Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 29

Tercera actualización del día
3/3

Ese día algo se sentía distinto, aparte del hecho de que ahora Namjoon y Hoseok estaban casados. La boda del día anterior había sido hermosa y puede que Jimin y él hayan llorado bastante con el intercambio de votos, ambos abrazándose y escuchando las risitas de Jin, Minjae, Jungkook y Yoongi. Simplemente sus amigos hacían una hermosa pareja, no podían culparlos por ello.

El restaurante abriría un poco más tarde por decisión de Yoongi y Jin, aunque probablemente esa decisión se tomará después de que Jimin y él continuaron su propia fiesta una vez que Namjoon y Hoseok se retiraron para comenzar su noche de bodas. Habían bailado y bebido tanto que no se sorprendía nada por tener el inmenso dolor de cabeza que aún no lo dejaba levantarse de la cama.

Pero algo más iba a cambiar ese día.

Tenía una semana pensando en ello. Desde su plática con su madre y su posterior cita con Minjae.

Finalmente había decidido como continuar viviendo su vida.

La resolución fue fácil cuando volvió a pensar en su pasado, esta vez sin ese amargo sentimiento de que tenía cosas sin resolver. Se sentía finalmente reconciliado con lo que había vivido y la justicia que había obtenido. Se negaba a dejar que su vida se estancara nuevamente por el recuerdo de alguien que le hizo mal en el pasado.

Así que volvió a mirar en sus recuerdos y en lo que le gustaba hacer antes de que Dong Sung-woo llegara a sus vidas y los pequeños momentos que disfrutaba cuando llegó a vivir a Busan.

Todas sus memorias lo llevaron en una misma dirección. Y estaba feliz con lo que había decidido. Ahora solo tenía que contárselo a las personas importantes de su vida.

Minjae. Llegó de inmediato a su mente, pero después de su cita también le había quedado claro que él menor necesitaba tiempo y espacio para organizar sus pensamientos.

Aún no sabía que hacer en ese tiempo. Sus sentimientos por Minjae seguían latiendo con fuerza en su pecho cada vez que pensaba en el alfa, en su risa, en su aroma y esa sensación agradable que lo hacía sonreír cuando estaban juntos. No podía culpar al menor por la necesidad de aclarar sus pensamientos, después de todo él tampoco había entendido desde el inicio ese ritmo frenético del latido de su corazón cuando se trataba de Minjae, pero una parte egoísta en él quizás haya rogado una o dos veces a la luna que fuera rápido, por favor que Minjae olvide pronto a Jimin.

No se sintió orgulloso de ello.

Cariño. — El gritó de su madre y el golpeteo en la puerta retumbar en en su cabeza haciendo que pulsara.

Eso de emborracharse era divertido en el momento, pero definitivamente terrible después de que pasaba la diversión.

— Mamá, por favor no grites — dijo en cuanto la puerta se abrió.

— No estoy gritando, Tae. — Se escuchaba divertida, como si estuviera sonriendo, pero temía abrir sus ojos para averiguarlo. — Vamos, no puedes quedarte en la cama todo el día, tienes que ir a trabajar.

— Me estoy muriendo, no podré ir a trabajar.

Ahora si escuchaba la risa de su madre. Normalmente estaría feliz por ello, pero justo en ese momento el dolor de cabeza no lo dejó.

— No te estás muriendo, estás sufriendo las consecuencias de beber demasiado alcohol. — El colchón se hundió un poco bajo el peso de su madre sentándose cerca de su cadera. — Pero tu madre hizo una sopa de kimchi que le ayudará a tu estómago y a esa resaca que tienes, así que levántate.

Con un fuerte tirón de la mayor, las mantas calentitas le fueron arrebatadas en un segundo. El frío lo hizo temblar. Ya era primavera, pero definitivamente las mañanas aún eran muy frescas, lo comprobó cuando su piel se erizo al perder la barrera que mantenía su calor corporal.

— Eres mala — dijo con un exagerado puchero y al fin se atrevió a abrir los ojos.

Si, fue una mala idea.

La habitación estaba iluminada por el sol del mediodía, gracias a que él no había cerrado las cortinas cuando llegó, solo se había aventado a sí cama cómoda.

— Vamos, mi vida. — Su madre se levantó con fluidez, una que no se sentía capaz de imitar en ese momento. — Tienes solo dos horas para estar preparado para ir al trabajo. Además Jimin llamó, estará aquí en unos minutos para que vayan juntos y también porque le prometí un poco de sopa de kimchi.

— ¿Cuándo llamó?

— Hace como una hora.

Giró su cabeza a un lado para ver como su madre lo miraba desde la puerta.

— Si fuera pequeño, me cargarías hasta la cocina y me darías un beso en la frente por estar enfermo — dijo pronunciando aún más su puchero y poniendo ojos tristes, que no estaba seguro de haber logrado fingir del todo porque la luz aún le parecía muy brillante por su resaca.

— Si fueras pequeño, no estarías sufriendo las consecuencias de beber alcohol, mi vida.

Y se fue después de lanzar un beso al aire.

Comenzó a reír… y se arrepintió al instante cuando el propio sonido de su risa taladro en su cabeza.

 Esperaba que esa sopa funcionará porque no podría sobrevivir un día de trabajo en ese estado.

— 𝓑𝓮𝓽𝓪 —

Estaba sorbiendo su primera cuchara de sopa cuando Jimin entró por la puerta siendo un tomado de energía que brillaba. Era odioso lo bien que lucía a pesar de que bebieron lo mismo. Él aún se sentía muerto en vida y con un terrible dolor de cabeza a pesar de su ducha.

— ¡Hola Tae!

Gimió en respuesta por el alto tono de voz.

— Minie, estoy muriendo, no grites.

— Lo siento, lo siento — dijo, pero no se escuchaba arrepentido para nada.

Lo miró haciendo mala cara.

— ¿Por qué te ves tan bien si tomamos lo mismo?

— Yo salgo de fiesta más seguido que tu, Tae. O lo hacía. ¿Tienes idea de cuantas resacas ha vivido hasta ahora? Ya no me afectan tanto.

— Te odio tanto — murmuró.

— En realidad me quieres mucho.

A pesar de su dolor de cabeza, sonrió a ese omega bajito que lo miraba feliz.

Si consideraba todo lo que había pasado entre ellos y todo lo que se contaron cuando dejaron que el contrario escuchara lo que había sido la vida del otro, definitivamente Jimin era uno de los primeros con el que quiero compartir su decisión. Espero a que su madre tomara asiento y luego miró a esos dos seres que formaban parte importante de su vida.

Se puso nervioso.

¿Y si piensan que no es una buena idea? ¿Y si piensan que no es algo lo suficientemente bueno para hace?

Las dudas lo asaltaron, pero de inmediato recordó que ellos no se atreverían a juzgarlo. Ninguno d ellos buenos amigos que había hecho en esos últimos nueve meses haría algo como eso.

Dejo su cuchara de lado atrayendo la atención de los dos que lo acompañaban en la mesa.

— Mamá, ¿recuerdas que me dijiste hace una semana?

— Claro que si. Que era tiempo de que comenzarás a vivir tu vida, perseguir tus propios sueños.

Asintió con un movimiento corto de su cabeza.

—  Pensé en eso, mucho. — Su madre y su amigo imitaron su acción anterior y dejaron sus cucharas de lado para prestarle su total atención. — Creo… Ya se lo que quiero hacer.

— Oh, mi niño, eso es estupendo. — Alargó una mano para tomar la suya y dar un ligero apretón con una sonrisa enorme en sus labios. — Dinos, que quieres hacer.

Miró a Jimin y de nuevo a su madre antes de bajar la mirada a su plato casi vacío.

— Sabes que me gusta la fotografía. — Su madre era quien le había regalado esa cámara que llevaba a todos lados cuando Jungkook y él estaban en su último año antes de graduarse e irse a Seúl. — Quiero hacerlo bien, profesionalmente. Se que no es un trabajo del que pueda presumir-

— Tae — interrumpió Jimin tomando su mano Libre entre Las suyas que eran más pequeñas —, mientras sea algo que te guste puedes presumir de ello cuanto quieras.

— Jimin tiene razón. Si te gusta y es lo que quieres hacer, ya se convierte en el mejor trabajo del mundo, para ti y para quienes te queremos y apoyamos.

Sonrió, feliz de poder contar con gente así en su vida, feliz por probar una vez más el apoyo incondicional que le brindaban.

Y muy feliz porque expresar en voz alta su siguiente sueño de alguna manera lo volvía real.

Sobretodo cuando un Jimin emocionado sacó su celular y comenzó a buscar información. Escuchar a su amigo y a su madre hablando de que tenía que hacerlo cuanto antes mientras buscaban información sobre el tema, lo estaba volviendo aún más real.

— ¿Y sabes en que ámbito quieres trabajar? — preguntó su amigo omega.

No tuvo que pensarlo. Lo sabía.

“Taetae, la foto que me tomaste parece que pertenece a una revista de moda famosa. Si fueras un fotógrafo definitivamente te veo tomando fotos de modelos que solo estarán en las revistas más conocidas.”

“Estas exagerando, Minjae"

“No lo hago, eres muy bueno tomando fotos.”

— Quiero tomar fotos para revistas de moda, me encantaría fotografiar modelos y que después aparezcan en esa revistas donde mucha gente las vea.

Sonrió de nuevo, esta vez sus mejillas dolieron por lo grande de su sonrisa, pero no podía hacer que fuera más pequeña porque estaba feliz.

Su vida estaba avanzando de nuevo.

Eso es todo por hoy. Nos leemos en los comentarios ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro