Capítulo 27
Primera actualización del día
1/3
Minjae le pidió permiso para darse una ducha antes después de que su madre cocino y les ordenó que comieran algo.
Cinco segundos después, nuevamente le pidió permiso, esta vez a su madre.
Y así fue con cada cosa que preguntaba, primero le preguntaba a él y de inmediato volvía a hacer la misma cuestión a la mayor. Fue un poco divertido ver lo nervioso que estaba el alfa en presencia de su madre, como rápidamente se apartaba unos centímetros más lejos de él cuando la voz de la mayor sonaba para recordarte que seguía ahí.
Le gusto mucho lo “correcto” que se sentía tenerlo ahí cerca de él.
Y eso lo puso nervioso.
Sabía que el alfa se quedaba ahí porque él se lo había pedido. No estaba seguro de si Minjae lo hacía porque era lo que realmente quería. Pero eso no evitó que su corazón latiera enamorado con cada acción del menor.
Aún no podía olvidar la intensidad de los besos que le dio mientras lo rescataba.
En ese momento había agradecido el ancla que ayudó a que su miedo retrocediera, ahora se preguntaba “por que".
¿Minjae me besó por la adrenalina del momento? ¿Por qué quería tranquilizarme? ¿O simplemente porque quería hacerlo?
¿Por qué?
Fue algo que realmente quiso preguntar algo que quería hablar con él alfa. Preguntas que se quedaron sin respuesta porque el agotamiento lo alcanzó en cuanto ambos se acostaron envueltos entre los brazos del otro.
Y preguntas que no pudo realizar en cuanto se despertó porque el alfa ya no estaba a su lado en la cama, no estaba en el baño y no estaba sentado en el sillón. Sólo su madre estaba en la cocina, fue la que le dijo que Minjae se había ido dos horas atrás.
Eso lo puso triste. Y molesto. Consigo mismo por no preguntar sus tantas dudas cuando era el momento y un poco con Minjae porque era la segunda vez que se iba sin decirle nada.
Estaba tan envuelto con el cuerpo de Taehyung en la propia cama del beta que fue un poco complicado desenredar un brazo para alcanzar su ruidoso celular que no dejaba de sonar.
Rezaba a la luna que eso no despertara a su beta porque descanso era lo que realmente necesitaba.
Era su Sargento quien llamaba.
A estas alturas ya debería de saber por qué lo habían dejado fuera de sus avances en la investigación, lo había aclarado en el informe que había realizado al mismo tiempo que Taehyung llenaba su declaración. También debería de saber que quien pasaba la información a Dong Sung-woo era el vecino de Taehyung quien a su vez era tío biológico del alfa, por ello no compartían el mismo apellido.
Aún así sabía que le esperaba un regaño cuando deslizó su dedo en la pantalla lisa para contestar.
— ¿Sí, Sargento?
Mantuvo su voz baja, pero aun así se aseguró de que el beta a su lado siguiera profundamente dormido.
— ¿Dónde estás?
— ¿Necesita que vaya a la estación?
— No, solo quiero saber donde estas.
Pasó saliva, nervioso. Un detective no debería de estar en la casa de la victima acostado, solo en bóxer y abrazándolo. Por muy comprensivo que se hubiera mostrado el Sargento con sus constantes fallas durante ese caso, esa situación no era algo que pudiera dejar pasar.
— ¿Es eso relevante?
Un largo suspiro se escuchó al otro lado de la línea.
— Kim Minjae te he cubierto con mis superiores. Nunca antes diste ningún problema y de hecho eres un excelente detective, pero con este caso… — La pausa se extendió, pero casi podía adivinar las palabras que el Sargento no dijo, “pero con este caso has tenido muchas fallas". — Solo dime que no estas en casa de la victima Kim Taehyung.
— No puedo hacer esa afirmación Sargento.
Pasó saliva al menos dos veces más, su corazón acelerado y su respiración frenética esperando por una respuesta, una que tardó en llegar después del inmenso suspiro del alfa mayor.
— Bien, te diré esto una sola vez. Tienes diez minutos para salir de ahí, me vas a enviar un mensaje cuando ya estés en tu auto y tienes otros veinte minutos para llegar a la estación. Te quiero frente a mi escritorio, quiero ver con mis propios ojos que estás fuera del departamento del joven Taehyung. — Hubo una pausa, fue una llena de tensión por ambos lados del teléfono. — Si no lo haces en ese tiempo, te sacaré del caso y como sabes, tu nombre no puede tener lugar en la lista de testigos que la corte llamara. Lamento hacer esto pero eres consciente de que si tu nombre forma parte de los que rescataron a Taehyung y alguno de los abogados de Sung-woo se entera de que estuviste en el departamento de la victima, el caso puede verse afectado de manera negativa.
— Lo sé.
Fue lo único que respondió, mirando las facciones tranquilas de su beta. No podía darle una ventaja como esa a Sung-woo en la corte. Algo así podría llegar incluso a invalidar parcial o totalmente el arresto y no podía permitir eso.
— Tampoco podrás tener contacto con él fuera de la estación hasta que el jurado de su veredicto.
— Esta bien — su lobo gruñó.
— Bien, tienes diez minutos para devolverme la llamada y decirme que ya estas en tu auto y de camino hacia la estación.
La línea quedó en silencio.
Él miró a su beta una última vez, acarició la mejilla y dejó un beso en su frente antes de finalmente escapar de la cama. Se topó con la madre de Taehyung una vez que salió de la habitación vestido y reacio a alejarse.
— ¿Ya tienes que irte, Minjae? ¿No quieres esperar a la comida?
— Lo siento, de verdad me gustaría pero el Sargento me quiere en su oficina lo más rápido posible.
— Esta bien, que pena.
La mujer delgada avanzó hasta estar frente a él y lo abrazó, al principio sus brazos se quedaron estáticos sin saber como reaccionar.
— Gracias por lo que hiciste, por todo. Por llevar el caso de mi hijo, por devolvérmelo a salvo y por sostenerlo cuando se derrumbaba.
Después de vacilar un poco, devolvió el abrazo con gentileza y una sonrisa arrepentida en su rostro. Si la mayor supiera esa posesión que sentía y al mismo tiempo la indecisión que lo recorría, quizás no estuviera muy contenta con él cerca de Taehyung.
Así que no supo como responder, sus labios se separaron para hablar un par de veces, pero ningún sonido salió.
Un beso en su mejilla, una caricia suave en su hombro y una sonrisa tan parecida a la de Taehyung lo dejaron sin poder decir absolutamente nada. La gratitud en esos ojos simplemente no permitió que las palabras salieran.
Vete ahora, no quiero que te regañen porque te estoy deteniendo. Espero que alguno día cercano nos acompañes a comer.
Solo asintió, no dijo nada más mientras salía casi corriendo del departamento con culpa en su pecho.
Los días pasaron lenta y agotadoramente. El juicio duró sólo dos días después de las citas para presentar los cargos ante el jurado, pero sentarse ahí a escuchar su historia siendo revelada y la del primer adolecente que se atrevió a denunciar lo hizo sentirse expuesto y culpable. Si tan solo él hubiera denunciado años atrás, habría podido restarle dolor a ese chico que lloro a cada segundo mientras revelaba el abuso.
Lo único que lo hizo soportar fue la presencia de todos sus amigos sentados en la banca detrás de él brindándole todo su apoyo.
Jimin y Jin no estuvieron el segundo día, pero eso no lo puso triste. En realidad saber que estaban pasando juntos el celo de Jimin, lo hizo sentirse feliz de que finalmente las cosas avanzarán para su amigo.
Además el segundo día, solo se presentaron más testigos y más víctimas. Habían llegado en algún punto de la noche anterior y esa misma mañana, todas accediendo a presentar cargos y declarar en el estrado con más pruebas que finalmente los abogados de Sung-woo no pudieron debatir.
Y se sorprendió de que esas víctimas habían llegado ahí gracias a su madre, quien había estado en Daegu encontrando a esos jóvenes y les había contado la denuncia que ya tenía Sung-woo.
El segundo día fue definitivamente el más largo, pasaron horas cuando finalmente el juez salió para dar su veredicto.
Había un hueco en su estómago y una presión en su pecho que no lo dejaba respirar del todo. Sus manos sudaban mientras las mantenía en puños apretados. Sentía que se iba a desmayar si la espera seguía extendiéndose.
Pero el juez no tardó mucho más.
— Se declara a Dong Sung-woo culpable de todos los cargos.
Esas palabras finalmente lo hicieron volver a respirar, quitaron de encima de él un peso del que no se había dado cuenta. Lloró abrazado a su madre, pero no eran lágrimas tristes. De hecho se sentía tan feliz que la sonrisa en su rostro no se sentía suficiente para mostrarlo.
Finalmente.
Había obtenido justicia para él y para su madre. Ya no tenía que vivir con miedo constante. Se sentía felizmente ligero después de que esa etapa de su pasado finalmente se cerrara.
Realmente había llegado el momento de avanzar sin estar mirando sobre su hombro y esa era una sensación de felicidad casi comparable con estar entre los brazos de Minjae.
Mis Makis, hoy habrá 3 capítulos, ya están escritos así que solo tengo que corregir algunas cosillas y los publico.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro