♡ Bonita semananita ♡

— Tengo hambre — se quejó su pequeño con un tierno puchero.

Su omega estaba completamente encima de él en la cama, donde se habían mudado en algún momento del día anterior. La abultada mejilla derecha se aplastaba contra el centro de su pecho, las piernas suaves enredadas contra las suyas y ambos, maravillosamente, desnudos.

— Lo se, pude oírlo. Probablemente todo el edificio lo escucho — se burló, riendo aún más fuerte cuando Jimin lo miró con el ceño fruncido —. Lo siento, lo siento. Pero será mejor que te baste con comida a domicilio porque no tengo energía para cocinar justo ahora. — Colocó sus dedos en la pequeña barbilla, alzando la carita de su Jimin para poder mirar esos bonitos ojos claros. — Alguien me mantuvo muy ocupado.

Como esperaba, un rubor rosa suave coloreó las mejillas del menor.

— Yo no fui quien estaba todo desesperado — protestó su omega.

— De hecho, si. Lo recuerdo muy bien.

— ¡No es verdad! — exclamó Jimin indignado, dejando un golpecito en su pecho —. Sólo estaba reaccionando a tu insistencia.

— Si tu lo dices.

Su risa y el reclamo de su pequeño quedaron olvidados por el fuerte sonido del timbre.

Ambos se voltearon a ver, haciendo la silenciosa pregunta de si había sido un error. Esperaron en silencio, estaba casi seguro de que no se repetiría cuando sonó dos veces seguidas más.

Se levantaron y vistieron rápidamente, o almenas él se vistió y cubrió la mayor parte de su cuerpo, Jimin sólo se puso una de sus camisas que dejaban al descubierto sus hermosas piernas y gran parte de sus clavículas. Su pene tuvo un espasmo por la bella vista.

Estaba a un paso de tomar a su pequeño cuando una voz llegó desde afuera del departamento.

— ¡Jin-hyung, soy Hoseok!

Camino hacia la sala observando el desastre que había. Ropa suya y de Jimin aun tirada, los cojines del sofá en el suelo y el inconfundible aroma a sexo. Definitivamente no estaba dejando que Hoseok entrara.

— Yo abriré — dijo el menor con voz bajita a sus espaldas.

Jimin lo retenía del brazo, no había desconcierto ni miedo en su mirada por escuchar la voz de Hoseok, así que su suposición de que el pelirrojo estaba enterado era correcta.

— Esta bien, pero creo que será mejor atenderlo en la puerta.

— Pero no creo que él vaya a sermonearnos.

— No lo digo por eso, mi pequeño. Simplemente el lugar es un desastre y huele bastante a lo que hicimos aquí. Hobi se podría sentir incómodo.

Con un movimiento de mano despreocupado, Jimin descarto sus palabras. — Créeme, Hobi estará bien. A lo largo de nuestra amistad lo he obligado a ver películas muy ilustrativas acerca de lo que pasa cuando un alfa está en celo.

Sin una palabra más, Jimin se dirigió a la puerta meneando rítmicas ente su cadera. Él sólo pudo negar con un movimiento de su cabeza mientras imaginaba al pobre Hoseok totalmente apenado ante la elección de película de Jimin.

Camino hacia la pequeña cocina y se coloco del lado de la barra opuesto a la sala de estar. Escuchando a medias la conversación que los dos omegas mantenían en la puerta de entrada.

Cuando finalmente la cabellera roja de Hoseok apareció frente a él, solo pudo regalarle una mirada un poco culpable. No sabía que pasaba por la mente del omega, pero dudaba que todos sus pensamientos y sentimientos fueran positivos por la manera en que se estaba dando la relación con Jimin.

Aun así, el pelirrojo le mostró una de sus resplandecientes sonrisas mientras colocaba una bolsa térmica en el centro de la barra.

— Yoongi-hyung mandó comida, dijo que normalmente no te levantas a cocinar después de tu celo hyung, así que come todo esto — dijo amablemente antes de girarse con Jimin, esa fue su señal para distraerse momentáneamente fingiendo que revisaba la comida que había mandado Yoongi —. Minie, tu padre me ha llamado estos dos días preguntándome si se algo, tal vez deberías de llamarle para que ya no se preocupe más.

Escuchó como su pequeño aspiraba aire bruscamente, y después soltaba una maldición con voz muy baja. Se giró para encontrar como Jimin mostraba su celular con la pantalla apagada.

— ¿M-Me pre-prestas un cargador? — dijo tímidamente y con algo de culpa por haber olvidado avisar a sus padres.

— Está en la mesita de noche del lado derecho — contestó tratando de no alcanzar el cuerpo delgado entre sus brazos y morder ese labio grueso que Jimin presionaba con sus propios dientes.

Hoseok esta aquí, se recordó mentalmente.

Desvió la mirada mientras Jimin se salía corriendo y dejándolo a solas con el omega pelirrojo. Nunca había tenido problema en entablar una conversación con el menor, pero en ese momento no podía pensar en nada para decir. El silencio se extendió por varios segundos, hasta que finalmente se convenció de ser valiente y abordar el tema que claramente estaban evitando.

— Sabía que te había contado, fue por eso que hicieron su pijamada, ¿cierto? — Hoseok solo lo confirmó con un corto movimiento de su cabeza. — Namjoon y Yoongi ya lo saben, les conté hace poco. — Alivio inundo los rasgos del menor, imaginaba que le había costado mantener el secreto con Namjoon. — No se que es lo que pienses de mi Hoseok, pero te puedo asegurar que mi intención no era dañarlo, solo pensé que era lo mejor para mantener a mi familia tal y como estaba, pero al parecer ese fue mi mas grande error. Pero te aseguro que haré las cosas bien, ya no lo alejare y sobre todo hablaré con mi hermano.

— Se que lo harás Jin-hyung. De todas maneras es probable que Jimin no te hubiera dejado otra opción, él ya estaba decidido.

Una amplia sonrisa en forma de corazón se extendió por el rostro del omega contagiándolo inmediatamente de su buen humor.

Con el ambiente más ligero entre ellos, se dedicó a colocar en orden los recipientes que contenían la comida. Tenía que recordar agradecerle a Yoongi por haber pensado en mandarle comida. Era algo que siempre hacían desde que se conocieron, uno preparaba la comida del otro y normalmente Namjoon la llevaba. Aunque ahora Yoongi tenía a Jungkook para cuidarlo durante su celo, el joven alfa se aseguraría del bienestar de su amigo pelimenta, a simple vista se podía sentir lo enamorado que estaba Jungkook de Yoongi.

También Hoseok estaba completamente enamorado de Namjoon.

Se preguntaba cómo eso era posible cuando Hoseok y Jungkook eran una pareja destinada…

— Hoseok, ¿puedo preguntarte algo?

— Claro hyung, dime — respondió el omega de inmediato poniéndose cómodo en un taburete alto.

— ¿En verdad no sientes nada por Jungkook? No dudo de tus sentimientos por Namjoon, se que son reales, pero después de lo que he vivido con Jimin me parece increíble que tu y Kook se lo estén tomando tan bien el estar separados. — ¿No duele tu pecho por estar alejado?¿No se siente como si alguien te estuviera aplastando el corazón? Porque para mí, definitivamente se siente de esa manera. — Cuando yo veía a Minjae y a Jimin juntos mi lobo aullaba de dolor en mi interior... — El menor parecía sumido en sus pensamientos, tenía el ceño ligeramente fruncido. — No me respondas si no quieres es solo... que no entiendo.

— Siendo sincero nunca tuve un sentimiento similar, al tuyo, por Jungkook. Cuando nos encontramos por primera vez mi lobo se sentía agitado en mi interior y me pedía ir hacia él, el sentimiento de que lo  conocía estaba dentro de mi pecho pero cuando me di cuenta de lo que eso significaba yo solo pude pensar en que no quería estar con ese extraño sino con Namjoon. Aun ahora cuando nos encontramos cerca es verdad que mi omega se da cuenta inmediatamente… pero el único sentimiento que viene a mi es de... tranquilidad. Nada se compara a lo que siento por Namjoon.

Podía relacionarse con la primera parte de lo que Hoseok había dicho, pero cuando se trataba de Jimin solo posesividad envolvía su instinto.

— Lo que dices es parecido a lo que me pasó con Jimin, pero tan diferente a la vez.

— ¿Por qué lo dices hyung?

Con un suspiro, le relato a Hoseok esos feos pensamientos que tuvo cuando conoció a su pequeño omega.

— Cuando tenía de frente a Jimin mi lobo se encontraba sumamente feliz en mi interior y cuando nuestras miradas se encontraron también parecía que teníamos una eternidad de conocernos… pero el primer pensamiento que inundo mi mente fue el tomarlo entre mis brazos y alejarlo de mi Minjae para que soltaran sus manos. Para mi era un total desconocido, pero en ese momento sentía que era capaz de golpear a mi propio hermano si no quería dejarlo ir. Todos los sentimientos que se revolvían en mi interior eran de posesión, lo quería solo para mi y no me importaba nadie más.

》 Me dio miedo sabes. Un total extraño provocaba esos sentimientos negativos hacia la persona que vi crecer, con la que había compartido más de veinte años y que era mi familia. No podía ni quería que mi familia se fracturara por algo así, por eso en ese entonces alejarme fue lo más sensato que pasó por mi mente. Pero después de este tiempo ya no puedo seguir peleando con mi lobo ya no tengo fuerzas para ello, cada día los sentimientos hacia Jimin crecen.

Hoseok se levantó con un movimiento fluido y en menos de un par de segundos ya había rodeado la barra para abrazarlo. El movimiento lo tomó por sorpresa. Estuvo quieto y son saber que hacer por unos largos segundos.

— Todo estará bien hyung, se que todos siempre me dicen que soy un optimista pero yo solo sé que después de algunos contratiempos a las personas buenas les pasan cosas buenas.

El omega pelirrojo realmente creía en cada palabra que decía, la sinceridad se desbordaba de su tono de voz.

— Gracias Hobi — alcanzo a decir con su voz un poco rota por la emoción.

Envolvió al menor en un abrazo amistoso, agradeciendo a la Luna por brindarle amigos tan buenos que solo le habían deseado bien desde que reveló su situación con Jimin y Minjae.

— Hobi-hyung, eres mi mejor amigo y te quiero mucho y todo eso, pero si no sueltas a Jin en este instante cometeré asesinato.

Tan rápido como el abrazo había iniciado, acabo. Su amigo pelirrojo se dio media vuelta con los brazos elevados como si lo hubieran encontrado en medio de la escena del crimen.

— Solo era un abrazo de amigos Minie — explicó Hoseok con una sonrisa nerviosa.

— Y yo solo cometeré un asesinato de amigos Hobi.

Con un ceño fruncido por los celos, su pequeño tomo el lugar entre sus vasos donde antes había estado el otro omega. Era bueno saber que él no era el único posesivo.

— ¿Pudiste hablar con tu padre Jimin? — preguntó el pelirrojo tratando de redirigir el tema, y funciono Jimin le devolvió una sonrisa mientras asentía.

— Hable con mi madre porque ella contestó, pero ya le aseguré que iría para allá, dice que mi padre estaba a punto de ir a la policía y que me espera el regaño de mi vida.

Jimin lo dijo en un tono feliz, pero se preguntaba si realmente podía estar tan relajado al respecto. La risa de Hoseok fue estruendosa en el espacio pequeño de la cocina, quizás se reía del tomo despreocupado del pelirrosa, o de su cara incrédula por la misma despreocupación de su pequeño.

— ¿Por qué parece que ese regaño no te importa? — preguntó a su omega pelirrosa, verdaderamente inquieto.

— Porque no me arrepiento de nada. Pasé dos días excelentes, así que no me importa si tengo que enfrentar un regaño.

Vaya. No creyó que Jimin fuera tan abierto con sus palabras frente a Hoseok.

— Bueno, mejor iré saliendo para que puedan despedirse. Minie traigo el auto de Nam así que yo te llevo, te espero abajo. Adiós Jin-hyung.

El pelirrojo fue inteligente y se mantuvo alejado cuando se despidió. De todas maneras Jimin estaba envuelto a su alrededor de manera protectora, era un poco gracioso si comparaban su tamaño más alto y de amplios hombros con su pequeño, pero sabia bien que nunca se debía de molestar a un omega que defendía su territorio. Su papá había sido aterrador en ese sentido.

— ¿Puedo venir mañana?

Los ojitos claros brillaban a la espera de su respuesta. Con una sonrisa beso los bonitos labios.

— ¿Realmente crees que no estarás confinado en tu habitación para mañana?

Una mueca de disgusto cubrió el rostro de su pequeño.

— No, probablemente este castigado el resto del año. — Un largo suspiro salió del más pequeño. — Pero te hare una llamada corta de unas dos horas.

Sonrió por la tierna exigencia de su omega.

— O, podríamos vernos en el restaurante durante la comida. Namjoon y Yoongi ya saben todo, y ellos están de acuerdo en que ya no oculte lo que siento por ti.

Los ojitos de su Jimin se llenaron de humedad mientras su bonita sonrisa se ampliaba en el pequeño rostro.

— ¿En serio? ¿Estarán bien con nosotros?

— Saben que ambos estamos dispuestos a hablar con Minjae y que lo que pasa entre no lo hicimos con la intención de herirlo.

— Es lo último que quería.

— También yo mi cachorro.

Abrazo con fuerza a su pequeño antes de finalmente dejarlo ir. Pero, en cuanto Jimin dejó un departamento vacío detrás de su salida, ya lo extrañaba demasiado.

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