Capítulo 8
Kim Eun Sun, madre de Taehyung
Mis Makis, espero que hayan tenido un lindo fin de semana. Disfruten su lectura ♡
La estación de autobuses estaba con un flujo constante de gente moviéndose de un lado a otro. Taehyung trató de distraerse observando a aquellos que iban apresurados, al joven al que su maleta se había roto, y también trató de que el tiempo pasara más rápido conversando con Hoseok y Jimin sobre la tarde que tuvieron y sobre sus nuevos colores de cabello y peinados.
Pero nada funcionó para calmar la emoción que lo tenía contando cada segundo que pasaba según las pantallas que había en todo el lugar.
Ya quería ver a su madre. Finalmente después de seis años podría abrazarla de nuevo y no tendría que estar preocupado por tener tiempo limitado de disfrutar de su compañía porque estarían viviendo bajo el mismo techo una vez más.
Después de lo que pareció una eternidad, el camión en el que su madre llegaría se iluminó de color verde en la pantalla. Se acercó al amplio espacio donde los autobuses llegaban de diferentes destinos y busco con la mirada a su madre entre los pasajeros que descendían.
Su madre lo miró en su dirección desde el momento en que comenzó a bajar los escalones del autobús. Sabía que no había cambiado nada porque había ocasiones en que se comunicaban por video llamada, pero verla caminando hacia él con su cabello castaño de exactamente el mismo largo de siempre y esa sonrisa que decía que estaba muy feliz de verlo, realmente lo hizo retroceder en el tiempo a aquellas veces que su madre volvía a verlo después de estar separados por las horas de escuela.
— ¡Oh por la diosa luna! Yo sabía que tenia un hermoso bebe, pero tu eres un hermoso hombre.
Escuchar la voz de su mamá sin un teléfono y muchos kilómetros de distancia de por medio terminaron de romper su determinación de no desmoronarse. Prácticamente corrió a los brazos extendidos de la mayor, llenándose de ese aroma suave a manzanilla y con lágrimas saliendo sin parar de sus ojos y empapando la ropa de su mamá.
— Te extrañe tanto mamá — logró decir con su voz rota por el llanto.
— Y yo a ti, mi vida.
La beta lo abrazó fuerte y después lo apartó un poco para ver su rostro y sonreírle, mostrándole lo feliz que estaba de verlo. No estaba seguro de si él había logrado una sonrisa o una mueca, pero su madre logró entenderlo de alguna manera.
No estaba seguro de cuanto tiempo estuvieron solo así, mirándose a los ojos y diciendo cuanto habían extrañado al otro, hasta que su mamá miró por encima de su hombro y sonrió a alguien detrás de él, Jimin y Hoseok.
— Si hubiera sabido que hay tantos rostros hermosos en la capital hubiera venido mucho antes. — Se acercaron un poco más a sus sonrojados amigos omegas, pero él no se separó del todo de su mamá, aún sostenía sus manos unidas. — Déjenme adivinar, tu eres Hoseok, porque me ha dicho mi hijo que tienes un bonito cabello rojo y un cuerpo envidiable. — Después de dejar al omega pelirrojo completamente sonrojado se giró con el más bajito. — Y tú, entonces, eres Jimin, porque tienes unas mejillas apretables y una sonrisa de ojos que mata de ternura.
— ¡Mamá! — Intentó reprender sin muchas esperanzas y un poco sonrojado porque repitió las palabras con las que había descrito a sus amigos.
Hoseok y Jimin solo sonrieron e intercambiaron saludos con su mamá. Volvieron al auto que Namjoon le había prestado a su novio Hoseok y se dirigieron a su departamento, donde dejarían las maletas de su madre y se cambiarían para ir a la fiesta que le habían preparado a Jin.
Ya deseaba poder presentarle a la mayor todos los amigos que había hecho, empezando por Jin, Namjoon y Yoongi quienes habían sido muy pacientes mientras aprendía a realizar cien por ciento su trabajo en el restaurante y que nunca dejaban de animarlo. Quería que convivieron más con Hoseok y Jimin quienes eran ese tipo de amigos que siempre estaban ahí para otra persona en la situación más feliz o más triste, siempre apoyando con una sonrisa enorme o prestando un hombro para llorar, eran buenas personas. Pero quizás estaba un poco mas entusiasmado por qué su madre conociera a Minjae, quien había espantado las pesadillas y quien siempre lo hacía sonreír.
Si, seria genial poder presentarle a quien se había vuelto otro gran amigo como Jungkook.
Aunque por Jungkook nunca tuviste pensamientos tan raros.
Mordió su labio buscando como debatir esta vez con su subconsciente, quien últimamente lo molestaba más y más haciendo cuestionamientos o declaraciones a las que realmente no quería darles un segundo pensamiento.
Minjae es mi amigo, es por eso y solo por eso que quiero presentarse lo a mi mamá. Le recordó a su molesta voz interior.
Basta. No podía desperdiciar los primeros momentos en que acababa de reunirse con su madre con cosas tan tontas como discutir con su inconsciente que obviamente no tenía razón.
Ese día solo tenia que ser feliz de finalmente estar con su mamá.
Y quizás contarle a Minjae por la noche durante su llamada.
Por fin estaban en casa después de la fiesta que tuvo lugar en casa de Namjoon. Jungkook había estado sorprendido y feliz de ver a la mayor, también emocionado de presentarle a Yoongi, quien se había presentado a la fiesta exhibiendo orgullosamente su marca de acoplamiento y su aroma combinado con el de Jungkook.
En todo momento tuvo una genuina sonrisa en su rostro al igual que su mamá, fue un sentimiento único estar en el mismo lugar con su familia y sus nuevos amigos.
Aunque había faltado su amigo Minjae para que todo fuera aún mejor.
— ¿Cómo han sido tus sueños últimamente mi pequeño? — preguntó su mamá, la única otra persona a la que le había contado además de Jungkook —. Ya no has dicho nada de tus pesadillas durante nuestras últimas llamadas.
— Quizás ya no las tengo — respondió un una sonrisa.
— ¿En serio? ¡Mi vida, estoy tan feliz de que por fin se hayan ido!
Más como que se calmaban si hablaba con Minjae diariamente, pero eso no le interesaría a su mamá. No quería tener conversaciones innecesarias, además, la mayor no había preguntado.
— ¿Aún dormirás conmigo esta noche? — La mayor puso esos ojos grandes que él también hacía cuando quería obtener algo. Sonrió divertido. — ¿O ya eres demasiado grande?
— Siempre querré dormir como mamá — dudó por un par de segundos — …Pero no le digamos a todo mundo sobre esto. Si mis amigos saben que me comporto como un bebé, nunca me dejaran tranquilo.
— No se burlarían. Los amigos que me presentaron tú y Kookie parecen buenas personas. Todos y cada uno de ellos, pero me inclinó más por ese omega agradable que tiene a nuestro Kookie tan enamorado. Cuando tenga oportunidad le agradeceré por hacer feliz a mi según hijo.
— A Kookie le encantaría que hicieras eso, sabes que te quiere mucho y él también te considera familia.
Como siempre que hablaban de su pequeña familia de tres, el tiempo pasó rápidamente mientras los recuerdos fluían libremente contados por la beta mayor o por el mismo.
No habría sido consciente de ello hasta que un mensaje en su celular tomó su atención cuando reconoció el distintivo tono que había puesto a Minjae.
El alfa probablemente le preguntaba si había olvidado su llamada habitual, pues ya era una hora tarde de aquel horario que se había mantenido como un silencioso acuerdo entre ambos. Siempre puntuales cuando el reloj marcaba las once de la noche de cada día.
— Lo siento mamá, solo sigo hablando sin considerar que probablemente estés cansada.
— Solo un poco cansada. — La mayor le quito interés a su preocupación con un gesto de mano. — Pero no eres culpable de nada, yo también tengo ganas de hablar con mi bebé. Por ahora vamos a dormir para poder seguir hablando mañana.
Su madre extendió su mano, esperando que él la tomara y la siguiera. Normalmente lo haría, pero primero quería hablar con Minjae y decirle por que había aplazado su llamada de ese día.
— Eh… ve primero mamá, s-solo… tengo que llamar a mi amigo.
— ¿A Hosoek? ¿O a Jimin?
— A Minjae — dijo dando media vuelta esperando que su tono fuera desinteresado y no como alguien ansioso que esperaba tomar la pastilla que lo ayudaría a dormir cómodamente —, recuerdas que te hable de él, esta en Daegu.
— Cierto, el novio de Jimin. — Sí, el novio de Jimin. — Ya quiero conocerlo. ¿Aún no saben cuando regresará?
— No aún no.
Ojalá ya no tarde mucho.
— Bueno mi bebe, habla con él, yo iré a mi habitación. Ve cuando termines con tu llamada.
— Claro mamá.
Espero a que la puerta de la habitación de su madre se cerrara antes de marcar el número que ya se había vuelto uno más marcado con la estrellita de favoritos junto al de Jungkook y a de su mamá.
— Hola Taetae. ¿Está todo bien? ¿Por qué no llamaste a la hora de siempre?
— Pues… mi mamá está por fin aquí.
— ¡¿Qué?! ¡¿Enserió?!
— Si.
Su sonrisa no podía ser más grande. Apreciaba sinceramente que su amigo supiera lo importante que era para él tener a su madre cerca.
— Estoy tan feliz por ti, Taetae. Perdón por interrumpir tu tiempo con ella. Será mejor que hablemos después-
— N-No, esta bien. — Interrumpió a Minjae un poco demasiado rápido. — Mi mamá ya fue a dormirse, esta cansada por el viaje. Podemos hablar sin problemas. — Observó la hora en el reloj de pared de su pequeña sala, y a regañadientes se dio cuenta de que normalmente ambos ya habrían colgado en sus llamadas habituales. Quizás tenía que dejar que Minjae descansara. — …A menos que tengas que dormir ya. Tú turno es temprano.
— Pff, como si pudiera dormir sin hablar contigo. Yo soy alguien de hábitos y ya es parte de mi rutina hacer reír a mi amigo Tete antes de dormir, así que te culparse si cuelgas en este momento y me es imposible dormir.
La declaración le provocó una risa.
…Pero también había un cosquilleo extraño en la boca de su estómago… y un sonrojo fuerte en sus mejillas…
Quizás también su pulso se había vuelto loco justo en ese momento.
Tendría que ir a un chequeo medico pronto. Últimamente esos mismos síntomas se habían presentado por las noches.
Durante las llamadas a Minjae.
No. Tenía que ser una coincidencia.
Pero aun así no se atrevió a plantar la pregunta a Minjae por miedo a sonar ridículo con sus preocupaciones tontas.
En su lugar le contestó de manera juguetona y obtuvo un comentario gracioso a cambio… Y su charla continuó, con él sintiéndose cada vez más extraño, pero sin querer terminar la llamada.
No podía ser tan extraño que fuera muy apegado a su amigo.
Solo significaba que realmente eran buenos amigos.
Mañana habrá actualización doble 😉
Bonitos sueños ♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro