Capítulo 35
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Cuando descendió lentamente de la falsa pared de roca, una sonrisa estiraba sus labios. Se estaba divirtiendo tanto que sintió la necesidad de decirle gracias a Minjae por proponer esa salida.
Cuatro días atrás, cuando recibió el mensaje del alfa para que se encontraran a tomar un café su corazón se saltó un latido. Se repitió una y otra vez que no debería de ilusionarse demasiado con la situación, pero no pudo evitarlo, se emocionó tanto por ver a Minjae, ser solo ellos dos, que había sacado casi toda la ropa de su armario para buscar algo que lo hiciera ver bien, había puesto cuidado con su maquillaje de ese día y con su cabello.
Pero cuando estuvo frente al menor se puso tan nervioso que comenzó a hablar y hablar, no pudo detenerse.
Minjae no lo interrumpió y no parecía aburrido, lo cual fue una suerte después de que le contó meticulosamente la historia de las cámaras.
Enserió, no podía creer que le había contado su clase completa de la historia de las cámaras.
Cuando llegó a su departamento se tiró en su cama esperando despertar y que todo ese día volviera a reiniciarse.
No pasó.
Y se arrepentía mucho de no haber escuchado más de la voz de Minjae, aunque obtuvo mensajes de texto. Diarios, lo cual levantó un poco su ánimo.
Hasta el día anterior que Minjae le llamó para invitarlo a escalar.
Se había emocionado hasta que el alfa dijo: será divertido una salida de amigos.
El punto había quedado claro para él, sobre todo cuando Minjae no se opuso a que invitara a sus compañeros de clases.
Se sintió con los ánimos bajos desde esa llamada, no pudo sentir entusiasmo a pesar de las respuestas animadas que recibió de sus compañeros afirmando que irían.
Y cuando finalmente había dejado su melancolía de lado para realmente divertirse, dio media vuelta y encontró a Dohwan tocando a Minjae. Tenía un brazo envuelto en los hombros del alfa y las yemas de los dedos de su otra mano dejaban toques suaves en la muñeca y el reverso de una de las extremidades de Minjae.
Y este no se movía.
Estaban tan cerca y Dohwan le susurraba algo en el oído.
No le gusto.
Odiaba lo bien que se veían.
Odiaba que Minjae no se apartara.
Odiaba que Dohwan siguiera tocando al alfa.
Odiaba esa sensación en la boca de su estómago que sabía amarga.
Trató de divertirse, sonrió mucho. Pero al final del día estaba molesto consigo mismo por haber llevado a sus compañeros de clase.
De nuevo se tiró en su cama deseando poder regresar el tiempo para hacer las cosas de manera diferente.
Cuando un mensaje de texto de Dohwan le pedía que le hablara de Minjae, simplemente apagó el celular y lo dejó en la mesita de noche al lado de su cama.
Estaba molesto.
Estaba muy molesto.
Finalmente Taehyung había dejado de comportarse de manera cautelosa con cada una de sus salidas. Cada vez que se encontraron solo ellos dos para comer, para ver una película, o para cualquier otra actividad, Taehyung no dejaba de tratar sus citas como salidas de amigos. Desde el día que fueron a escalar, se dio cuenta.
Ya había dicho la palabra cita, de eso estaba seguro, pero de inmediato Taehyung cambiaba el significado; si, esta genial citarlos para una salida de amigos.
No lo había corregido solo porque notó la incomodidad en el rostro de su beta mientras esperaba su respuesta.
Fue paciente, como se había prometido a sí mismo.
Al menos lo fue por casi cuatro semanas.
Pero ese día ya no quería esperar, le pediría a Taehyung que fuera su novio.
Había esperado por el momento en que su beta se sintiera más cómodo a su alrededor, se habían visto con tanta frecuencia como podían, habían mandado mensajes de texto diarios y se llamaban antes de dormir, tal y como lo habían hecho cuando él estaba en Daegu un año atrás.
Pero ya era suficiente tiempo para seguir atrasando su confección, para seguir dudando.
Taehyung no iba a estar esperando por él para siempre.
Esa verdad lo incomodaba hasta los huesos. Su interior se sentía agitado y con una fuerte sensación de miedo por perder a su beta por alguien más. Hubo incluso dos ocasiones en que tuvo que reprimir el loco y estúpido impulso de agarrar a Taehyung y encerrarlo en su habitación, rodeado de su aroma hasta que su beta oliera a él. No le permitiría a nadie el paso, solo quería tener acceso para él.
Y cada vez sus pensamientos giraban más en torno a la palabra mío.
Ya no eran solo pensamientos primitivos y animales del lobo que vivía en su interior, ahora también eran los suyos, aún cuando su mente estaba despejada y pensando lógicamente.
Así que sentía que se volvía loco cada vez que podía oler a alguien más en el aroma suave de su beta.
Afortunadamente ya no se mencionaba a Dohwan en sus conversaciones, no sabía que causó esa renuencia de Taehyung por mencionar a su compañero de clases, pero estaba feliz por ello.
El clima ya estaba comenzando a ponerse más frío, incluso los últimos días había estado lloviendo con gotas tan heladas que erizaban la piel. Por eso había sugerido una caminata tranquila en el parque ya que el sol finalmente había hecho acto de presencia en el cielo haciendo que el atardecer se sintiera completamente adecuado para estar en el exterior.
Habían caminado y hablado hasta que el ocaso dio paso a la noche. Ambos sonreían cuando él finalmente los detuvo frente a una banca de madera.
— Vamos a sentarnos, Taetae.
Fue el primero en tomar un lugar. Su respiración ya estaba inestable por lo que haría a continuación, pero aun estaba determinado a hacerlo.
Tomó las manos de Taehyung entre las suyas, llamando la atención del contrario.
— Taetae. — Los ojos castaños no le sostuvieron la mirada por más de un par de segundos antes de que volvieran a enfocarse en sus manos unidas. — ¿Recuerdas lo que te dije cuando me invitaste a una cita en el parque de diversiones?
— S-Si…
— Lo que te dije… en realidad creo que nunca fue necesario que pensara en mis sentimientos, no tenía porqué haber estado confundido, ya sé-
— No importa. — Taehyung lo interrumpió mientras alejaba sus manos. — No hablemos de eso. ¡Vamos a comer algo!
Apenas alcanzó a reaccionar cuando Taehyung se puso de pie y comenzó a alejarse. Sólo lo hizo dos pasos para cuando él lo atrapó y lo giró. Lo sostenía por la cintura mientras su beta se mantenía a la defensiva con sus brazos cruzados frente a su pecho y la mirada baja.
— Taetae-
— Mi-Minjae… solo…
Se quedó callado a la espera de que Taehyung continuará pero mantuvo su silencio hasta que unas gotas heladas cayeron sobre ellos.
Al principio quería ignorarlas, no quería interrumpir ese momento, pero estaban tomando más y más fuerza.
Tuvieron que correr.
El parque estaba lo suficientemente cerca de su departamento para ir caminando en lugar de tomar el auto, pero la llovizna dio paso a una verdadera lluvia, con agua tan fría que a mitad de camino sus chaquetas no fueron suficientes para cubrir el enfriamiento que se filtraba gracias a sus ropas húmedas.
Por alguna razón estaban riendo cuando llegaron al departamento.
Entraron hasta su habitación donde tomó unas toallas para secar sus cabellos y colocó ropa abrigadora en la cama para que su beta pudiera quitarse la ropa húmeda.
Aunque quería quedarse en la habitación, fue al baño para darle privacidad a Taehyung y quizás también para aclarar sus pensamientos y encontrar nuevas palabras para confesarse.
No obtuvo mucho para el momento en que la ropa seca ya cubría su cuerpo.
Tenía que ser directo.
Taehyung, ¿quieres ser mi novio?
Y quizás después de ello dar las explicaciones que quería dar. No podía arriesgarse a que su beta lo interrumpiera de nuevo.
Salió con energía renovada, pero Taehyung no lo esperaba en la habitación. Estaba frente a la barra que dividía la cocina y la sala con el celular en su mano. Una sonrisa tensa estaba en su rostro, pero por un momento se distrajo al ver su ropa en el cuerpo delgado. Intentó no mirarlo fijamente, pero no tuvo mucho éxito. Su mirada se deslizó, ese sentimiento posesivo susurrando mío, mío, mío. Ver a Taehyung con su ropa le hacia sentir cosas extrañas en su interior. Siempre lo hizo, por ello le había dado las camisas de sus pijamas. Se sentía correcto que su beta llevara ropa que lo marcará con su aroma.
Pasó saliva.
— Ya pedí un auto, para que me lleve a casa.
¡No! ¡¿Por qué?!
— No tengo problema en llevarte Taetae.
— Esta bien Minjae.
— Pero tengo algo que decirte.
— ¿Puedes no hacerlo? — La pregunta dolió, en su pecho algo se apretó alrededor de su corazón y sus pulmones. — Creo que se lo que me vas a decir, pero aún no… No creo que esté listo para escucharlo.
Era tarde. Lo sabía. Había esperado demasiado tiempo.
Solo sentía dolor en su pecho, pero aun así trato de sonreír.
— Claro... Esta bien.
Taehyung desvió la mirada hacia la pantalla de su teléfono.
El silencio callo entre ellos, solo roto por la voz de su beta cuando le informo que el auto estaba ahí y se despidió.
Se dejó caer en el sofá cuando sus piernas volvieron a obedecerlo con el rostro entre sus manos y arrepentimiento en cada fibra de su ser.
Fue tan tonto por dudar, ahora Taehyung era quien se alejaba y por más que su mente gritara mío, no podía obligarlo a nada.
Entendió lo que decía su hermano.
Podía sentir ese retorcido sentimiento de posesividad hacia Taehyung, podría tener pensamientos que le daban miedo. Pero realmente nunca obligaría a su beta a nada, jamás podría poner su voluntad por encima de ese ser que había robado su corazón.
Era posesivo con Taehyung porque quería que el beta le perteneciera a él…
Así como él ya le pertenecía a su beta.
Fue cobarde, pero simplemente no quería escuchar a Minjae decir que no tenía sentimientos románticos por él, que ellos solo podían ser amigos.
Por más veces que se lo dijera a sí mismo, no pudo evitar soñar con que sus salidas eran citas, que sus mensajes y llamadas eran porque el alfa no quería estar lejos de él.
Suspiró.
Miró la pantalla apagada de su celular.
Mordió su labio.
No debería de tomar decisiones cuando sentía ese vacío en su corazón, lo sabía. Pero aun así encendió la pantalla, busco entre sus contactos y presionó para comenzar la llamada.
Solo espero dos tonos antes de que le contestaran.
— Hola, hyung.
— ¿Quieres salir esta noche?
— Claro, ¿a dónde?
— Mmm… vamos a bailar.
— Genial, dime el lugar y nos encontramos allá.
— Esta bien, te la mando por mensaje.
— Nos vemos en un rato Taehyung-hyung.
— Claro, Dohwan.
— 𝓑𝓮𝓽𝓪 —
Solo nos quedan cinco capítulos más y el epílogo, así que estamos entrando al final de esta historia 😬
¿Listxs?
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