Actualización 1/2

— Ya estamos en el aeropuerto, hyung. Jungkook vino a dejarnos, ya que el se quedara con el carro del trabajo.

— ¿Iras a visitar a nuestros padres?

— Si, buscaré al menos unos minutos para visitarlos. Papá dejaría de hablarme si sabe que estoy en Daegu y no pase a decir hola, y si papá se enoja — él ya sabía como esa frase terminaba, y sonrió por ello mientras Minjae hacia una pausa al otro lado de la línea —, nuestro padre me dejará de hablar.

— El drama familiar siempre debería de existir.

— Sobre todo en nuestra familia.

No tienes ni idea hermano, pensó con un poco de amargura.

— ¿Aún no sabes cuanto tiempo estarás allá, Jae?

— Supongo que lo averiguare una vez que comencemos el seguimiento. No se que tanto podamos descubrir aquí.

— Supongo que realmente no tienes manera de saberlo, pero aún así asegúrate de llamarme cada día o mandarme un mensaje. Me preocupare si no lo haces.

— Claro hyung. Todos los días me mantendré en contacto. Me voy entonces.

— Dale un beso a papá de mi parte y mis saludos a nuestro padre… pensándolo mejor, también dale un beso a padre.

— Ni loco.

Él tampoco lo hubiera hecho, su papá era un omega muy cariñosos, pero su padre alfa rechazaba el afecto físico tanto como podía. Minjae y él trataban de abrazarlo solo para molestarlo y siempre terminaban forcejeando de manera juguetona hasta que su pequeño papá omega los miraba mal.

Definitivamente era su papá omega quien dominaba con una mirada a su esposo y sus dos hijos alfas.

— No soy suicida.

— Cobarde — bufó —. Bien, entonces. Adiós Minjae, mantente a salvo.

— Lo haré. Te quiero hyung.

— Te quiero también.

Regresó a la cocina un poco cansado, las noches en vela de las semanas pasadas ahora causaban. Al parecer su lobo interno no estaba nada contento por estar lejos de Jimin, permanecía en constante estado de pena por la lejanía de su omega y eso le había causado insomnio en varias ocasiones.

Pero estaba decidido a darle su espacio al pequeño omega, él mismo tenía muchas cosas en que pensar, pero Jimin era más amable y sensible por lo que el asunto de serle infiel a Minjae estaba causando daño al omega pelirrosa. Se habían comunicado mayormente por mensajes de texto, pero las escasas llamadas bastaron para escuchar la tristeza en la voz del menor.

No podían evitar el tema por siempre, sobretodo porque ya estaban decididos a decirle la verdad a Minjae. Y eso ya estaba tomando más tiempo de lo que quería, mientras más tiempo tardarán en revelarle la verdad a su hermano menor, era más tiempo el que guardaban ese secreto y más daño el que causaban.

Y ahora nuevamente estoy pensando las cosas hasta causarme dolor de cabeza, se dijo a si mismo mientras volvía a la equipada cocina del restaurante.

Ese iba a ser otro largo día con su mente perdida en pensamientos nada alentadores.

— Muchas felicidades chicos. Me harán falta aquí en la academia pero me alegro por ustedes y tengan por seguro que estaré visitándolos con la suficiente frecuencia como para que se fastidien — dijo Taemin mientras una sincera sonrisa estiraba sus labios.

Él aún se sentía en las nubes, como si estuviera en un sueño. Ciertamente haber logrado una inversión inicial y patrocinadores una academia de baile propia calificaba como un sueño.

— Eso nunca pasará Taemin-hyung, siempre estaremos felices de verlo — contestó al beta con una sonrisa igual de grande.

— También esperen que yo vaya a visitarlos, no se libraran de mi — agregó la beta pelinaranja.

— Y nosotros te estaremos esperando Seulgi-ssi.

Hoseok le dio un rápido abrazo a los betas que se habían convertido en buenos amigos y compañeros de baile. Él también haría lo mismo, en cuanto su cuerpo dejara de sentirse ligero como aire por la emoción.

— Felicidades Hoseok-hyung, se que les irá muy bien con su nueva academia.

— Y yo se que mis alumnos se quedarán en buenas manos Soonyoung-ah, eres un excelente bailarín.

Los ojos de Hoseok comenzaban a estar sospechosamente húmedos, y si no evitaba el llanto en ese instante él también sería un mar de lágrimas.

Por lo que comenzó a bromear y entre todos terminaron planeando una fiesta de celebración. Contribuyó a la conversación e incluso hizo algunos comentarios graciosos, pero su mente seguía en la plática que había mantenido con Minjae el día anterior.

El alfa estaría en Daegu, y podían ser solo unos días o también a su equipo podría llevarle varias semanas, el trabajo de vigilancia siempre era inciertos cuanto a una cantidad de tiempo específico.

Ahora nuevamente tendría que retrasar su conversación con Minaje. Algo que pudo haber enfrentado días atrás si su inseguridad no hubiera vuelto a susurrarle feos pensamientos que solo le provocaron miedo de enfrentar la verdad.

— Minie, tú teléfono está sonando — dijo Hoseok señalando los bolsos deportivos que estaban colgados en una esquina.

Cuando reconoció el tono específico para ese contacto, salió al pasillo para contestar la llamada con su corazón corriendo por la emoción de escuchar la voz de Jin.

— Ho-la.

— Hola Jimin… Yo sólo quería saber cómo les fue con los inversores. Espera, ¿no estoy llamando muy pronto para saberlo? ¿Aún no saben? — Sonrió un poco por las rápidas palabras que no dejaban espacio para contestar. — ...Creo que debería de haber preguntado por mensaje.

— De hecho los inversores ya se fueron… Y ellos nos dijeron que darían la inversión inicial.

— ¿En serio? Bueno pues es obvio que si, no mentirías con algo así. Eso es bueno, me alegro por ti y por Hoseok se merecen tener su propia academia si son tan buenos bailarines, los inversores tendrán que estar ciegos para no verlo… Bien hecho y muchas felicidades Jiminie.

— Gracias — su estómago cosquilleaba de manera agradable con las palabras de su alfa y sus mejillas se calentaron, tengo tantas ganas de verlo — … ¿Puedo… ¿Está bien si voy a verte?

Hubo un silencio de varios segundos.

Probablemente no debió de haber preguntado.

— Esta bien si no quieres que-

— No es eso, claro que quiero vengas. Solo estaba tratando de calmar mi emoción para no parecer tan desesperado. Pero supongo que realmente no importa porque no voy a poder ocultar cuanto extrañé verte en estas semanas.

— Esta bien… Entonces iré más tarde.

Mordió su labio solo para evitar que su voz sonara tan ansiosa, pero estaba seguro de que no lo había logrado.

— Te veo pronto, cachorro.

Para el momento en que la línea quedó en silencio, su corazón latía tan fuerte que parecía que saldría de su pecho en cualquier momento.