Capítulo 36
Primera actualización del día
Ya había estado antes en el club al que llegó. Desde que Jungkook y él llegaron a Seúl no habían salido mucho porque dedicaron su tiempo a trabajar. Todo cambió cundo conocieron a Minjae y Jimin y con ellos a todos los que hasta el momento formaban parte de su círculo de amigos más íntimo.
Su amigo omega lo había hecho salir de su departamento, lo había hecho romper su rutina de casa-trabajo-casa. Fue un respiro.
Sin embargo esa era la primera vez que no tenía un omega bajito y un alfa que lo ponía nervioso, escoltándolo.
No recordaba que la música fuera tan estridente, tampoco recordaba que la gente se acercaba demasiado y guiñaban en su dirección.
Sintió un poco de incertidumbre al estar ahí solo. Esperaba que en el momento que llegara Dohwan eso cambiará, quizás solo necesitaba una cara conocida para no sentirse abrumado.
— ¿Qué vas a pedir de tomar, amigo?
El bartender se acercó con su sonrisa practicada para que fuera amable y coqueta a la vez, con su tono amigable que buscaba hace sentir en confianza a los que llegaban.
Esa amabilidad tampoco se sintió bien. Aunque quizás solo estaba siendo demasiado tenso.
No debería beber cuando no era bueno en tolerar el alcohol, pero supuso que una bebida finalmente lo relajaría para que disfrutará del lugar.
Su bebida color azul no tardó en estar frente a él.
El primer sorbo fue muy corto, solo para prepararse para el sabor fuerte del alcohol, pero el bartender que lo atendió le había recomendado bien, la bebida fue dulce contra sus papilas gustativas, así que tomó el segundo sorbo con más confianza.
Cuando Dohwan llego a su lado, la música ya no parecía tan ruidosa y las luces en la pista creaban patrones divertidos.
Arrastró a su amigo y compañero de clases en medio del mar de gente que bailaba sumergida en su propio mundo, incluso antes de que se saludaran. Las luces no dejaban de cambiar al ritmo de la música que tocaba el chico detrás de una gran consola y la gente cada vez se emocionaba más conforme avanzaba la noche.
Dohwan y él no pudieron mantener una conversación, el ruido de la pista no lo permitía, pero estuvo bien, se dedicaron solo a bailar y perderse en el ritmo que marcaba la música. Había tomado otros dos cócteles azules de los cuales no recordaba el nombre, ni siquiera tenía que apartarse por mucho tiempo de la pista para ir por ellos y después volver a encontrar a Dohwan entre la multitud para seguir bailando.
Solo se detuvo cuando el cansancio ya no le permitió seguir de moviéndose.
Muchas mesas estaban vacías, la gente estaba ahí por la pista de baile, encontraron una alejada del ruido y se dejaron caer en el sillón cómodo mientras reían.
— Me sorprendió que me invitaras.
— ¿Por qué, si ya hemos ido a algunos lugares juntos?
— Porque últimamente solo estas con tu amigo Minaje.
Ese día también estuvo unas pocas horas con Minjae, pero Dohwan no tenía porqué saberlo. Así que solo sonrió y se encogió de hombros esperando esquivar la respuesta, su mente no estaba nublada de alcohol pero estaba cerca, era tiempo de que dejara las bebidas por esa noche.
— Hyung, ¿qué pasa entre Minjae y tú?
Parpadeó lentamente.
Había entendido la pregunta.
Pero no tenía una respuesta.
¿Eran amigos?
¿Podían serlo cuando él estaba tan enamorado de Minjae?
No lo creía posible, porque frente al alfa podía fingir, podía realmente fingir que estaba bien con una amistad, pero no podía engañarse a sí mismo. Él quería más. Quería poder caminar de la mano, quería que lo besara y lo mirara como si fuera su persona más importante del mundo. Quería pertenecerle, ser el novio de Minjae.
Ser de Minjae.
No podía responder eso. Trató de cambiar el tema, con cualquier otra cosa, pero justo eligió uno que había estado tratando de evitar, quizás porque no quería saber la respuesta.
A su mente levemente nublada no le importó, las tres bebidas en sus sistema ayudaron a que sus inhibiciones bajaran, aún no estaba seguro de cuánto pero fue suficiente para que hiciera la pregunta.
— ¿Te gusta Minjae?
Dohwan se río bajito, como si la pregunta le pareciera lo más divertido del mundo.
— No, ¿y a ti?
— Si, mucho — contestó sin dudarlo y enseguida frunció el ceño confundido —. Si no te gusta, ¿por qué estaban abrazados tan cerca el día que fuimos a escalar? Le estabas susurrando en el oído.
El menor se encogió de hombros aún sonriendo divertido, él no entendía que era tan gracioso.
— Tenía que contarle un secreto y era mejor si le susurraba al oído. Y en cuanto a estar tan cerca — volvió a encogerse de hombros —, supongo que soy así, estoy acostumbrado a abrazar a la gente, a rodearle los hombros.
— Lo sé. Lo he visto en la universidad. — De la nad río, recordando lo que Jimin le había dicho en el restaurante. — Y eso mismo le dije a mi amigo Jimin cuando insinuó que yo te gustaba, le dije que no pero no me hizo caso.
— Si me gustas.
Guardo silencio. Sacudió un poco su cabeza.
— ¿Qué dijiste?
— Que me gustas, hyung.
Volvió a guardar silencio. Realmente no sabía cómo responder a eso.
— M-Me gusta alguien más…
— Minjae.
— ¡¿Cómo sabes eso?!
Dohwan río con fuerza, la situación era muy divertida para el otro beta.
— Lo acabas de decir, hyung.
¿Sí?
No lo recordaba.
— Ah…
— ¿Y a Minjae también le gustas?
Sus ojos se humedecieron con demasiada rapidez.
— No.
Dohwan se inclinó hacia adelante, sus antebrazos en sus rodillas y una sonrisa en su rostro.
— ¿Te lo dijo él?
Negó con un movimiento de cabeza. No fue una buena idea porque se mareo un poco.
— Creo que me lo iba a decir hoy, pero no lo deje. — Suspiró, se sentía triste de recordarlo. — Me gusta mucho y no me sentía listo para escuchar esas palabras, supongo.
Miró sus manos vacías. Quizás una bebida más finalmente lo pusiera tan tonto como para olvidar a Minjae.
— ¿Por eso me llamaste para que saliéramos? ¿Querías divertirte para olvidar lo que Minjae quiso decirte?
— Si. — Volvió a suspirar, la manera en que lo dijo su amigo lo hacia sonar peor. — Pero no solo por eso, tengo pocos amigos con los que me siento cómodo para salir, y tu eres uno de ellos. Es divertido estar a tu alrededor.
— Ya veo. — Dohwan miró hacia la pista de baile por un rato antes de volver a voltear con él. — ¿Y no has pensado en salir con alguien más? Quizás eso ayude a que lo olvides más rápido.
Miró al beta frente a él.
Dohwan era guapo, amable y había dicho que le gustaba. Podía considerarlo.
Antes de conocer a Minjae realmente no había tenido deseos de salir con nadie, le habían gustado algunos pero solo de vista, nunca para comenzar un noviazgo. Pero tal vez por eso es que no podía olvidar a Minjae, porque había sido su primer enamoramiento real. Dohwan tenía razón, tenía que salir con alguien más, saber lo que era una relación y eso podría ayudar a superar su primer enamoramiento.
— Puede ser que ahora comience a considerarlo.
El más alto se recorrió en el sillón en forma de ‘u’ hasta que estuvo a sólo centímetros de él. Ahora así sonrisa era coqueta en lugar de divertida.
— ¿Y considerarías comenzar conmigo?
El primer paso para olvidar a Minjae es intentarlo...
Mordió su labio un instante.
¿Realmente estoy haciendo esto?, pregunto una voz insistente en su mente pero era mucho más baja, casi un susurró comparada con la otra voz que le decía que tenia que olvidar a Minjae, que tomara lo que Dohwan le ofrecía.
— Si.
— 𝓑𝓮𝓽𝓪 —
Estaba riendo tan fuerte que sus costillas dolían y sus ojos estaban húmedos.
El problema era que no recordaba ¿por qué?
— Hyung, tienes que dejar de moverte, no podemos subir los escalones si no me ayudas.
Cierto, Dohwan.
Estaba con Dohwan… ¿pero dónde estaban?
Quizás de verdad debió de haber dejado de tomar después de que se lo dijo a sí mismo, porque su cabeza estaba nublada y estaba dando tantas vueltas que se mareo.
— Deja de dar vueltas, hyung, te vas a marear.
Oh, entonces no era por el alcohol.
Subieron más escaleras. No recordaba donde estaban pero no le agradaba ese lugar si tenía tantas escaleras, él solo quería recostarse en algún lugar cómodo, en realidad ni siquiera tenía que ser un lugar cómodo, solo se podría tirar ahí en el piso.
— Ya llegamos.
— ¡Al fin!... ¿A dónde llegamos?
Se río de si mismo por lo extrañas que sonaban las palabras en sus labios y Dohwan también estaba riendo con él… o de él… no podía estar seguro.
— Estamos en mi departamento.
— ¿Por qué? Yo tengo un departamento.
— Si, pero te negaste a decirme donde era. Algo de que no podías decirle tu dirección a todo mundo, porque tu mamá vivía ahí y no podías tomar ese riesgo.
— Ohh… ¿pero dónde voy a dormir? — Volteó detrás de él solo para asegurarse, pero el departamento de Dohwan Lucía muy vacío, solo un largo pasillo con muchas puertas a los lados. — No tienes camas.
Dohwan estaba riendo tan fuerte que se doblo por la mitad, él hizo un puchero porque no entendía que era tan gracioso.
— Aún no entramos al departamento. Estamos en el pasillo del edificio. — El menor abrió la puerta que estaba enfrente. — Entra, hyung.
Ahora tenía más sentido que ese fuera un departamento, había muebles, un sofá y una cama amontonados en la mitad del espacio, todo lo demás estaba ocupado por luces y cámaras y muchos cables, similar a los salones donde tomaban fotos en la escuela solo que un poco más pequeño.
— Ten, un poco de agua — una botella pequeña de agua fue dejada en sus manos —, iré a buscar un pantalón cómodo para que duermas.
— Yo tengo ropa.
— Si, pero esta en tu departamento, del cual no me quieres decir la dirección, ¿recuerdas? — respondió el menor divertido.
— …Esta bien.
Comenzó a tomar agua de la botella, no era igual de dulce que las bebidas azules que había comprado en el bar, pero de repente tenía mucha sed. La termino por completo para el momento en que Dohwan regreso.
Su mente seguía un poco dispersa, pero al menos ya se sentía un poco mas concentrado. Se alegro de que sus palabras no se arrastraran tanto cuando hablo.
— Gracias — dijo tomando las prendas que le ofrecían.
— Me cambiaré primero. Si aún tienes sed, puedes tomar botellas de agua del refrigerador que esta allá. — Señaló hacia su izquierda por encima de su hombro y después se dio media vuelta para entrar en una pequeña puerta a un lado de estudio improvisado.
Sin saber que más hacer, camino hasta la ventana, era grande, los departamentos ya no solían tener ventanas tan grandes, pero esa tenía un buen tamaño y la vista no estaba obstruida por otro edificio, podía ver casas y negocios ya cerrados.
Enfocó su vista hacia un letrero descansando en la parte más alta de un local, estaba iluminado a pesar de que las ventanas y la puerta estaban en completa obscuridad indicando que el negocio no estaba abierto al público.
Recordaba ese letrero.
Fue la cafetería donde Minjae y él se habían visto un día cuando sus clases terminaron. Dónde le había contado al alfa la historia de las cámaras.
Se sintió triste. Ahora recordaba porque había ido al bar en primer lugar.
También recordaba lo que había hablado con Dohwan y lo que había aceptado.
Le aseguro al beta que intentaría salir con él.
No sabía que pensar al respecto.
Dohwan era amable y divertido, pero no le gustaba de otra manera que no fuera como amigo y no estaba seguro de que eso fuera a cambiar.
Quizás porque no lo he intentado realmente.
Cierto.
Si realmente quería olvidar a Minjae, tenia que realmente intentarlo.
— Ya puedes usar el baño, hyung.
El beta usaba unos pantalones sueltos de pijama y un hoodie azul marino, su cabello estaba despeinado en lugar de firme como solía usarlo, lo hacía parecer más joven y alegre.
— Dohwan… — Tomó una respiración profunda y se acercó decidido hasta que estaban a sólo unos pasos de distancia. — Dijimos que intentaríamos salir, ¿cierto? — El menor solo asintió. — Antes de que realmente lo hagamos, necesito decir algo. — Su corazón se aceleró ligeramente, con anticipación y un poco de temor por lo que iba a decir y hacer. — Me gusta Minjae, es la primera persona que me ha gustado realmente. En parte porque tenía miedo de las relaciones y de compartir mi pasado cuando las cosas avanzarán más entre esa persona y yo. Pero en su mayoría creo que fue solo Minjae, por ser él. Así que nunca he intentado realmente salir con alguien más y no sé si sea capaz de ello. Por eso quiero pedirte algo. Si no funciona… creo que será mejor que no lo sigamos intentando.
— Esta bien. — Dohwan ya no sonreía, estaba tomando en serio cada una de sus palabras. — ¿Qué es lo que quieres pedirme?
— ¿Puedo darte un beso?
Su respuesta la obtuvo cuando el menor avanzó para cerrar la distancia al tiempo que tomaba su rostro y pegaba sus labios.
Al principio fue solo un toque ligero, hasta que Dohwan comenzó a mover los labios a un ritmo lento. No lo presionó para que profundizaran y las manos ajenas descansaron en sus costados, en la ligera curva de su cintura sin ir más abajo, solo manteniéndolas ahí.
No fue malo.
Pero si se sentía mal.
Sus labios temblaban y a su cuerpo no le gustó la cercanía.
Era incorrecto.
No era la persona que anhelaba, no era a quien quería.
El aroma que quería oler no era el correcto. No podía oler el bosque de pino, la tierra húmeda…
Todo estaba mal.
Un sollozo salió de su garganta.
Dohwan se apartó.
— No creí que besara tan mal. — Trató de sonreír, pero también parecía preocupado. — Estas bien, ¿qué sucede?
— Lo siento… No puedo… No se siente correcto.
— Esta bien, estamos bien. En serio. No tienes que llorar. — El menor lo llevo hasta el sofá para que ambos se sentaran. — ¿Estás bien? ¿Quieres que llame a alguien para que venga por ti? ¿O te pido un auto?... ¿O quieres que llame a Minjae?
Sus palabras se ahogaron detrás de un extraño chillido y las lágrimas se derramaron por sus mejillas.
Asintió con fuerza en lugar de usar palabras.
Quería a Minjae.
Quería la seguridad de estar entre sus brazos.
Y también quería gritarle.
Quería pedirle que lo quisiera.
— Dame tu celular, déjame llamarlo.
Ya estoy publicando el siguiente capítulo, para que no se olviden de continuar leyendo 😊
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