena de diversión a través de la llamada lo devolvió al presente.
— Mentiroso, yo sé que encabezó tu lista.
— Estamos hablando de personas que extraño, no de las personas más molestas. Estas confundido hyung.
— Y tu estas delirando si piensas que estoy creyendo en tus palabras, no puedes mantenerte alejado de mi sin extrañarme a muerte.
— Eso es verdad, es aburrido no tener tu risa poco alfa alrededor.
— ¡Arrepiéntete de tus palabras! — gritó con indignación perfectamente fingida —. Mi risa es la más alfa que jamás escucharas.
— Si, si. Lo que digas hyung. Dejaré que pienses eso.
— Te odio cachorro grosero.
— Me amas. — Un sonido estridente de un beso acompañó el tono burlón de Minjae. — Bien, iré a casa de nuestros padres para despedirme y decirles que dijiste que si. Te quiero hyung, nos vemos pronto.
— Adiós. Te quiero… ¿Pero a que dije “si"? — preguntó a una línea que ya estaba en silencio.
Se quedó mirando el celular en su mano, como si la pantalla en negro le diera la respuesta de lo que había “aceptado”. Realmente debió de haber prestado más atención a la conversación.
— ¿Estas bien Jin?
Yoongi ahora lo acompañaba en la iluminada terraza del restaurante, las puertas transparentes detrás de él normalmente hacían un inconfundible ruido, pero ahora su amigo omega lo estaba a su lado y no siquiera se había percatado de en qué momento había entrado.
— ¿Por qué mirabas así tu teléfono? ¿Pasa algo malo?
— No… y puede que si.
Yoongi se acercó un poco más hacia él, con sus brazos cruzados en su pecho y confusión escrita en su rostro.
— ¿Qué quieres decir?
— Estaba hablando con Minjae, él dijo que ya viene de regreso a Seúl.
— Entiendo, quieres que regrese pero a la vez no.
— Si eso también, quiero decir, realmente me alegro que regrese pero no estoy esperando con ansias la pelea que se que tendremos. — Hubo un pequeño silencio donde su amigo se acercó un poco más a su persona. Sonrió un poco ante la vacilación de Yoongi para dar un abrazo, así que lo sacó de su sufrimiento siendo él quien rodeaba con su brazo los delgados hombros, el omega liberó la tensión de su cuerpo y se acercó la última distancia que los separaban. — Pero también estoy inseguro de que tan buenas o malas sean las noticias… Cuando estaba hablando con Jae, deje de poner atención cuando escuche que regresaba y al parecer él me estaba haciendo una pregunta. Yo solo dije que si pero no se que fue lo que acepte.
— ¿Pero que tan malo podría ser lo que aceptaste?
— Pues al parecer tiene que ver con nuestros padres, Jae dijo que les daría mi respuesta cuando pasara a despedirse. Y cualquier cosa que tenga que ver con papá es tan incierta como en más complicado juego de azar que exista.
— Cálmate, no creo que sea para tanto. Solo estas siendo dramático — animo su amigo con una pequeña sonrisa.
Asintió devolviendo la sonrisa, pero el sabía mejor que nadie lo que su papá omega era quien estaba detrás de la pregunta de Minjae, cualquiera que fuera esta. Quizás su hermano realmente creía que estaba ayudando a su papá con un inocente favor, pero en realidad había sido su padre quien plantó en la mente de Jae la idea de que lo ayudara. Minjae era igual a su padre. Jin era igual a su papá. Así que si estaba un poco loco tratando de descifrar que había aceptado.
Aun cuando volvieron adentro del restaurante para comenzar con el atareado día de trabajo, no pudo apartar el asunto de su mente. El flujo de gente, y por lo tanto el flujo de pedidos de comida, fue constante, no había mucho espacio para descansar pero eso no impidió que sus pensamientos estuvieran en todas direcciones.
Tuvo que esperar seis horas antes de recibir respuesta a sus preguntas.
Una llamada entrante de su padre se mostraba en la pantalla de su celular, buscó a Yoongi con la mirada pero su amigo ya estaba asintiendo y tomando el asa del sartén que sostenía.
Le dio una suave palmada en hombro en señal de agradecimiento y fue directo a los vestuarios para contestar.
— Hola padre.
— Jin, hola hijo mío. Es bueno escuchar tu voz más de un par de veces al mes.
— Te recuerdo que tú y papá fueron los que no tardaron en deshacerse de nosotros en cuanto pudieron, para hacer sus… “cosas".
— Para tener mucho sexo…
— ¡Mis oídos virginales!
— …ya eres adulto, puedes decirlo.
— Puedo, pero no quiero pensar en que es lo que hacen tú y papá cuando están a solas.
— Delicado — dijo su padre con su estruendosa risa contagiando felicidad en él. — Minjae nos dijo que aceptaste venir, de lo cual tu papá ya estaba muy seguro porque te mando los boletos de avión con tu hermano.
Así que eso era, una visita a sus padres en Daegu, no sonaba tan mal… sí eso fuera todo.
— Y ahora me pregunto por qué ese repentino interés en que vaya a casa.
— Tu papá vio a Minjae varias veces en los últimos dos meses, es obvio que también extrañé a su cachorro mayor.
Eso… podría ser cierto, pero tratándose de su papá…
— ¿Esta papá en casa? Quiero saludarlo.
— Si, deja te lo paso. Esta cocinando como siempre, no es que me queje soy un alfa muy feliz comiendo todo lo que prepara aunque eso signifique tener que correr un kilómetro más por las mañanas.
El amor de su padre por su omega se desbordaba en cada palabra, cuando era cachorro soñaba con el día que conocería a su pareja, en lo perfecto y mágico que se sentiría ese momento. De adolescente se volvió un poco ansioso por ese encuentro que aún parecía tan distante y después de que perdió esperanzas de tener un omega destinado, Jimin había aparecido en la puerta de su departamento tomando la mano de su hermano menor. Eso había estado muy lejos de ser un encuentro perfecto y mágico como había pensado.
— Hola mi cachorro. — La voz de su papá sonaba entusiasmada, demasiado. Esa realmente no sería sólo una visita familiar como lo hacia parecer. — Minjae ya tiene tu boleto de avión, casi no tendrás tiempo con tu hermano porque el vuelo saldrá poco después de que Minjae llegue al aeropuerto, pero ya se pondrán al día después. Estoy tan entusiasmado por tu visita.
— ¿Y por que es eso? No temes que mi hermoso rostro te opaque.
— Pff…como si eso pudiera pasar — dijo el omega mayor con un bufido para nada elegante —. Cachorro mío, estás muy mal si crees que mi belleza puede ser opacada.
— Papá, lamento desilusionarte pero cada día me vuelvo más hermoso, aunque eso parezca imposible. Así que prepárate para quedar a un lado cuando alguien me vea, estoy seguro que no te volteara a ver.
— Ya veras lo equivocado que estas cachorro, en la reunión nadie pensara que hay alguien más hermoso que yo.
— Así que tienes planeada una reunión mientras yo esté allá. ¿Y puedo saber para que será esta reunión? ¿Qué planeas papá?
— Nada. — La respuesta apresurada y el tono indignado solo confirmaron que su papá tenía algo planeado para él. — Solo tengo ganas de ver a mi hijo mayor y esta reunión ya estaba planeada, lo olvide mi cachorro.
— Papá, ambos sabemos que tu no olvidarías algo así, además hiciste que Jae me preguntara porque querías que él me convenciera, ¿me equivoco?
— Claro que te equivocas, yo solo quiero que estés en casa para verte. ¡Oh! Tengo que terminar la llamada cachorro, es hora de sacar el postre del horno. Te veo pronto, te amo.
El mayor ni siquiera le dejó despedirse. Y ahora nuevamente estaba con su mente trabajando para tratar de adivinar lo que su papá omega estaba planeando.
Tendría que esperar… y decirle a Jimin que se iba por al menos un par de días.
No sabía a cual omega debería tenerle más entre su papá y Jimin.
— 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 —
Con el cansancio mental invadiendo su cabeza, terminó de adentrarse en su departamento y caminó hasta quedar frente a ese omega que mantenía un gran puchero desde que salieron del restaurante.
— Jimin, ¿podrías dejar de mirarme de esa manera?
— ¡No! ¡No quiero que te vayas!
Con una sonrisa en su cara terminó de quitar su abrigo y se acercó al menor para hacer lo mismo antes de jalar al pequeño cuerpo entre sus brazos y acomodarlos a ambos en el sofá, con el omega quedando con las piernas a cada lado de las suyas.
— Mi Mochi, mis padres me pidieron que fuera y me compraron el boleto de avión, no crees que sería grosero que les dijera que no. — Un leve asentimiento fue toda su respuesta. — Solo iré, los saludare y regresaré lo antes posible.
— ¿Cuánto es eso?
Dios, esa mirada y ese adorable puchero lo volvían loco, solo podía pensar en besarlo y mimarlo hasta que este desapareciera.
— No lo se mi pequeño, pero te prometo que me librare tan pronto como pueda.
— Bueno... pero tendrás que darme muchos besitos esta noche para que no este enojado mañana.
— Claro que si mi tierno Mochi. Toda la noche me quedaré consintiendo a mi pequeño y mimado omega. — Dejó un beso en esos esponjosos labios antes de apartarse un poco para poder ver esos ojos pequeños y brillantes que amaba. — Pero antes de hacer eso tengo que hablar contigo pequeño. Sabes que Minjae viene mañana. — Y ahí estaba, la mirada triste y culpable que no quería ver en esa hermosa carita. — Amor, mañana solo veré a mi hermano en el aeropuerto antes de que yo mismo me tenga que subir a uno para ir con mis padres. No tengo el tiempo suficiente para explicarle con la calma y no quiero que después de decirle él piense que estoy tratando de huir. Me gustaría ir a Daegu, contarle a mis padres sobre nosotros y regresar para tener una seria y larga charla con Jae, pero quiero saber si estás dispuesto a hacer eso o no, estaba decidido a ello pero jamás quiero volver a imponerte una de mis decisiones.
Por lo que pareció una eternidad, el menor de los dos solo miró a donde las pequeñas manitas sostenían firmemente su ropa antes de que la mirada decidida volviera a encontrarse con la suya.
— Hyung, esperare para que los tres podamos hablar, yo también quiero que tengamos la oportunidad de aclararle las cosas a Jae pero yo ya no puedo seguir en esa relación. Terminaré con él.
Su lobo aulló en su interior felizmente, aunque hubiera echado esa idea hasta el rincón más apartado de su mente, su tierno omega de alguna forma logró llegar a ese lugar y decir las palabras exactas que quería escuchar.
No estaba en paz con la idea de irse a Daegu mientras su Jimin seguía en una relación. Simplemente pensar que no tenía derecho a pedir que no besara a su hermano, hacía que su alfa se acurrucaba en su interior sumido en una total tristeza, pero él aún no sentía que tuviera ese derecho sobre su omega.
Si, sonaba totalmente ridículo que después de lo que hizo más de un año atrás pensara eso. En ese entonces no solo había pasado por encima de los deseos de Jimin sino también que había ignorado a su lobo y la posterior depresión en la que se sumió su parte animal, ni siquiera se detuvo un momento a pensar que tal vez lo mismo le podría pasar a ese pequeño y tierno omega.
Estaba totalmente de acuerdo en que fue un completo idiota en ese entonces y en los meses que le siguieron, pero ahora que había probado un poquito de la felicidad que lo rodeaba al tener al menor a su lado ya no podía ignorar lo que de verdad quería.
El estaba completamente enamorado de su Jimin y simplemente ya no tenía fuerzas para alejarlo y ya no quería alejarlo, ahora estaba dispuesto a quedar como la peor de las personas ante esos ojos que durante más de veinte años lo miraron con admiración si eso significaba que podía tener a su Mochi a su lado.
— Te amo mi pequeño Mochi. Te amo tanto.
Con lágrimas en esos preciosos ojos cerraron la distancia para que sus labios se encontraran y sellaran esa silenciosa promesa donde todo estaría bien si estaban al lado del otro.
Tenía planeado publicar 3 capítulos hoy, pero el tiempo extra en mi trabajo no me dejó. Así que publicaré los otros dos mañana, ya solo me falta hacerles unas correcciones.
Espero que hayan pasado un buen fin de semana y espero que tengan una semanita aún mejor.
Mañana regreso con más capítulos. Los leo en los comentarios ♡
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