Capítulo 26
Disfruten de la lectura ♡
Aún sentía como si alguien le hubiera disparado en el pecho, había una sensación de hueco desde que Jungkook dijo esas palabras que aún resonaban sin cesar en su mente.
— T-Tae… desapareció…
Su día ya estaba lleno muy mal porque su mal humor y frustración habían molestado a su equipo al punto de que Jungkook tuvo que intervenir y decirle lo que nadie más se había atrevido.
Si, su enojo se debía a que no podían dar con Dong Sung-woo.
— …Pero sabes, hoy hablé con Tae y él confía plenamente en el equipo, hagámoslo también nosotros. Había dicho Jungkook mucho más temprano.
Le había fallado a Taehyung. La confianza del beta no había flanqueado y aún así terminaron fallándole. Ahora Sung-woo lo tenía en su poder.
Habían llegado al centro comercial tan rápido como les fue posible, pero no fue lo suficientemente rápido. Se tuvieron que valer de las tomas que las cámaras de seguridad habían grabado y de la imagen que consiguieron del auto que abandono el estacionamiento con Taehyung a bordo.
Casi golpea el monitor cuando vio la silueta de una pistola apuntando al costado de Taehyung y de nuevo cuando el maldito alfa puso sus sucios labios el mejilla de su beta. Aún quería golpear algo solo de recordarlo. De preferencia a Dong Sung-woo.
Y probablemente lo haría si encontraban al maldito. Cosa que se les estaba complicado igual que durante esos meses que pasaron tratando de encontrar rastros del alfa. Era malditamente bueno cubriendo sus huellas.
El auto no tenía registro previo ni aviso de robo, tampoco se le asociaba con un nombre, cuando siguieron las cámaras de vigilancia del tráfico, lo encontraron abandonado pero cubierto de neutralizador, lo que le impidió a Jungkook encontrar un rastro y a donde quiera que se hubiera ido caminando, eran calles estrechas donde las cámaras de vigilancia aún no eran instaladas o estaban descompuestas por lo que no pudieron seguirlo.
Chanyeol dijo que se encargaría de intervenir las cámaras de los negocios de los alrededores tratando de localizar que ruta habían seguido pero aún no llamaba con una pista.
Y si, estaba tan enojado en ese instante que cualquier cosa podría llevarse su ira. En ese momento lo que menos quería escuchar era que no tenían pistas para seguir, pero era lo único que seguía escuchando.
— Acaba de llamar Vernon, no a nadie en el departamento que usaba Sung-wook y tampoco en el departamento de Taehyung. — Cuando la voz de Wonwoo llegó a sus oídos, ya sabía, por el tono empleado, que no habian logrado nada aún. — Minghao y sus compañeros tampoco han visto movimientos sospechosos en las salidas de la ciudad… ¿Seguiremos dando… eh… vueltas en esta zona?
— Wonwoo, tenemos que levantar cada piedra si es necesario, dejaron el vehículo y se fueron caminando. Tienen que estar cerca.
Estaba enfocando su ira en quien no lo merecía, lo sabía pero con sus sentimientos tan volátiles en ese momento no le importaban las palabras que salían de sus labios.
— Minjae… llevamos horas buscando inútilmente-
— ¡Pues entonces trabajen adecuadamente y encuentren alguna pista!
— Minjae.
La voz de mando de Jungkook lo sacudió y de inmediato su lobo mostró su cuello.
— Necesitamos un plan y una pista Jae, solo gastamos tiempo si estamos dando vueltas. — El alfa menor se acercó y habló con culpa en la voz. — Yo se como te sientes, pero realmente no podemos seguir perdiendo así cada minuto.
— Lo sé…
Lo hacía, pero su corazón estaba trabajando toda velocidad por cada minuto que pasaban sin encontrar a su beta. Y esa área donde estaba abandonado el auto era la última pista que tenían de él, sentía que si se alejaban jamás encontrarían a Taehyung a tiempo.
— Iré por Lee Chan y Jun — dijo Wonwoo.
— Esta bien, gracias Wonwoo. Minjae y yo nos adelantaremos en uno de los autos, nos vemos en la estación.
El silencio reino por varios segundos, Jungkook no dijo nada cuando volvió a ver alrededor como si una pista fuera a saltar de repente frente a ellos.
— ¿Cómo puedes seguir tan concentrado Kookie?
— En realidad… es mi lobo el que esta bloqueado las emociones, en mi mente estoy enloqueciendo por no encontrar a mi mejor amigo.
Si, podía entender eso de estar enloqueciendo. Tomó una respiración profunda más de una vez, aunque no se sentía menos angustiado, al menos su mente se deshizo de un poco de la bruma de ira que la rodeaba.
— Conduces tú — dijo lanzando las llaves al menor.
— Esta bien.
Instalados en el silencio del auto aún se preguntaba cual seria su siguiente movimiento cuando el celular de Jungkook sonó.
— ¿Encontraste algo en las cámaras Chanyeol-sumbaenim?
El menor escucho una respuesta, él ya estaba ansioso por saber si eran buenas noticias o no.
— Te pondré en altavoz sumbaenim. ¿Que encontraste?
El menor se separó el celular del oído y lo colocó en medio de ambos, después la voz grave del alfa geek llenó el silencio del auto.
— En la información pública de Dong Sung-wook aparece que fue adoptado a la edad de ocho años, cuando ya se había presentado como un alfa. El fue dejado en un orfanato a los dos años, ya que su madre estaba muriendo a causa de cáncer y no se tenía ninguna información sobre su padre biológico o algún pariente que pudiera acogerlo y nadie nunca fue a preguntar por él. Todo eso ustedes lo saben cuando lo investigaron, pero hay una parte que es falsa.
— ¿Qué parte?
— Su padre biológico lo buscó en el orfanato el día de su cumpleaños número nueve, pero ya lo habían adoptado. Aunque tengo razones para creer que lo encontró años más tarde.
— ¿Por qué no sabíamos eso? — Preguntó un poco molesto. — Los detectives de Daegu le me dijeron que me habían dado toda la información relevante cuando estuve allá.
— Porque parece que su padre tiene los recursos para cubrir la verdad, esta información la obtuve después de… digamos que investigar a fondo.
— Minaje y yo estamos desesperados por pistas sumbaenim, por favor dinos en que nos ayuda saber esto.
— Pues cada mes Sung-wook recibe un cheque de alguien que firma como “Tu querido papá”, como apoyo económico para la fundación en la que trabaja y rastree el remitente de esos cheques. Son de una fundación pequeña de aquí de Seúl, aunque no tengo el nombre ni la dirección aún porque tendría que violar más reglas para averiguarlo ya que es una fundación protegida por el gobierno… Si pudiera obtener el permiso del Sargento quizás…
— Hablaré con el Sargento Byun ahora mismo, sumbaenim solo tiene que conseguirme un nombre y una dirección para que Jungkook y yo podamos comenzar a buscar.
— Bien, les informo en cuanto encuentre algo.
Marcó el número de su Sargento y explicó la situación lo más rápido posible y evitando las partes relevantes, mientras escuchaba que Jungkook también atendía una llamada a su lado. No pudo concentrarse mucho en lo que decía el menor porque su Sargento estaba más que molesto por la participación de Chanyeol a sus espaldas. Afortunadamente, el alfa al otro lado de la línea no puso obstáculos y el finalizó la llamada sin despedirse y mandando un mensaje a Chanyeol para que procediera.
— …Gracias por avisarme hyung, vamos para allá y te avisare cualquier cosa.
— ¿Qué sucede Kookie? ¿A dónde vamos?
— Era Namjoon hyung. Me recordó sobre el señor que vive cerca del departamento de Tae. Siempre hablaban de muchas cosas, en especial de Daegu ya que el señor era de allá. No le había tomado importancia, pero ahora que sabemos que el padre de Sung-woo lo apoya económicamente, quizás también lo ayude a esconder a Tae.
Su corazón se aceleraba una vez más ante esa mínima esperanza de tener una pista que lo llevará a su beta.
— Vamos para allá. Les hablaré a los chicos.
Explicó a Wonwoo hacia donde se dirigían y compartió la información que le dio Chanyeol mientras Jungkook conducía como si alguien los estuviera persiguiendo. Agradeció que no tuviera reparos en mostrar cuan ansioso estaba por encontrar a Taehyung, tanto como el mismo se sentía.
El menor detuvo el auto a media cuadra de un conjunto de viviendas parecidas una con la otra. A varios metros más allá se alzaba el edificio donde se encontraba el departamento de Taehyung. No era momento, pero en su mente revivió esos dos meses que había ido cada noche y los momentos en los que su beta sonreía. Tenía que encontrarlo rápido, tenía que ver esa sonrisa una vez más.
La ventana del lado de Jungkook fue bajada y el menor olfateó el aire con un gesto concentrado en su rostro, después arrugó la nariz.
— Puedo oler a Sung-woo, pero aún no distingo el aroma de Tae.
— Tendremos que acercarnos. — Presionó el número de Wonwoo y puso el teléfono en alta voz esperando que el alfa al otro lado de la línea hiciera lo mismo para que el resto de su equipo escuchara, un plan ya se había formado en su cabeza. — Wonwoo, Jungkook puede oler a Sung-wook dentro de la casa pero aún no está seguro sobre Tae, no lo pondremos en peligro así que Kookie y yo nos bajaremos primero y buscaremos una manera de entrar por la parte trasera de la casa. Necesito que ustedes se bajen enseguida y llamen a la puerta, lo más seguro es que atienda el señor que vive en esa casa así que no intenten sacar información, solo digan que fueron a avisar sobre la desaparición de Tae y dejen una tarjeta pidiendo que se comunique si lo ve. Dejaremos las llaves colocadas en este auto, llévense los dos y escóndanse cerca, les hablaremos para que vuelvan una vez que aseguremos a Taehyung.
— Entendido Minjae. Eso haremos.
Solo estaban a la espera de su equipo, en solo unos minutos más sabría si su Taehyung estaba ahí, y si lo estaba finalmente podría ponerlo a salvo y arrestar a Sung-woo de una vez por todas.
Solo unos minutos más.
Tenía que mantenerse concentrado.
— Realmente me sorprende la inteligencia de Namjoon-hyung. — Comenzó diciendo, estaba buscando una excusa para mantener su mente ocupada, pero decía en serio cada palabra sobre el beta. — Si no supiera que es realmente feliz administrando el restaurante, lo persuadiría de que se una al departamento de detectives de la policía.
— Lo sé. Él fue también quien nos hizo darnos cuenta de que Sung-woo había utilizado neutralizador para huir de mi olfato y ahora sin siquiera conocer la información que nos dio Chanyeol-sumbaenim, pudo darse cuenta de algo que a nosotros no nos pasó por la mente.
Y agradecía enormemente por ello, porque quizás terminarían dando con Taehyung sin que Namjoon los hubiera guiado ahí, pero no quería ni pensar en cuanto habrían tardado porque cada minuto que ellos no rescataba a su beta, este estaba en las manos de Sung-woo.
Cuando su equipo llegó finalmente podían ponerse en marcha. Rociaron neutralizador suficiente y se escabulleron por el camino de pasto lo más silenciosamente posible. Había muchas ventanas en la parte trasera por las que podían entrar, se decidieron por la que estaba escasamente iluminada y que les permitía ver un corto pasillo en lugar de una habitación. Cuando el timbre de la casa sonó a la distancia, ellos actuaron. Se adentraron y se quedaron de cuclillas observando su alrededor, había unas escaleras para el segundo piso, la nariz de Jungkook olfateaba en esa dirección. A la distancia se oía alguien hablando, reconoció la voz de Jun.
— …Si logra ver a Kim Taehyung, no dude en marcarnos a él número que viene en la tarjeta, realmente nos ayudaría mucho su cooperación.
— Claro, les informaré si lo veo y por favor pongan todo de su parte para encontrar a ese joven tan amable.
— Por supuesto, déjelo en nuestras manos.
Eso era todo, su distracción se había terminado pero habían logrado entrar, ahora era su turno para encontrar a Taehyung. Jungkook le pidió con un movimiento de manos que se acercara y después se acercó para susurrar.
— Puedo oler a Tae en el segundo piso. Sung-wook esta en aquí abajo en alguna habitación. Tu encuentra a Tae, yo tratare de neutralizar a los alfas.
Quería decirle a Jungkook que ambos se encargarían de los alfas, pero su urgencia por ver a Taehyung le impidió ofrecer otra alternativa.
— Ten cuidado — fue lo único que dijo.
— Tu también.
Manteniendo sus pasos ligeros, subió hacia el segundo piso, convierte de su entorno y tratando de escuchar cada ruido, aunque no había mucho. Con su arma en la mano, abrió lentamente las primeras dos puertas, una habitación estaba acumulada con cajas y cajas de cartón sin ningún orden, la segunda era una recamara grande que tenía una cama y un escritorio, dentro de esta habitación había una puerta más que resultó ser un baño. Todas estaban vacías. Así que su única esperanza de encontrar a Taehyung era la tercera puerta que era la única otra opción que quedaba.
Esta tenía llave.
Olfateo alrededor del marco hasta que capto la tenue esencia de caramelo dulce y salado. Su corazón se aceleró.
Tendría que usar su fuerza para romper el pomo de la puerta, no quería patearla y alertar a quienes estaban en la planta baja por si Jungkook aún no había llegado a neutralizarlos. Pero se detuvo un segundo antes de hacerlo.
Volvió a pegar su oído en la puerta y se concentro. Si estuviera en la situación de Taehyung intentaría atacar a quien quiera que abriera la puerta, aunque Taehyung lo reconociera puede que no fuera al instante e iniciar una pelea definitivamente haría el ruido que no quería hacer.
Saco su teléfono celular, confiando completamente en el olfato de Jungkook que le dijo que solo había tres personas en esa casa y que dos estaban abajo. Tecleó un mensaje que decía su nombre y con el celular aún desbloqueado lo deslizó por debajo de la puerta con la pantalla hacia arriba. Observó como alguien jalaba el artefacto hacia el interior después de unos largos segundos.
Escuchó un sollozo amortiguado por la madera que se interponía y comenzó a tirar del pomo con fuerza y a la vez tratando de ser silencioso. Le tomó muchos segundos y mucha fuerza escuchar el sonido de algo quebrándose y después el pomo quedó flojo, apenas sostenido por un pequeño tornillo.
Sin perder tiempo, termino de apartar la puerta de su camino y rápidamente sus brazos se llenaron con el cuerpo delgado de su beta que enterró su rostro lloroso en su cuello.
Alivio inmenso lo recorrió cuando sintió esa calidez y ese aroma tan conocidos entre sus brazos.
Mío. Mío. Mío. Mío.
Su lobo no dejaba de aferrarse por tomar el control. Quería marcarlo con su aroma tan fuertemente que se frustró cuando recordó que usaba neutralizador. Quería poner su marca de propiedad encima de Taehyung, quería arrastrarlo debajo de su piel si así podía mantenerlo a salvo.
Por segundos su mente se llenó con la idea de otra marca, ahí mismo, una que le recordaba a su beta que le pertenecía.
Se conformó con algo menos invasivo. Un beso.
Besó a Taehyung profundamente.
— Taetae… — Probó su lengua, succionó y mordió los labios delgados y dulces. — Mi Taetae…
Perdió el sentido del tiempo. Hasta que su lobo le recordó que tenían que poner a su beta a salvo.
Se separó muy poco, lo suficiente para mantener sus frentes unidas y su aliento chocando con el contrario.
— Escúchame Taetae, tenemos que bajar, Jungkook esta ahí pero aun no se si ya se encargó de neutralizar a los dos alfas. Así que quiero que estés detrás de mi o a mi lado en todo momento. No tienes permitido avanzar antes de que yo de un paso y veas lo que veas te mantendrás escondido detrás de mi, si te digo que corras por la puerta lo harás.
El mayor negó con la cabeza repetidamente con los ojos muy amplios y llenos de miedo.
— No, Tae. Lo tienes que hacer. Afuera estarán el resto de mi equipo ellos te pondrán a salvo y ayudaran si la situación se complica. Prométemelo.
Después de vacilar por unos segundos. Su beta pelirrojo finalmente asintió lentamente. Cuando obtuvo su palabra, beso esos delgados labios una vez más y comenzó a avanzar hacia las escaleras.
Doblaron la esquina de las escaleras y fue fácil ver a Jungkook escondido en el pasillo claramente preparado para derribar a alguien, eso quería decir que los dos alfas aún no eran neutralizados. Retrocedió un escalón mientras extendía su brazo para evitar que su beta avanzará un paso más, pero este tropezó y cayó causando ruido. Uno que causó que jungkook saltará hacia adelante derribando a alguien, y el sonido de un disparo resonó en sus oídos. Cuando cayeron los dos alfas, pudo ver ahora que Jungkook peleaba con Sung-woo quien estaba en el suelo y con clara desventaja contra la fuerza del menor. No le fue difícil a Jungkook lanzar el arma que estaba cerca de Sung-woo y esposara al mayor.
Tomó a Taehyung y lo sostuvo fuertemente a su lado mientras avanzaba por el pasillo para encontrase con su compañero. Que aún sostenía a Sung-woo contra el suelo poniendo una rodilla en la espalda de este.
Aún quería golpear al alfa, pero era más importante para él seguir sosteniendo a Taehyung entre sus brazos.
— ¿Cómo estás Tae?
— No ha dicho ni una palabra — le aclaró a Jungkook cuando Taehyung no respondió a su pregunta.
— Llevémoslo a casa primero Minjae.
Jungkook levantó a Sung-woo y fueron los primeros en salir. Seguidos de cerca por Taehyung y él. Su equipo ya estaba afuera sin duda habían escuchado el disparo desviado, también podía escuchar las sirenas de las patrullas que transportarían a Sung-woo.
Ignoró a todos a su alrededor y se concentró en su beta. Abrió la puerta trasera de su auto y alentó a Taehyung a que tomara asiento mientras él se interponía para que nadie lo mirara. Si, estaba siendo muy posesivo, y eso no cambiaría hasta que no pudiera oler su propia esencia en la piel de su pelirrojo.
Tuvo que contenerse mucho de entrar junto a Taehyung y abrazarlo y besarlo hasta que su beta dejara de temblar y sollozar.
Era horrible no poder calmar el miedo que veía en esos ojos.
Miedo que solo se incremento cuando otro disparo resonó en la noche.
Apenas tuvo tiempo de empujar a Taehyung contra el asiento del auto y cerrar la puerta cuando un segundo disparo sonó. Miro rápidamente a su alrededor con el arma desenfundada. Jun y Lee Chan estaban derribando al anciano en que se encontraba en la entrada de la casa y alejaban el arma de él, obviamente había sido el causante de los dos disparos.
Wonwoo aún sostenía fuertemente a Sung-woo aunque claramente quería correr hacia adelante y evaluar la situación de quien había sido el objetivo d ellos disparos.
Siguió la mirada y vio a Namjoon sosteniendo a un inconsciente Jungkook. El menor estaba de espaldas a él con la cabeza caída y una mancha oscura extendiéndose en el costado de la sudadera gris.
Estaba dividido entre cuidar a Taehyung e ir a ver como estaba Jungkook cuando las patrullas finalmente se estacionaron y cuatro oficiales bajaron enseguida.
— ¡Seungkwan! — gritó cuando reconoció a uno de ellos —. Quédate aquí con Tae. No permitas que nadie que no sea yo se acerque y no dejes que salga del auto.
El beta asintió y tomó su lugar frente a la puerta del automóvil. Él ya estaba corriendo hasta donde estaban Namjoon, Jungkook y Vernon, otro de los oficiales que habían llegado. De cerca era más fácil ver que también la pierna de Jungkook sangraba.
Todos empezaron a movilizarse. Un oficial y Namjoon presionando las heridas para que no perdiera sangre, alguien llamando a la ambulancia, él llamando al Sargento para informarle de su compañero y más allá dos oficiales encerrando a Sung-woo en la parte trasera de una patrulla.
Ese día había sido tenso en cada segundo y al parecer aún no terminaba esa incertidumbre.
Su mente aún estaba totalmente abrumada por todo lo que había vivido en menos de veinticuatro horas.
Desde la casa del señor Choi, Minjae lo habia llevado a la estación para su declaración de lo sucedido en el centro comercial y después. Francamente le costó recordar algo más que no fuera la angustia y el miedo que habían estado siempre presentes desde que se dio media vuelta para ver a Sung-woo sosteniendo a Jimin. Se tardaron horas, pero Minjae en ningún momento lo presionó ni dejó que nadie más lo hiciera.
Cuando finalmente pudieron ir al hospital donde llevaron a Jungkook, no le habían permitido la entrada porque era demasiado tarde o demasiado temprano según se mirara llegar a las cuatro de la mañana. A quien si vio fue a Jimin quien justo en ese momento estaba con Jin. Se abrazaron y lloraron en el suelo hasta que Jin y Minjae los persuadieron de sentarse en las sillas, donde se abrazaron y lloraron un poco más. Y después hablaron por horas.
Hasta que su madre finalmente llegó y lo abrazó con fuerza.
Recordaba vagamente estar al teléfono con ella por un par de minutos mientras estaba en la estación de policía. La mayor le había asegurado que ya estaba en camino, tomó el autobús hacia Seúl en cuanto Namjoon le hablo para contarle lo sucedido. Justo antes de llamar a Yoongi.
Para el momento en que llegó a su departamento, se sentía agotado física y emocionalmente, realmente parecía que su alma estaba siendo exhibida a cualquier que viera en su dirección y sin la oportunidad de esconderse y protegerse.
Trató de ser fuerte y mantenerse firme en su postura de “estoy bien", pero Minjae arruino por completo sus planes cuando su madre fue a la cocina y los dejó a solas.
— No finjas conmigo Taetae. No conmigo — dijo mientras acariciaba su mejilla con tanta delicadeza que apenas la tocaba.
— Ya no puedo llorar, no creo que me queden más lágrimas por horas.
— No te pido que llores solo que me digas que es lo que en verdad sientes… Qué necesitas que yo haga por ti para confortarte.
Se miraron a los ojos por bastante tiempo.
Realmente ya no podía llorar, pero tampoco estaba “bien". De hecho estaba asustado, muy asustado y solo quería sentirse cálido, protegido y a salvo. Todos los sentimientos que Minjae provocaba en él.
— Quédate a dormir conmigo esta noche.
Pensó que el menor objetaría, que pondría como excusa que su madre estaba de nuevo en el departamento o que diría que no sería correcto.
Pero su alfa simplemente asintió.
No hubo pretextos ni objeciones. Aceptó de inmediato.
Y nuevamente podría dormir entre los brazos fuertes que lo protegerían de las pesadillas y los malos recuerdos.
Tengan bonita noche mis Makis ♡
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